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Capítulo 10




           

Liberty anunció en el almuerzo que irían todos a una velada realizada por los Condes de Wyngate. Esa velada lo hacían los condes cada año en el verano en Hampshire y sólo un selectivo de personas eran invitadas. La familia Derkins era una de ellas, Azula y Aidan había bostezado al escuchar la dicha fiesta. La mayoría de las personas que asistían eran mucho más aburridas que sus abuelos, por otra parte la madre de Joy estaba muy emocionada y Rey le dijo que le reservara una pieza del baile, ésta le sonrió encantada. Ray le tiró una mirada de advertencia  a su hermano.

Azula se encontraba acomodando sus rizos. Esta estaba ataviada con un vestido blanco, sin tiras, la falda dejaba vista su pierna izquierda; las zapatillas de veinte centímetros le daban un aire de imponencia y sus únicas joyas era su collar con el dije de una A que le había dado su padre a los quince años y unas perlas en las orejas.

A continuación recibió un mensaje a su celular y esta se acercó a él.

"Tres mensajes nuevos", leyó. Hizo una mueca de disgusto al ver que uno era de Larry.

"Azula, cielo ¿Cuándo vuelves? :( ya quiero saborear tu culo, no sabes cómo te extraño. Espero que pronto para meterte mi polla como tanto te gusta. Me enteré que ese bastardo de McFly fue contigo. No me traiciones >:( "

Azula sonrió—eres un imbécil, Larry

"Lottie"—leyó en el otro extremo—"Azula querida, ya tengo en mis manos la marihuana. ¿Cómo te la hago llegar?"

Azula puso los ojos en blanco y le respondió: "No seas tonta Lottie. Espera a que llegue "

En cuanto a Larry le puso un frío y distante "Ok :)". El otro mensaje era de "Derkins". Azula frunció el ceño.

"¿Ya estás lista princesa? Te estamos esperando abajo"

Azula sonrió— "Sí papá. Ya bajo :*" A los cinco segundos recibió una respuesta de él. "Bueno princesa :*"

Azula metió su celular en el bolso y también una caja de cigarrillos  y menta. Había estado fumando uno en el bañoa escondidas; así que se metió dos chicles de menta en la boca y salió.

Escuchó voces en la primera planta y distinguió la de su abuela.

—todas las parejas están asignadas—escuchó que decía—lastimosamente el sexo masculino nos gana en número, así que Ray y Rey irán solos.

Rey sonrió y Ray hizo una mueca de disgusto que fue reemplazada por una sonrisa al ver a Azula.

—Quiero que mi hija sea mi pareja esta noche—todos miraron hacia ella—te ves hermosa mi amor

—Gracias papá—le dijo esta mientras le recibía la mano que le tendía este

—estás muy bella—le dijo su tío Rey

—Gracias tío—le dijo ésta

—Bueno, Azula siempre ha sido bella—le dijo Joseph, el padre de Joy y ésta le sonrió.

—no puede ser tú pareja porque ella será la pareja de Joy—le dijo Liberty a Ray

Azula, al oír mencionar ese nombre, se llenó de ira y buscó con la mirada al idiota ese. En ese instante, Joy entró con Aidan, vestido de traje negro, llevaba un pañuelo blanco en su bolsillo mientras que Aidan llevaba uno rojo; Susie llegó tras ellos con un vestido rojo idéntico al de Azula. Ésta los ignoró y se dirigió a su abuela.

—no gracias, abuela. Prefiero ir acompañada de Aidan o de mi padre

—No será así—le dijo ésta—ya yo escogí las parejas

—entonces no iré a ningún lado

—tú no te mandas sola jovencita—la regañó su abuela mientras se acercaba a ella

—Liberty—intervino Ray—no es el momento ni el lugar para armar una escena

—dile eso a tú hija que está desafiándome—le dijo ésta

—disculpen—dijo Mary—sé que esto es una discusión intrafamiliar pero...—Mary miró a Azula—¿por qué no quieres ir acompañada de mi hijo? ¿Sucedió algo?

Azula miró a Joy y de inmediato apartó la mirada. A su alrededor todos la observaban <<Dios Santo ¿Qué digo?>>.

—no ha sucedido nada—intervino Aidan—simplemente Azula quiere que Joy se relacione un poco más

—Sí—añadió Ray—se ven todos los días en la universidad, por Dios. Deben estar aburridos ¿cierto?

Azula miró a Aidan y a su padre con mucho agradecimiento.

—por eso—intervino Susie—yo iré con Joy y Aidan con Azula, asunto arreglado. Al fin y al cabo vamos a estar dispersado en la fiesta ¿Qué más da si vamos en parejas o no?

Azula miró a su prima y ésta le devolvió la mirada. Ambas sonrieron.

Azula miró a su abuela—Bien—dijo ésta—vámonos

Azula evitó mirar a Joy mientras salían, Aidan se acercó y le ofreció el brazo y ésta lo aceptó.

—Azula—comenzó a decir él—sé perfectamente que tienes una cara tonta todos los días, pero hoy la exageraste

—me di por vencida, Aidan—le dijo ésta—ese idiota que haga lo que se le dé la gana y todo me da igual

—"Si todo te da igual es porque estás haciendo mal tus cuentas"—le recitó Aidan

—no me vengas con tus frases de Newton, ahora no estoy de humor Aidan.

Aidan le haló un rizo—ese era Einstein

—para mí todos son iguales—dijo ésta y Aidan suspiró.

Al entrar Azula a la limosina se dio cuenta que Joy la observaba y decidió ignorarlo, colocándose en el último asiento. El padre de Joy se sumergió en una conversación con Ray y no se percató de lo cerca que estaba el tío Rey de Mary.

—todo esto es grandioso—le dijo Mary a Rey

—esta es la vida que usted se merece Sra. McFly—le dijo éste mientras la miraba fijamente. Azula se entretuvo en la conversación, fingiendo chatear en su teléfono, al parecer nadie se percató de esos dos.

—¿usted cree, Sr. Derkins?—le preguntó Mary coquetamente

—claro que sí y por favor no me diga "Sr. Derkins", ese título déjeselo a mí padre, dígame Rey

—Rey—repitió esta—y usted dígame Mary

—me comentó Ray que planea llevarse mañana a su esposo a ver los jates que tiene la familia

—si así me comentó

—puesto que mi madre nos dejará en paz mañana—ésta se echó a  reír—¿le gustaría ir a recorrer la propiedad?

—claro que sí ¡Me encantaría!

Este le dio un besamanos—mañana a las ocho ¿le parece?

—claro que si

—y de paso le muestro Hampshire, ya que es la primera vez que viene a Inglaterra ¿no es así?—ésta asintió y él sonrió

Azula sonrió para sus adentros y le envió un mensaje a Aidan.

"¿Estás viendo lo que yo estoy viendo? :O"

Aidan la miró desde el otro lado y le envió un mensaje.

"Estoy a punto de vomitar"

"JAJAJAJAJA. Mi tío no ha cambiado nada"

"Se está metiendo con la mujer equivocada"

"Déjalo ser feliz ;)"

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No tardaron mucho en llegar. Los condes de Wyngate eran conocidos por lo exquisitos platos que brindan en su velada, la mayoría de la aristocracia iba con el estómago vacío para poder darse un buen festín, colocaban cuatro mesas largas con más de veinte criados cada una en las que contenía distintos platillos de distintos países y ya muy finalizada la velada, ofrecían una cena muy suculenta.

Lady Wyngate, una mujer rubia, ojos azules y piel blanca de cincuenta y tantos años, era la mejor amiga de Liberty; se conocían desde que eran niñas y fueron a la misma academia juntas. Éstas dos al verse se dieron un abraso.

—Liberty—la saludó ésta

—Mildreth querida, hace mucho que no te veía

—sin duda alguna no ha sido mi culpa, cada cinco segundos estás en un país diferente

—Señora Derkins me complace verla—le dijo Lord Wyngate—pero creo que usted y mi esposa pueden continuar esta charla dentro del salón

—por supuesto que sí mi lord—le dijo Liberty

—Wyngate—lo saludó Harold

—siempre es un placer verte, Derkins—le dijo éste mientras le estrechaba la mano—veo que toda la familia Derkins nos hace el honor de estar aquí

—así es y quiero presentarte a unos amigos. Él es Joseph y Mary McFly—le dijo este

—encantado de conocerlo señores McFly—les dijo el Conde mientras le estrechaba su mano a ambos

—el placer es mío, mi lord—le dijo Joseph

—encantada mi lord—le dijo Mary

—y este es Joy McFly, su hijo. Míralo bien, este muchacho será el futuro de la nueva generación—le dijo Harold

—qué bien—dijo el Conde mientras le estrechaba la mano a Joy—encantado de conocerlo joven –Joy asintió.

Azula miró a Aidan y este le alzó las cejas.

—pero por favor pasen—les dijo la Condesa—están en su casa

Azula vio como Susie se llevaba a Joy al bufete más cercano.

—Aidan cuida de que Susie no se coma a Joy por favor—le pidió Azula

—¿no y que todo te daba igual Azula?—le preguntó este

—¿quieres callarte? Es tu amigo ¿no?

—Sí. Pero créeme que si fuese sabido que tendría un amigo tan desesperante y estúpido como Joy, hace rato me hubiese pegado un tiro.—Azula se echó a  reír—te haré caso y lo rescataré, mientras tanto ¿qué harás? 

—caminaré por ahí—le dijo ésta sonriendo

—bien—le dijo Aidan mientras se alejaba.

Azula miró la cara de disgusto de Susie cuando vio a su hermano mayor llevarse a Joy, eso le sacó una sonrisa. Azula se acercó al primer bufete, lo cierto era que no tenía hambre pero aun así recibió el aperitivo que le ofrecía el mesero.

—jamás pensé en encontrarte aquí Azula Derkins

Azula dio media vuelta y vio a Lord Ian Bowman. El hijo menor de los condes de Wyngate, era un muchacho de veintitrés, alto,  cabello castaño, ojos azules y piel blanca; iba ataviado con un traje gris, camisa blanca y corbatín.

—mi lord—lo saludó ésta. La última vez que lo vio fue hace dos años cuando ésta tenía dieciséis, se había acostado con él en el matrimonio del hermano mayor de Ian.

—¿Cómo estás? Hace mucho que no te veía—le dijo este mientras le daba un besamanos. Azula se percató que estaba mucho más guapo.

—bien gracias ¿y usted?—le dijo Azula mientras tomaba una copa de champán y se la llevaba a los labios.

—feliz de verte. Ahora tienes diecisiete años ¿verdad? Eres toda una mujer

—muy pronto cumpliré dieciocho 

Él se acercó a ella y le susurró al oído—¿quieres dar un paseo por el jardín?

Ella le dio un sorbo a su champán—me encantaría—él le ofreció el brazo y salieron del jardín.

Susie miró a su prima salir con Ian y negó con la cabeza <<Azula...>>. Nadie se había percatado de ello. <<No has dejado de ser una zorra, bien. Mejor para mí>>

Susie tomó la limonada de la mesa de refrescos y se dirigió a donde estaban Aidan y Joy.

—aquí tienes Joy—le dijo ésta y Joy le recibió el vaso

—Joy aprende esto—le dijo Aidan—las mujeres piensan que mordiéndose los labios y mirándote perversamente a los ojos pueden conseguir lo que quieran—dijo Aidan mientras miraba a la hija de la condesa, que le devolvía la mirada haciéndole una invitación—y Sí, tienen razón. Vuelvo enseguida.

—ahí estás pintado Aidan—le dijo su hermana menor—Joy has estado muy callado ¿Qué te ocurre?

Joy no le prestó atención porque estaba analizando las gotas de limonada del vaso.

Azula se encontraba en los establos. Con Ian encima de ella. Este comenzó a lamerle los pechos y a susurrar palabras  que ella no comprendía, luego comenzó a bajarse la cremallera de los pantalones.

—no sabes cómo te extrañe Azula—le susurró—esa noche que pasamos juntos jamás la olvidaré

—¿y ésta?—le preguntó ella mientras se alzaba el vestido y abría las piernas

—esta mucho menos—él le dejó ver su erección y ésta sonrió

Ian se tomó su tiempo para penetrarla y cuando lo hizo soltó un gemido de placer. Azula jamás sentía placer. Con nadie. Así que solo esperó hasta que este eyaculara, Ian emitió un grito de placer y se desplomó encima de ella.

Ian respiraba entrecortadamente—Gracias...—le dijo y la besó. Ella le correspondió el beso y luego le sonrió.

Él se levantó, se subió el pantalón y la ayudó a levantarse. Azula se subió el corsé y él la ayudó a atarlo.

—tienes paja en el cabello—le dijo este sonriendo

Azula se llevó las manos a su cabello intentando quitársela.

—déjame ayudarte—le dijo él

—debo estar echa un desastre—comentó Azula

—estás hermosa—le dijo él—ya está

Azula buscó sus zapatos y se los colocó; buscó su bolsa y sacó un espejo, se acomodó los rizos y se aplicó brillo labial.

—¿fumas?—le preguntó Azula mientras guardaba el brillo labial

—sí ¿Por qué no?—le respondió este—fumemos afuera

Él le tendió la mano y ella la recibió; y ambos salieron.

Había una fuente cerca de los establos y allí se lo encendió; ella hizo lo mismo con el suyo propio.

—Azula—comenzó a decir Ian después de dos caladas de cigarrillo—¿quién es el cara pálida?

—¿de qué hablas?

—hablo del chico que entró con tu familia

—Ah... ese chico. No lo sé

Ian se echó a reír—¿no lo sabes?

—supongo que es amigo de Aidan

—¿supones?—este se echó a reír—que bien. Es como raro ¿no?

—¿por qué lo dices?

—está detrás de nosotros

—¿qué?—exclamó Azula. Al observar hacia atrás y ver a Joy, perdió el equilibrio y cayó en la fuente.

—¡Azula!—exclamó Ian—¡dame tu mano!

Joy se metió en la fuente y la cargó.

—Eh... yo...—comenzó a decir Ian—buscaré toallas

Joy lo miró y asintió. Y a continuación colocó a Azula dentro de los establos, luego salió por su saco y se lo colocó encima.

Azula se aferró al saco, estaba titiritando del frío.

—M-M-Me asustaste...—le dijo ella

Él al miró pero no le dijo nada y de inmediato entró Ian con unas toallas. Joy las recibió.

—supongo que es mejor que se cambie de ropa ¿no?—le dijo Ian a Joy

—quizás—dijo este

—¿te quedarás con ella o mando a llamar a alguno de sus familiares?

—N-N-No llames a n-nadie—ordenó este

Ian y Joy la miraron—¿Qué deseas entonces?—le preguntó Ian

—N-N-Nada q-quiero estar s-sola

—bien—le dijo Ian—vamos amigo—Joy no se movió del sitio—la dama quiere estar sola

—"Cuando mujer dice que quiere estar sola es porque no quiere estarlo"—recitó Joy las palabras de Aidan.

—¿quieres que me quede Azula?—le preguntó Ian

—No. Estoy bien—le dijo ésta sonriendo—gracias

Ian le sonrió y luego miró a Joy—hasta luego

Joy lo miró pero no le dijo nada; Joy tomó la toalla y la secó. A continuación buscó el bolso de ésta y encendió el mechero. Azula lo miró y él le devolvió la mirada.

—coloca tus manos allí, así sentirás un poco de calor—le dijo él

Azula obedeció—gracias...—susurró ella. Él la miró pero no le dijo nada. Ambos quedaron en silencio un buen rato

Ambos guardaron silencio por un buen rato.

—Joy...—le dijo Azula—la carta que me mandaste...—él la miró—pude descifrarla y leí el mensaje, aun no comprendo. Lo cierto es que desde que te conocí, toda mi vida se ha vuelto más complicada... no sé qué decir, no sé qué hacer... no sé qué pensar—Joy la observaba—y a veces creo que...—Azula se detuvo. Alguien se acercaba a los establos.

—Rey nos van a ver—escuchó un susurro familiar.

—tranquila, allí están los establos—oyó la voz de su tío

Azula miró a Joy y le ordenó que guardara silencio—recoge las toallas—le  susurró

Joy obedeció de inmediato y Azula se puso de pie., esta se dirigió detrás de las pajas y Joy hizo lo mismo; ambos se escondieron allí y se miraron en silencio.

—Rey ¿estás seguro que aquí no viene nadie?—le preguntó Mary

Joy miró a Azula reconociendo la voz de su madre, ésta le puso un dedo en sus labios.

—totalmente mi amor—le dijo este y se escucharon el sonido de unos besos.

—desde que te vi me gustaste—le susurró Rey—eres tan hermosa

Azula hizo una mueca de disgusto. Joy estaba pálido. <<Tengo que hacer algo o de no Joy...>>

Ésta miró a su alrededor y vislumbró un agujero lo suficientemente grande como para salir una persona; le hizo señas a Joy para que la siguiera y ambos gatearon hasta el hueco. Azula metió su cabeza y salió sin ninguna dificultad; Joy tardó un poco pero pudo salir, Azula se aferró al saco de Joy, este tenía su bolso en la mano.

—Joy...—le dijo ésta. Pero Joy caminó hacia el lago, se agachó y comenzó a vomitar. Azula soltó el saco y corrió hacia él.

—Joy...—ésta comenzó a masajearle la espalda. Joy no paraba de vomitar y Azula tenía los nervios de punta. Corrió hasta donde estaba su bolso, sacó su celular y le marcó a Aidan.

—Aidan contesta...—Azula miró a Joy y se acercó a él. Había parado de vomitar por unos momentos y luego volvió a hacerlo.

—"Estás llamando al teléfono del Dr. Aidan Derkins, deje su mensaje, si..."—Azula colgó y le volvió a marcar—¡Maldita sea Aidan! ¡Contesta!—No podía llamar a su padre porque este vendría con el papá de Joy y mirarían la escena del establo. Y se armaría la tercera guerra mundial con la revolución francesa <<Todo junto>> además su pare no era médico. Aparte de Aidan lo únicos médicos eran su tío Rey y su abuela, los cuales quedaban rotundamente descartados.

Azula se colocó junto a Joy y le masajeó la espalda.

—Joy...—susurró presa del miedo y con lágrimas en los ojos.

Tomó su celular y activo el GPS, se dio cuenta que Aidan no estaba muy lejos,  que más bien Aidan estaba aquí mismo en el jardín. Azula caminó en dirección norte, Aidan estaba detrás de un gran árbol de roble que sólo estaba a unos cuantos metros de ella. Azula miró a Joy y luego al árbol.

Azula se colocó junto a Joy—Joy vuelvo enseguida, por favor no te vas a morir, aguanta un poco—y al decir esto se quitó sus zapatillas y fue corriendo hacia el gran roble. Su vestido aún estaba mojado, así que al sentir la brisa fría de la noche, su cuerpo tembló.

Al acercarse vio el saco de Aidan y su celular; y pudo ver a Aidan teniendo sexo con la hija de la condesa, la cual estaba casada y era seis años mayor que él.

Azula suspiró—Aidan...

Ese llamado los sobresaltó a ambos—Azula ¿Qué demonios quieres? ¿Acaso no ves que estoy ocupado?

Azula echaba chispas por los ojos—¡Joy se está muriendo Aidan!

Eso lo hizo volver en sí y se levantó de inmediato, mientras se subía la cremallera del pantalón—¿Cómo así? ¿Qué pasó? ¿Por qué estas mojada?

—no tengo tiempo de responder eso ahora Aidan, vamos—le dijo Azula mientras se marchaba

Aidan tomó la camisa y la dejó a medio abrochar—lo siento mi lady, lo nuestro tendrá que esperar

Ella hizo una mueca de disgusto pero asintió. Aidan tomó su saco y se fue corriendo.

—¡Joy!—exclamó Azula al verlo inconsciente en el suelo. Aidan se acercó a toda prisa y le tomó el pulso.

—lo tiene muy débil—le dijo a ella

—ha estado vomitando—le dijo Azula entre lágrimas

—¿mucho?

—demasiado

—no tiene fuerzas, hay que hidratarlo—Aidan tomó su celular y marcó un número—Susie ve al auto y tráeme el maletín de primeros auxilios. Estoy aquí en el lago—esperó a que Susie hablara—es Joy, se desmayó. No alertes a nadie, ven tú sola. Adiós

Azula tomó a Joy en sus brazos mientras derramaban por sus ojos.

—no te preocupes cielo—le dijo Aidan—sólo está débil, hay que darle suero para que se estabilice

Azula asintió pero no dejó de llorar.

—cuéntame Azu, ¿Qué sucedió? ¿Por qué estás así y por qué Joy...?—Aidan se detuvo al escuchar una risa femenina y ambos  miraron en esa dirección.

La expresión de Aidan se volvió adusta. Rey se dio cuenta que los observaban y miró a dónde se encontraban ellos; Mary le siguió la mirada y la expresión de ésta fue patente. De inmediato se liberó del brazo de Rey.

Aidan se puso de pie muy lentamente.

—Aidan por favor...—le suplicó Azula—no es el momento ni el lugar

Mary vio a su hijo en el suelo y se acercó rápidamente—Joy... ¡Joy!—exclamó al percatarse que era su hijo—¿Qué le pasó?

—vomitó y se quedó sin fuerzas—le respondió Azula mientras miraba a Aidan, el cual no le quitaba la mirada a su padre.

—¿fue algo que comió?—preguntó Mary mientras se sentaba junto a él y le colocaba una mano en la mejilla.

—esperemos que sea así—le dijo Azula mientras miraba el rostro inconsciente de Joy

—¿le tomaste el pulso?—le preguntó Rey a Aidan.

Aidan lo miró pero no le dijo nada.

De repente sintieron unos pasos—¡Aidan!—exclamó Susie mientras corría. Este se acercó a ella y le arrebató el maletín.

De inmediato Aidan sacó una botella de suero vía oral y se acercó a Joy.

—¿Qué le pasó?—preguntó Susie

—vomitó y se quedó sin fuerzas—le respondió Mary

—inclínale la cabeza Azu—le ordenó Aidan—Joy...—lo llamó dándole unas palmadas en el rostro. Este abrió un poco los ojos y Aidan le dio de beber—abre—le dijo este—dáselo Azu

—Si—dijo ésta y se lo dio a beber.

El teléfono de Azula sonó en ese instante.

—tómalo Susie—le ordenó ésta

Susie obedeció, miró la pantalla y a continuación miró a Azula—es mi tío Ray—le informó—Azula miró a Aidan

—dame el teléfono—le ordenó Rey y ésta se lo dio. Este se alejó para poder hablar.

—ya se le ve un poco de color—dijo Mary

Joy tenía los ojos abiertos y tomaba el suero en silencio.

Rey regresó—hablé con Ray—dijo mientras le entregaba el teléfono a Susie—dijo que le diéramos la vuelta a la mansión. La limosina nos estará esperando

—lamento que todo esto haya terminado así Sr. Derkins—le dijo Mary—después de todo fue una velada grandiosa

Azula miró a Aidan y este negó con la cabeza.

—no se preocupe Sra. McFly—le dijo Rey—son cosas que pasan, lo único que importa es que Joy esté bien

—a ver Joy—comenzó a decir Aidan—voy a levantarte y te llevaré a la limosina

Joy lo miró y Aidan le sonrió. A continuación lo tomó por los brazos y los puso de pie, pasó una mano de Joy por su cuello.

—siempre soñé que te llevaría así con unos buenos tragos encima, Joy—le dijo Aidan

—Aidan ¿te ayudo?—se ofreció Azula

—no cielo, este costal de huesos y yo estamos bien—y ambos comenzaron a rodear el jardín.

La limosina estaba al otro lado de la casa esperándolos. Ray, Joseph, Liberty y Harold, se encontraban allí de pie.

Azula decidió entrar a la limosina e ignorar las preguntas de su padre, así que fingió dormir.

La odisea se desató en Derkins Terrace. Ray, Rey, Aidan, Liberty y Harold se encontraban discutiendo en el estudio. Azula se encontraba en la habitación de Joy, junto con sus padres.  La madre de Joy arropó a este y le pasó un paño húmedo en los labios.

—ya está mucho mejor—dijo Mary

Joseph se encontraba junto a Azula—¿Cómo ocurrió esto? Aún no lo entiendo—Azula lo miró—tú estabas con él ¿verdad Azula? ¿Qué sucedió?

Azula miró a la mamá de Joy. <<su hijo sintió asco Sr. McFly. Asco de la zorra de madre que tiene>>

—quizás fue algo que comió en la fiesta Sr. McFly—le respondió

—es una pena que la velada haya terminado así—le dijo Joseph

—no tiene caso—le dijo Azula—lo importante es que Joy se recupere

—así es—coincidió Mary—Azula querida, puedes irte a descansar y a cambiarte de ropa

—a propósito Azula—le dijo Joseph—¿por qué estas mojada?

—una larga historia Sr. McFly. Mañana se la contaré—le dijo ésta

Azula no quería separarse de Joy, este se encontraba durmiendo y no quería que la zorra de su madre se quedara con él.

Azula suspiró—hasta mañana—les dijo

—Hasta mañana—le dijeron ambos

Azula salió de la habitación, se dirigía a la suya. Bajó las escaleras y escuchó unas voces que provenían de la primera planta. Las voces provenían del estudio de su tío.

Susie se encontraba detrás de la puerta escuchando.

—Susie—la llamó Azula

Ésta se sobresaltó—¡Azula! ¡Shhhh! Ven, ven

Azula frunció el ceño y se acercó.—¿Qué pasa?—le susurró Azula

—se armó la grande—le explicó Susie—la mamá de Joy se acostó con mi papá

Azula suspiró—así es. Joy y yo lo presenciamos—Susie abrió los ojos como platos—por eso Joy se puso como se puso porque...—Azula dejó de hablar al escuchar la voz de su abuela

—¡No puedes culpar del todo a tú hermano Ray!—exclamó Liberty—si ella se acostó con él deja mucho que decir de esa mujer

Susie alzó las cejas y miró a Azula.

—desde un principio le advertí a tú hijo que esa mujer era prohibida—protestó Ray

—de todas las mujeres papá—intervino Aidan—¿tenías que haberte metido con ella?

—no sé porque tanto alboroto—se defendió Rey—ella estuvo dispuesta

—es que acaso no entiendes que me importa un comino lo que diga la Sra. McFly—le dijo Ray—¡lo que me importa es que Joy te vio imbécil!

Se hizo un silencio incómodo y Susie y Azula se miraron.

—él y Azula los vieron—continuó Ray—y por eso Joy se puso así, esperemos que no haya entrado en un trance nervioso

Otro silencio incómodo y Liberty lo rompió.

—no puedo creerlo ¿¡Cómo pudiste hacer eso rey?!—exclamó Liberty furiosa

Azula y Susie negaron con la cabeza desconcertadas.

—mi abuela es increíble—susurró Susie

—se cambió de bando en cuestión de segundos—le susurró Azula

—¡¡¿Acaso no entienden que tengo planes para él?!!—exclamó Liberty

—¿planes? ¿Qué planes?—preguntó Ray

—Joy...—comenzó a decir Harold—va a estudiar en Oxford, hablaré con sus padres. Se quedará con nosotros

Hubo un largo silencio. Susie y Azula se miraron—¿Joy se quedará en Inglaterra?—preguntó Susie con una sonrisa—¿vivirá con nosotros en Londres?

Azula la miró pero no le respondió. <<Joy no puede quedarse en Inglaterra>>

—lo siento Liberty—intervino Ray—Joy es mi pupilo y hace un mes hablé con sus padres, yo me hago cargo de su universidad.

Azula sonrió y a la vez estaba sorprendida por aquella noticia.

—Oxford es mucho mejor que Texas A&M—le dijo Harold

—búsquense otro—les dijo Ray

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