Dia de descanso y yo acá corrigiendo las tareas de los alumnos.

¿En dónde diantres se había metido Remus?

Siempre lograba escabullirse cuando lo necesitaba, si no supiera el porqué de su ausencia diría que tiene una novia secreta.

Sirius es la novia secreta.

No pude evitar reír ante mis pensamientos.

Y como si lo hubiera invocado, Remus entró al aula vacío acompañado de Harry.

¿Porque no me sorprende?

Desde que se habían conocido no se separaban ni un minuto, no si tenían que ser el culo y el calzón.

-Hola Ava -le das la mano y te agarran el codo, pero por suerte Potter era un buen chico, y me agradaba

Sera mejor que cuando seas libre cuides bien de él, Black.

-Hola Harry, ¿qué es lo que hacen por acá? -pregunte dejando la pluma a un lado y estirando mis brazos con cansancio

Corregir tarea no era para nada divertido, por lo menos los estudiantes podían copiar y pegar con un simple hechizo.

-Estaba por enseñarle a Harry como defenderse de los Dementores, ya es la segunda vez que lo atacan -prendió las velas con un movimiento de varita y se dirigió hacia el baúl, donde se encontraba el boggart que habíamos usado en una de nuestras primeras clases.

-Si, bueno yo iré a comer algo por ahí que me muero de hambre -mire a Remus que asintió con una sonrisa discreta

Esa era nuestra señal para decir que íbamos a ver a Canuto.

-Suerte con eso Harry, solo busca un buen recuerdo -me dirigí al azabache dándole una sonrisa con confianza

- ¿Gracias? -respondió un poco confundido por mis palabras

Hice la misma rutina de todos los días, fui a las cocinas, pedí comida para un batallón que con gusto los elfos hicieron, y camine tranquila hacia el sauce boxeador sin llamar la atención y sin que nadie me viera.

Luego de hacerlo unas cuantas veces me había vuelto experta en escabullirme sin hacerme notar, o eso pensaba.

-Pensé que no ibas a venir -el pelinegro me sonrió efusivo en cuanto me vio llegar con comida

- ¿Porque razón no vendría? -pregunte haciendo que guarde silencio e involuntariamente sonreí divertida por eso

Nos sentamos en su improvisada cama, uno frente al otro a comer lo que había traído, en silencio cómodo.

- ¿Como esta Harry? -pregunto dando un gran mordisco a un sándwich de pavo

-Bastante bien después de su caída, está aprendiendo a defenderse de los dementores con Lupin -le conté sonriendo

-Parece llevarse bien con Remus -sonrió con nostalgia

-Si, aunque estoy segura de que se llevaría mucho mejor contigo -trate de subirle el ánimo, pero era difícil cuando pasaba la mayoría del tiempo solo

-En estos momentos piensa que soy un asesino y cuando se entere de que soy su padrino. Él va a odiarme -suspiro dejando la comida a un lado

-Escucha Black, has hecho hasta lo imposible por llegar hasta aquí, así que no te rindas ahora. Y sobre Harry, si tanto dices que se parece a James y Lily Potter, entonces va a saber cuándo darte una oportunidad para que le expliques todo -desvié mi mirada de sus ojos grises que me miraban con un nuevo brillo

Tenia esa mirada otra vez en el rostro, la misma que la otra noche.

-Sabía que estabas enamorada de mi princesa -sonrio al verme girar los ojos-. James era algo más que uno de mis más grandes amigos, era un hermano, siempre decidido a ayudarte con lo que sea, siempre leal a la gente que amaba. Y Lily... aunque haya sido una hija de padres muggles, era la persona más compasiva y amable del mundo, ella valía más que muchos sangre pura -sus ojos parecían opacarse con recuerdos que le hacían doler del corazón hasta el alma

-Pueden no estar más con ustedes Sirius, pero te lo aseguro, que cuando veas a Harry vas a sentir que los estás viendo otra vez a ellos. Todo eso que has dicho de ellos, lo describen perfectamente -tome su mano apretándola entre las mías, viendo las diferencias de tamaño

Se quedó mirando un momento nuestras manos unidas y me devolvió el apretón mientras rascaba su barba con aire pensativo.

-Ahora que lo veo, necesitas arreglarte un poco -sonreí divertida tratando de aligerar el momento, soltando lentamente su mano

- ¿Dónde quieres que me dé un baño? ¿en el lago negro? no quiero congelarme el culo, Ava -refunfuño haciéndome reír

-No, pero creo que tengo una idea -le sonreí con picardía

Esto sería arriesgado.

Solo espero que Remus no se enterara de lo que estaba a punto de hacer.

[...] 5 minutos después [...]

-Sshh, ¡no hagas ruido, perro pulgoso! -calle al perro a mi lado que pegó un salto del susto y luego empezó a caminar de puntillas con la cabeza gacha