Azula se encontraba en su oficina de Azula Derkins  Gallery. Vio los papeles amontonados y suspiró. En ese momento Jennifer entró a la estancia.

-Jenny menos mal llegaste-le dijo ésta-llévate todos esos papeles a tú oficina. Son peticiones sobre Cielo De Otoño, diles que por favor no está en venta, está prohibida su copia o adaptación.

-¿Aunque le den créditos?

-Aunque me den créditos. Diles a todos que es un No definitivo

-Sí señorita, ya me llevo todo esto-dijo Jenny recogiendo todos los papeles-solo vine a informarle que devolvieron el cuadro

Azula la miró de hito en hito-¿Qué cuadro?

-El cuadro que hacía falta en Cielo De Otoño, el desnudo

Azula asintió y miró la hora-Ya son las ocho Jenny, voy saliendo-Azula Tomó su bolso-Buenas noches Jenny

-Buenas noches señorita

Azula salió de la oficina y se dirigió al salón donde estaba expuesto Cielo De Otoño, la galería cerraba a las nueve pero a esa hora ya no habían turistas. Ésta se acercó al cuadro que de mala gana le había dado a Darius Bedwyn y notó que en la punta de este había un papel.

Azula lo sacó y lo desdobló.

"Decidí que se veía mejor en su galería. D."

Azula rompió la nota-Este tipo está loco-susurró.

-Qué posición más encomiable Azula Derkins

Azula miró en dirección a la voz. Era un hombre alto, cabello rubio y ojos claros. Estaba vestido de negro y tenía la cara demacrada.

Pudieron haber pasado mil años y aun así con su físico tan diferente, Azula habría reconocido a la persona que se convirtió en una molestia en el culo en sus años pregrado en Estados Unidos.

-Edward Bolton-le dijo Azula-no te veía desde aquel día en el laboratorio donde estabas filmando a esos chicos apunto de violarme

-Qué tiempos aquellos ¿No? -le dijo este acercándose a ella-a mi padre los trasladaron a Londres en aquél entonces, llevo siete años residiendo acá

-Me alegro mucho ¿Y decidiste entrar a mi galería porque te interesó algún cuadro? Todos están a la venta menos Cielo De Otoño

Eddie se echó a reír-Quiero saber de él

Azula alzó las cejas-¿De  quién?

-Sabes perfectamente de quién te hablo Azula Derkins

-¿Tu eterno amor Joy? -le preguntó Azula mientras se cruzaba de brazos-no puede ser ¿No lo supiste? Su avión se estrelló y murió

Eddie se puso pálido-¿Qué?

Azula se echó a reír-Deberías verte la cara Eddie, Joy si está muerto al menos para mí. Para el resto del mundo vive en Alemania, mi primo Aidan sigue en contacto con él por si quieres verlo. Es increíble que no lo hayas superado aún

-¿Tú si lo hiciste? Bueno me alegro que Joy haya recapacitado y se diera cuenta la porquería de persona que eres

-Más me alegro yo-le dijo ésta mientras pasaba junto a él y se iba.

Eddie la tomó por el brazo-Ni creas que se me ha olvidado el infierno que me hiciste pasar Azula Derkins

Azula se zafó de él-Y yo espero que no hayas olvidado quién soy. -y al decir esto se fue.

Azula se acercó al vigilante de la entrada principal de la galería.

-El hombre que entró de negro ¿lo vio? -le preguntó  

-Sí señorita

-sáquelo de aquí, tiene prohibida su entrada, si yo llego a verlo en la galería usted queda despedido ¿Me entendió?

El hombre asintió rápidamente-Sí señorita

Azula le quitó el seguro a su carro, abrió el asiento del copiloto y tiró el bolso; luego dio la vuelta y entró al asiento del piloto.

Azula suspiró y golpeó el volante-Maldito...

En ese momento sonó su celular y vio en el registro "Tío Rey" y tomó la llamada.

-Hola tío-lo saludó ésta

-Hola hija ¿cómo estás?

Azula pensó bien esa respuesta-Bien, no me quejo

-Hija te llamo porque tengo una noticia que darte-Azula buscaba el manos libres en su bolso-hoy estuve atendiendo a Su Majestad y me dijo que le gustaría que la retrataras

-Eso es genial tío-Azula se colocó el manos libres y colocó el celular en el soporte del carro-pero en estos momentos estoy muy ocupada intentando descifrar una lengua antigua de un cuadro para el camarlengo-Azula se puso en marcha.

-No sé si sabes de lo que te estoy hablando  ¡Es Su Majestad la reina! Lo demás puede esperar

-lo siento tío pero como nací en un país democrático, en mi trabajo no existe ningún tipo de jerarquía. Dile a su majestad que con muchísimo gusto lo haría pero que en estos momentos estoy atareada

-Pero Azula...

-Tío Rey si le haré el retrato a su majestad pero me queda imposible ahora, si lo necesita para ya, puedo recomendarle un colega-Azula vio que tenía una llamada en espera-Tío me está entrando una llamada, te marco luego-Azula colgó y contestó la potra-Hola papá

-Hola hija ¿Sigues en la galería?

-No, voy de camino a casa ¿por qué?

-me preguntaba se querías ir a cenar conmigo

-Papá me encantaría pero ahora mismo tengo mucho trabajo ¿Qué te parece si almorzamos mañana?

-Está bién-Lo oyó suspirar-Raven salió con la chica de los jueves

Azula sonrió-Es incorregible ¿Ya le dijiste a Azul?

-¿Decirle qué?

-Sí le gustaría ir a cenar contigo, estoy segura que no tiene planes-su padre se quedó en silencio-Derkins te he dicho unas mil veces que no te quedes callado cuando hablamos por teléfono, es como si me dieras una bofetada

-Azula no sé si tú y Raven están conscientes que entre esa mujer y yo no puede haber nada

-¿Cenas con ella es un indicio de tener algo papá?

-No puedo salir con ella mi amor no me siento cómodo

-Esta bién papá, sólo quiero que sepas que si deciden darse una oportunidad, ni Raven y yo nos vamos a oponer. Sé que Azul se equivocó como cualquier ser humano, pero yo ya la perdoné y te perdoné a ti; tenemos una buena relación. No la llamo "Mamá" porque no la veo como tal, es solo una amiga.

Ray suspiro-Azula...

-Sé que tienes impotencia, pero deberían hablar. Su relación es perturbantemente cortés

-¡Está bién! La invitaré a cenar

Azula sonrió-me cuentas mañana como te fue Derkins, tengo el celular en uno por ciento y está a punto de apagarse. Te quiero adiós

Azula se quitó los manos libres. Se dirigía a su casa que queda a las afueras de la ciudad, Annetta le había marcado diciendo que le prestara el apartamento porque se iba a ver con un chico. De todas formas Azula no iba a pasar la noche allí, ya que parte de su trabajo lo tenía en la casa.

Azula suspiró. No podía creer que Eddie había aparecido a su galería, de hora en adelante tenía que estar alerta, ese hombre no estaba bién de la cabeza.

Azula observó los árboles que pasaban a su alrededor. Tomó nota de pintar una noche fría, usualmente pintaba paisajes opacos porque los colores tierra eran su opción siempre y su estación favorita era el otoño. Se le hacía difícil pintar con colores vivos, más que todo porque no le gustaban.

En ese instante el auto comenzó a detenerse.

-¿Qué pasa? -se preguntó mientras intentaba encenderlo de nuevo-no, por favor... enciende. Tienes combustible ¿Por qué no enciendes? -Azula golpeó el volante y tomó su celular. Este se encontraba apagado-¡Maldición! -Azula arrojó su celular al asiento del copiloto y salió del auto. Se dirigió a la parte delantera y abrió el capote, este comenzó a esparcir humo por doquier.

-No volveré a burlarme del escarabajo de Annetta en lo que me queda de vida

Azula carraspeó. Se había quedado sin batería en el medio de la nada, su única opción era esperar a que alguien pasara y la auxiliara, ya que la opción de reparar el auto quedaba indiscutiblemente descartada.

Azula bajó el capote y se sentó allí. La brisa helada acariciaba su cabello, ahora laceo, había tomado la decisión de alisarlo y así comenzar de cero. Rara vez lo llevaba suelto, casi nunca en realidad. Ésta lo soltó y la cabellera le llegó hasta las caderas, la había pintado de castaño oscuro. Ya no tenía pearcing en la cara, sólo llevaba un par de pendientes en cada oreja y se vestía muy formal. Con el tiempo se había hecho un tatuaje en la parte de atrás del hombro izquierdo de una frase Yo Soy Lo Que He Leído, acompañado de una pluma y con ese tenía tres tatuajes en el cuerpo. Siempre trataba de vestir formal, su pantalón color beige y sus blusas manga largas no podían falta; eran su atuendo del día a día y la hacían sentir cómoda.

Dio media vuelta y vio una luz. Era un auto que se avecinaba, Azula se colocó en la mitad de la carretera y comenzó a alzar los brazos.

El auto se detuvo-Gracias a Dios...-susurró. En los tres años que había vivido en Italia había descubierto la palabra de Dios, su tía Lucy le había servido de madrina para bautizarse y el novio de ésta su padrino; entonces fue cuando pudo hacer la primera comunión, volverse cristiana era una de las mejores decisiones que había tomado a lo largo de su vida.

Un hombre salió del auto, era alto, su cabello era negro, su piel bronceada y su tono de ojos eran vino tintos.

Azula no se sorprendió <<Debe ser un Hongo>> Los Hongo eran actualmente la familia más rica del mundo. Por una enfermedad hereditaria en el iris, sus ojos cambiaban de tonalidad a rojo quemado. Las aerolíneas, los mejores hoteles, joyas, whiskey, multinacionales y minas de oro y diamantes; solo eran una pequeña parte del Imperio Hongo. Tienen ascendencia japonesa y todos eran absolutamente arrogantes. Los Derkins que ocupaban el puesto número catorce en el Rankin mundial de las familias más ricas, nunca se relacionaron con ellos, y a que los Hongo rara vez asistían a eventos del círculo social. Eran esa clase de gente que no le gustaba mezclarse entre sí.

Del asiento del copiloto se bajó otro hombre. Azula rodó los ojos al reconocerlo.

-¿Srta. Derkins? -preguntó Darius Bedwyn al reconocerla

-¿Cómo está señor Bedwyn? -lo saludó ésta

-mucho mejor que usted por lo que veo-fue la respuesta de este al ver su auto-¿Qué le pasó?

-¿Por cuánto tiempo piensas ignorarme Darius? -le preguntó el otro hombre

Darius le sonrió-sí por mí fuera, toda la vida primo-Darius la miró-Srta. Derkins le presento a mi primo Ren Thompson, primo ella es Azula Derkins

Este le tendió la mano y ella se la recibió. -Encantada....

-El gusto es mío señorita-le dijo este-¿su auto se averió?

Azula asintió-Honestamente no sé qué le pasa, tiene combustible. Aparte que me quedé sin batería

-Echémosle un vistazo

-¿Qué le echemos un vistazo Ren? -le dijo Darius-Yo soy un administrados de empresas y tú un maldito psiquiatra. No sabemos nada de autos

-No sabes leer entre líneas ¿verdad Darius? Pretendía hacerme el héroe delante de esta preciosura de mujer-Azula le sonrió.

-Entre bomberos no nos pisamos las mangueras-Le dijo Darius. Azula lo miró con total desprecio.

Ren se echó a reír y sacó su celular-Llamaré a una grúa para que se lleve su auto Srta. Derkins, entre tanto yo me quedaré aquí y Darius la llevará a su casa

Azula miró a Ren-Muchísimas gracias señor Thompson, sólo déjeme sacar mi bolso

-Su tío Rey me dio clases en la universidad-le informó Ren-es un gran médico, lo respeto mucho

-Así es-le dijo Azula mientras sacaba su bolso-Usted debe conocer a mi primo Aidan

-Nunca hemos hablado pero claro que sé quién es ¿Usted debe ser familiar de la directora de la OMS ¿No es así?

Azula sonrió-Es mi abuela

Ren abrió los ojos como platos-Es una mujer brillante-Azula le sonrió y este le entregó una tarjeta-Estoy a su servicio, encantado de conocerla

Azula le recibió la tarjeta y ella le entregó otra-el gusto es mío señor Thompson. Espero que me visite alguna vez en la galería

-Por supuesto-le dijo éste con una sonrisa. Darius le abrió la puerta del copiloto y ella entró. Él hizo lo mismo y se pusieron en marcha.

Azula leyó la tarjeta "Ren Lion Thompson Hongo. Psiquiatra" Era dueño de varios hospitales psiquiátricos en Europa, Asia y América. <<Así que el "Hongo" lo lleva de segundo>> pensó.

-Mi madre y su madre fueron las únicas herederas al Imperio Hongo-le informó Darius como si le hubiese leído la mente-Así que el apellido llegó hasta allí. Va a desaparecer con nosotros

Azula apoyó su cabeza en el asiento-Por fortuna mi tío tuvo un barón o si no el apellido Derkins también hubiese desaparecido con mi prima y conmigo

-Por eso en la antigüedad se obsesionaron demasiado en tener un hijo barón, para que así los apellidos perduraran por siempre

-Pero usted pertenece a dos familias poderosas, puede que se pierda un apellido pero el otro está allí

-Sólo si tengo un barón claro está, aunque por el lado de mi hermana ya se perdieron ambos

Azula lo miró-¿Tiene una hermana?

Darius sonrió-Sí, somos mellizos. Aunque ya Darcy está casada y tiene una niña. Es la princesa más hermosa del mundo

Azula sonrió-¿Es muy unido a su hermana?

-Más antes que ahora, puesto que ella ya tiene una familia de la cual ocuparse. Darcy también es administradora de empresas y ella es la Gerente de Hongo Corporation. Vive en Estados Unidos.

Azula se acomodó en el asiento-Yo tengo un hermano menor

-¿De veras?

-Sí, tiene diecinueve años pero Raven es terrible-Azula sonrió-lo amo

-¿Está en la universidad? -quiso saber Darius

-Sí, él estudia derecho pero Raven es un conde

-¿Un Conde?

-Sí, él es hermano mío por parte de madre, Mis... padres se separaron cuando yo nací y ella se casó con el Conde de St. Simon

-Entiendo

-Él padre de Raven murió poco antes que él naciera, pero él se lleva muy bién con mi padre. Incluso le dice "papá" a veces, son muy buenos amigos

-Mi padre es mi mejor amigo-le confesó él-me ha enseñado todo lo que sé, mi padre pasa con su cara de puño las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Pero es una buena persona, la amo mucho.

Azula sonrió-¿Vives con ellos?

-No, toda mi familia vive en Nueva York. Sólo Ren y yo vivimos aquí-Darius sonrió-nos vemos siempre en cumpleaños y fiestas especiales. Deberías ver nuestras reuniones, todo el mundo habla a la vez y no se sabe quién dice qué. Tengo muchos tíos y tías políticas que le encantan narrar historias de juventud. Todos los años cuentan las mismas historias-Darius se echó a reír-Es horda muy ruidosa

Azula lo miró y sonrió-Deben ser muy divertidos

Darius detuvo el auto-¿Es aquí?

-Sí-le dijo ella. Él salió del auto y le abrió la puerta-Muchas gracias por auxiliarme

Darius le sonrió-¿Me aceptarías otra invitación a cenar? Te prometo que no te llevaré a ningún parque

Azula sonrió y negó con la cabeza-Mejor vengan acá ustedes dos este sábado. Les cocinaré como agradecimiento

Darius le sonrió y Azula le devolvió la sonrisa <<Tengo que aceptar que este hombre es demasiado guapo>>

-Claro que sí, allí estaremos. Buenas noches Azula

-Buenas noches-le dijo ella. Él se aproximó al auto-¡D-Darius!

Este abrió la puerta del auto y la miró-¿Sí dime?

-¿Por qué me devolviste el cuadro?

Él le sonrió-Porque se ve más lindo en tu galería-y al decir esto se fue.