Las siguientes clases pasaron volando y cada una más interesante que la anterior, parecía que en poco tiempo nuestra clase se había convertido en la favorita de la mayoría, aunque seguían estando los Slytherin que criticaban todo.

Ahora estaba caminando por los pasillos vacíos de alumnos, disfrutando del corto periodo de tiempo que tenía libre.

Cuando una bola de pelo marrón jengibre paso correteando por mis pies y se quedó estático en su lugar cuando me vio.

-Oye, ¿que tienes ahí gatito? -hable con voz suave sin querer espantar al gato que tenía un trozo de papel en el hocico

No sirvió de mucho mi intento de no alterarlo, porque en el momento en que me moví un solo milímetro el gato ya había salido disparado por los pasillos.

Los gatos y yo no nos llevamos tan bien que digamos.

- ¡OYE, ESPERA! -grité y salí corriendo tras el gato, saliendo a los terrenos de Hogwarts en dirección al lago negro, hacia el sauce boxeador

Vi al felino marrón evadir ágilmente sus ramas y pasar por el hueco que había en el árbol, sabía que ese hueco daba a un pasadizo que llegaba hacia la casa de los gritos. Varias lunas llenas me oculte en ella, con la intención de no lastimar a nadie.

¿Porque correría hacia allí? ¿qué era lo que había?

Con el tiempo me olvide de lo que había visto, y las clases siguieron su curso con normalidad, aunque parecía que Remus y yo nos habíamos ganado más rencor de parte de Snape luego de lo sucedido con el boggart.

Hoy era el día en el que los alumnos salían a Hogsmeade y había muchos adolescentes en las puertas del castillo emocionados por ir.

-..lo siento Potter, pero no puedes venir -la voz de la profesora McGonagall me hizo acercarme más a curiosear

-Olvídenlo, los veo luego -la voz decepcionada de Harry me hizo acercarme, sabía lo que era no poder ir a Hogsmeade por no tener la autorización

-Es una mierda, pero estoy segura de que podrás visitar Hogsmeade de alguna forma -me coloque a su lado mirando como se alejaban del castillo

- ¿Disculpe? -sus ojos verdes me miraron abiertos de sorpresa

-Oh... esto... no le menciones a McGonagall que he dicho eso -sonreí avergonzada por mi boca sin filtro

- ¿Mencionar que? -se hizo el desentendido y me sonrió con complicidad

-Ava, ¿porq...¡Harry! ¿porque no estas con los demás? –la repentina llegada del castaño nos sorprendió

Cierto, había olvidado que me había invitado a dar un paseo.

Potter nos miró a ambos, hasta que algo en su mirada cambió, como si entendiera algo que nosotros no.

-Mis tíos, eeh... olvidaron firmar la autorización para salir a Hogsmeade, si eso -asintió y nos sonrió con cara de inocente

-Okeey... ¿quieres pasar un rato con nosotros? -ofrecí después de cruzar una mirada con Lupin

- ¿No voy a interrumpir? -hizo una mueca sin estar seguro

- ¿Porque interrumpirías? –

Se encogió de hombros y volvió a poner cara de inocencia.

Esa cara no me gusta, Harry.

Caminamos por los terrenos hablando de las clases, el boggart, y el miedo de Harry por los dementores, hasta casi llegar a la entrada del bosque prohibido.

-Pensé que estaba prohibido que dos profesores salieran juntos -me aguanté de reírme al ver la cara que puso Remus

-Harry, Ava y yo no... -

-No pensamos que lo ibas a descubrir tan pronto -interrumpí a Remus que me miraba con los ojos abiertos a más no poder, le guiñé un ojo disimuladamente

Solo quería reírme un ratito.

A lo lejos vi una sombra negra y tan rápido como la vi se fue, parecía como un perro, pero no había perros en Hogwarts, ¿o sí?

- ¿Pero, hace cuanto están juntos? -el azabache miraba a Remus que estaba cada vez más rojo y me mandaba miradas asesinas cada dos por tres

-Hace... -mire mi muñeca como si tuviera un reloj- dos minutos y seis segundos, es un récord -suspire con cansancio y me recargue en el hombro de mi novio

¡JA! ¿Se lo imaginan? Remus y yo nunca podríamos salir juntos, no era mi tipo.

Además, con mi condición, él necesitaba alguien más sano, que le recordara lo que era vivir sin miedo al rechazo, yo no podía darle eso, aunque quisiera.

No cuando Incluso yo rechazaba mi condición.

-Era mentira Harry -confesé aguantando la risa

Los dos miramos a Lupin y nos terminamos riendo los tres.

-Será mejor que volvamos, se está haciendo tarde y los alumnos ya deben de haber vuelto -hable mirando el cielo oscurecerse e intercambie una silenciosa mirada con el castaño

Esa noche habría luna llena, y todavía no habíamos tomado nuestra poción.

Estaba algo nerviosa, se supone que todo tenía que salir como lo habíamos planeado.

Volvimos al castillo en silencio, cada uno en sus pensamientos.

-Espero que vengan a ver el próximo partido de Quidditch, jugaremos contra Slytherin -el chico nos invitó mientras caminábamos hacia su sala común

-Profesora Williams -al escuchar la voz de Snape detrás de nosotros nos dimos la vuelta- Lupin -arquee las cejas sorprendida al ver el veneno que lanzaba al dirigirse a él

¿Cuál era el problema entre ellos?

-Profesor Snape ¿qué sucede? -pregunte tratando de ignorar la repentina tensión que se había formado en el ambiente

Esto resultaba incómodo.

-Black intento entrar en la sala común de Gryffindor -

¡Por lo calzones de Merlín!