— La foto maldita —

Se les permitió salir a los Potter porque a todos les pareció correcto tomarse una foto para preservarla.

Parecía que Marlene ya tenía el lugar donde se encontraría cada quien y cuando todos estuvieron ahí ella decidió acomodar a todos.

Dumbledore no aparecio en la foto y parecía que la idea no era de su mayor agrado y a todos les confundió su actitud ya que hasta Alastor Moody estuvo de acuerdo.

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No pasaron ni dos días desde que la foto fue tomada cuando los gemelos Prewett junto a Alhena Black fueron emboscados por cinco mortifagos entre esos Antoni Dolohov y fueron brutalmente asesinados.

— Es una pena lo que sucedió, desde hace tiempo he tenido ciertas dudas y cada vez lo confirmo más. — Todos miraban expectantes a Dumbledore. — Tenemos un traidor, alguien de aquí le pasa información a Voldemort. Realmente es así, porque solamente nosotros sabíamos que ellos se dirigirian a casa de Andrómeda y fuera de ahí ellos fueron emboscados.

Cuando Peter escucho eso se puso completamente nervioso.

— ¿Tiene alguna idea de quién podría ser?.

— Claramente no lo sé, señorita Black. — Kiara hizo una mueca. Ella tampoco tenía una idea de quién podría ser.

Todos se encontraban demasiado confusos pero aún así se mantenían alerta. Nadie sabía quién podía ser y no querían desconfiar del equivocado pero simplemente era imposible no hacerlo.

Cuando Kiara y Sirius llegaron a su casa después de recorrer a Lyra y Cassiopeia de la casa de los Moncier, Sirius se paseaba de un lado a otro con el ceño fruncido.

— ¿Tienes algo?. — Kiara pregunto.

— ¿Crees probable que Lunático sea el traidor?. — Sirius miro a sus ojos directamente.

— Realmente no, antes tu y yo seríamos los traidores.

La respuesta de Kiara hizo que el se molestará y simplemente salió de la habitación.

Kiara realmente no sabía el porque de la actitud de Sirius, pensaba que tal vez se sentía realmente presionado porque la orden ahora tenía la soga en el cuello porque tenía un traidor en las filas.

— Ma-Ma. — La señora Black escucho un pequeño balbuceo y cuando volteo se encontró con Cassie a un lado de ella.

— ¿Dijiste "mamá"?. — Kiara pregunto mientras Cassiopeia reía. — Pensé que tú primer palabra sería papá o canuto.

Kiara la mayor parte del día se los dedicaba a su hija y sobrina, le gustaba sentarse con ellas en la alfombra mientras jugaban o aveces las tres se quedaban dormidas ahí. Esos pequeños momentos con sus pequeñas le hacían revolotear el corazón y darle más sentido a su vida, la hacía que olvidará todo lo malo que ocurría fuera de las paredes de su hogar.

Sirius se encontraba en la habitación que compartía con Kiara pensando y analizando las actitudes de todos. Lo malo es que no podía hablar con nadie sobre su sospecha sobre Remus porque James le diría que es un deshonor desconfiar de esa manera de un amigo y más si ese amigo era Remus.

Solo quería que nada les sucediera a su familia y sus amigos, realmente Sirius prefería morir antes de traicionarlos. Pero sabía que muy pronto los mortifagos sabrían que el era el guardián secreto y realmente quería mantener a salvo a sus hijas y Kiara así que se puso pensar quién podría ser lo suficientemente confíable y su mente solo pensó en alguien que aparte de confiable era demasiado estupido y nadie pensaría que el fue escogido como guardian del secreto.