Subo capítulo en compensación del pequeño susto de ayer, disfruten ;)

L.P♡

Narrador/a : El amigo invisible

(Atte: Narrado en 3ra persona)

Las vacaciones de navidad tan esperadas llegaron y se hizo evidente en la mañana, cuando el gran comedor, adornado ya para la fiesta, pasó de ser un bullicio de adolescentes a un desierto con algunos alumnos que decidieron quedarse ese año.

También se hizo de notable la ausencia de Ava en la mesa de los profesores, y no porque estuviera acompañando a Sirius, sino porque mientras que los alumnos habían vuelto a sus casas ella también había partido a la suya, para la sorpresa de algunos.

[...] En la mesa de Gryffindor [...]

-Pueden venir más tarde a tomar un poco de chocolate caliente a mi oficina -invito Remus a los tres adolescentes

Parecía que en estas vacaciones Hermione y Ron habían tenido la fantástica idea de quedarse a acompañar a Harry, con el permiso de sus padres claramente.

-Tal vez en la tarde, ahora saldremos a jugar un poco de Quidditch -hablo el pelirrojo con entusiasmo, recibiendo un codazo de su amiga que apuntó discretamente hacia el de ojos verdes que agachaba la cabeza con tristeza

- ¿Sigues sin tener escoba Harry? -pregunto Remus un poco triste por el muchacho, si era igual que James tendría que estar sufriendo la pérdida de volar en su escoba

-Si profesor, aunque tal vez pueda comprarme una nueva -Harry trato de animarse un poco mientras le mandaba un guiño al pelirrojo, haciéndole ver que estaba bien

Era solo una escoba, su primera escoba.

Si Remus tuviera el dinero necesario le compraría la mejor escoba que haya, pero como había dicho, si tuviera.

Sentía que no estaba haciendo lo suficiente por Harry, que estaba fallando en su tarea de tío, y estuvieran donde estén no quería defraudar a sus amigos.

-Seria genial Harry, incluso podrías comprarte una Saeta de Fuego -al pelirrojo se le iluminaron los ojos como luces de navidad al pensar en la escoba más nueva en el mercado

-Dudo que pueda pagarla Ron, aunque sería genial -le sonrió a su amigo

Puede que Harry no pudiera pagarla, aunque estaba seguro de que sí, pero Remus sabía de alguien que si podía.

[...]

-Princesa, te estaba esperando -Sirius hablo en cuanto escuchó los pasos subir por las ruidosas y estropeadas escaleras de la vieja casa

-Me siento halagado, Canuto, pero me gusta más Lunatico -se rio de la cara atontada de su amigo, que había adquirido otro tono de rojo

-Pensé que eras Ava -carraspeo un poco, volviendo a su habitual sonrisa juguetona

-No vendrá, Sirius. Se fue ayer en la noche al igual que todos los alumnos a pasar las vacaciones de navidad -le explico el castaño mientras dejaba algo de comida en la única mesa enclenque que había en el lugar

-Oh... -murmuro bajando los ojos desilusionado

Con el pasar del tiempo se había llegado a encariñar con la pequeña mujer.

No entendía, Ava le había dicho que no tenía familia.

Entonces, ¿con quién iba a pasar la navidad? ¿acaso salía con alguien?

-Así que solo seremos tu y yo, amigo. Casi como en los viejos tiempos -el de ojos miel sonrió con tristeza recordando a sus difuntos amigos y las pasadas fiestas con ellos, ajeno a la cara de desilusión de su amigo

No es que no quisiera pasar el tiempo con su amigo, solo había estado ilusionado.

Vaya idiota.

-Si, claro, como en los viejos tiempos –

Trato de no hacer notar su desilusión de saber que Ava no estaría con ellos, fallando estrepitosamente.

Aunque su amigo lobuno no pareció darse cuenta de su desliz.

-Y... ¿sabes con quien va a pasar la navidad, Lunatico? -pregunto tratando de sonar casual

[...]

Narrador/a: Princesa lobo
(Atte: Ava Williams)

Golpee la puerta con mi mano y espere hasta que alguien me abriera, estaba ansiosa por ver su reacción.

Después de esperar un tiempo escuche unos pasos apresurados y la puerta se abrió dejando ver una chica de mí misma estatura con el pelo color violeta oscuro.

- ¡AVY! -la chica se arrojó sobre mi para darme un abrazo rompe huesos mientras su pelo cambiaba de color a un azul chillón

-Tonks... me quedo sin aire -

¡Por Merlín, si que tiene fuerza!

-Te lo mereces por no decirme que vendrías -me regaño cruzándose de brazos y arrugando la nariz, aunque enseguida tenía una sonrisa en su cara otra vez

-Nymphadora, ¡porque tardas tan-¡Oh, Ava que bueno es verte! -

Andrómeda se acercó a darme otro abrazo que me quitó el aliento y miré a mi amiga pidiéndole ayuda en silencio.

-Mamá, vas a dejarla sin aire, y, ¡NO ME DIGAS NYMPHADORA! -su pelo se volvió completamente rojo mientras le fruncía el ceño a su madre

-Pues ese es tu nombre cielo, supéralo –

Su madre le apretó las mejillas, ya coloradas, y se fue en la dirección de la cocina con una sonrisa contenta.

-Iré a agrandar un poco mi cuarto para que podamos dormir ahí -agitó la varita en dirección a mis baúles que comenzaron a flotar en dirección a su cuarto

-Yo iré a revisar tu cocina en busca de comida -me fui en la dirección de la cocina escuchándola reír sonoramente

Me apoye en el marco de la puerta viendo como Andrómeda preparaba galletas, podía usar la magia, pero las seguía haciendo al estilo muggle.

Hogar, dulce hogar.

-A Ted le gusta cuando las hago al estilo muggle, dice que quedan más ricas si las hago con amor -comento mientras me daba una mirada cariñosa

-Sabes que eres como una madre para mí... -me acerque a abrazarla con una sonrisa inocente, pestañeando varias veces

Dejo lo que estaba haciendo y se dio la vuelta a mirarme con diversión.

- ¿Qué es lo que quieres? -