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Primeras veces



Jk

Maldecia al primer hijo de puta que recibió una mamada asi por parte de mi Azul, porque era lógico que no era su primera vez haciendo una, pero me aseguraría que mi polla fuera la ultima a la que se las hace, mi única manera para lograrlo es al fin hacerla mi mujer en la cama, su cara de asombro al verme con la caja de condones, no tenia desperdicio, pero debe saber una cosa, si me provoca de esa manera, no espere que me detenga, tengo fuerza de voluntad pero estoy en mi limite, tiene que ser mía ahora.

Parecía un corderito llevado al matadero en mi cama, me miraba de arriba abajo expectante de mi siguiente movimiento, lo primero fue quitarme la ropa, sabia que ver mi cuerpo le gustaba, no me equivocaba al quitar mi camisa, sus tiernos ojos bajaron instantáneamente a mi abdomen, se mordió los labios, mande a la mierda el pantalón junto con el bóxer, ella regreso la vista a mis ojos, para mi sorpresa se quito también los jeans y la blusa quedando solo con su linda ropa interior, el golpe en su abdomen permanecía pero menos morado, me acerque de manera lenta, y comencé besando su cadera, mi lengua hizo camino hasta la mándala entre sus pechos, mi mano subió junto conmigo hasta tomarla por el cuello sin apretar, le mordí los labios, la solté para que mi mano recorriera esa suave piel, hasta llegar a su entrepierna, haciendo aun lado el panty, usando mis dedos para frotar por encima de sus labios vaginales, se sostuvo de mi nuca para acercarse a mi boca iniciando un beso desesperado, entre cada movimiento de mis dedos ella trataba de morderme, pero el labio le temblaba, era tan sensible, hundí mi dedo para preparar terreno su estrechez seria un problema para ambos en esta situación.

—Abre un poco mas las piernas bonita.

Obediente

Pude meter mas a profundidad mi dedo, moviéndolo de manera continua, su lubricación comenzó a fluir dándome entrada a un segundo dedo, esta vez gimió encajando sus uñas en la sabana, movía mis dedos rascando lento en su interior, no quería perderme sus expresiones al estarla masturbando, pero otra parte de su cuerpo rogaba mi atención, fui dando besos cortos por su hombro quitando los tirantes del sostén, para tener expuestos sus pechos, con mi mano izquierda logre quitar los broches tras su espalda, liberando esos magníficos senos, mi lengua delineo su pezón hasta que este se hincho al tacto.

Succione

Mordí

Y amase.

Sus gemidos estaban siendo música para mi, me arriesgue a introducir un tercer dedo, pero sin moverlos mas, se sujeto de mis brazos aprontándolos mientras tenia un orgasmo, baño mis dedos con sus jugos, los saque para después lamerlos, quite sus pantys, y ahora todo su cuerpo estaba desnudo ante mi, combinaba con su cara invadida por el rubor de la excitación, ella era un obra de arte, fui por la caja de condones sacando uno para colocarlo en mi erección formada por la imagen en mi cama, regrese con ella, alinee mi miembro en su entrada, y empuje un poco, ella se arqueo y clavo sus uñas en mi espalda, eso me ponía peor de duro, trate de entrar un poco mas, pero sentí que me empujo de los hombros.

—¿Te duele?

—Un poco, pero no te detengas.

Beso mi mentón, y empuje de nuevo esta vez mas lento, dejando que se acostumbrara a la invasión, intento gemir, pero poseí su boca para distraerla un poco del dolor, no me moví de nuevo, espere a la señal para hacer, mi miembro palpitaba dentro suyo ansioso de mas, pero debía controlarme, mientras la besaba se relajo de nuevo, levante un poco su pierna empujando de nuevo, esta vez se tenso menos, sali despacio para empezar a empujar lento de nuevo, un par de lagrimas salieron de sus ojos hermosos, recogí sus lagrimas con mis labios.

—Podemos detenernos.

Negó con la cabeza.

—Ya duele menos, puedes moverte mas rápido— su voz era mas un susurro.

Mirándola inicie de nuevo con los movimientos pélvicos, ella comenzó a moverse también, indicándome que se acostumbraba a la penetración, se sentía tan bien estar dentro suyo, que no podía concentrarme mucho, me vendría muy rápido.

—¿Jungkook?

La mire atento.

—¿Puedo estar arriba?

Supongo que ella tenga el control será mejor para que se acostumbre, salí de ella para darme la vuelta y dejar que subiera a su antojo, se acomodo colocando su mano en mi abdomen, y con la otra alineo mi miembro a su entrada de nuevo, cuando entre ella gimió arqueando su espalda dándome una perfecta vista de sus pechos, el movimiento de sus caderas comenzó lento, lo hacia de manera circular, yo puse mis manos en sus nalgas apretándolas mientras se movía.

Me dominaba

Sus torpes movimientos eras perfectos.

Se comenzaba a cansar, me senté para poder ayudarle con mis manos a moverse, ella tomo mi rostro y me beso, su cuerpo estaba caliente, el sudor bajaba por su cuello, subí mis manos para apretarla contra mi cuerpo y que sus pechos rozaran con mis pectorales al subir y bajar, lamí una gota de sudor de su cuello, para después dejar marcas en el mismo, el temblor en sus piernas me anunciaban su siguiente orgasmo, apretaba tanto mi miembro en sus paredes vaginales que no pude contenerme mas y termine junto con ella.

Quería mas.

Pero se que para ella era suficiente, para su primera vez, deje besos en todo su rostro, antes de salirme, y tirar el condón, regrese a la cama y la vi abrazada de la almohada.

—¿Qué sucede bonita?

Parecía que iba a llorar, me aterre por un momento, y la tome entre mis brazos.

—Perdón—acaricie su espalda —creo que no lo hice bien.

—No me espantes niña, creí que algo mas te había pasado, pensé que te lastime.

—Pero siento que tu no quedaste satisfecho.

—Nunca había quedado tan satisfecho en mi vida.

Tome su rostro para besarla.

—No creo poder imaginarme ningún otro cuerpo ahora, por esta noche es suficiente, esperare paciente hasta poder tener mas de ti, jamás me cansare de tu cuerpo esa es una promesa, ahora, ve a ducharte y te espero para dormir.

—¿Te puedes duchar conmigo?

Azul

Me dolía la cadera, pero necesitaba mas de él, solo que mi cuerpo estaba siendo necio y no me daba la fuerza suficiente para llevarle el paso, note que se contuvo mucho, era mas su temor a lastimarme que siento que no lo disfruto como yo, Luego dijo todas esas cosas bonitas sobre de mi, mi corazón estaba mas que feliz.

Nos metimos a la ducha, algunos hilos de sangre recorrían mis muslos, sabia que eso era normal, él me tallaba el cabello, y enjabonaba mi espalda, me encantaba como sus manos recorrían mi cuerpo con el jabón, paso sus manos por mi vientre y note como tenia una erección, no podía dejarlo así, además de solo pensar que estaba rozando mi espalda, ya deseaba algo mas.

Lleve su mano hasta mi entrepierna, el se inclino un poco para besar mi cuello comenzando a mover el jabón por mis entrada, lo apretaba contra mi mientras tallaba, no quería que se detuviera pero me giro de pronto cargándome y metiéndolo sin aviso ni preparación alguna, sentí una punzada de dolor, pero a la vez una gran satisfacción, me aferre a su cuello, me recargo contra la pared para hacer los embistes mas firmes.

—El, el condón.

—Tomare el puto riesgo.

Dijo besándome de manera mas salvaje, recargue mi cabeza en su hombro gimiéndole al oído, esto lo provocaba aun mas y me daba con mas fuerza.

—Jungkook.

Gemía su nombre y él enloquecía, el dolor inicial se había esfumado, ahora solo eran oleadas de placer, en un instante recibí mi tercer orgasmo de la noche, el salió de mi y termino en mi vientre.

Terminamos de bañarnos, y me puse una pijama, camine despacio a la cama sintiendo como mis piernas querían fallar, me cole entre sus brazos y caí dormida sin saber de mi.

Escuche sonar mi teléfono algunas veces, como pude me senté en la cama, tomándolo de la mesita de noche, no vi el numero solo conteste medio dormida.

—¿Bueno?

—¿Aun duermes?

—¿Quién habla?

—Soy Jackson, se supone que vendrías a Mikrokosmos a las diez de la mañana, y ya son las diez y quince.

—¡Demonios olvide! Estaré ahí en diez minutos.

Le colgué y quise salir rápido de la cama, pero no podía moverme demasiado rápido me dolía hasta las uñas, como pude me cambie, no note que Jungkook no estaba en la cama, ni Max en el estudio.

Baje las escaleras maldiciendo cada escalón, y subir a la moto fue aun mas doloroso, así que primero llegue a la farmacia, por un frasco de analgésicos, una pastilla de emergencia.

—Llévate de una vez las pastillas anticonceptivas— la dependienta me sonreía mientras me veía ver la cajita de la de emergencia.

—¿Las recomiendas?

—Srita, si vas a tener una pareja estable, es mejor que te las lleves, o si no es así, llévate un paquete de preservativos.

—Creo que llevare los dos.

—Muy bien, en la cajita viene el modo de uso, si tienes dudas puedes acudir a un ginecólogo para mejor asesoría.

—Gracias, me agregas una botella de agua por favor.

Sali tome los analgésicos y la pastilla, vería lo de los anticonceptivos después, llegue casi a las once al la discoteca.

—Perdon, perdón, perdón, me quede dormida, perdón.

—Deja de disculparte Azul, mejor comencemos que el administrador ya esta impaciente, además creo que vendrá el dueño del lugar a ver el tema de este mes.

Cada mes había un evento en el Mikrokosmos con tema en especifico, eso atraía a mucha clientela, era un fin de semana completo, los djs se turnan en las tornamesas para dar una mezcla con temática del mes, eran divertidas, los clientes venían vestidos de acuerdo al tema, y todo el lugar era decorado igual, esta vez me tocaría ser la dj principal, y la temática seria "el circo."

—¿Qué papel representare?

—Como estarás enfrente, serás la maestra de ceremonias, los meseros serán arlequines, los djs secundarios serán magos, y los bartenders trapecistas, excepto Jackson te tocara ser el domador de leones.

Los demás estuvieron de acuerdo, nos pusimos de acuerdo a la decoración, y los djs, nos dividimos temas centrales, para que nuestras mezclas fueran variadas.

—Jackson, te de dicho lo guapo que te vez hoy.

—¿Qué quieres?

—¿Podrías ir a la cabina y traer mi laptop?

—Si, pero ¿Por qué no subes tu?

—Difícil de explicar.

—Ya vuelvo.

Bajo con mi laptop, se sentó aun lado mío, y apretó una de las marcas de mi hombro.

—¿Nuevo Tatuaje?

—No lo habia notado.

—¿Por eso no puedes subir escaleras?

—No hare comentarios al respecto.

—Platícame anda, dime, quiero detalles y detalles sucios.

—Claro que no, ahora deja buscar mi traje para el sábado.

—No seas así, yo te platico todo.

—Eso es porque tu eres un descarado que te gusta alardear de tus conquistas con las clientes, pero yo si tengo un poco de pudor.

—Por como te ruborizas al pensarlo, supongo que te fue muy bien.


Me pellizco las mejillas, y nos pusimos a platicar, el quería que eligiera un traje con falda para ser la maestra de ceremonias, pero no me podría mover agosto, además no puedo llegar en falda en la moto, di con el traje adecuado, lo ordene y llegaría a la tienda mañana.

—Buenas tardes.

Una voz gruesa nos hizo desviar la mirada, un hombre alto y moreno, de traje nos saludaba con una bella sonrisa con hoyuelos.

—Buenas tardes señor Kim.

Era el dueño del lugar, casi nunca lo había visto, por eso no lo reconocí, me levante del asiento y salude de manera cortes.

—Buenas tardes señor Kim.

—Reconozco a Jackson, pero ¿tu eres?

—Soy Choi Azul, soy la dj principal.

—Cierto, un placer señorita Choi, soy Kim Namjoon ¿esta lista para el fin de semana?

—Si, será un buen espectáculo, no lo decepcionare.

—Dudo que lo haga, bien iré con el administrador, con su permiso.

Se retira, es una persona muy educada

—Él me da algo de miedo, es demasiado serio.

—Tiene que serlo es tu jefe.

Sali del la Discoteca como a las dos de la tarde, le marque a Jungkook.

—Hola bonita.

—Hola, ¿leíste mi nota?

—Si, ¿ya vienes?

Sentir que alguien estaba esperando por mi, me hacia emocionar mas de lo que pensé, además menciono que preparo la comida, era como tener un hogar, mi cuerpo reacciono dando algunos brinquitos, los cuales me dolieron hasta la columna.

—Au, au tonta—me sobe la cadera.

—¿Esta bien señorita?— el jefe.

—No es nada de que preocuparse señor.

—Que bien, porque hace un momento sonreía de una linda manera, y se mueca de dolor arruina su rostro.

Por alguna razón me sentí incomoda.

—Gracias por preocuparse, pero en verdad estoy bien.

—¿La llevo?

—No, no es necesario, vengo en mi moto, gracias por el detalle, lo veo después señor.

—Téngalo por seguro.

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