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✖╎Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 10╎✖

ᴘᴏᴅʀɪ́ᴀ ᴘᴀsᴀʀ ᴜɴᴀ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴄᴏɴ ᴇ́ʟɪɴᴄʟᴜsᴏ ғɪɴɢɪʀ ϙᴜᴇ ᴇ́ʀᴀᴍᴏs ᴀᴍɪɢᴏs.

[◆◈◇]

     —Te ves de la mierda —mi Jacky siempre tan delicado con sus palabras.

     —¿Qué te pasó? —ahora era Taehyung el que preguntaba, mientras me sentaba en la mesa junto a esos cavernícolas.

     —¿No es siempre así de fea? —YoonGi me miraba sin importancia, ahora él solo necesitaba seguir durmiendo.

     —No. Claro que no, YoonGi —Jackson rodó los ojos.

     —Para mí siempre ha sido así de fea, lamento ser tan sincero, pero es lo verdad, amigos —genial, ahora YoonGi me consideraba fea... y para lo que me importaba en este momento.

     Él parecía Edwar Cullen de Crepúsculo y yo no le decía nada al respecto, es que tenía la piel tan blanquecina y pálida como los vampiros de aquella película.

     —¡Acaba de llamarnos amigos! —gritó Jackson eufórico, por fin YoonGi admitía que éramos sus amigos, antes decía que éramos un grupo con un propósito común, comer juntos en la misma mesa.

     —Si no fuera como mi hermanita, tendría sexo con ella, se los aseguro —ahora abrí mis ojos como platos, Taehyung decía cosas muy extrañas en momentos menos indicados.

     Las palabras de ambos me dejaron más que desconsertadas, ¿Qué demonios tenían los hombres en la cabeza? Y no creo exactamente que sólo sea el cerebro.

     —El raro es todo un tigre —YoonGi soltó una amarga sonrisa.

     —¡Oye! —gritó Taehyung ofendido por como lo habían llamado.

     —Quiero mantener mi virginidad intacta, gracias, Taehyung —sonreí de forma forzada y me acomodé mejor en el asiento.

     Sí, había reaccionado un poco tarde, pero ¿Qué más ? No dejaría que Taehyung se acercara más de la cuenta con otros fines.

     —¿No es obvio? —Jackson me observaba detenidamente, mientras hablaba de repente—. Se ha trasnochado y espero no haya sido tocándose por el mocoso ese que no la merece.

     Abrí mis ojos como platos. Excelente reacción.

     Mi sonrojo se hizo presente casi al instante y más por sus palabras, jamás me había masturbado, creo que mis hermanos se quedaron con parte de aquellas hormonas que me pertenecían.

     —¡Por Dios, no! Empecé a trabajar en el nuevo restaurante de mis padres, así obtendré el dinero suficiente para comprarle el juego de audífonos y teléfono a Jung Kook —expliqué con cierto bostezo al final—. Trabajaré todos los días —agregué sacando unas gomitas de mi bolso.

     Las de forma de ositos me encantaban, eran lo suficientemente dulces y sabrosas para mi, tenía una leve obsesión por ellas. También me ayudaban en cierta forma a mantenerme despierta y una muy buena taza de café.

     Gran combinación.

     —Tan hermosa como siempre, mi bebé —Jacky siempre me veía hermosa y no es que hoy no lo estuviera, sólo tenía bolsas oscuras debajo de mis ojos azuladas— ¿Ven?, Deben aprender de ésta hermosa señorita —tomó una de mis manos y las sobó, dándome su aprobación.

     —Créanme, no saben la felicidad que siento cuando me importa una mierda los demás. No hay malos entendidos, nadie se come tu comida —comentó YoonGi con cierto orgullo, apoyando su cabeza en una de sus manos con el codo pegado de la mesa.

     Taehyung lo interrumpió con cierto desacuerdo.

     —¡Pero acabas de llamarnos amigos!

     —Exactamente. No son los demás, ustedes son diferentes —definitivamente, Min YoonGi tenía un corazón, quizás de hielo, pero lo tenía.

     —¿Escucharon eso? YoonGi fue cursi —Jackson se removía una lágrima falsa que descendía por su mejilla.

     —¿Qué te pasó? —una quinta voz apareció en nuestra mesa—. Te ves horrible, bueno, quiero aclarar que siempre estás hermosa con ese espectacular cuerpo que te cargas... —se calló segundos después— Esto tiene que ver con Jung Kook, ¿No es cierto? —señaló las bolsas oscuras que yacían bajo mis ojos.

     —¿Qué comes que adivinas? —rodé los ojos—. Igual ni te importa, prometiste pagarle el teléfono y ¡Oh, sorpresa!, No lo has hecho —me burlé, ni sé porque confié en él tan ciegamente, era un estúpido sin corazón.

     —Vamos, Soo, ni que fuera tan importante para tí.

     Negué con mi cabeza.

     —Te equivocas, lo es y por eso intento reunir para un nuevo teléfono para él, porque en tu caso pudieras comprarte miles de ellos ahora si te diera la gana —iba a explotar, Jimin tenía mucho dinero y más al heredar la empresa de su padre, tío y la de su hermana.

     Todo un niño de Papi, malcriado, mimado y patán.

     —Supongamos que acepto comprarle el teléfono a Jung Kook, ¿Qué recibo a cambio?

     Rodé los ojos.

     —No tienes ni una pizca de vergüenza, que pena —intenté darle la espalda, pero no podía, era ilógico si él estaba a un lado de la mesa.

     —No seas tan amargada, Soo, solo te pido algo tan insignificante para tí.

     Volví a mirarlo.

     Había llamado mi atención aquello, ¿Qué podría ser?, Podía tolerar pasar una tarde con él, fingiendo que somos súper mejores amigos, pero no pasaría algo más que eso.

     —¿Qué es lo que quieres, Jimin? —alcé una ceja, interesada en sus palabras, quería que Jung Kook volviera a hablar y si debía hacer algo al respecto, lo haría.

     Lo que Kim Young Soo se propone y lo quiere, siempre lo consigue, cueste lo que cueste.

     —Iremos a comprar el teléfono juntos después de clases —me sentía satisfecha por sus palabras.

     —¿Sin trucos? —analizaba las expresiones de su rostro, podría estar mintiendome de nuevo.

     —Sin trucos, compraremos el modelo que quieras, hoy después de clases.

     —¿Y sería todo?

     —Sería todo —me acercó su mano para estrecharla, dando mi aceptación.

     —Trato hecho —estreché su mano y me sonrió mostrando sus dientes.

     —Te veo en la salida —asentí, mientras veía como se alejaba de nuestra mesa.

     —¿Crees que hiciste lo correcto? —preguntó Jackson algo preocupado, él sabía a la perfección quien era Park Jimin.

     Aparte de ser el menor de los Park, era muy bueno en el fraude y el engaño sin ser descubierto, siendo el orgullo de su padre, Park Minyuk. A los diez años Jimin aprendió a jugar póquer y a ganar con trampas, ilusiones ópticas y con pláticas simplemente entretenidas, haciendo a los otros apostadores ignorar por completo sus estratégicos movimientos.

     —Eso espero —comenzaba a preocuparme por lo decisión.

     —Aunque sea mi amigo, si te toca un minúsculo cabello, lo mato —fingió una sonrisa, muy parecida a una mueca.

     —Jacky...

[◆◈◇]

     Salí a toda máquina de clases, Jung Kook no había volteado a verme ni un segundo, ni siquiera cuando pasó por un lado de mi cuerpo, simplemente fingió que no existía y en cierta forma algo me convencía que debía hacer lo mismo que él, pero la otra se aferraba a la idea principal y por la que tanto me estaba esforzándo por lograr ya que, yo sin quererlo ocasioné aquel episodio.

     —Preciosa, por fin llegas.

     Rodé los ojos al escuchar la forma en la que me llamó.

     —Si con tu nueva novia funciona, pues bien por ella, porque conmigo no lograrás nada, Park Jimin —me miró con los ojos bien abiertos.

     Paso n° 1: Demostrarle que no me interesa ni un poco y mucho menos tiene efecto en mí sus palabras.

     Sí, acababa de trazarme pasos mientras corría, no quería que Jung Kook estuviese caminando de casualidad por el estacionamiento de la universidad y me viera en una situación comprometedora con Jimin, sería mi fin si eso ocurriera.

     Jimin abrió la puerta del copiloto como solía hacerlo y subí reviviendo buenos recuerdos. Antes solíamos recorrer todas las heladerías posibles, probando nuevos sabores y disfrutando de aquellos pequeños placeres de la vida junto a la persona que amaba, pero eso se extinguió al enterarme de su gran aventura.

     Una vez Jimin se distrajo viéndome a los ojos y su porción del cono de helado cayó directo en su entrepierna, él no se había dado cuenta hasta minutos después, el helado estaba comenzando a congelarle sus partes nobles y yo no podía fingir que me moría de la risa en ese momento, sólo le acerqué el vaso de mi helado terminado y pudo quitar aquella porción tan tentadora derritiendose en su entrepierna.

     Él subió al auto y la puso en marcha a un centro comercial, justo el que frecuentabamos cuando estábamos juntos. No podía ser casualidad, tantos centros comerciales que habían en Seúl y él tenía que pararse justo el que me devolvía grandes recuerdos.

     —¿Te acuerdas cuando me caí dentro de la fuente y no podías aguantar la risa? —giré mi rostro para verlo, mientras él ponía el freno de mano—. Yo lo recuerdo como si fuese sido ayer, te veías tan hermosa con ese vestido rojo ceñido a tu cuerpo, no sabes cuánto daría por...

     Lo interrumpí.

     —Concéntrate, sé cuales son tus intenciones y no caeré como una tonta en tu juego, Jimin, tienes novia, piensa en ella y acabemos con esto —solté abriendo la puerta del auto, bajando de su lindo Mercedes.

     Paso n° 2: Ignorar aquel momento en el que me hizo feliz y recordar realmente lo mucho que me lastimó.

     —Espérame, Soo.

     Esperé que llegara a mi lado y caminamos hacia la entrada del centro comercial, visualizando la primera tienda de ventas de aparatos electrónicos de última generación, literalmente lo arrastré a ella y miré detalladamente los iPhones, los Xiaomis y los Huawei, quería que Jimin hiciera un gran gasto por imbécil.

     —Me gusta este —señalé el iPhone 11 pro, pero el Xiaomi Mi note 10 me hacía ojitos y fue inevitable no mirarlo— o quizás este —lo señalé también.

     —Elige cualquiera, de todos modos puedo pagar ese monto y más —ignoré sus palabras y llamé al encargado de ventas.

     —¿En qué puedo ayudarla? —su sonrisa era cálida y era un chico de mirada expresiva, sabía que era bonita, pero no tanto como para sorprenderse en el acto.

     —¿Cuál es la diferencia entre el iPhone 11 pro y el Xiaomi mi note 10?

     —Lo principal es el precio, el iPhone te cuesta el doble que Xiaomi, teniendo menos espacio de almacenamiento interno que el Xiaomi, así que mi recomendación sería que se llevara el Xiaomi, no lo lamentará —de una forma u otra debía escoger un teléfono celular.

     —¿Lo tiene en negro? Es para un amigo —él sólo asintió y me señaló hacia la caja en donde se pagaba.

     Me acerqué a ella con Jimin, el encargado de ventas nos mostró el teléfono con calma, convenciendome de que hacía una buena compra, accedí y Jimin pagó su deuda correspondiente, agradecí al señor y ambos salimos de la tienda de teléfonos móviles.

     —Aún no me agradeces —habló Jimin de repente.

     —Tienes razón. Gracias, Jimin —donreí, intentando no verme muy forzada.

     —No. Lo prefiero así —mis sentidos se alarmaron cuando comenzó a acercarse peligrosamente.

     Sin dejar de mirarme a los ojos, inclinó un poco su cabeza y por instinto cerré mis ojos, esperando el contacto de nuestro labios.

     Tenía tanto tiempo sin sentirlo tan cerca.

     Comenzó a moverse encima de mis labios, mentiría si dijera que este beso no significaba nada cuando lo significaba todo, extrañaba sus labios esponjosos, exquisitos y suaves. Algo en mí se encendió y comencé a moverlos a su compás, él con una de sus manos se aferró a mi nuca intensificando el beso.

     Paso n° 3: Evitar cualquier contacto con aquella persona que alguna vez te hizo feliz.

Holaaaaa, ¿Cómo están? Sé que he tardado un mundo en actualizar, pero estaba preparando varios capítulos de mis otras historias, ya que tenía la idea de actualizarlas todas el mismo día.

Espero les haya gustado este capítulo💕

GRACIAS POR LEER❤️

Corregido: 06/06/2024

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