Jeon Jung Kook

     —Kookie, es mamá, debes levantarte —sonaba mi puerta repetidas veces.

     Tapé mi rostro con la almohada, hoy no era un gran día para Jeon Jung Kook, estaba algo desanimado. Cynthia, la que estaba en mi clase, jamás me volteaba a ver, ni siquiera cuando los profesores me felicitan por tener las mejores notas de la institución, premiando mis esfuerzos con reconocimientos. Era inútil, parecía que no le interesaba ni un poquito.

     —Kook, no lo volveré a repetir —hizo una pausa y dejó de tocar la puerta repetidas veces—, te quitaré tu auto por una semana.

     Me senté de golpe en la cama. No, mi auto no. Eso era jugar sucio.

     —Ya estoy despierto —contesté levantándome de la misma.

     El suelo estaba helado, podía ser porque el aire acondicionado estaba a 20 °C.

     —Iré a despertar a tu hermana, hoy tendrás que llevarla —avisó, su voz se escuchaba cada vez más lejana.

     ¿Hoy? Amo a esa enana, pero no puede irse con nosotros, no hoy.

     —Pero... mamá, sabes que ella no encaja con mis amigos —traté de sonar tranquilo ante mis palabras, pero sonaba con fastidio.

     Me acerqué a la puerta y la abrí, quedando frente a mi mamá, ¿Qué no se había ido a despertar a mi hermana?

     —No me interesa, harás que encaje, Jung Kook y es mi última palabra —besó mi frente y caminó por el pasillo, en dirección a la puerta de la habitación mi hermana.

     Entré a mi habitación, cerrando la misma con mucha fuerza, además de suspirar varias veces. Esto era ridículo. Entré al baño y cerré la puerta, necesitaba bañarme rápido o llegaría tarde a clases.

     Jeon Somin, era mi hermana menor de quince años, dentro de casa era una persona totalmente distinta a cuando estaba fuera de ella, era odiada por la mayor parte de los alumnos de la Institución y dolía, como quisiera demostrarles a todos lo maravillosa que era como persona, pero hasta mis amigos la odiaban. No entendí bien el porque.

[🩵]

     —¡Mamá, ya me voy! —grité por las escaleras desde el primer piso.

     —¡Recuerda llevar a tu hermana! —gritó de vuelta desde el piso superior.

     Giré los ojos y la busqué con la mirada, estaba sentada en el sofá viendo a la nada.

     —Enana —llamé su atención y me miró con esos ojos llenos de alegría. Esos lindos ojos cafés—. Es hora de irnos —asintió y se colocó de pie, caminando en mi dirección.

     —No es necesario que me lleves, Kook, puedo tomar el autobús —negué y tomé su mano, guiándola a la entrada de nuestra casa—. Insisto —abrí la puerta e ignoré sus palabras.

     Cerca de mi auto le abrí la puerta del copiloto y la ayudé a subirse en el. Rodeé el auto y luego subí al puesto del piloto, era mi parte favorita del día, subir a mi auto y conducirlo a todos los lados donde necesitaba ir.

     —¿Por qué lo haces?

     La miré confundido.

     —¿De qué hablas? —introduje la llave y encendí el auto, escuchando aquel increíble motor.

     —Sabes que tus amigos me detestan, ¿Por qué lo haces?

     Puse el auto en marcha, analizando su pregunta.

     Silencio total.

     Luego de unos diez minutos conduciendo, intentando y logrando que el trayecto se hiciera más corto porque no sabía exactamente que responder a tal pregunta. Llegamos a la institución, los alumnos entraban con normalidad y tranquilidad por aquel gran portón; seguí conduciendo al estacionamiento, hasta que visualicé un puesto disponible y estacioné sin más.

     —Gracias —dijo abriendo la puerta del auto sin más.

     Yo era tan patético. No pude responder una simple pregunta.

     —Somin —la llamé y me miró con aquellos ojos apagados—. Lo hago porque eres mi hermana y te amo, esa es la verdad —sonreí al igual que ella.

     —¿Por eso le dijiste a tus amigos que no los buscarías hoy? ¿Te avergüenzo? —un nudo se formó en su garganta y en la mía.

     —Les dije porque no quería que te sintieras incómoda.

     —¿Ellos o yo?

     —Debes creerme, eres mi hermana y eres muy importante para mí —sonreí, acercándome lentamente a ella, besando su frente—. Te espero en la salida —sonrió y bajó del auto, cerrando la puerta detrás de ella.

     —Está bien, adiós, Kookie —la escuché decir ya que la puerta estaba cerrada, por lo que el sonido casi no entraba.

     —Adiós, enana, te quiero —Hablé un poco fuerte para que Somin me escuchara, pero no obtuve respuesta de lo que le había dicho.

     Después de que Somin bajara del auto, fui a estacionarlo al otro lado del plantel, íbamos en el mismo instituto, pero en diferentes planteles y obviamente en diferentes años, por la diferencia de edad. Ya cuando estacioné el auto bajé de el, asegurándome de cerrar las puertas de este, fui por mis libros para entrar a la clase de química y a encontrarme con mis amigos: BamBam, YuGyeom, Taehyung y Jimin.

     —Hey, Jeon, pensé que no llegarías —habló BamBam burlón.

     —Vamos, sabes que siempre tengo que venir porque... —corté porque no sabía que más responderles.

     —¿Por Cynthia? Eso lo sabemos, pero tienes que aceptarlo, nunca te hará caso.

     —Cállate, YuGyeom.

     —¿Por qué me callaría? Sabes que tengo razón.

     —Lo sé, solo que es menos doloroso si nadie lo dice en mi cara —dije para sentarme en mi lugar.

     —Y hablando de la Reina de Roma —dijo Taehyung, ahí fue cuando ella entró, siempre tan linda.

     —Deja de mirarla así, la vas a desgastar.

     —¡Cállate, YuGyeom! —me dedicó la primera mirada y sonrisa, sentí mis mejillas tomar un color carmesí al igual que mis orejas.

     —Oh, se sonrojó —se burló Jimin seguido de los demás chicos.

     —Pareces niña de primaria, sonrojándose con la primera mirada y sonrisa —soltó YuGyeom con burla, acompañado de la risa de los demás.

     —¿Por qué siempre tienes que soltar comentarios fuera de lugar?, Pareces idiota.

     —El único que parece idiota aquí eres tú, tan siquiera, ¿Has visto tu cara cuando ves a Cynthia?

     —Ash, ya cállate. Es más, ya vayanse a su lugar, la clase está por iniciar.

     —Se enojó —escuché decir a BamBam a los demás, mientras se dispersaban por el salón para ir a sus asientos correspondientes.

[🩷]

     El silencio se hizo presente en el salón, indicándome que la profesora ya había entrado al salón. Alta, figura esbelta, cabello tintado de amarillo, muy blanquecina y por su vestimenta, era muy refinada ¿Quién era ella?, No era la profesora de química, eso estaba más que claro.

     —Buenos días, alumnos —esbozó una sonrisa, acercándose más al escritorio, resonando sus tacones por el suelo.

     —Buenos días —respondimos al unísodo.

     Sea nueva o no, debíamos ser bastantes respetuosos con ella o si no ¿Quién quisiera una citación de representante? Yo no. Estaba demasiado grande como para tener una.

     —Mi nombre es Blanca Smith y seré su nueva profesora de química, la anterior tuvo muchas complicaciones y decidió darle una pausa a sus clases. En sí, seré su suplente en lo que queda de año —haló la silla del escritorio y se sentó en el.

     —Disculpe, profesora —dijo Taehyung bastante animado.

     ¡No! Taehyung, no, ¿Qué se supone que haces?

     —Dígame, caballero —respondió tomando la lista de nuestra asistencia con sus manos.

     —Por casualidad, ¿Está casada?, Porque si no es así, quisiera casarme con usted.

     La profesora tenía levemente su ceño fruncido, pero cambió a estar totalmente ruborizada. Los alumnos empezaron a aplaudir y sobre todo a silbar muy emocionados, esperando la respuesta de la profesora Smith.

     —Disculpe decepcionarlo, señor... —fue interrumpido por el mismo.

     —Kim Taehyung —respondió con una sonrisa de oreja a oreja, con las comisuras de sus labios bien en alto.

     —Lamento decepcionarlo, señor Kim, pero estoy en una relación con el director.

     ¿QUÉ?, El director tiene más de sesenta años, es muy probable que él le llevé más de treinta años. Todos quedaron en silencio al enterarse de tal noticia.

     —Pasaré lista —avisó sacando su bolígrafo del bolsillo que estaba en su camisa, que traía en su camisa manga larga de color azul cielo, que combinaba con una falda entubada de color negra, más arriba de la rodilla—. Chu Cynthia.

     —Aquí, profesora —la presente se puso de pie e hizo una reverencia.

     Pude ver sus glúteos en todo su esplendor, esa chica me volvía loco, sinceramente, ¡Que gran retaguardia!

     —Puedes sentarte —volvió su vista a la hoja junto a su bolígrafo—. Jeon Jung Kook —desvíe mi vista de Cynthia y me concentré.

     —Presente, profesora —imité la acción de la chica que me volvía loco.

     —Puede sentarse, Jeon —le agradecí y me senté. Giré y mis amigos me hacían señas de aprobación—. Kim YuGyeom —La única diferencia que había ahora, era que YuGy no respondió al llamado de la profesora— ¿Está Kim YuGyeom presente? —hizo un silencio, visualizando el salón para encontrarlo.

     Me giré y ahí estaba el grandulón durmiendo en su asiento; le hice señas a BamBam para que lo despertara y sin más, el anteriormente mencionado le dió un codazo, despertandolo totalmente desconsertado.

     —¿Kim YuGyeom? —preguntó como por tercera vez la profesora Smith.

     —Sí, él más irresistible —contestó con su gran ego. Giré los ojos y me coloqué en mi anterior posición con la vista hacia el frente.

     —Prosigo —frunció su ceño y siguió con lo suyo— ¿Kumpi, Kompumok Bukul...?

     BamBam la interrumpió al escuchar lo mal que pronunciaba su nombre.

     —Es Kunpimook Bhuwakul —giró los ojos y se puso de pie—. Presente, profesora Smoth —hizo reír a los presentes.

     —Lo siento, caballero —ella se colocó de pie e hizo una reverencia, disculpandose por su error.

     —La disculpo, si usted quiere puede decirme BamBam —él hizo la reverencia y luego se sentó, al igual que la profesora.

     No se notaba superioridad en mi amigo, solo quería respeto hacia su nombre, ya que era Tailandés.

     Ella asintió y prosiguió.

     —Park Jimin —en eso Taehyung alzó su mano, pidiendo permiso para hablar— ¿Sí, Señor Kim?

     —¿Por qué no me llamó?

     La profesora lo vió justo a los ojos, denotaban confusión, ¿Qué cómo lo sé?, También lo miraba.

     —Porque ya sé que está presente, Señor Kim —volvió su rostro a la lista.

     —Es que mi nombre suena tan hermoso saliendo de usted, solo cuando usted lo dice en ese tono —algo me dice que Tae Tae a quedado flechado por la profesora.

     Ella ignoró su comentario y repitió el nombre de mi amigo.

     —Park Jimin.

     Mi amigo se colocó de pie e hizo la reverencia correspondiente. Así transcurrió el resto de la hora restante de la clase. Cuando el timbre sonó, velozmente, recogí todas las cosas que tenía tiradas por mi pupitre, para pasar por el mismo sitio donde se sentaba Cynthia con la esperanza de que alguna vez en la vida me hiciera caso o me dirigiera la palabra, soñar no está demás, ¿O si?

     —Que tonta soy —escuché decir a alguien acompañado de un estruendo de cosas cayendo al suelo de losa del salón de clases, cuando voltee no dude un segundo en acercarme y ayudarla a recoger sus útiles que habían caído accidentalmente al suelo.

     —Toma —dije mientras le extendía un lapicero con unos cuantos colores y plumas.

Holaaaaa, ¿Qué tal este primer capítulo?

Gracias por leer 💕

EDITADO: 14/04/2020.
EDITADO NUEVAMENTE: 10/01/2021.
EDITADO: 07/07/2024.