Pureza.
Azul
Mis parpados por fin se abrían, sentía mucha sed, y un ligero mareo, estaba en una cama, la habitación estaba casi a oscuras, solo podía ver las cortinas blancas en el dosel de la cama, todo se veía tan puro, en lo que mis ojos se adaptaron y enfocaron un poco más, una sombra caminaba hacia mí, era una figura femenina.
—Despertaste al fin querida.
Me senté de manera brusca, pero de nuevo un mareo intenso sostuve mi cabeza, reconocía la sensación, ya me habían puesto antes esta droga.
—Debes estar sedienta.
La mujer intento acercar un vaso de agua a mí, y aunque Moria de sed, empuje el vaso tirando el líquido en la cama.
—No beberá nada—dije con la voz débil.
—Debes de comportarte, además es solo agua— tomo una jarra de una mesa cercana y sirvió de nuevo agua esta vez ella bebió un poco —no te daría nada malo.
Me acerco de nuevo el vaso y esta vez bebí, me dio alivio calmar mi sed, al terminar el agua, seguí con la cabeza entre mis manos.
—Se te pasara pronto el mareo, solo no hagas muchos movimientos bruscos.
Mire a la mujer, era una persona hermosa, delgada y con una cintura pequeña, cabello largo castaño, sus ojos eran color miel y sonreía de manera amable.
—¿Dónde estoy?
—En casa.
—Esta no es mi casa —parpadee tratando de enfocar mas la vista.
—Lo será.
Me tire en la cama y suspire, mire a la mujer cerrando los ojos, necesitaba recobrar energías y pensar en frio si comenzaba a ponerme nerviosa de nada serviría, además se muy bien que Kim Namjoon me secuestro junto con su hijo, supongo que ella debe ser la esposa o algo así, esta familia en verdad está loca.
— ¿Dónde está mi hermano?
—En el internado, ¿no reconoces mi voz?
Abri los ojos demasiado, para poder observarla. Su voz era la misma que la del teléfono, en verdad soy estúpida.
—¿La foto que vi?
—Una simple edición, era mas sencillo que secuestrarlo, no es menos tedioso.
Me comencé a reír de manera descontrolada, tal vez ya había pasado los limites de mi cordura, la mujer me miraba de manera extraña, yo no podía dejar de reír.
— ¿Qué te pasa?
—Disculpe, en verdad lo siento— seguí riendo— pero es que ustedes en verdad están enfermos, no tengo nada de especial, están haciendo demasiado por alguien como yo y me resulta gracioso.
—Esto no es gracioso, mi hijo en verdad te quiere.
— ¿Se esta escuchando?, su hijo no me conoce, su esposo tampoco, y usted menos, solo son una panda de enfermos mentales, que creen que pueden jugar con las personas, dudo mucho que tengan noción de que es el cariño, dios.
La mujer me sentó y me dio una bofetada, volví a reír, si ya había perdido la cordura, me golpeo de nuevo, iba a darme otra mas cuando le detuvieron la mano.
—Madre basta.
—Es que ella—su voz era casi un berrinche.
—Entiéndela madre está aquí a la fuerza solo tiene un ataque de estrés—que comprensible.
—Solo enséñale a respetar a la familia.
Salió de la habitación, Taehyung se me acerco tocándome el rostro, le aparte la mano con el golpe.
—No me toques— me hice a la esquina de la cama y me senté agarrando mis rodillas.
—Azul, no te pongas así, no queríamos que esto pasara así, había un plan.
—No me interesa nada de lo que me digas, solo quiero volver con Jungkook.
Chasqueo la lengua molesto, se paro de la cama colocando una mano en la cintura.
—Todo esto es su culpa, si él no se hubiera metido, tu estaría conmigo desde hace tiempo, mi padre se intereso primero en ti, pero para que pudieras serme entregada, eres perfecta Azul, tienes todo lo que me gusta, serias de nosotros desde la subasta.
Lo mire directo a los ojos. es que cada vez se pone mas enfermo esto.
—Mi padre te compraría ahí, estaba todo planeado, tu estarías aquí con mis padres en lo que llegaba yo de la escuela, pensamos que mi tío te había comprado y te recuperaríamos rápido pero no contábamos con la intromisión de ese imbécil
—Pudieron secuestrarme desde un principio.
—Él plan era que nosotros fuéramos lo que ahora es Jungkook, nosotros te salvaríamos, nosotros te daríamos estabilidad, queríamos que conservaras esa pureza que tienes.
—En verdad no entiendo nada de lo que dicen.
— ¿Por qué crees que Jungkook esta tan obsesionado contigo?, Azul personas como tu no existen en nuestro circulo, tu eres buena aun teniendo la familia que tienes, no estas corrompida, eres muy bonita y eres leal, estas acostumbrada a todo lo que hacemos, pero solo te interesa proteger lo que amas, quiero eso.
—Jamás me hubiera fijado en alguien como tu, yo amo a Jungkook.
Se me acerco y me jalo de la muñeca, dio un tirón fuerte para acercarme y tomarme de la cintura me dio una punzada en el hombro e hice una mueca de dolor.
—Jungkook no te ama como nosotros, él no hiso nada respecto a esto— descubrió mi hombro y beso la cicatriz de la bala —Heechul lloro tanto rogando que lo perdonáramos, pero te dejo una marca en tu linda piel, y eso no lo permitiríamos.
Ellos habían matado a mi padre, me quede helada, el beso de mi hombro subió hasta mi cuello, intente moverme de nuevo, pero me sujeto ambas muñecas y subió encima mío.
—Hueles tan bien, tu piel es tan dulce, pero estas marcas—mordía donde Jungkook me había dejado moretones —borrare todo rastro de él de tu cuerpo.
Cerré los ojos, no quería sentir nada, no quería saber que pasaba, estaba siendo tocada por las manos que mataron a mi padre, lagrimas de dolor corrían por mis mejillas.
—No llores princesa, todo estará bien.
Su amabilidad falsa era mas dolorosa aun, intente varias veces soltarme de su agarre, pero fue imposible, entre la droga y su fuerza no me movía ni un poco, sujeto mis manos con una sola de las suyas, y con la otra desvistió mi parte baja, al igual que la de él, ojalá Jungkook lo mate a todos...
Jk
Hice un reporte por su desaparición, pero la estúpida policía dijo que no podía hacer nada por el momento, que era normal que hubiera huido por que la culpaban de la muerte de Heechul, los compraron no había otra explicación, quería hacer las cosas de manera correcta le prometí que me saldría de todo esto, iniciaríamos de cero, pero no me dejaban mucha elección.
—Hola.
—¿Jk? Son las tres de la mañana.
—Se llevaron a Azul.
—¿Qué?
Yoongi me jalo dentro de su casa, yo comencé a caminar de un lado para otro.
—¿Yoongi? —Jimin salió en bata mirándonos —¿Jk? ¿Qué paso?
—Secuestraron a Azul.
—¿Cómo sucedió eso?
—Le hablaron fingiendo que su hermano se había escapado del internado, ella fue a ver a su casa, debí acompañarla, pero no lo hice, ella me llamo diciendo que alguien había secuestrado a su hermano y que si lo quería ver con vida debía ir a una dirección, Sali lo más rápido que pude de la casa, pero cuando llegué a su ubicación solo estaba el teléfono en el suelo.
— ¿Tienes alguna idea?
—Los Kim.
—¿Qué deseas hacer?
—Necesito que me consigas contacto con Hoseok, de ahí me encargo yo.
—De ninguna manera te enfrentaras solo a esa familia, iré contigo, Azul es familia.
—No quiero involucrarte en esto.
—Parece que no me escuchaste, no te estoy pidiendo permiso.
—Traeré tu teléfono- Jimin beso a Yoongi y subió a su cuarto, recuperare a mi pequeña así deba asesinar media ciudad...
.......
Un mes después
Pura mierda, la estaban moviendo constantemente de ubicación, aun con la ayuda de Hoseok era algo difícil ubicarla, iban un paso delante de mí, era algo difícil todo esto no había perdido la esperanza de encontrarla y tenerla de vuelta, tenia que cambiar de estrategia, así que en lugar de ubicar a Azul acabaría con su imperio.
— ¿Estás seguro?
—Soy el mejor Hacker que hay, claro que estoy seguro, pero no entiendo, ¿para qué quieres a Seokjin?
— Porque comenzare a tomar la cabeza de cada persona involucrada con la familia Kim, hay sido un aliado valioso Hoseok.
—Dime Hobi, además prefiero trabajar para ti, que para los que están contra ti.
—Si que eres un chico listo.
Con la moto de Azul fui a la ubicación que me había dado Hobi, la sutileza nunca fue lo mío, así que entre plantando una bala en cada cabeza que se interpusiera en mi camino, por algo me había ganado el apodo del demonio Jk, abrí una ultima puerta Seokjin estaba cubriéndose con el cuerpo de una prostituta.
—Jk, yo no te hice nada, podemos llegar a un arreglo.
—Las negociaciones dejaron de ser lo mío, hace un mes, es un poco tarde para eso, ahora estoy saludando a tu hermano.
Plante otra bala mas en la cabeza de Seokjin sin importarme herir a la mujer que lloraba frente mío, para su suerte salió ilesa, encendí un cigarro y arroje mi encendedor a la cama. Sali de manera tranquila mientras se incendiaba el lugar.
Estaba parado frente a una gran fogata escuchando gritos de algunos sobrevivientes, sonó mi teléfono conteste sin mirar la pantalla.
— ¿Jk? ¿Dónde estás? No me avisaste de esto.
—No es tu problema Yoongi.
—No podrás solo con tu estúpido plan, morirás antes de encontrarla.
—No moriré, no hasta que ella este bien, te marco mas tarde tengo otra llamada—colgué y le conteste al segundo número — ¿diga?
—Te mande la dirección de Leetuk, ese fue sencillo.
—Gracias Hobi.
Subí a la moto y continúe hacia mi segunda parada, podría decirse que me encontraba tranquilo, no tenía mucha ciencia la dirección del pervertido de Leetuk, era uno de sus tantos prostíbulos, el ambiente pesado y cargado de depravación estaba en cada rincón, ahí no había reglas podía ver gente tener sexo en cada parte del lugar, bufe y llegue al despacho de Leetuk sus guardias no me detendrían no sabían mis intenciones, entre sin tocar una mujer le proporcionaba placer con la boca a ese degenerado, me senté en la silla frente a su escritorio dejando mi pistola sobre este.
—Jk, ¿Qué te trae por aquí?
—Venía a saludar solamente.
La mujer hincada me observo y le hice señas de que se largara del lugar, ella se levantó y se fue.
—Eso no es común en ti, ¿necesitas alguna especie de favor?
—No, se que tienes un buen negocio con los Kim en puertas, bueno con el Kim que queda.
—¿De qué hablas?
—Si, necesitaras otro socio, Seokjin ya no esta tan disponible.
—¿Está muerto?
—Sí, pensándolo bien, no creo que necesites otro socio si también mueres.
Tome la pistola y le dispare en el pecho dos veces.
—No morirás al instante, te dejare que le marques a tu jefe, por el momento debo irme tengo que descansar un poco antes de que continuar, así como dicen que un imperio no se construye en un día, destruir uno tampoco es tan sencillo.
Lo deje desangrándose en la silla, mientras planeaba mi siguiente movimiento.
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