Capítulo 24
Las puertas del ascensor se abrieron y Azula entró al pasillo de su oficina con la Tablet en la mano y con el auricular puesto hablando por teléfono.
—Si Signore. Ci piacerebbe moltissimo per rendere la galleria, ti chiamo piὺ rendo conto accopiare tutti, grazie—dijo Azula en italiano y al decir esto colgó. Vio que su asistente se acercaba a ella—un minuto Jenny tengo otra llamada ¿Hola? —Azula rodó los ojos—no Raven no te prestaré la casa por todo el fin de semana ¡Tengo mucho trabajo! —Azula apagó la Tablet— ¡Esta bien! Toma las llaves del apartamento, las tengo acá así que pasa por ellas más tarde... si yo también, adiós. —Azula suspiró—Cuéntame Jenny—ésta abrió la boca para hablar pero Azula la interrumpió—Antes que nada tenemos que preparar todo con respecto a los expositores italianos
—¿Qué van a exponer, señorita? —preguntó Jenny mientras tomaba nota
—Todo sobre el renacimiento, esta exposición es muy importante para nosotros ¿De acuerdo? Tenemos mucha competencia
—Muy bién
—comunícate con Annetta y dile que se pase por mi oficina más tarde
—Sí señorita—Azula asintió y se fue—¡Señorita Azula!
Azula se detuvo y la miró—Dime
—Dejaron algo en su oficina—le informó
Azula entre cerró los ojos—¿Qué quieres decir?
Jenny se encogió de hombros y volvió a su escritorio.
Azula aceleró el paso y abrió la puerta de su oficina. Sus ojos se abrieron de par en par. Allí había un hermoso ramo de violetas, sus flores favoritas. El ramo ya estaba colocado dentro de un jarrón y un pequeño oso de peluche lo abrasaba, este tenía una nota en su pata.
Azula sonrió y tomó la nota. No sin antes aspirar un poco el olor de las flores.
"¿Almorzamos? D."
Azula sonrió y se dirigió a la puerta. —Jenny...—se interrumpió al ver a Darius Bedwyn pulcramente vestido de suit gris, camisa blanca y corbata color purpura.
—No vayas a despedir a Jenny, todo esto fue obra mía. La amenacé incluso—le dijo él
—¿Quién te dijo que me gustan las violetas?
—Comienza por A y termina en nnetta.
Azula lo miró pensativo—¿Tienes ojos azules y es pelinegra? —él asintió sonriendo—No la conozco
Darius se echó a reír—¿Comida italiana?
—Yo diría que sí. Estoy famélica
—Vamos—le dijo él
Al salir de la oficina Jenny se acercó a ella.
—Señorita Azula, la señorita Annetta le dejo recado diciendo que no podrá almorzar con usted porque se le presentó un inconveniente—le informó
—El inconveniente se llama "Ren Thompson" —le susurró Darius
Azula rodó los ojos—Gracias Jenny, iré a almorzar. Estaré en línea si necesitas algo—Jenny asintió y Azula se dirigió al ascensor—Darius, no quiero que Ren vaya a pensar que Ann es... pues ya sabes, ella no es esa clase de chicas. Simplemente es un poco... ¿Extrovertida?
Darius le sonrió—Azula tranquilízate. Mi primo con respecto a las mujeres es tan complicado, no es de los que le gusta tener relaciones pasajeras. Si decidió almorzar con ella es porque en verdad le gusta, él usualmente no es así
—¿En serio?
Darius asintió—casualmente me dijo que habían estado hablando por chat y que le encantaba. Que iba a ver qué pasa
—Pues sí, Ann es muy hermosa—le dijo ésta y las puertas del ascensor se abrieron.
—y tú también
—Ah pero tú si no tienes la más mínima oportunidad conmigo
Darius le abrió la puerta del auto—¿Sabes? Pienso todo lo contrario, porque yo señorita Derkins soy su prototipo—y al decir esto cerró la puerta y dio la vuelta para subirse en el asiento del piloto.
—No es que seas mi prototipo Darius—le dijo Azula mientras se colocaba el cinturón
—¿Entonces?
Azula lo miró y luego cerró los ojos—Es que... cuando estaba en la adolescencia duré mucho tiempo atrás de un chico que tenía tus mismas facciones
Darius se puso en marcha—¿Y entonces?
—Nunca me prestó atención
—Debió ser un tonto, porque aparte de ser hermosa, eres una mujer brillante—Azula le sonrió—sé que soy un desconocido para ti pero... no dejes que ese hecho te afecte en lo personal, no tiene nada de malo salir con alguien ¿o sí?
Azula lo miró—Darius ¿Por qué estás interesado en mí?
Este le sonrió—¿A ti quién te dijo que estoy interesado en ti? ¿Crees que soy tan fácil? Respete—Azula se echó a reír—Azula no es que esté enamorado de ti ni nada, solo me llamas la atención y quiero conocerte. Es todo
Azula se recostó en el asiento—Vamos a creerte entonces
Darius se echó a reír—Por favor no te vayas a enamorar de mí, sé que soy irresistible
Esta le dio un pequeño empujón—Serás tonto
Este le guiñó un ojo. Azula se dijo así misma que no está mal salir con alguien de vez en cuando. Después de todo aún seguía construyendo su vida y el recordar a Joy ya no dolía tanto.
***
Azula se encontraba en la paz de su estudio el fin de semana terminando unos cuadros que colocaría en la galería. Sólo llevaba puesto unos vaqueros, el brasier e iba descalza; su cabello estaba recogido en una coleta. Miró su celular y vio que no tenía mensajes de Darius desde hace dos días.
Las dos semanas anteriores habían cenado juntos y fueron al cine CON Ren y Ann. <<Debe estar ocupado. Después de todo es el gerente general de Bedwyn Corporation>>.
Azula suspiró mientras llenaba el pincel con un poco de dorado.
—Este es el último trazo—Se dijo.
—¡¡Azula!! —Exclamó Annetta mientras abría la puerta de par en par.
Azula hizo mal el trazo por la impresión.
—¡¡Annetta!! ¡Haz hecho que arruine la pintura!! —le gritó Azula furiosa
—Ya harás otra—le dijo ésta mientras se sentaba en el sofá—Vengo de cenar con Ren, Azu
Azula trató de corregir el trazo—Aja ¿Y? ¿Ya te acostaste con él?
—Sabes que no, no he querido
—Vaya... ¿Estás enferma Ann?
Annetta se puso de pie—¡No! Incluso me lo he preguntado. Pero es que no sé Azu, Ren es diferente. La paso muy bien que con sin que haya sexo de por medio... no sé... me siento bién. No es como con los idiotas que salía antes ¿Sabes?
—Entonces te gusta de verdad y vas en serio. No sabes cómo me gusta escuchar eso—le dijo Azula mientras se quitaba los guantes
—Sí, mañana no nos veremos. Estará ocupado con unos pacientes pero prometió llamarme varias veces al día
—Que buen gesto por su parte, no como Darius
Ann se acercó a ella—¿Qué pasó?
—Pues no sé nada de él desde hace dos días, digo, no tenemos nada pero hemos salido muchas veces. Merezco si quiera una llamada ¿no?
—¿Y por qué no le llamas tú?
—¿Llamarlo yo? Por favor
Ann tomó el celular de Azula—¿Desde cuando eres tan machista'—le dijo ésta mientras marcaba el número de Darius—Ten
Azula suspiró y tomó el celular. Luego de un rato colgó.
—No contesta—le informó
—¡Pues ponle un mensaje! Dame un momento llamaré a Ren—y al decir esto se fue
Azula volvió a suspirar y le envió un mensaje.
"Hola ¿Está todo bién?" Esperó una respuesta pero no llegó. "Sé que estás ocupado en cuanto puedas, llámame :)"
Azula colocó su celular en el sofá y Ann regresó de su llamada.
—Ren quiere hablarte—le informó Ann mientras le tendía el teléfono celular. Azula alzó las cejas y tomó el celular.
—Hola Ren—lo saludó
—Hola Azu ¿Cómo estás?
—Muy bién ¿y tú?
—un poco preocupado. Creo que Darius se volvió a enfermar y cada vez que pasa se aísla de todo el mundo porque no quiere molestar a nadie, ni a mí que soy médico y soy como su hermano
Azula cambió el teléfono a la otra orejaa—pues hace como dos días no me escribe ni nada
—Ni a mí tampoco y ni siquiera ha ido a trabajar. ¿Te molestaría pasar por su apartamento? Me gustaría saber si sigue vivo
—No me molestaría, dame su dirección—Ann muy eficiente le dio papel y lápiz—sé donde es. Tengo un apartamento en el edificio de al lado, no te preocupes Ren, allí estaré. Adiós—Azula colgó y miró a Ann, mientras le entregaba su celular—Tu príncipe de las mil y una noches cree que Darius puede estar enfermo
—Oh Dios mío ¿Y está solo?
—Al parecer. Ann hazme un favor, sácame ingredientes de la encimera para hacer caldo de pollo, es lo único bueno que sé hacer y la caja de primero auxilios—Ann asintió—empácalo todo en una bolsa, estoy casi segura que ese tonto no tiene nada en la nevera, me iré a bañar.
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