CAPITULO VII
— VISITAS INESPERADAS —
La mañana siguiente que llegaron de Hogwarts, Kiara despertó y noto que ya había caído nieve en Valle de Godric. A pesar de haber despertado aún no quería levantarse de la cama pero unas voces en el piso de abajo hizo que agudizara el oído para tratar de reconocerlas pero no lo logro.
Cómo su curiosidad era más grande que su pereza, se levantó y tardo un poco porque también se baño y trato de verse presentable y no que acababa de despertar.
Ato el cordón de su bota y salió de su habitación para bajar al comedor, que era donde se escuchaban las voces.
– ¿Y tus hijas?. – Preguntó una de esas voces "desconocidas" y Kiara casi se regresa de no ser porque su hermana venía detrás de ella.
– Vamos.
Keira se adelanto y Kiara solo le quedó seguirla, cuando se adentraron al comedor el lugar quedó en silencio.
– Buenos días. – Saludo Keira y Kiara solo saludo con un asentamiento de cabeza hacia los señores pero una mirada de su madre la hizo saludar correctamente.
– Buenos días. – Murmuró.
– Buenos días queridas.
Euphemia Potter es una mujer muy dulce y atenta, le fascinan los niños y es ese tipo de madre que todos quieren, también en el comedor se encontraba Fleamont Potter el es un pocionista reconocido, ambos son padres de James Potter el cual también estaba en el lugar y a su lado está Sirius Black el cual no le quitó la mirada a Kiara esperando que ella lo mirara pero no lo hizo.
Keira se sentó en su lugar que es a un lado de su madre y Kiara tomo lugar a un lado de su padre que se encontraba en una punta de la mesa. Kiara solo tomo una taza de café y dos tostadas con mermelada de fresa, su hambre había desaparecido.
– Me gustaría invitarlos a pasar noche buena con nosotros en nuestro hogar para recibir juntos la navidad. – Dijo Euphemia y Kiara casi se ahoga con su café haciendo que tosa un poco.
– Me encantaría Euphemia, gracias por la invitación ahí estaremos...
– Yo no puedo. – Interrumpió Kiara a su madre. – Ya tengo planes con Aleix y Cass.
– Pues dile a ambos que sus planes serán cancelados porque iremos con los Potter e iremos los seis. – Dijo su madre y tanto Kiara como Keira fruncieron el ceño.
– Madre solo somos cuatro. – Le dijo Keira.
– No olvides a Aleixander y Cassandra.
– MAMÁ.
– Me parece perfecto, igual irán Peter y Remus podrán divertirse entre ellos, ¿los padres de Aleixander y Cassandra tienen algún problema?. – Preguntó preocupada la matriarca de los Potter.
– No para nada, los padres de Aleix deben salir de viaje por trabajo y se quedará aquí, igual Cassandra ya que su madre irá a visitar a su familia la cuál no congenia muy bien con la chica.
Kiara resoplo y volvió a su desayuno, estaba furiosa con su madre ya que estaba a nada de cumplir dieciocho años y no la deja decidir por nada en su vida. De un momento a otro Kiara se levantó de la mesa y comenzó a caminar hacia afuera.
– ¿Dónde vas?. – Preguntó su padre.
– Con los chicos.
Se colocó su abrigo, un gorro y los guantes para después abrir la puerta y sin despedirse salió de su casa y se encaminó al pequeño cuarto al fondo del jardín que es donde se encuentra su escoba vieja.
∆∆∆
Sirius vio como Kiara salió sin ni siquiera mirarlo una vez, James solo veía apenado a su amigo mientras los adultos volvían a platicar como si no hubiera pasado nada.
Sirius alzo su mirada y vio que los ojos azules de Keira lo examinaban.
– ¿Porque simplemente no vas tras ella? – preguntó ella y James volteo a verla.
– Es cierto, ve y yo te cubro. – James le dijo a Sirius y el solo asintió mientras se levantaba disculpándose que debía ir al baño y rápidamente salió al jardín sin olvidar de ponerse su abrigo.
Camino hacia el fondo del jardín donde se encontraba una pequeña casita, y al acercarse pudo ver por la ventana que Kiara parecía buscar algo con desespero.
– Maldita sea, yo la dejé justo aquí. – Maldecía ella en voz demasiado alta, así que Sirius entró.
Kiara no se inmutó por eso, pero Sirius sabía que ella escucho cuando el entro.
– Hay que hablar.
∆∆∆
Cassandra Stivienson se encontraba en su habitación después de haber desayunado junto a su madre. Debía hacer la maleta para pasar las vacaciones en la casa de los Moncier pero leía un libro que Remus le regaló.
Era sobre varios cuentos mágicos, ella al ser hija de muggles creció con cuentos como "la cenicienta" o "Blancanieves", pero en el mundo mágico eran muy distintos. Si favorito hasta el momento era "La fuente de la buena fortuna".
Cassandra termino de leer y decidió que era hora de hacer su maleta, sabe que pronto llegaría Kiara y quería tener lista su maleta. Comenzó a sacar ropa que necesitaría hasta que encontró un suéter el cual ella había quitado a su papá hace dos años, sonrió mientras lo tomaba entre sus manos y lo olía. Aún olía a él y un poco al perfume de ella, lo doblo y guardo en la maleta. De pronto escucho el timbre de la casa y después escucho pasos por las escaleras.
– ¿Ya casi?. – Preguntó Kiara mientras se acostaba en la cama.
Cassandra asintió mientras echaba lo que faltaba y cerro su maleta. Noto que Kiara estaba comportándose de forma extraña.
– ¿Te sucedió algo?. – Preguntó mientras Kiara asentía.
– Pero vamos con Aleix, quiero contarles a ambos.
Cassandra asintió y se abrigo para despues tomar la maleta y bajar para despedirse de su madre.
– Recuerda que regresaré antes de que te vayas a Hogwarts. – Le dijo su madre mientras la abrazaba y le besaba la mejilla. – Te amo.
– Yo igual mamá.
La señora Stivienson igual se despidió de Kiara y ambas salieron de la casa y se montaron en la escoba de Kiara.
– Espero llegar completa con Aleix.
Kiara río con lo que dijo Cassandra y se enrumbo a casa de los Harrison, la cuál no estaban muy lejos. Kiara vivía en valle de Godric, Aleixander en el pueblo vecino y Cassandra vivía en la carretera entre ambos pueblos.
Aterrizaron en el patio de la casa de Harrison y el parecía estar esperándolas porque rápidamente les abrió la puerta invitandolas a pasar.
– Vamos a tu habitación. – Dijo Kiara y Aleixander asintió mientras los tres subían.
Llegaron a la habitación que sorprendentemente se encontraba limpia, mayormente siempre se podía ver ropa tirada o pergaminos arrugados.
– ¿Tus padres?. – Preguntó Cassandra.
– Están en el ministerio, me dijeron que vendrán más tarde para llevarnos a casa de Kiara. – Contestó el y ambas chicas asintieron.
– ¿Que sucedió, Kiara?.
Cassandra le pregunto a la chica y Kiara solo los miraba mientras recordaba lo sucedido en el tren y en su casa.
– Sirius me besó en el tren.
Cassandra abrió sus ojos y Aleixander puso una sonrisa burlona en su rostro.
– ¿Por eso estás así? – Preguntó el.
– Lo volvió a hacer hoy, y yo no sé, me siento muy rara y...
– Es porque te gusta. – Soltó Cassandra y Aleix asintió.
– Por supuesto que no.
– Solo deberías aceptar tus sentimientos y bueno tampoco es como que la reputación de Sirius ayude mucho pero podrías darle una oportunidad y...
– No. – Lo interrumpió ella. – Eso es un desastre y yo no estoy preparada para lidiar con eso.
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