EXTRA I
— HALLOWEEN 1974 —
Ser de la misma generación de los Merodeadores implicaba ganarte problemas sin ni siquiera estar involucrados y por eso, Kiara Moncier no soportaba aquel grupo de cuatro Gryffindor's revoltosos e insoportables.
Estaban en clase de Slughorn, Kiara no podía evitar rodar los ojos al ver como Cassandra miraba con ojos soñadores a Remus mientras el recitaba los beneficiosos de la poción "Pepperup" y hacia ademanes de que al tomarla sale humo por las orejas.
Cassandra Stivienson lleva suspirando por el castaño desde hace un año y aunque ella no se de cuenta, el chico esta de la misma forma por ella. Kiara desvió su mirada hacia Aleixander que tomaba uno de sus pergaminos inservibles y lo hacia bola, miro hacia su alrededor y se lo lanzo a Sirius Black golpeándolo en la nuca.
Cassandra se quedó inmóvil, Kiara hizo una mueca tratando de no reír y Aleixander se apresuro a tomar su libro y fingir que leía. Sirius volteo hacia atrás y se encontró al trio de amigos totalmente normal, como ellos siempre permanecían en todas las clases.
El primer año en Hogwarts siempre envidio la amistad y suerte de el trio. Se conocían desde sus primeros años de educación muggle y tenían suerte que los tres tenían genes mágicos para continuar su amistad en Hogwarts., pero, claro que ahora el chico no podía envidiar algo que el tiene, tres amigos fabulosos por los que podría dar su vida entera.
Sirius se quedo mirando a Kiara un poco mas de lo normal y se percato de que suele fruncir el entre cejo a menudo, también que mira a sus lados como si tratara de prevenir las cosas y se sorprendió de notar la forma en que su cabello resalta sobre su piel pálida.
El chico sacudió su cabeza y volteo hacia al frente encontrándose a sus tres amigos con las cabezas juntas mientras susurraban cosas rápidamente. El Black se inclino y unió su cabeza a la de ellos, así que comenzó a escuchar de lo que hablaban.
— Será lo mejor que hemos hecho — decía James Potter en susurros. — Solo debemos seguir el plan de Remus y todo saldrá a la perfección.
— Me perdí el plan, ¿podrían repetirlo? — pregunto el Black y James sonrió ante la presencia de su amigo.
— Claro que si, Sirius — así fue como James Potter comenzó a contar nuevamente el plan y Sirius sonrió al escuchar lo que tramaban.
Una fiesta.
James tuvo la brillante idea de hacer una fiesta, pero saben que Mcgonagall es tan minuciosa que siempre se da cuenta cuando una se lleva a cabo, por esa razon es que necesitan un gran plan.
Remus tuvo la brillante idea de hacer que la profesora Mcgonagall se mantenga ocupada durante la fiesta, así que el chico sugirió que le coloquen una poción para dormir en la bebida durante la cena para que de aquella forma garantizar que la fiesta concluirá sin ninguna interrupción.
Le encomendaron la tarea de difundir sobre la fiesta a Peter, el chico se paseó por todas las mesas del Gran Comedor invitándolos a la sala común de Gryffindor y el chico regreso feliz con sus amigos al recibir puras respuestas positivas.
Obviamente James Potter realizo la poción, hace años su padre Fleamont Potter le había enseñado perfectamente su elaboración y salió justo como esperaba.
Sirius Black fue el encargado de verter la poción en el jugo de calabaza que esa noche de Halloween tomaba la profesora. Así que el chico se puso de pie y se acerco a la mesa de los profesores.
Minerva Mcgonagall lo miro interrogante y Sirius le sonrió inocentemente.
— ¿A que debo tu visita, señor Black? — preguntó la profesora mientras veía al chico.
— Hay que dejar las formalidades de lado, mamá minnie — Sirius decía. — Me apetecía hablar con usted esta noche, me encanta la festividad de Halloween.
— Ciertamente a mi me incomoda — Mcgonagall dijo. — Mi esposo falleció una noche de estas.
Sirius comenzó a reír pero al ver la cara seria de la mujer lo hizo detenerse y hacer una mueca.
— Disculpe, pensé que bromeaba — Sirius dijo, estaba apenado.
Una atmósfera de incomodidad se instalo en ambos pero la mujer decidió romperla, muy en el fondo apreciaba al mayor de los Black y no quería que el chico se fuera de una manera negativa de regreso a su mesa.
— Estoy contenta con usted y sus amigos — Mcgonagall le dio una sonrisa a Sirius. — No han hecho ningún desastre.
— Queremos cambiar — mintió el chico y la profesora sonrió aun mas. — ¿La puedo abrazar?
Mcgonagall pareció dudar pero termino asintiendo y fue el momento donde el chico colocó la poción en la bebida. Cuando se separo de la maestra solo le sonrió y regreso a su mesa, ahí solo alzo ambos pulgares a sus amigos quienes sonrieron.
•
— Tenemos catorce años — decía Lily a James Potter en medio de la fiesta. — ¿Como se te ocurre organizar una fiesta donde el único giro de interés es consumir sustancias alcohólicas?
— No seas aguafiestas, Lily-flor — James dijo y repitió aquella acción que tanto molestaba a la pelirroja, el paso su mano por su cabello sacudiéndolo.
— ¡Agh, te odio! — exclamó Lily hacia el miope y se fue hacia su habitación completamente irritada.
— La traes muerta, James — Marlene dijo, mientras pasaba por un lado tomada de la mano de Aleix.
— Verdad que si — James sonrió orgulloso. — Sabia que pronto caería ante mi.
— Potter, es broma — Aleix aclaró. — Ella te odia mas que Snape a ustedes, tenlo por seguro.
— No menciones a Quejicus — el chico de lentes pidió. — Arruinas mi felicidad.
— Y la de todos — Sirius dijo mientras llegaba junto con Peter.
La platica entre los cuatro tomo otro giro, hasta que Sirius notó que Peter miraba hacia el otro extremo de la sala común y la curiosidad lo pico de repente.
— ¿Que ves, Pet? — preguntó el Black y siguió la mirada de su amigo, se encontró con Kiara Moncier sonriendo hacia Cassandra Stivienson.
Fue la primera vez que reparo en el atractivo de la chica. Sus ojos azul aqua brillaban aquella noche y su cabello de color negro caía sobre su espalda de tal manera que la hacia ver como un ángel, y aquella sonrisa que hacia que cualquiera pudiera rendirse ante ella.
A Sirius Black le habían atraído demasiadas chicas en Hogwarts, pero era la primera vez que una causaba un efecto diferente y Kiara Moncier había logrado cautivar al Black mayor sin ni siquiera intentarlo.
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