✖╎Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 06╎✖
ᴍᴇ ɪɴᴛᴇʀᴇsᴀ ᴍᴀ́s ᴅᴇ ʟᴏ ϙᴜᴇ ᴘᴇɴsᴀʙᴀ.
[◆◈◇]
K. Young Soo
—Cinco costillas rotas... —el doctor hablaba de todo lo que presentaba Jung Kook gracias a Jimin, pero solo dejé de escucharlo, quería matar a ese enano.
—¿Se pondrá bien? —pregunté cuando me percaté que el doctor ya no emitía ningún sonido, ni palabras.
—Sí, solo necesita reposo y tomarse los antibióticos y analgésicos que le voy a recetar, con respecto a las heridas, sanaran en más tiempo al igual que los moretones, tardarán en desaparecer.
Asentí sintiéndome culpable.
Si tan solo no le hubiese hablado, Jung Kook no estuviera en el hospital central de Seúl, estaría en su casa siendo feliz leyendo un libro cursi.
—Volveré más tarde para ver cómo está —asentí con los ojos cristalizados. El doctor lo notó y se acercó a mí, tomándome de las manos para darme un gran confort—. Tranquila, tu novio se pondrá bien, debemos agradecer que ese ladrón no lo mató —lo miré a los ojos.
Casi lo mataba.
—Gracias, doctor.
—Tranquila, linda, es mi trabajo —sin más, salió de la habitación en dónde se encontraba Jung Kook y yo con él.
—Lo siento, Kook, sé que todo es mi culpa —susurré.
Miré de nuevo el cuerpo de Jung Kook que estaba inmóvil en aquella cama con los ojos cerrados. Tragué saliva para desviar mi mirada de esa cama y dirigirme a la puerta, de seguro sus padres habían llegado y querrán una gran explicación del porque su hijo estaba en riesgo.
—¿Qué te dijo el doctor? —miré a Nam Joon que estaba junto a la puerta en la parte de afuera de la habitación de Jung Kook.
—¿Qué haces aquí? —lo miré sorprendida, ¿Él no debería estar en casa haciendo el trabajo que debe entregar en una semana?—. Deberías estar en casa, Nam —caminaba a su paso, claramente yo era más rápida que la silla de ruedas.
—Soy tu hermano, porque me preguntas eso, ¿Qué hago aquí?, Recuerda que siempre estaremos juntos en las buenas y malas, todos en la familia sabemos que ese chico te importa aunque sea un poco y por eso dejaste que te golpeara —tomó mi mano para detener el paso—. Mira como te dejó, lo voy a matar —apretó los dientes furioso.
—Él no se lo merecía, Nam.
—Lo sé, pequeña, lo sé —acarició con su mano la mano que sostenía—. Vamos a ver a tus amigos —asentí continuando con nuestro paso, lento, pero seguro.
Al llegar a la sala de espera ví a mis amigos, YoonGi, Jackson y a Taehyung casi dormido encima de una señora que desconocía, ¿Será la mamá de Jung Kook?, A su lado estaban mis padres, los miré con alegría y corrí hacia ellos, mi padre estaba de pie y lo abracé con todas mis fuerzas, él acariciaba mi cabello despacio y delicado, haciendo un momento tierno.
—Hija, mi pequeña valiente —pronunció con su voz ronca—. Ya todo pasó.
—No puedo creer que Jimin lo haya hecho —dije al borde de las lágrimas o del abismo, uno nunca sabe.
—Cariño —ahora hablaba mi mamá acariciando mi espalda—. Todos estamos aquí contigo —algo hizo click en mi cabeza.
—¿En dónde está Colin? —me separé un poco de mi padre, para ver a mi madre.
—¡Aquí estoy, junto a este enano! —se acercó mi hermano menor trayendo a Jimin por el cuello de su camisa— Haz lo que te dije —Jimin estaba golpeado y tenía un ramo de flores entre sus manos.
Al llegar a nosotros, mi hermano lo soltó bruscamente, haciendo que impactara contra el suelo.
—¡Colin! —gritó mamá poniéndose de pie furiosa.
—Cuando lleguemos a casa, tendrás tu castigo —habló papá cruzándose de brazos.
—Con un “Gracias, hijo, por traer al imbécil que golpeó a tu hermana” era más que suficiente —rodó los ojos y se sentó al lado de Jackson, que veía la escena sorprendido.
Me acerqué a Jimin con cuidado y le ayude a sentarse, se veía terrible, pero no más que Jung Kook.
—Lo siento, Soo, no quise golpearte —me acercó el ramo de flores y lo tomé con un suspiro.
—¿Por qué golpeaste a Jung Kook? —lo miré directo a los ojos— Y quiero la verdad —por un momento había olvidado que habían personas a un metro de nosotros, escuchando la conversación.
—Tú no puedes estar junto a ese perdedor, Soo, eras mi novia, ¿Qué dirán los demás de mí si te juntas con él? —soltó preocupado por su reputación.
—¿Hiciste todo esto para mantener tu reputación a flote? —solté una risa falsa— ¿Y sabes que dirán? —me acerqué a su oído y susurré—. Que eres un grandísimo idiota que engañó a su novia con una chica que solo te meneó el trasero —hice una pausa— ¿Y quién te asegura que no lo haya hecho con tus nuevos amigos también? —me separé con una sonrisa—. Solo piénsalo y anda a hacerte unos exámenes de sangre, te harán falta —me iba a levantar, pero él tomó mi mano con fuerza.
—¿Qué debo hacer para que me perdones? —era tentadora su pregunta, pero no podía pedirle que se tirara por un barranco.
O tal vez si.
—Necesito... —hice una corrección— No, quiero que le compres un teléfono nuevo a Jung Kook y unos audífonos, tú le dañaste los suyos y ahora se lo repones —me miró atónito con una sonrisa burlona en sus labios.
—¿Te volviste loca?, No gastaría mi dinero en ese inútil.
Me removí molesta.
—Entonces, olvídate que existo —me puse de píe, contando.
Uno, dos y tres...
—Soo, está bien, tu ganas.
Sonreí victoriosa, mientras le daba la espalda.
—Siempre es un placer hacer negocios contigo —dije caminando hacia la señora que no conocía.
Se veía inquieta y preocupada, aparentaba de algunos cuarentena y tantos años, tenía ropa un poco desaliñada y bastante holgada, supongo que era tan dedicada a su hijo que el único que trabajaba en su familia era su esposo, aunque tampoco sabía si Jung Kook tuviese hermanos menores o mayores que él.
—Disculpe —le dediqué una sonrisa inocente— ¿Usted es la madre de Jung Kook? —ella me observó de arriba hacia abajo.
—No, digo sí, soy Minha, un placer, tu debes ser Kim Young Soo, tus padres estuvieron hablándome de tí —me dedicó una linda sonrisa.
—Yo de verdad lo lamento tanto, no quería que eso pasara.
Ella tomó mi mano con una sonrisa.
Ya se les estaba haciendo costumbre.
—Sé que no fue tu culpa, tranquila —hizo una pausa— ¿Puedo pasar a verlo? —busqué en mi cerebro la respuesta, no quería que su madre lo viera de esa forma, realmente estaba maltratado y herido, pero tampoco podía negarle ver a su hijo.
—Sí, claro, yo la acompaño —sonreí y ella con una sonrisa sin gracia por su preocupación, se levantó—. Sígame —esperé a que estuviera a mi lado y empezamos el rumbo a su habitación de hospital.
No hablamos en todo el camino, no sabía exactamente qué decir y mucho menos como actuar, porque era la primera situación como ésta que me pasaba. Abrí la puerta y la dejé entrar primero, escuché un sollozo al tan sólo entrar y la seguí tragando saliva, cerrando la puerta detrás de mí.
—Mi Kook, por Dios, ¿Qué te hicieron? —se acercó y acarició su mano, pero él no se movía, el doctor dijo que tardaría un poco en despertar por el tranquilizante que le habían puesto.
—De verdad lo lamento —ella me vió con lágrimas en los ojos y una sonrisa.
—Pero me alegra que tengas una amiga muy linda —dejó de verme y se acercó a Jeon susurrandole palabras poco audibles para mi—. Y es muy sexy, deberías estar más atento —intenté no sonrojarme.
¿Cómo se le ocurre decirle aquello?, además, ¿Sexy, yo?, Sinceramente a esa señora le faltan unos lentes urgentes, soy de todo menos eso, me hace falta mucho ejercicio porque sé que estoy un poco pasada de peso, pero eso no quita que tenga una cara muy bonita o que sea una de las más populares por mis buenas acciones en la universidad.
Estoy súper agradecida por el apoyo que está teniendo esta historia, a mi me encanta ¿Y a ustedes?
GRACIAS POR LEER❤️
Corregido: 03/06/2024
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro