– ¿COMPROMISO? –

Kiara y James salieron de la enfermería la mañana del 7 de noviembre. Aleixander cito a Cassandra y Kiara en el lago negro porque decía que necesitaba hablar con ellas.

Y ahí estaba el, esperando que llegarán mientras veía como el calamar le lanzaba agua helada a unos alumnos de segundo año.

Kiara y Cassandra bajaban las escaleras del vestíbulo y al llegar ahí se cruzaron con los merodeadores.

– Hola Rem. – Saludo Cassandra.

– Moon.

Remus se acercó y le dio un beso, y a sorpresa de todos ambos se despidieron y Cassandra tomo a Kiara del brazo mientras los merodeadores continuaban su camino.

– Pensé que estarías más con Lupin.

– Aleix nos espera, Kiara. – respondió Cassandra y justo llegaron con su amigo.

Aleixander miro a sus dos amigas mientras ellas lo observaban a el.

– Chicas, ustedes saben que son mis mejores amigas y llevamos casi once años siendo amigos me parece prudente que ustedes sean las primeras en saber...

– Eres gay, Aleix. – Soltó Cassandra mientras aplaudía y Aleixander se quedó callado.

– Por Merlin, ¿y Marlene?. – Preguntó Kiara.

– No, Cass no soy gay – dijo Aleix. – Saben que jamás ilusionaria a alguien y pasaría años con ella para jugar con sus sentimientos de esa forma.

Ambas chicas asintieron.

– Ahora si, ambas son mis mejores amigas y solo vean esto.

Aleix saco una pequeña caja de terciopelo y la abrió mostrandola a sus amigas. El estaba nervioso, le importaba mucho lo que ellas pensaran y claro que necesitaba ahora la opinión de ellas. Los nervios de el se fueron cuando Kiara chillo y lo abrazo con fuerza, Cassandra no tardó en unirse al abrazo.

– Sabes que siempre te apoyaré en lo que quieras hacer, tienes mi total aprobación. – le dijo Kiara.

– Sabes que igual la mía, los amo a ambos y siempre los voy a apoyar.

Cuando se separaron del abrazo vieron como el se limpiaba una lágrima.

– Es algo que me emociona mucho, amo a Marlene y estoy seguro de querer estar a su lado.

Después de eso, el trío de amigos se sentó debajo de un árbol mientras hablaban de cualquier cosa.

– ¿Hablaste con tus padres sobre el compromiso?. – Preguntó Cassandra y Aleix asintió.

– Me dijeron que era muy apresurado y que debía esperar más, pero les dije que hay una guerra y que, por eso mismo, es que quiero disfrutar con Marlene desde antes.

Mientras Aleix hablaba de sus planes con Marlene sus ojos brillaban y la sonrisa jamás abandonaba su rostro.

– ¿Y tú qué tal con tu lobito?. – Cassandra sonrió ante la pregunta de Kiara.

– Todo bien. – Respondio ella.

– ¿Te sientes bien con el? – Ahora el que pregunto fue Aleixander.

– Si, saben que Remus puede hacerme sentir en las estrellas tan solo con mirarme.

Aleix sonrió con lo que dijo Cassandra pero Kiara se distrajo con el chico de ojos grises que salía del castillo.

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Kiara caminaba rápidamente hacia la biblioteca, no había hecho las tareas que les dejaron y el día que duró en la enfermería hizo que se atrasara.

Cuando llegó a la biblioteca vio que en una mesa se encontraba su hermana y se acercó.

– Hola Kei –. Saludo Kiara cuando se puso frente a ella. Keira se tenso pero trato de sonreír.

– ¿Como sigues?.

– Ya mejor, ¿has hablado con Aleix?. – Kiara pregunto.

– Si, hace poco se fue y enhorabuena por sus planes.

La plática no siguió mucho porque Keira se disculpo que tenía que ir a cambiar los anuncios de la sala común y Kiara ocupo la mesa donde antes estuvo su hermana.

Comenzó a sacar sus libros de transformaciones, pociones, encantamientos, runas y astronomía. Y comenzó con pociones que era un pergamino de treinta centímetros sobre el veritaserum, ya que es la poción con la que están trabajando.

– Mi angel. – Saludo Sirius mientras tomaba asiento frente a ella dándole una sonrisa.

– Black. – Saludo ella sin despegar la vista de su libro.

Sirius decidió sacar su mapa para localizar los planetas, era la tarea de astronomía y el era muy bueno en esa materia, quería estar con Kiara y la situación no importaba.

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– Llevo dos horas buscando a Sirius, parezco el papá de todos ellos andando detrás para que hagan sus deberes. – Le decía Remus a Cassandra mientras ambos buscaban a Sirius.

– Lo hemos buscado en todos lados, a menos que esté encerrado en la habitación de alguna Hufflepuff o Ravenclaw, pienso que podría estar en la biblioteca. – Cassandra jalo a Remus hasta la puerta del lugar.

– Es Sirius, el último lugar donde podría estar sería la bi...

Pero las palabras de Remus se vieron interrumpidas cuando Cassandra abrió la puerta y en una mesa se podía observar a Kiara escribiendo sobre un pergamino y a Sirius trazando con una pluma sobre un mapa.

– Ahí está. – Dijo Cassandra mientras cerraba la puerta. – Sorprendente, en verdad.

– Lo es, ¿vamos a las cocinas?. – Preguntó Remus.

– Por tazas de chocolate caliente.

Remus le dedico una sonrisa a Cassandra y tomaron rumbo hacia el lugar, al llegar fueron rodeados por elfos domésticos y ellos se sentaron en una mesa para esperar la bebida caliente.

– ¿Te noto preocupado? ¿que es lo que te mantiene así? – le pregunto Cassandra a su novio.

– No puedo dejar de pensar en lo sucedido en el partido, me preocupa que vuelvan atentar contra la vida de James o Kiara, o que incluso lo intenten contra alguien más – lo comentaba Remus mientras miraba sus manos.

– Entiendo, igual me preocupa pero Remus no podemos evitar está guerra, siento que ya somos parte de esto y...

El sonido de la puerta se escuchó acompañado de unas voces.

– Sucederá en navidad, está todo...

Igual Keira guardó silencio cuando vio que Remus y Cassandra se encontraban dentro.

– Hola Kei, Black. – Saludo alegremente Cassandra, Keira sonrió y Regulus solo pudo contenerse a no insultar a la chica, ya que Cassandra es hija de muggles.

– Solo veníamos por unas galletas. – Hablo Keira caminando hacia un elfo que rápidamente le entrego un plato lleno de estás.

Rápidamente los Slytherin abandonaron las cocinas, los Gryffindor se voltearon a ver confundidos.

– ¿Que sucederá en navidad?. – Remus solo pudo encogerse sin saber que decir.

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