Capítulo 23
Azula estacionó frente a su casa. Era sábado por la tarde y había ido a ser compras junto con Annetta para la cena de esta noche con Darius y Ren. Se había tenido que aguantar la euforia de Ann en todo el recorrido.
—Azula ¿Si quiera eres consciente? ¡Es Ren Thompson! ¿Sabes de quién es hijo? —Sus ojos azules se agrandaron —¡De Jayden Thompson! ¿Viste la última película que hizo? Ese viejo es un crack y su madre es la exageradamente multimillonaria Akemi Hongo, así que aparte de ser guapo es asquerosamente rico. ¡Es como un sueño hecho realidad! ¿Te imaginas yo saliendo con él? ¡Definitivamente lo conquistaré!
Azula se quitó los auriculares —¿Terminaste? Ayúdame a bajar las compras
—¡Claro! —Exclamó Annetta. Azula negó con la cabeza. Su mejor amiga siempre estaba de buen humor —¿Azu te imaginas? —Continuó ésta mientras sacaba las bolsas —"Annetta Thompson" ¡Hasta suena como una celebridad!
—¿Qué pasó con el chico que salías? —le preguntó Azula
Annetta hizo un mohín —Es un asco en la cama, no quiero recordarlo
Azula se echó a reír —Ann explícame algo ¿Por qué estás hablando de Ren Thompson? ¿Acaso no te gusta Darius Bedwyn?
Annetta la miró seriamente —¿Qué clase de amiga crees que soy? Darius es tuyo
—Ah claro obvio ¡que tonta soy! —exclamó Azula mientras sacaba la última bolsa —Vamos
Annetta abrió la puerta y dejaron las bolsas en la encimera de la cocina de la cocina. En ese momento se escucharon unos gemidos.
—¿Qué fue eso? —preguntó Ann. Azula se dirigió a la sala y Ann le siguió los pasos.
Al llegar encontraron a Raven siendo cabalgado por una rubia. Le dio una palmada en el trasero a ésta.
—Nada mal...—susurró ésta
—¡¡¡Raven!!! —exclamó Azula furiosa.
La pareja se sobresaltó y la mujer trataba de ocultar su desnudes.
—Hermana comenzó a decir este mientras jadeaba y se colocaba el bóxer—¿No se suponía que ibas a estar en el apartamento?
—Te doy diez minutos para que te cambies y saques a esta mujer de mi casa ¿Entendido? —le ordenó Azula y al decir esto se dirigió a la cocina. Ann le siguió los pasos, aguantando la risa. Al llegar a la cocina no se contuvo y soltó una carcajada.
—¿Te diste cuenta que esa tipa es mayor que nosotros? —le preguntó Ann
—Totalmente normal. Raven solo sale con mujeres diez años mayor que él—le informó Azula mientras sacaba los víveres.
Ann sonrió—Raven es terrible
—Ni que lo digas
—Haremos lasaña. Pica esa verdura, prepararé el pollo
En ese momento entró Raven a la cocina y abrió la nevera—solo para que lo sepas Azula, ahora tendré un jodido dolor de testículos—le dijo y Ann se echó a reír.
—Pues ve a masturbarte en el baño, pero me lo dejas limpio—le dijo Azula y Raven carraspeó mientras mordía una manzana.
Sin camisa, con unos vaqueros que no había cerrado; sus abdominales estaban marcados y todo su cuerpo era puro musculo; sus labios carnosos y sus ojos verdes-que tenían un brillo pícaro-acompañado de su título de conde, lo convertían en el deseo prohibido de muchas mujeres.
—¿Te quedarás a cenar? —le preguntó Azula
—Depende—respondió Raven—¿Quién va cocinar?
—Azula—le respondió Annetta con una sonrisa
Raven se echó a reír—¿Acaso quieres matarme? Azula ni siquiera quema la comisa, ella quema la sartén.
Annetta soltó una carcajada y Azula le arrojó una zanahoria a Raven y este la esquivó con facilidad mientras reía.
—Con mi ayuda Raven—le dijo Annetta
—Eso está mucho mejor—le dijo este—pero no, no puedo lo siento. Quedé de comer con Azul, dice que la tengo abandonada. Pero sé que solo es una excusa para no ir a cenar con sola con Derkins
—¿él irá también? —preguntó Azula
—Sí, haré de celestina—Raven se aproximó a la puerta—iré a darme un baño y Ann en el refrigerador está el número de los bomberos por si acaso
Ann se echó a reír y Raven se fue.
—Ese mocoso...—susurró Azula
—Te ama—le dijo Ann
—Lo sé
—A mí me hubiese gustado tener un hermano. Lástima que mamá no pudo tener más hijos
Azula le sonrió—Estúpida ¿No me tienes a mí?
Annetta la abrasó y le dio un beso en la mejilla.
—Eso es cierto—le dijo ésta—Bueno ¡A cocinar!
Siempre era agradable pasar tiempo con Annetta. Se habían convertido en las mejores amigas hace cinco años y era muy reconfortante para ella tener una amiga. Annetta sabía todo lo de Azula y viceversa, entre ellas no había secretos.
Cuando ambas metieron la lasaña al horno sonó el timbre.
Ambas se miraron—no puede ser ¿Llegaron? —preguntó Azula
—Estamos hechas un desastre Azu—le dijo ésta
—pues alguien tiene que abrir la puerta
El timbre sonó una vez más y de repente escucharon los pasos de Raven.
—¡Yo voy! —oyó que exclamó este
—¡rápido! ¡rápido! Arréglame que yo te arreglo a ti—le dijo Annetta
—¡Azula! —la llamó Raven y esta se acomodó el cabello mientras salía. En el vestíbulo se encontraba Darius Bedwyn con una botella de champagne en las manos y Ren Thompson el cual tenía un pastel de chocolate. Ambos estaban vestidos bastante casual con vaqueros, Darius llevaba un suéter blanco y una chaqueta de cuero marrón; Ren llevaba un suéter azul una chaqueta negra.
Ren le sonrió—Espero que podamos olvidar las formalidades
Azula le devolvió la sonrisa y se acercó a darle un beso en la mejilla a cada uno.
—Gracias por venir—Azula miró a Raven—él es mi hermano menor Raven, ellos son Darius Bedwyn y Ren Thompson
Raven le dio la mano a Darius—Soy Lord Raven, Conde de St. Simon
Darius le sonrió—Encantado milord
—pelinegro, piel blanca y ojos azules—le dijo Raven a Azula mientras miraba a Darius—tus gustos no han cambiado ¿cierto hermanita?
Azula le arrojó una mirada asesina—Cállate Raven
Este le sonrió a Ren y le dio la mano—Es un Hongo ¿no?
Ren asintió—sólo por parte de madre milord
Raven asintió—yo me retiro, diviértanse—Raven abrió la puerta—hay condones en la repisa de mi habitación—y al decir esto se fue
Azula negó con la cabeza—Discúlpenme, mi hermano es terrible
—Quizás los necesitemos—dijo Annetta mientras salía
—Yo creo que sí—le dijo Ren mientras la miraba
Azula hizo sonar su garganta—Bueno...—comenzó a decir—ella es mi amiga Annetta
—Mucho gusto—le dijo ésta a cada uno mientras le tendía la mano—¿Les recibo esto? Lo llevaré a la cocina—dijo ésta tomando la botella y el pastel.
—Pónganse cómodos, están en su casa—les dijo Azula—vamos por unas copas en la cocina—ellos asintieron y se sentaron en el sofá.
Ambas entraron a la cocina—¡Dios! ¡Esos hombres si son calientes Azula! —exclamó Ann
—Ann ¿quieres bajar la voz? Que no se te note lo necesitada, recuerda que a los hombres le gusta lo difícil
—pue soy fácil, más fácil que la palabra. Además aún no lo pienso morder
Azula negó con la cabeza y sacó cuatro copas—trae la botella
—como usted diga señora
Azula negó con la cabeza—compórtate por favor
Ambas salieron de la cocina y se dirigieron a la sala. Darius estaba sentado en el sofá y Ren en el sillón.
Ann colocó la botella en la mesita y se sentó en un sillón, Azula hizo lo mismo con las copas y se sentó junto a Darius.
—Déjame ayudarte—le dijo Darius a Ann mientras tomaba la botella de champagne y la abría. Cada uno tomó las copas y él las sirvió.
—¿Por qué brindamos? —preguntó Ann
—¿Por los autos averiados? —propuso Ren mientras alzaba su copa y todos se echaron a reír
—Por los autos averiados—brindó Azula alzando su copa
—¡Salud! —exclamaron los cuatro tocando sus copas entre sí
Ann bebió toda su copa—¡mamma mía! Que champagne más delicioso
Ren le sonrió—no es por alardear pero la malta Hongo es la mejor
—Si estás alardeando Ren—le dijo Darius y Ann se echó a reír
—mi padre solo toma whiskey malta Hongo—comentó Azula
—Que grato es oír eso—le dijo Darius y Azula sonrió
—¿Tú padre seguirá actuando Ren? —le preguntó Ann
—lo está pensando, el viejo ya está cansado y quiere pasar su vida viajando con mi vieja. Pero el dejar las cámaras le aterra—le informó él
—me imagino—le dijo Ann
—es difícil cuando has hecho lo mismo por muchos años—agregó Azula
—Así es—coincidió Ren
—Les pido un permiso—les dijo Azula—voy a sacar la lasaña
—¿Te acompaño? —le preguntó Ann
—No, estaré bién. Quédate aquí—y al decir esto Azula se fue a la cocina. Esta llegó casi corriendo y sacó la lasaña del horno.
—Casi no llego a tiempo...—susurró. Abrió una de las portezuelas y sacó un cuchillo; a continuación cortó la lasaña en diez pedazos grandes.
Azula suspiró, tomó un banco y se subió para sacar unos platos; en eso el banco pierde estabilidad y ella grita al ver que ella cae hacia atrás con platos en la mano.
Unos fuertes brazos la atraparon y los platos cayeron al suelo. Darius la colocó en el suelo.
—¿Estás bién? —le preguntó
Azula asintió—Si gracias. Que torpe he sido, mira este desastre
—Olvida eso, lo importante es que estés bién ¿Segura no te hiciste nada?
—Si segura, limpiaré este desastre
—Déjame ayudarte
Azula negó con la cabeza—¿Cómo crees? Por favor vuelve a la sala
—No hay nadie
Azula lo miró de hito en hito—¿Qué quieres decir con eso de que "No hay nadie"?
—Annetta le dijo a Ren que sí quería ver la piscina y como este nunca ha visto una en su vida, decidió aprovechar la oportunidad—le dijo Darius sonriendo
—Ay no...
—¿Qué te parece si limpiamos este desastre y luego vamos a rescatar a Annetta de las garras de mi primo?
—Creo que el que tiene que ser rescatado es Ren
Darius se echó a reír—te ayudaré con la escoba
—Gracias—le dijo Azula y ambos comenzaron a recoger los platos rotos
—Tú hermano es muy simpático—comentó él
—No le prestes atención, está loco
—¿Por qué dijo "Tus gustos no han cambiado"?
Azula lo miró y luego miró hacia otro lado—pues... es que... usualmente yo salía con tipos con esas cualidades
—¿Cómo las mías?
—Aja
—¡Vaya! ¿O sea que puedes enamorarte de mí?
Azula rodó los ojos—No lo creo
Darius se echó a reír—yo creo que si
Ambos arrojaron todo a la basura.
—Ya la cena está lista, será mejor que vayamos a buscarlos—le dijo Azula
Darius asintió—Vamos
Al salir de la cocina ambos escucharon un grito que provenía de Annetta y se miraron; a continuación salieron corriendo al jardín y encontraron a Ren y a Ann metidos en la piscina con la ropa muertos de la risa.
Darius sonrió—sí que se están divirtiendo ¿no?
—No... te imaginas como pasó—le dijo Ann entre risas
—Me muero por escucharlo—le dijo Azula mientras cruzaba de brazos—¡Annetta por Dios! ¿Cuántos años tienes? ¿Nueve?
—No la regañes Azula, fue mi culpa—le dijo Ren mientras nadaba hasta la orilla
—No me digas—le dijo Azula
Darius le tocó el hombro a Azula—Yo me encargo de él—le susurró
—Gracias—le dijo ésta furiosa
—Ren Lion ¿Acaso no tienes vergüenza? —lo regañó Darius seriamente—esta no es tú casa
—Está bién lo siento mucho, discúlpame por favor Azula—le pidió Ren
Ésta suspiró—Esta bién. Ann dame la mano te sacará de allí—Darius le extendió la misma a Ren, ambos se tomaron de las manos y arrojaron a Azula y a Darius a la piscina.
Darius y Azula salieron a la superficie.
—¡¿Creen que esto es gracioso?! —Exclamó Azula furiosa
Darius se echó a reír y Azula le tiró una mirada asesina.
—Yo estoy de tu lado—le dijo este mientras se colocaba serio.
—¡Azula Caray! Diviértete un poco—le dijo Ann mientras le arrojaba agua en la cara—¡Guerra de agua!
La situación se le salió de control. Cuando la guerra comenzó no le quedó de otra que defenderse, Azula se dio cuenta cuando comenzó a reír de verdad que hace mucho tiempo no lo hacía y sintió que le rejuvenecía el alma. Por primera vez en mucho tiempo se estaba divirtiendo.
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