- ¿Así que, estando patéticamente borracho le dijiste que era preciosa? Estas jodido -hablo tratando de no reír

No pude evitar mirarlo mal.

- ¡OH, GRACIAS REMUS! Eso me tranquiliza un montón -dije sarcásticamente

El castaño termino por romper en risas, sin poder aguantar, haciéndome sentir más molesto y humillante por la situación

-Por lo menos no podrás hablar como Canuto -me miró antes de volver a reír

Le gruñí.

[...] Casa de los Tonks [...]

Narrador/a: Ava.W

Pase toda la mañana ayudando a Andrómeda y Tonks a decorar la casa para esa noche, eso mantuvo mi cabeza ocupada y lejos de pensar en Sirius y en lo que había dicho.

Aunque termine haciéndolo de todas formas.

Suspire con frustración llamando la atención de mi amiga, con su pelo rojo intenso acorde a la festividad.

Parecía una Weasley.

- ¿Qué es lo que te tiene suspirando tanto? -preguntó mientras iluminaba las estrellas fugaces, que decoraban el gran árbol de pino en la sala como todos los años

-Un hombre -las palabras salieron de mi boca sin mi consentimiento y cuando me di cuenta ya era tarde

La mire con los ojos abiertos como platos, asustada.

-Eso es nuevo -me miró sonriente, con los ojos brillantes por el resplandor de las estrellas

Mi amiga era realmente hermosa.

-Cada vez que estoy cerca suyo mis sentidos se nublan y mis pulsaciones se aceleran al máximo, es como si estuviera a punto de convertirme, odio esa sensación -me quedé quieta, pensando en todas esas tardes que había pasado junto a Sirius

-Estas asustada, tienes miedo de lo que sientes por él -dijo Tonks como si supiera lo que estaba sintiendo

Bueno, después de todo tenia mas experiencia en esto que yo.

-Tengo miedo de lo que puedo llegar a hacerle -

Entendía a Remus cuando decía que tenía miedo de lo que podía hacer, de lo que era.

Que sea loba de nacimiento no quería decir que era más humana, seguía teniendo instintos y se hacían cada vez más fuertes cuando la luna llena se acercaba.

Todavía recordaba la última vez que me había descontrolado, había sido hace mucho tiempo, temía que volviera a pasar.

-No podías hacer nada, no lo sabias. Fue un accidente, Ava -agarro mis manos con cariño

-Eso no me quita la culpa -

[...]

- ¿Segura que no quieres ir? -pregunte otra vez por si había cambiado de opinión

-Tengo... otras cosas que hacer -aunque trata de actuar normal puedo notar sus mejillas rosadas

Así que alguien tiene una cita caliente.

-Diviértete entonces -me reí por la vergüenza en su rostro, imposible que tenga 26 años-. Nos vemos en la noche -besé su mejilla y me aparecí con Andrómeda en Hogsmeade

Era la hora de reunirnos con Sirius.

Estaba realmente nerviosa, no sabia como iba a reaccionar.

Espero que le guste.

Caminamos sin rumbo por las calles cubiertas de nieve, nunca le dije a Sirius donde encontrarnos así que no sabía dónde nos íbamos a ver, sabía que algo se me olvidaba.

El viento helado choco contra mi rostro, llegándome un aroma familiar.

- ¿Él está bien? -Andromeda rompe el silencio en el que caminamos, también se ve nerviosa

-Lo más bien que se puede estar luego de sobrevivir doce años en Azkaban -murmure discretamente no queriendo llamar la atención de nadie

- ¿Y cómo hará para salir en público sin que lo reconozcan? Ava, esto es peligroso -hablo preocupada

-Confía en mí, saldrá todo bien, él tiene sus trucos -le sonreí con confianza mientras la llevaba a un callejón apartado en el que no transitaba nadie-. Vamos por aquí, creo haber visto algo -

-Solo es un perro, Ava -le restó importancia

El perro, o, mejor dicho; Canuto, permaneció petrificado viéndola.

- ¿Estas segura? porque esos ojos no los tiene cualquiera -le guiñe el ojo

Vacilante se agachó a mirar sus ojos grises que brillaban más que un diamante, si fuera un perro común y aunque fuera uno mágico, no tendría ojos grises.

-Malnacido, siempre supiste como esconderte bien... Siri -Andromeda abrazo al perro que no hacía más que ladrar y mover la cola

Mire alrededor, observando que no llamáramos la atención de nadie y que no nos estuvieran vigilando.

Pasaron unos momentos así, ella hablando en murmullos y él sentado, escuchando atentamente a todo lo que decía.

-Es tiempo de irnos, no podemos quedarnos mucho tiempo. Pero Siri, escucha -la voz de Andrómeda se hizo más fuerte mientras más miraba sus ojos- quédate al margen de todo y busca un buen escondite; el Ministerio quiere tu trasero peludo de vuelta en Azkaban y harán lo que sea para encontrarte, solo... Cuídate mucho -suspiro antes de abrazarlo una última vez y salir del callejón para darnos un momento

Ninguno dijo nada, bueno tampoco es que él pueda decir mucho, solo me quedé en silencio pensando en lo que había dicho Andrómeda, en lo que le haría el ministerio si supieran donde estaba.

Con Remus nos íbamos a encargar de que nada le pasara, yo me iba a encargar de protegerlo.

Harry merecía saber la verdad y Sirius merecía el derecho de tener a su ahijado otra vez.

-Espero que te haya gustado mi regalo -mire al perro de ojos grises, que me observaba atentamente-. Estas moviendo la cola, eso debe ser una buena señal -me reí cuando Canuto se lanzó sobre mí para llenarme las mejillas de baba

-Feliz navidad, Canuto -

Acá se termina la navidad chicos.

Pd: ¿Ustedes que piensan que paso con Ava?

Lizzie_Potter <3