ᴇ́ʟ ᴘᴜᴇᴅᴇ ᴛᴇɴᴇʀ ᴍᴀ́s ᴀᴍɪɢᴏs sɪ ϙᴜɪᴇʀᴇ.

[◆◈◇]

K. Young Soo

     —¿Y esa cara? ¿Acaso estás triste porque YoonGi rechazó tu invitación a cenar?

     Desvié mi vista del punto muerto que estaba viendo.

     Estaba más que interesante.

     Llevábamos unos diez minutos esperando a Jung Kook en la mesa de siempre, pero él no aparecía, ni siquiera me había mandado un mensaje de texto para saber si estaba bien o que se había quedado en el salón de clases para repasar uno de sus libros de anatomía, esos que tanto le encantaban y yo sólo comenzaba a preocuparme.

     —Por Dios, Taehyung, sabes que invité a YoonGi a cenar solo para que ustedes tres pudieran decorar su habitación sin preocupación —recordé mirando detrás de ellos, era primera vez que Jung Kook llegaba tarde a almorzar con nosotros.

     —Suficiente niños pequeños, no pueden discutir en ausencia de YoonGi y menos por él, se dará cuenta que es importante para nosotros —Jackson bebió de la Coca-Cola que se había comprado para acabar con su “sed”, aunque esa bebida produce más sed y ganas de ingerir líquidos, incluso más de lo que él creía.

     —¿Cómo se dará cuenta si ni siquiera está aquí? —contraatacó Taehyung alzando una ceja, al parecer el peliazul había venido agresivo a clases.

     —Buen punto, pero... —Jackson se tocó el mentón y busco en su cerebro alguna escapatoria, pero aquello no llegaba— Aún no se me ocurre nada para defenderme —se quedó callado unos segundos y su rostro cambió de preocupado a relajado— ¿En dónde está Jung Kook? ¿No se supone que debías recordarle lo importante que era ésta reunión porque YoonGi no iba a asistir hoy a clases? —al pelinegro nada se le escapaba.

     Taehyung miró a nuestro al rededor, asegurándose que el castaño no estuviese aislado en otro lugar de la cafetería y por inercia imité su acción, no había rastros de él y temía por su vida, aunque nadie lo molestaba porque se juntaba con nosotros y de alguna u otra forma tenía nuestra protección, pero no todos tendrían la misma precaución al acercarse a él para hacerle daño.

     —Juro que le recordé la fiesta sorpresa de YoonGi —el peliazul se veía preocupado, solo le habíamos dado ese trabajo y no pudo cumplirlo por completo.

     —Al parecer no te escuchó —Jackson terminó su bebida de un sólo trago.

     Y las ganas de defender a Jung Kook aparecieron desde lo más profundo de mi ser. No dejaría que hablaran de Jeon de aquella forma como si también estuviese sordo.

     —Quizás se le presentó algo importante. Como pasó con ustedes dos, incluso quería asesinarlos, pero cuando llamé a sus padres por dejarme plantada en el parque, ustedes estaban internados en el hospital por una intoxicación —expliqué con un punto claro.

     —Siempre tan defensora —opinó Taehyung con cierto sarcasmo.

     —Y tú siempre tan imbécil —contraataqué con una sonrisa de victoria.

     —¿Y si mejor lo buscamos en la enfermería? —abrí los ojos como platos al escuchar a Jackson, ¿Por qué siempre tenía que ser tan positivo? Sin aguantarlo golpeé su brazo. No era gracioso— ¡Auch, Soo! —rodé los ojos, en el fondo era un bebé llorón—. Era por si acaso y así no tendríamos que buscar por toda la universidad —lo ví con los ojos entrecerrados sin decir nada.

     —Mejor será buscarlo, hasta en el fin del mundo si es necesario, solo si quieres conservar tu polla —opinó Taehyung poniendose de pie.

     Por lo menos uno de ellos temía por su vida y la vida de su polla.

     —O tu brazo —me miró negando levemente, sobando justo donde le había pegado.

     —Vamos, no puedo ir tarde a comprar las botellas y ustedes a comprar lo que comeremos —recordé.

     El plan era el siguiente: yo invitaba a YoonGi a cenar, mientras Jackson, Taehyung y Jung Kook iban de compras, luego irían a su casa para adornar su habitación y parte de la sala que sería el lugar ideal para los invitados, pero cosa que no pensamos antes fue en un "plan b", porque sinceramente no creía que YoonGi iba a rechazar mi invitación a cenar por su cumpleaños y tuvimos que reestructurar todo.

     Ahora el nuevo plan era que yo iría acompañada de Jeon a comprar las bebidas alcohólicas y los otros dos buenos para nada comprarían los snacks, algunas golosinas para adornar algunas bebidas y ricas tortillas con carne.

     Salimos de la cafetería en busca de Jeon. Los salones estaban vacíos y no había rastro de él, fuimos al comedor e incluso a los baños, pero Jeon seguía sin aparecer. De seguro Taehyung podría sentirse culpable por su ausencia, lo podía asegurar por aquella expresión en su rostro y lo más justo sería decirle que no era su culpa.

     Tomé su mano con amor y lo abracé desprevenido, no quería que sientiese que todo fuese su culpa, no como lo hacían sentir las demás personas ajenas a nuestra relación.

     —Debí insistir y soy un idiota porque sé cuanto te interesa el mudo —sonreí. Me parecía tierna su manera de "disculparse".

     —No es tu culpa, quizás si está en la enfermería —admití.

     Jackson me miró con cierta cara de victoria e hizo un baile bastante gracioso.

     —¡Todos deberían seguir al Wang Puppy siempre! —dejar de reír sería todo un reto, porque Jackson siempre me sacaba grandes carcajadas.

     Dirigimos nuestros pies en dirección a las escaleras que nos llevarían a la enfermería más cercana, pero una voz chillona llamó nuestra atención y más las palabras que estaba utilizando.

     —Jungkookie, eres muy chistoso.

     Siyeon y sus amigos estaban con mi chico a un metro de las escaleras, hablando como si se conocieran de toda la vida. Mi sangre comenzó a hervir, ella no debía estar cerca de mi Jung Kook, suene muy posesivo o no, realmente me importaba poco porque sólo se quedaría en pensamiento mis recientes... Celos.

     —Lo veo y no lo creo, ¿Jung Kook tiene nuevos amigos? —susurró Taehyung a un costado de mí.

     Y negué, nosotros éramos sus únicos amigos.

     —Alien, silencio, ¿No ves que a Soo le va a estallar una vena? —Jackson habló a mi otro costado, mientras analizaba la situación.

     Jeon ni siquiera había notado nuestra presencia, ni se había tomado la molestia en mirar su reloj para saber que hora era o detenerse a pensar en lo mucho que me había preocupado por él.

     —Jung Kook —lo llamé y al mirarnos, su rostro reluciente cambió a uno preocupado.

     —Oh, pero miren quien es, la señorita drama —rodé los ojos, no estaba de humor para soportarla.

     —Cierra el hocico, Siyeon —dije con gran molestia— y haz una cita para poder atenderte, porque hoy no me da la gana de hacerlo —sus amigos nos miraron sorprendidos—. Jung Kook, te estábamos esperando, pensábamos que te había pasado algo —el castaño se miraba apenado.

     —Él puede tener más amigos si quiere —no sabía quién estaba hablando con ella— ¿O crees que eres la única buena para él? —esa niña entrometida me estaba dando guerra y eso era lo que tendría—. No lo controles, él puede tomar sus propias decisiones —aquello fue el detonante para cerrar su boca.

     —No lo controlo, igualada. Solo porque Jimin me engañó contigo no te hace mejor que yo.

     Jeon escribía en su teléfono con rapidez y lo giró en mi dirección.

“Lo siento, Soo. Olvidé avisarte a tiempo.”

     —Está bien. Vamos, debemos hablar sobre la sorpresa de YoonGi —tomé su mano con dulzura, pero Siyeon había tomado su otra mano.

     Iba a matar a esa niña.

     —¿A dónde te lo llevas? ¿Acaso no vez que está bien aquí con nosotros sin tu presencia? —aquello me hizo pensar.

     ¿Y si tenía razón? Jung Kook podría estar aburriendose de nosotros.

     —¿Jung Kook, vienes o te quedas? —pregunté sin soltar su mano, viéndolo fijamente a los ojos.

     Sentía que su cuerpo estaba rígido y por como me veía, él no tenía ni la menor idea de que hacer.

     —Claro que se queda —habló ella con seguridad.

     —Cállate, le hablaba a él.

     Jeon me miró con temor y soltó mi mano para quedarse con ella, temí lo peor, estaba perdiendo de apoco a Jung Kook.

     —¿Ves? Deberías aprender a soltar —rodé los ojos y le dimos la espalda.

     Sentirse decepcionada era poco, yo estaba acostumbrada a estar con él en todo momento y ver su lindo sonrojo por mis acciones. No mentiré, me molesta y me hace feliz que haga nuevos amigos, pero no imaginaba que fuera amigo de Siyeon, la niña que se encargaba de echarme en cara lo mucho que había disfrutado del sexo con Jimin.

     Con que lo protejan y no lo molesten como lo hacían todos, me hacía sentir mejor y algo feliz.

     —¿Desde cuándo son amigos la tabla y Jeon? —preguntó Jackson con intriga.

     —Desde ahora. Me está declarando la guerra esa niña —hablé de forma calmada.

     —Tabla, Soo. Esa niña es una tabla —repitió Taehyung como si eso me hiciera sentir mejor.

     —Saber que es plana no me hace sentir mejor, Taehyung —seguimos caminando en dirección a la cafetería, no teníamos nada que hacer cerca de esos mocosos.

     —Pero si yo fuera Jeon lo pensaría mejor. Soo por lo menos tiene buenas curvas y ni hablar de sus atributos —Jackson quería una bofetada en su lindo rostro.

     —Jackson —le advertí con una mirada seria.

     —Ya sé. No me lo agradezcas, preciosa.

     —Y luego soy yo el que anda viendo tu cuerpo, Soo —ambos miramos a Taehyung confundidos.

     Había aprendido que mis amigos tenían las medidas de mi cuerpo en sus perversas mentes.

¡Holaaaaa!

Se va a prender el drama, señoras y señores😊

Gracias por leer♥️

Corregido: 19/06/2024