<<No he estado ni medio día aquí y ya quiero largarme de una vez por todas>> pensó Azula al arrojarse a la cama con la ropa puesta. A continuación, gritó.

—¡Maldito! ¡Maldito! ¡Mil veces maldito! —exclamó al levantarse y arrojar la almohada.

Azula se levantó y se dirigió al armario, de allí sacó lienzos y colores; pinturas y vinilos; los pinceles los sacó de un cajón, se quitó su ropa y se quedó en ropa interior de encaje blanca. A continuación, tomó un pincel lo relleno con pintura de color piel y comenzó a hacer trazos.

<<Es increíble que haya sido tan amable con Susie cuando jamás lo ha sido conmigo>> pensó. En ese momento oyó los toques de la puerta.

—¡No estoy para nadie! —exclamó furiosa

Aidan abrió la puerta e ignoró que su prima estaba semidesnuda.

—Últimamente andas con un humor de perros—le dijo este mientras cerraba la puerta

Azula tomó un pincel más fino y lo rellenó con pintura negra.

—¿Qué quieres Aidan?

—Sólo vine a entregarte esto—dijo tendiéndole una carta

Azula la miró—¿Qué es eso?

—Una carta

—¿De quién?

—De Joy

Azula miró a su primo—¿Escuché bien?

—Sí, Me dijo que te dijera que la escribió en número de Fibricci

—Números de Fibonacci Aidan—le corrigió Azula mientras la tomaba

Aidan se echó a reír—Es increíble sepan pronunciarlo, menos yo

Azula resopló—Y hablas italiano perfectamente, lo cual es ridículo—Azula abrió la carta. Contenía números desordenadamente—¿Sabes cómo descifrar esto?

—No tengo idea, quizás tío lo sepa

—No pienso dejar esta carta tan importante en manos de mi padre, Aidan

—¿Importante? —Aidan se echó a reír—¿Cómo sabes que es importante?

—Importante para mí—le dijo Azula mientras se dirigía a la puerta

—Oye—la llamó Aidan

—¿Qué? —le dijo esta y Aidan le arrojó una bata

—Buena suerte—le dijo él. Ella se la puso y le sonrió mientras salía de la estancia.

Azula caminó por el ancho pasillo de la segunda planta de Derkins Terrace. Había una puerta entre abierta y con la luz encendida. Allí estaba su padre tecleando su computadora portátil.

<<Ni en vacaciones dejas de trabajar, Derkins>>

Azula entró a la habitación sin llamar a la puerta, su padre alzó la cabeza y la miró con el ceño fruncido.

Azula se acercó a él—¿sucede algo? —le preguntó él

—Sí padre

Este se recostó en la silla—cada vez que me dices "Padre" es porque necesitas algo, hiciste algo malo o tienes un trance nervioso

—La primera—le dijo ésta tomando asiento frente a él

Este cerró la portátil—¿Qué necesitas?

Azula le entregó la carta—Son números de Fibonacci, pero no sé cómo descifrar el código

Ray abrió la carta—la secuencia de Fibonacci es muy famosa, se trata de una sumatoria de 1 y 2 es igual a 3; 2 y 3 es 5; 5 y 3 es 8 y así. La secuencia es: 1, 2,3,5,8,13... vas sumando los dos últimos números y esa suma te da el siguiente.

Azula quedó anonadada—pero son infinitos ¿no?

—Así es

—y ¿cómo puedo saber qué dice?

—Bueno hay letras arriba de los números, están desordenadas—Ray abrió su cajón y sacó una hoja y un lápiz. Haz la secuencia de Fibonacci hasta este número

Azula tomó la hoja de papel—O sea ¿sumo, así como como me dijiste?

—Sí, comienza desde el uno

—¿Y luego?

—Te lo diré después

—Ok

Azula comenzó a sumar los últimos números que dejaba, Ray sacó la calculadora en vano para que calculara los números grandes, pero como sospechaba ella era muy inteligente. Los últimos números grandes, miraba hacia arriba y cerraba los ojos calculando mentalmente, luego sonreía y escribía.

—Listo

Ray tomó la hoja revisando si todo estaba bien—Perfecto

Este le devolvió la hoja—Ahora—le regresó la carta—coloca las letras donde van en la hoja de la secuencia y podrás ver el mensaje

—¡Ya entendí! —exclamó Azula—era la secuencia, pero desordenada ¿cierto? —Ray asintió sonriendo—esto es genial papá, con esto se pueden enviar mil códigos secretos

—Así es mi amor

—¡Wow! estoy anonadada

Eran una de las pocas veces que el uno se sentía a gusto con el otro y ella lo llamaba "papá" de manera natural.

—Listo—le comunicó Azula

Él le dio otra hoja—Escribe el mensaje aquí

Azula lo hizo—Dice: "Tengo un proceso bioquímico en el hipotálamo debido a la segregación de dopamina"—Azula miró a su padre—tradúceme

Su padre le sonrió—¿Quién te la dio?

—¿Importa eso?

—Si quieres saber que significa, sí

Azula se recostó en la silla y se cruzó de brazos—Tú sabes quién

Este se inclinó en el escritorio—No tengo la más mínima idea, cielo

Azula le tiró una mirada asesina—Derkins...—Este se echó a reír—dime que significa

—Eso puede significar muchas cosas mi amor

—¿Y entonces?

—Te lo digo si me das un abraso

Azula le sonrió. A pesar de todo quería a su padre. Se levantó del asiento, se sentó en su regazo y lo abrasó. Él la estrechó fuerte.

—Sabes que te quiero ¿Verdad?

Ella asintió—Yo también...

—Gracias—le dijo este mientras le daba un beso en la frente—mi hermosa hija eso significa que está enamorado

Azula miró a su padre—¿Qué?

Ray le sonrió mientras le acariciaba el cabello—Lo que escuchaste

—¿Todo ese trabalenguas quiere decir eso?

Ray se echó a reír—Sí mi amor—Azula se quedó callada un momento mientras miraba un punto fijo—¿Qué sucede princesa?

—¡Papá es injusto! —exclamó ésta furiosa—¿Cómo es que Joy va a estar enamorado de Susie? Solo llevan un día de conocerse

Ray la miró fijamente—¿A ti quién te dijo que Joy está enamorado de Susie?

—De mí no lo estás

—¿Qué te hace pensar que no? —Azula miró a su padre—¿Te ha dicho algo? —este suspiró ante el silencio de ella—sabes cómo es Joy princesa, quizás sienta algo por ti, pero no sabe cómo decirle o cómo expresarlo

—¿Tú crees?

—Dale tiempo, ya verás.

***

Joy cerró el libro de termodinámica con brusquedad. Le echó un vistazo a la habitación que le había asignado la señora Derkins: una cama doble, mesas laterales, pantalla gigante, un escritorio con una computadora y una Tablet; un estante de libros de cálculo y física; y un cuarto con jacuzzi.

Joy abrió el libro de Sears de física II, leyó un problema, sacó una hoja de papel y se dispuso a resolverlos. Soltó el lápiz y vio el resultado.

¿Cómo lograría explicarle a ella que preferiría estar en compañía de los libros, porque ellos siempre tienen la misma temperatura y no pueden lastimarlo?

Joy suspiró. <<Aidan ya ha tenido que darle la carta>>. Lo más probable es que ella ya sepa cómo se siente y pueda entenderlo.

Joy cerró el libro de Sears y en ese instante escuchó los golpes de la puerta. Suspiró y arrojó la hoja de papel donde había hecho el ejercicio a la caneca y con mucho esfuerzo se levantó del asiento para abrir la puerta.

—Buenas noches—lo saludó Susie Derkins. Esta se encontraba con una bata roja, la cual se desprendió de ella para dejar ver su desnudes

Joy la miró. Si Susie no hubiese sido modelo, la hubiesen ingresado a una clínica por padecer trastornos alimenticios.

—¿Conoces los isótopos del uranio? —le preguntó Joy

—¿Qué? —le dijo Susie al cerrar la puerta

—El 2-35 es ideal para la fusión nuclear—continuó este

Susie frunció el ceño—Ok...—susurró mientras se acercaba a él—Joy...

—El 2-34 tiende a convertirse en plutonio—le dijo este mientras se dirigía al estante y sacaba un libro

—Joy mírame... ¿no me deseas?

—Y según este libro el 2-38 es el empobrecido—Joy la miró—no sé qué es eso, pero se siente bien

Susie sonrió—¿de verdad?

—Cada vez que la miro siento que presencio el estallido del Big Bang

Susie se acercó a él lentamente—¿Qué más?

—Su cabello es un claro ejemplo de las ondas transversales

—Oh Joy por favor tutéame

—Ella es el escollo de Caribdis

Susie se detuvo a unos cuantos centímetros—¿ella?

—Ella es el espiral de Arquímedes...

—¿Quién? —le preguntó Susie bruscamente mientras se colocaba la bata

—Drummond la poetizó...

—¿De quién hablas Joy? —insistió ésta

—Miguel Ángel le sacó la más bella escultura...

—¡Maldita sea! —exclamó Susie furiosa—¡¿Quién?!—le gritó mientras lo sacudía

En ese instante se abrió la puerta. Era Azula. Ambos miraron hacia ella.

—Eh... Yo...—comenzó a decir—perdón, no quise molestar—y al decir esto cerró la puerta.

Susie miró a Joy y lo soltó—Ahora entiendo todo—le dijo—tú y mi prima...—Joy la miró—¿de ella era quién hablabas? —Joy la miró, pero no le dijo nada—Sí, supongo que tiene algo que todos los hombres la desean... en cambio yo...—Susie miró a Joy—ella no es ni la mitad de lo que describiste

Joy la miró fijamente—Para mí, si

Susie abrió los ojos como platos y luego salió de allí furiosa.

***

Azula corrió a toda prisa, quería estar sola. Necesitaba estar sola. Tenía rabia, sí; pero no iba a llorar, no señor.

<< ¿Para qué me mandaste esa puta carta?>>

—¡Azula! —oyó su nombre

Azula se detuvo y dio media vuelta para enfrentar a su prima. Susie caminó lentamente hacia ella, hasta que estuvieran lo suficientemente cerca.

—Dime—le dijo Azula

—¿Por qué no me lo dijiste?

—¿Decirte qué? —le preguntó Azula recelosa

Susie suspiró—Sólo quiero decirte una cosa: al parecer él no te conoce porque no tienes ni la mitad de las características que mencionó, entre tanto dedujo que utilizaste con él la misma magia negra que utilizas con todos, pero en un caso diferente, te felicito, me rindo. No puedo luchar contra esto, pero algo sí te advierto Azula Derkins, valóralo porque si no, tú y yo vamos a tener problemas. Buenas noches—le dijo Susie y se marchó.

Azula quedó petrificada en el puesto—Pero ¿Qué demonios...?