Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La ciencia del amor

La ciencia del amor

La semana pasa volando y no me doy cuenta que las tareas se acumulan cada vez más. Yo creo que es un delito que nos manden tantas cosas, si apenas tenemos semanas en esto, ni siquiera un mes.

—Es increíble. Ya estoy cansado de estudiar, quisiera hacer otra cosa. Esto me mata del aburrimiento —digo dejando de leer un libro de la biblioteca—. Esto es demasiado cursi para mi gusto, no me gusta el romance, prefiero la acción.

—Señor Harris, silencio. Es la biblioteca.

—Lo sé Sra. Danna. Lo siento —le digo a la bibliotecaria—. Ahora bien, esto es absurdo. Leernos una novela que tiene más de cien años, como si entendiéramos los jeroglíficos que colocan. Estamos en el siglo XXI y todavía nos siguen mandando lo mismo. Ya quisiera leer algo más interesante, no sé. Sería estupendo poder leer una historia de francotiradores y que mataran a una nación entera y, al final, ellos también sean asesinados por un arma nuclear y, finalmente, los extraterrestres vengan a invadir el mundo. Cómo me hubiese gustado ser un guerrero medieval, pero todavía puedo ser agente secreto y especializarme en asesinar. Sería estupendo.

Blaide me presta atención a medias y no voy a discutir por eso. Sé que está concentrado leyendo el libro que nos mandaron.

—Por eso quiero lanzarme en paracaídas para contemplar el panorama y cuando me toque una misión, pueda conocer bien el terreno y matar a mis enemigos. Por lo pronto, jugaré fútbol hasta fallecer, porque mis padres no van a arriesgarse a mandarme a un ejército ni nada de eso. Me conformo al menos, con ser el mariscal de campo. Eso es todo lo que deseo, lejos de mi sueño de ser espía o algo que se le parezca.

Mi amigo no me dice nada al respecto. Seguramente, le gusta mucho el libro y es por ello que no hace comentarios de lo que estoy hablando. Ahora sí me siento ignorado. Estoy hablando con los libros. Me veo como un demente psicópata, que busca amigos en algo que es objeto y no habla. Me he vuelto loco literalmente.

Mi madre me ha mandado muchos mensajes, uno de ellos es que tengo que ir rápido a la casa porque tiene algo sumamente importante que decirme. Sí, imagino que papá se enteró que tengo a alguien secreto que me gusta y mi madre le comentó toda su fantasía. Una cosa es que me gusta mi mejor amigo y otra muy distinta es que sea una chica, eso último no lo creo posible. Las chicas no me atraen como antes y dudo mucho que me atraigan de ahora en adelante. Son simpáticas y todo lo demás, pero al verlas y compararlas con Blaide, lo prefiero a él mil veces.

Es tan sencillo como comer pan con mermelada y queso derretido, más un yogurt con cereal y frutas, más unos deliciosos panqueques con miel y azúcar. Lo sé, amo comer. La comida es mi adicción, Blaide es mi delirio y el fútbol es mi pasión. Las tres cosas que más amo en este mundo.

—El personaje principal adora el postre —dice Blaide, luego de media hora estando en este lugar donde los libros absorben mi felicidad. No me gusta leer, no me gusta escribir, no me gusta nada de eso. Prefiero jugar fútbol, ver series animadas, comer mucho, dormir, estar con Blaide. En cambio, mi amigo ama leer todo tipo de historias, le gusta ver programas interesantes donde se aprende mucho y adora estar en silencio—. Deberías leerlo. Sabes que tienes que hacer el ensayo.

Bah. Eso lo busco por internet y listo. No pienso analizar nada, me da flojera. Blaide se queda con el libro a acreditación del colegio, debido a su carnet Vip exclusivo y nos vamos al estacionamiento. Es aquí donde nos debemos separar, su padre lo necesita en el taller y yo debo cumplir mi deber de limpiar el jardín, sacar la basura y reunirme con mis padres, quien sabe para qué.

—En la noche vemos una película. Traigo snacks.

—¡Sí! ¡Nos vemos!

Esperar el bus solo no me gusta, siento que en cualquier momento saldrá la chica del Aro y me matará. ¡Demonios! Eso pasa por ver películas de terror cuando no tengo sueño. Ya siento que estoy esquizofrénico, viendo cosas que no existen.

Llego a mi casa y mi madre me espera junto a unos invitados. Hay una pareja y una chica sentada en el mueble viendo la televisión. Quizás sea una nueva vecina o mamá hizo amistades en el supermercado.

Dejo el bolso en el suelo y voy al refrigerador para ver qué consigo de rico. Agarro la garrafa de leche y bebo del mismo pote. Amo la leche, es lo máximo.

—Robert, ven un momento cariño.

Me limpio la cara con la manga del suéter y voy hacia donde están ellos.

—Zac Martín y Marine Martín, su hija Trey Martín —me los presenta mamá y sonrío solamente—. Son viejos amigos de la escuela, nos vimos en el supermercado esta mañana.

«¡Lo sabía! También consigue gente que estudió con ella y se instalan a charlar por horas».

Suena mi celular y sonrío al ver el contacto. Es lo que más me emociona en todo el mundo.

— ¿Estás solo?

—No, ¿por qué?

—Necesito decirte algo. Estoy en tu habitación.

—Okey —le tranco y todos se me quedan viendo—. Debería cambiarme para almorzar. Regreso rápido.

—Ve con mi hijo Trey. No pasará nada.

—Madre, bajo enseguida, ¿sí? No limpié mi habitación esta mañana y no es adecuado que una chica lo vea así. Prometo regresar rápido —la mentira funciona.

La chica ni caso me hace, quizás no quiera estar conmigo y la entiendo. Es mejor así. Mi madre no dice nada y sigue charlando animadamente junto a la pareja.

Corriendo llego a mi cuarto y está Blaide de pie y muy serio.

—¿Dime qué pasa? Creí que estabas con tu padre.

—Quiero que sepas que te amo y mucho, Robert.

«Okey, ¡Qué confesión tan profunda!»

—Eso ya lo sé, pero cuál es el punto. No viniste sólo a decirme esto, ¿verdad?

—Esto es difícil, Ro.

—¿Dime qué sucede?

—Me van a transferir a otra escuela Ro.

— ¿Por qué?

—Básicamente, me voy a mudar a otro país.

— ¿Y lo de la universidad?

—Queda en ese país Ro.

—No puedes irte. Tenemos que graduarnos juntos. No podemos estar separados. Si es posible, ¿me puedo ir contigo?

—Ya es una decisión que tomé oficialmente.

— ¿Pero dijiste que me amabas?

—Y es cierto Ro. Te amo demasiado.

— ¡No me puedes dejar solo! ¡No ahora!

—Me iré mañana. ¿Quieres que me quede hoy?

— ¿Para qué? Si te vas...

Me siento en el suelo de la habitación, mi madre me llama a gritos y no quiero responderle. Mi mundo se ha ido de cabeza. Todo está mal.

—Acompáñame al aeropuerto, por favor. Ya mis hermanos y mi madre se fueron. Faltamos mi papá y yo.

— ¿Para qué? ¿Quieres que me sienta peor? ¿Eso quieres? ¿Por qué decidiste irte?

—Es mi futuro Ro.

— ¡Tú eres mi maldito futuro! Hagámoslo juntos. Huyamos y ya. Soy capaz de dejar todo por ti, Blaide.

Empiezo a llorar y él me abraza para tranquilizarme, pero me pone peor. Su perfume está penetrado en mi cuerpo. Es un olor que no se me quita jamás en la vida.

—Debes bajar a comer o tu madre vendrá por ti. Me quedaré aquí, si eso es lo que deseas.

Bajo en busca de mi comida y ninguno se percata de que mis mejillas están rojas y llenas de lágrimas. Lejos de todo, es el peor día de mi vida. No puedo entender por qué tiene que mudarse, no veo una razón para que lo haga. Es ridículo.

Subo de nuevo a mi habitación y allí está él.

—Estaremos en contacto siempre Ro. Dijiste que era tuyo.

— ¿Y qué se supone que haga si te vas? Una relación a distancia jamás funciona.

—No será mucho tiempo Ro. Vendré a visitarte cada año.

—Esto no tiene ningún sentido.

—No defino mi futuro Robert y lo sabes.

—Aquí también hay universidades Blaide. Podremos estudiar juntos, vivir juntos y listo. Asunto arreglado.

—No es tan fácil Ro. Me llamaron y quiero ir para allá, es una gran oportunidad. No puedo desaprovechar eso.

—¡Lo sé!, estoy siendo egoísta. ¿Para qué mudarse si tienes todo aquí, incluyéndome?

—Tenemos grandes oportunidades allá Ro. Mi padre ya vendió el taller y la familia de mi madre nos va a ayudar.

—Sigo sin entender para qué tienes que mudarte.

—No quiero pelear contigo Ro.

El resto del día me la paso encerrado en mi cuarto junto con mi mejor amigo. Yo sigo triste y él intenta acariciarme para que me tranquilice. No es bueno que mi familia se entere que estoy enamorado de él y mantenerlo en secreto es peligroso, pero aun no quiero que lo sepan. No será fácil estar separados.

Ambos nos quedamos dormidos con las manos entrelazadas. Fingiendo que somos felices. Cuando la realidad es que él se graduará en otro colegio. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro