Capítulo 25
— La pequeña Cassie —
Las hojas abandonaban las ramas de los árboles y el clima otoñal se hacia presente durante los días de Octubre. La orden se mantenía fuerte apesar de que uno de sus miembros fue secuestrado y aún no lograban rescatarlo, conforme pasaba el tiempo las esperanzas disminuían y Alastor decía que debían esperar lo peor.
Algo que alegraba a los merodeadores era saber que Kiara estaba a días de dar a luz o eso creían ellos ya que la mañana del treinta de octubre ella se despertó con molestias pero decidió no prestar demasiada atención y se levantó como todos los días.
Cuando se encontró en la cocina sintió que un líquido corría por sus piernas y se apresuró a hablarle a Sirius.
— ¿Que sucede? — Preguntaba el chico mientras veía a su esposa.
— Ya nacerá.
Sirius no tuvo que escuchar más para correr escaleras arriba y tomar todo lo que necesitaba y cuando regreso se apresuró a llevar a su esposa a San Mungo.
∆∆∆
— ¿Se imaginan que el karma de canuto sea que el bebé que nazca tenga la misma forma de ser de el?. — James dijo mientras todos reían al pensarlo. Los Potter fueron los primeros en llegar a el hospital y no mucho después ya estaban todos.
En la sala de parto se encontraba un Sirius Black tratando de salir de la habitación sin que su esposa lo notará pero el apenas se movió un poco y ella volteo a verlo.
— ¡NI SE TE OCURRA IRTE SIRIUS BLACK!. — Kiara dijo mientras el medimago veía a el señor Black con pena.
— No planeaba hacerlo, my angel.
— NO MIENTAS, maldita sea todo esto es culpa tuya. — Decía Kiara mientras Sirius tomaba su mano y la miraba indignado.
— Ahora si es solo mi culpa, a pero...
— Comenzaremos, señores Black. — El medimago interrumpió a Sirius mientras comenzaba el parto.
Después de cuarenta minutos por fin el parto había concluido. Cuando Kiara escucho el llanto de su hija le fue imposible no sonreír y mirar a Sirius. El no despegaba su mirada de la niña hasta que se las entregaron y Kiara fue trasladada a una habitación.
Los primeros en entrar fueron los chicos ya que los padres de Kiara tenían demasiado trabajo y dijeron que irían más tarde.
Desde que los chicos entraron a la habitación vieron que Kiara no dejaba de sonreír. Cassandra fue la primera que se acercó y muy de cerca la siguió Lily.
— Acaba de nacer pero demonios Black, es idéntica a ti. — Dijo Cassandra cuando miro a la bebé. — No sé que es peor, llevar el nombre de su padre o parecerte a el.
Todos rieron mientras Sirius rodaba los ojos.
— Queridos merodeadores, les presento a Cassiopeia Phoenix Black. — Dijo Sirius mientras tomaba a la bebé con cuidado. — Mi primogénita y la princesa de papá.
No pudieron evitar sonreír al ver lo feliz que se encontraba canuto.
— Tío Cornamenta. — Dijo Sirius con voz chillona mientras se paraba frente a James. — Tu eres mi padrino y la tía Cassandra es mi madrina.
Los chicos mencionados no sabían que decir solo miraban a Sirius sin saber que decir, Cassandra sonrió y no pudo evitar mirar a su amiga.
— ¿Yo?. — Preguntó ella.
— Si no eras tú, entonces ¿quién más?.
Todos veían a la niña y se fascinaron al ver qué heredó los orbes azules de Kiara. Todos se marcharon pero solo quedaron los Potter y Black en la habitación.
— ¿Que le sucede a Lunático?. — Preguntó Kiara mientras mantenía su hija dormida en sus brazos.
Lily hizo una mueca.
— Desde que se mudo junto a Cassandra parece que pelean constantemente. — Lily respondió.
— ¿Porque?.
— Parece que ella quiere formar una familia con el, pero simplemente Remus no quiere. Últimamente Cassandra ha tenido bastantes reuniones con Dumbledore, y James escucho algo sobre una oportunidad. — Kiara asintió cuando Lily termino de hablar.
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