Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30

           

Un año después...

Azula se encontraba subida en una plataforma mientras la diseñadora de talla internacional Hibo McLady, acomodaba la parte de atrás de su vestido de novia. Este tenía un bordado de flores espectacular, era de color blanco hueso y llevaban un corsé de corazón con tiras Semi delgadas, el vestido se ceñía a su cuerpo hasta la parte de arriba de su rodilla y luego este se abría dejando una pequeña cola. Azula tenía sus rizos sueltos y llevaba una flor blanca en la parte izquierda de su cabeza y también llevaba un collar que le había regalado su padre del dije de una A.

—Listo—le anunció Hibo—Estás preciosa

—Gracias Hibo

Ésta salió de la estancia y dejó que sus damas de honor entraran, que eran Ann y Darcy; sus caballeros de honor eran Ren y Raven; Aidan y Azul sus testigo. Azula y Darius habían decidido casarse por lo civil, la recepción era en Derkins House en Hampshire.

Azula se encontraba en una de las habitaciones y los invitados en el jardín.

Los vestidos de Ann y Darcy eran de color lila y largos; tenían un corsé de brillantes también diseñado por Hibo McLady. Ambas tenían un peinado en la coronilla y llevaban un ramo de peonías blancas.

—¡Estás hermosa! —exclamaron ambas. <<Esas dos son igual de escandalosas>>  pensó Azula con una sonrisa. Ambas la ayudaron a bajar de la plataforma.

—Estoy muy nerviosa ¿Ya todos están afuera? —preguntó ésta

—Sí—respondió Ann

—Y el idiota de Darius anda de un humor de perros porque quiere casarse ya—le informó Darcy

—Pásame el ramo Ann—le pidió Azula y este le pasó el ramo de violetas que estaba en la cama—Llama a mí padre creo que ya es tiempo ¿No?

En ese instante entró Aidan con un regalo en sus manos.

—Estás hermosa—le dijo Aidan

—Te esperamos allá afuera—le dijo Darcy y ambas salieron.

Aidan se acercó a ella y ambos se dieron un abraso.

—Te luce el traje—le dijo ésta

—A mí me luce todo

Azula se echó a reír— ¿Y eso? —Preguntó señalando el regalo—Tú regalo ya llegó ¿Este es otro?

—Sí pero este no es mío

—¿Ah no? ¿De quién es?

—De Joy—Azula borró la sonrisa de la cara—No puede venir porque le asignaron más turnos en el hospital

Azula había invitado a Joy a su boda por petición de Darius para cerrar ese capítulo de su pasado. Por esa razón habían discutido, ya que Darius le envió la invitación con Aidan.

Azula respiró hondo <<Gracias a Dios no vino>>

—¿Qué es? —preguntó mientras lo tomaba

—No lo sé

Azula lo colocó en los demás regalos—Dile que muchas gracias

—Y...—Aidan sacó una carta de su saco—Te mandó esto—Azula la recibió—Escribió una carta para ti

A Azula le latió fuerte el corazón cuando recibió la carta. Ésta la abrió con mucho cuidado y notó que estaba temblando.

"Hola Azula.

En verdad no se mucho de escribir cartas y esas cosas, más bién creo que soy pésimo.

Te escribo para darte las gracias por invitarme a tú boda, pero por motivos de estudio y de trabajo no podré asistir. Tú mejor que nadie sabe cómo es la vida de un médico.

Sólo quería decirte que aquella noche yo me comporté como un tonto y no pude hablar, no pude confesarte que te quería y ya es demasiado tarde, creo que jamás te hubiese podido hacer feliz como lo ha hecho tú novio. Aidan me ha contado todo lo que ha hecho por ti, es alguien que sí merece tú amor.

Te deseo toda la felicidad del mundo.

Atte. Joy.

PD: Espero te guste el regalo, en Inglaterra les gusta mucho beber té así que espero que lo uses"

Azula dobló la carta y tenía lágrimas bañando sus mejillas.

—No cariño no...—le dijo Aidan mientras sacaba un pañuelo—No debí entregarte esto, maldita sea... sabía que no era una buena idea

Azula lo abrasó—No puedo... Aidan no puedo

—¿Qué no puede cariño?

—No puedo casarme...

Azula sintió como Aidan se ponía tenso—Azula...—le dijo este mientras la mirada—Azula cariño... maldita sea, todo esto es mí culpa

En ese momento entraron Ann y Darcy.

—Azula apresúrate te están...—Darcy se detuvo—¿Qué te pasó cariño?

—Ann...—susurró Azula—No...

Aidan tomó a Darcy por la cintura—Ven acompáñame—y al decir esto ambos salieron.

Ann se acercó a Azula y la abrasó—¿Qué pasó? —Azula le entregó la carta, ésta la leyó y luego miró a Azula.

—Él me quiere Ann...

—¡Azula Derkins! —Le gritó Ann furiosa—¿Te volviste loca? Este imbécil se larga por tanto tiempo y ahora sale con que te quiere. Sólo quiere confundirte

—Ann...

—¡No, escúchame Azula! ¿Dónde ha estado Joy cuando tú lo has necesitado?¡¿Dónde?! Nosotros hemos estado ayudándote, apoyándote porque nosotros te queremos... No le puedes hacer esto a Darius, ha hecho mucho por ti...

Azula tomó aire—Tienes razón—Azula tomó la carta y la rompió—Arréglame el maquillaje Ann, voy a casarme

Ésta tomó sus maquillajes y le aplicó polvo compacto y le arregló el maquillaje de ojos.

—¿Cómo me veo? —le preguntó Azula

—Antes estabas mucho mejor—le amonestó ésta y en ese momento entró Ray.

—¿Ya estás lista mi amor? —Le preguntó este mientras cerraba la puerta—Todos te están esperando

—Sí, ya estoy lista—le respondió

—Te espero afuera—le dijo Ann y se fue

Ray se acercó a Azula—Te ves hermosa hija

—Gracias—Azula le sonrió y lo abrasó—Te quiero papá

—Yo también te quiero hija—Este la miró—¿Estuviste llorando?

Azula cerró los ojos con fuerza y luego los abrió—Sí

—Todavía tienes tiempo de retractarte

—No papá, no quiero

—¿Amas a Darius?

—Claro, yo lo quiero

—Te pregunté que si lo amas

Azula le tiró una mirada de súplica—Papá por favor...

—Está bien, está bien. Sólo... quiero que hagas lo que te dicte el corazón

Azula negó con la cabeza—A ese no lo escucharé más, lo único que ha traído son problemas

Ray la miró y le ofreció el brazo—Muy bién, vamos.

La boda Bedwyn-Derkins tenía muy pocos invitados por petición de los novios. Sólo estaba la gran familia de Darius y la de Azula; con unos cuantos amigos. Ambos habían firmado el acta matrimonial y luego prosiguieron los testigos. El juez los declaró marido y mujer y ambos se dieron un beso.

La celebración fue de día así que ofrecieron un almuerzo. Azula se negó a tirar su ramo porque este le gustaba, así que se escuchó un grito de protestas por parte del público femenino y Darius se negó a quitarle la liga a Azula porque anunció que nadie iba a verle las piernas a su mujer y que esa liga se la iba a quitar él personalmente en su noche de bodas.

El reloj marcó las seis de la tarde y Azula se había cambiado de ropa y Darius también. Ambos se despidieron de sus familiares y entraron a la limosina.

Azula miraba por la ventana y Darius en la otra. Este tomó la mano de ella y se la llevó a los labios.

—¿Por qué estás tan alejada de mí? —Ella le sonrió, se acercó a él y lo abrasó. —¿Me vas a decir por qué estuviste llorando? —le preguntó este mientras le daba un beso en la frente.

—No era nada, eran nervios

—Darcy me dijo que estabas muy mal y tenías un papel en la mano

Azula lo abrasó más—No era nada

—Azula acabamos de casarnos, sino va a existir confianza entre los dos, este matrimonio no va a ninguna parte

Azula suspiró—Era una carta de Joy

Darius asintió—Bien. ¿Era muy difícil? No te preocupes, Aidan no te la iba a entregar y yo fui el que le dijo que lo hiciera

Azula lo miró—¿Tú la leíste?

Darius negó con la cabeza—Yo no, pero al parecer Aidan sí. Así que ya yo sabía que si salías era porque no podías casarte conmigo

Azula abrió los ojos como platos—Darius...

—Sí decidiste casarte conmigo es porque ya lo olvidaste ¿Verdad?

Azula lo abrasó—Yo te quiero

Darius la envolvió en sus brazos—Yo también te quiero

***

Azula abrió los ojos. Su cuerpo desnudo estaba entrelazado con el de Darius. Ésta se acurrucó más a él y este la atrajo más; Darius le dio un beso en la frente.

—Buenos días esposa mía—le susurró

—Buenos días esposo

—Tengo hambre esposa

Azula sonrió y se inclinó para tomar el teléfono. Ellos estaban hospedados en el Hotel Hongo.

—Llamaré para que nos traigan el desayuno—le dijo ésta

—¿Ann te enseñó a cocinar mi amor? Porque tú tienes que atenderme cuando venga del trabajo

—Me tengo que morir—Azula le hizo una señal para que guardara silencio—Buenos días ¿Servicio a la habitación? Queremos el desayuno gracias—Azula colgó—Puedo prepararte la cena y el desayuno; los fines de semana quizás todas, que no se te olvide que también trabajo

—Está bién, con respecto a los gastos de la casa, yo pagaré los servicios, la comida y los impuestos. Tú puedes comprarles el perro a los niños

—¿Niños? —Azula lo miró—¿Tú quieres tener niños?

Darius alzó las cejas—Por supuesto—Azula suspiró—Mi amor yo quiero tener una familia

—Es que no sé si seré buena madre

Él se acercó a ella y le dio un pequeño beso en los labios—Claro que sí, serás la mejor madre del mundo

En ese momento tocaron la puerta. Darius se incorporó, se colocó el bóxer y un pantalón, por el contrario Azula se arropó de pies a cabezas.

—Buenos días señor—oyó que el botón

—Buenos días, gracias—luego sintió la puerta cerrarse

—Esto se ve delicioso mi amor—le dijo Darius

—A ti todo te parece delicioso cariño—le dijo Azula mientras se colocaba una bata

—¿Qué te puedo decir? Vivo para comer

Azula se echó a reír y se acercó al carrito de comida.

Darius la miró—Déjate el cabello así, me encantan tus rizos

Una de las razones por las cuáles había tomado la decisión de alisase era porque a Joy le encantaban sus rizos.

Azula sonrió—Está bien—ésta comenzó a pasar los platos a la mesa—¿A qué hora vamos a Japón?

—Cuando queramos mi amor. Mi padre recién adquirió el jet que viaja a la velocidad del sonido, estaremos en Japón en diez minutos máximos

—No sé Darius, tengo miedo

—No te preocupes, ya han viajado varias veces funciona de maravilla. —Azula asintió y en ese instante sonó un celular.

Azula lo miró—Debe ser el tuyo, el mío está apagado

—No contestaré. Estamos en nuestra luna de miel

Azula asintió y el celular dejó de sonar. De repente sintió una opresión en el pecho y el celular volvió a sonar.

—Darius contesta—le pidió.

—No mi amor, estamos...

—¡Contesta! Por favor... contesta

Este suspiró y se levantó del asiento, se acercó a la mesa de noche.

—¿Hola? —A Azula le latió el corazón de prisa mientras apretaba el plato—Ren cálmate—le decía Darius—¿Cómo pasó?

—Ay Dios mío...—Azula dejó el plato en la mesa y se acercó a Darius.

—¿Quién está contigo? ¿Ya le hablaste a Aidan? —Darius guardó silencio—Está bien, no te preocupes ya vamos para allá—Darius colgó

—¿Qué pasó? —Preguntó Azula

—Es Ann mi amor, se desmayó. Ren la atendió pero no volvía en sí y la llevó a un hospital

—No puede ser

—Apresurémonos. Llama a Aidan y a tú tío; es mejor que tengamos otras opciones

—Si—Azula tomó su celular y marcó de prisa.

Azula y Darius salieron del Hotel Hongo en Hampshire y se dirigieron al hospital. Al llegar allí encontraron a Ren junto a una señora mayor. Azula la reconoció de inmediato, era la nana Ann, Diana. Ésta la había educado y criado como una hija, porque los padres de Ann siempre trabajaban.

—Nana ¿Qué ha pasado? —le dijo Azula

—Azula...—susurró ésta—Ann de repente se desmayó y llamé de inmediato a Ren

—Aidan y tú tío Rey están allá dentro averiguando todo—le informó Ren—le avisé a tía Kaede y a tú padre Azula, ya viene para acá. No querido llamar a los padres de Ann todavía, si la cosa es muy grave los mandaré a buscar

Darius y Azula asintieron, en ese momento llegaron Aidan y Rey.

—¿Qué les dijeron? —preguntó Azula

Rey miró a Ren—Ann tiene un tumor en la cabeza, tiene que ser operada de inmediato, nos dimos cuenta antes y no está tan avanzado pero requiere de una pronta operación

Ren hizo sentar a Diana. —¿Ya la están operando? —preguntó Darius

—No—respondió Aidan—El maldito neurocirujano está de vacaciones

—¡¿Qué?! ¿Y es que es el único? —Exclamó Azula furiosa

—Azula recuerda que estamos en Hampshire no en Londres—le recordó su tío

—Entonces llevémosla a Londres

—No es recomendarle moverla

—¿Entonces van a dejar morir a mi novia? —Preguntó Ren furioso

—Ann puede resistir un poco más—le dijo Rey—Hay otra opción. Aidan diles

—Conozco a un neurocirujano, el mejor—informó Aidan—lo recomendó la abuela, el tumor de Ann es muy delicado y no la puede operar cualquiera. Por eso no hemos recurrido a los neurocirujanos de Londres

—Que esté en otro país no es problema—le dijo Darius—Tenemos un jet que viaja a la velocidad del sonido. Lo podemos buscar ¿Dónde está? —Darius sacó su celular.

—En Alemania, exactamente en Múnich—le informó Aidan—ya mismo voy a marcarle a Joy—Darius se fue a hablar con el piloto

Azula quedó congelada en el sitio—¿A Joy? —Preguntó y Aidan asintió—¿Joy es neurocirujano? —Aidan volvió a asentir. Azula se sentó junto a Diana y le tomó la mano.

—Está todo listo—informó Darius

—Dame un momento Joy—dijo Aidan a través de la línea—Darius ¿El jet se estacionará en el aéreo puerto?

—Sí—le respondió este—dile que en cinco minutos estará allá

Aidan asintió—En cinco minutos estará allá... Bien, adiós.

—Debemos avisarle a los padres de Ann—dijo Diana

—Yo lo haré—le dijo Azula y así lo hizo. Había pasado media hora y en ese lapso, llegaron Hart y Darcy. Informaron que Ray no se había sentido bien y que Azul se había quedado con él pero que los mantuvieran informados de todo.

Azula se levantó—¿Quiere un café? —Le preguntó a Diana y ésta negó con la cabeza.

—Buenas tardes.

Azula quedó en shock. Esa voz le había acariciado la espalda, ya no era la misma pero ella sabía quién era. Azula dio media vuelta y lo miró. Azula notó que estaba más alto, ya no era delgado, su cuerpo era puro musculo, tenía la barba de un día y el cabello Semi largo. Estaba vestido con un pantalón negro, una camisa blanca manga larga y una chaqueta de cuero marrón.

—Joy menos mal llegaste—le dijo el tío Rey mientras le estrechaba la mano

Ren se puso de pie y se acercó a él—Doctor—lo saludó—Soy Ren Thompson, soy psiquiatra y mi novia es la que está allá dentro

Joy asintió—Joy McFly, no se preocupe. Déjela en mis manos

—Joy—lo llamó Aidan—Él es Darius Bedwyn, el esposo de Azula

Joy le sonrió—Encantado—le dijo mientras se estrechaban las manos

Darius le devolvió la sonrisa—Igualmente

Aidan continuó con las presentaciones y luego Joy se acercó a Azula.

Este le tendió la mano—Hola Azula

Azula se dio cuenta que su mano temblaba—Hola

—Te guiaré a dónde está Ann—le dijo Aidan y al decir esto ambos se fueron

Darcy se acercó a ella—Azula ¿Quién es ese hombre tan guapo y caliente? —le susurró

A Azula no le dio tiempo de responder porque en ese instante apareció Mary McFly, la madre de Joy.

—Buenas tardes—Saludó

—Mary—la saludó el tío Rey—Que gusto verte

<<Dios mío... mi tío no aprende>>

A Mary McFly los años le habían sentado bién y ahora vestía a la moda con ropas finas y costosas. A Joy le estaba yendo muy bién al parecer, el tío Rey hizo las respectivas presentaciones y ésta abrió los ojos al escuchar el apellido Bedwyn, ésta le lanzó una mirada coqueta al padre de Darius y Darcy se percató y se puso al lado de su padre.

De repente se escuchó un grito y Diana se desmayó.

—¡Nana! —exclamó Azula y todos se acercaron a ella. Ren le tomó el pulso.

—Lo tiene muy débil—informó

—¡Traigan una camilla! —gritó el tío Rey

De inmediato se acercaron dos enfermeros y la colocaron con cuidado en la camilla.

—¿Me puedo quedar junto a ella? —preguntó Azula, el enfermero dudó pero luego asintió. A Diana la colocaron en una habitación, Ren se colocó una bata y le dio instrucciones al enfermero.

—Debe haberse desmayado por la impresión—le informó Ren—Sólo necesita descansar

Azula asintió—Me quedaré con ella—Azula se acercó a Ren y lo abrasó—Sé que estás muy asustado pero... yo confío en Joy ¿Sabes? Desconocía que era cirujano pero si sé que es muy bueno en todo lo que hace y en la OMS es una de las manos derecha de la abuela

Ren asintió—Es el mismo Joy... ¿Tú Joy?

—No es mi Joy Ren, pero sí, es él

Ren asintió—No sé pero... su madre es algo...

—Es una trepadora—le aseguró a Azula—No deje s a Hart sólo con ella

Ren se echó a reír—No te preocupes, Darcy se la comería para desayunar y no hablemos de mi tía Kaede

Azula le sonrió—Eso lo sé—Ren le dio un beso en la mejilla y se fue

Azula se sentó en un sillón junto a la cama donde se encontraba Diana y suspiró. Era increíble que después de tanto tiempo ese hombre aún conseguía que sus piernas fallaran. No podía seguir con esa situación, ya ella era una mujer casada y le debía respeto a Darius.

Había pasado más de una hora y esta se había quedado dormida.

—Azula...—sintió que la llamaban y abrió los ojos—Azula...

Ésta se acercó a ella—Nana ¿Cómo te sientes?

—Azula... ya no puedo más con esto

Azula le apretó la mano—¿Qué pasó nana?

—Ya estoy pagando lo que hice

Azula tomó la silla y se sentó junto a ella—Cuéntame nana

—Hace tiempo yo trabajaba como enfermera en un hospital en Texas, en USA. —Azula asintió—Ese día me tocó un turno y me tocaba atender dos partos, la madre de Ann venía todos los días, era una mujer muy delicada y su embarazo era muy riesgoso. Ese día ella también estaba de parto y este se complicó y la criatura... nació muerta.

Azula se llevó una mano a los labios—¿Y qué pasó? 

Diana derramó una lágrima—Ella no podía tener más hijos... una como enfermera se encariña con los pacientes, yo la entendía ya que siempre fui estéril y yo había sido testigo de todo el esfuerzo que tuvo que hacer para tener su bebé... entonces yo... a mí me habían asignado dos partos, ese y otro que fue de mellizos y yo... cambié los bebés. Le di la niña muerta a la pareja de mellizos, pensé que el dolor sería menos porque quedarían con otro y les entregué a Ann a sus padres de ahora.

—Nana... Ay nana... ¿Los padres de Ann saben todo esto?

—No... he cargado con este secreto durante todos estos años

—Pero ¿Por qué dices que estás pagando?

Diana comenzó a llorar—Azula... la mujer que entró allí es la madre biológica de Ann—Azula apartó su mano de la de ella—Recuerdo su nombre, Mary McFly. La reconocí, no ha cambiado casi nada... esa es la madre biológica de Ann

Azula comenzó a tener imágenes en su cabeza. <<Los ojos azules de Ann, su cabello negro... su piel blanca como la nieve... Ann es incluso más alta que yo>>.

—Tienes que estar equivocada nana

—No lo estoy, estoy completamente segura y reconocí su acento tejano. Ella no ha cambiado su cara desde entonces

—Ann... ¿Ann es hermana de Joy?

En ese momento se comenzaron a escuchar voces que provenían de afuera, Azula se acercó a la puerta y la abrió.

—Annetta está afuera de peligro—anunció Joy mientras se colocaba la chaqueta. Todos soltaron suspiros de alivio—No puede beber alcohol ni trasnocharse, les recomiendo que estén pendiente de esos dos factores.

—No te preocupes, yo me encargaré de eso—le aseguró ren

Darius y Joy se estrecharon las manos—Hombre muchas gracias

Joy le sonrió—No hay de qué

—¿Tienes un minuto?

—Claro—le dijo Joy y ambos se fueron

Azula se acercó a Diana—Ann está fuera de peligro nana

Ésta suspiró—Gracias a Dios, Azula ¿Crees que...?

—Nana hay que esperar, por lo pronto tú secreto está a salvo conmigo, ya vengo

Azula salió de la habitación y Aidan la tomó por el brazo.

—¿A dónde crees que vas? —le preguntó este

Azula se zafó de él—Voy a buscar a mi marido

—Ahora mismo está hablando con Joy

—No me importa—y al decir esto se fue

Azula se adentró a un pasillo y esos dos estaban al final. Ésta se ocultó tras una pared.

—Sí, llegué a estudiar con él—le dijo Joy a Darius—Es mi mano derecha y un gran amigo

—Lo es—le dijo Darius—Fuimos juntos en la secundaria, luego yo me fui a Tokio y él se devolvió a Londres, pero aún mantenemos el contacto. No pudo asistir a mi boda y le dolió eso

Joy asintió—¿Qué tal está Azula?

—Bien, vas a tener la oportunidad de conversar con ella un rato ¿O te vas de inmediato?

—Me tengo que ir, tengo cosas que atender y se suponía que hoy iba a salir con alguien

Darius alzó la cejas—¿Una cita?

Joy hizo una mueca—Algo así, es doctora y trabaja en el mismo hospital

—No te preocupes nuestro Jet te llevarás en un abrir y cerrar de ojos y tendrás tiempo para ir a tu cita

Joy le sonrió—Gracias

—Gracias a ti

A Azula se le llenaron los ojos de lágrimas y no sabía por qué. <<Si sabes>> se reprendió <<Aún lo amas sino no estarías así>> Joy tomó otro camino y no la vio, por el contrario Darius sí lo hizo.

Este se acercó a ella—Me gustaría abrazarte porque no me gusta verte así, pero no puedo consolarte mientras lloras por otro hombre—y al decir esto se fue.

Azula se sentó en el piso a llorar. Abrasó sus piernas y en ese momento se dio cuenta del grave error que había cometido y que la vida era una perra sucia que de ahora en adelante la golpearía con fuerza.

FIN

~•~

Christine quedó en shock.

—¡Ay no! ¡Esto no puede acabar así! —Christine trató de buscar otras hojas en libro—¡No puede ser! ¿Ni si quiera un epílogo? ¡Estúpido Joy por no hablar y estúpida Azula por no escuchar! —Christine cerró el libro y miró su reloj. Eran las cuatro y cinco de la mañana—Dormiré... me espera un día largo si quiero producir Azula y Joy en la pantalla grande. —ésta miró el libro y lo abrasó—Vas a ser mi luz en esta oscuridad que me alberga

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro