Título:

12. ALEX GAY CANON.

-¿Estás segura de que estarás bien?

-Mi hermano pasará por mi, Anne, tranquila — Sasha sonrió en dirección a Anne.

Anne suspiró, pero acompañó a Sasha hasta la puerta de entrada de su casa y la abrió para la rubia. Le había terminado prestando uno de sus suéteres holgados con estampados feos en el centro ya que la chamarra de la rubia no era suficiente según ella.

Habían pasado la noche viendo películas en su habitación, hasta que dieron las 10 en punto y Sasha recibió una llamada de su hermano mayor diciendo que era muy tarde, a pesar de que discutieron un poco (no de una forma agresiva), Sasha terminó cediendo a irse si el pasaba por ella.

Habían pasado diez minutos desde aquella llamada, así que seguramente Alex no tardaría mucho tiempo en llegar a la casa.

Salieron al porche y el frío de la noche las golpeó al instante, Anne se estremeció, pues no llevaba nada encima al haber creído que no tendría frío ya que solo era mientras Sasha se subía al auto de su hermano.

-Gracias por recibirme aunque no avisé — Sasha dijo, sus manos estaban dentro de los bolsillos del suéter.

Anne jugó con sus manos, nerviosa.

-No es nada, siempre me alegrará tenerte al lado — Anne respondió.

Sasha soltó un suspiro, volteó hacia Anne y dió un par de pasos hacia ella. Anne comenzó a sentir que sus mejillas hervían en cuanto Sasha estuvo demasiado cerca de ella.

Sasha dejó un corto beso en la mejilla de Anne y se alejó una vez más, sonrió en su dirección observando como la castaña se volvía completamente roja y comenzaba a balbucear cosas sin sentido.

La rubia estuvo a punto de hablar cuando un auto de color rojo se estacionó en la calle frente a la casa, Sasha se dió la vuelta y reconoció el auto de su hermano.

-Gracias por la noche, Anne — se despidió por última vez antes de comenzar a bajar las gradas del porche — ¡Buenas noches!

Anne observó cómo Sasha corría hacia el auto.

-Buenas noches, Sasha.

La rubia se subió al auto y se acomodó en el asiento del copiloto, su hermano sonreía en su dirección a pesar de tener un ojo morado, Sasha seguía preocupada por lo último.

Sasha soltó todo el aire que había retenido en sus pulmones y volteó hacia Alex.

-¿Como está tu ojo? — preguntó, antes de darme tiempo a Alex para hacerlo el.

-Mejor, es un golpe, Sasha, no es el fin del mundo.

-Nuestro padre te golpeó el ojo y te lo dejó morado, Alex — Sasha suspiró, volteó hacia Alex, su mirada expresaba preocupación — no tenías que hacer eso solo para defenderme, yo podía sola.

-Sasha, no podía dejar que estuvieras sola después de que ese estúpido te hiciera eso en la escuela — Alex encendió el auto — quiero que sientas que me tienes a mi y a Sam, porque no estás sola.

Sasha llevó la mirada hacia el frente.

Se cruzó de hombros, se acomodó de mejor forma en el asiento y suspiró, Alex simplemente la observaba de reojo, preocupado.

La rubia cerró los ojos y se llevó una mano a los labios, recordando la sensación de la piel de Anne contra estos.

-Alex, ¿Puedo contarte algo?

-Lo que sea.

-¿Recuerdas la noche en la que llegaste?

-Mjm.

-¿Recuerdas la plática que tuvimos en la noche?

Alex pareció estar más desanimado en cuanto Sasha mencionó aquella plática, pero la sonrisa se mantenía en su rostro, asintió.

Sasha comenzó a jugar con sus dedos, su respiración se aceleró y los nervios volvieron a su cuerpo.

El sentimiento de indecisión acerca de lo que Alex podía decirle era horrible y la mataba.

-Yo cambié de opinión.

Alex detuvo el coche en cuanto el semáforo se volvió de color rojo, ahora el auto se quedó en silencio durante un par de segundos, hasta que Sasha reunió la suficiente valentía para poder volver a hablar.

-Conocí a alguien que me demostró que nuestros padres estaban equivocados — Sasha comenzó — ella es... Simplemente perfecta, y ella...

-¿Ella te gusta?

-Si, ella me gusta.

Alex rió suavemente, lo que puso aún más nerviosa a Sasha.

-Sasha, a mi me gustan los hombres — Alex dijo, el semáforo volvió a verde — no tengo problema con que te gusten las chicas y no los chicos.

-Me siguen gustando los chicos, pero al mismo tiempo también me gustan las mujeres, bueno, me gusta esa mujer — Sasha explicó de manera rápida sin darse tiempo para respirar — y yo creo que... ¡¿Te gustan los hombres?!

La risa de Alex fue una carcajada esta vez ante la reacción de Sasha.

Sabía que ella no lo decía de mala forma, pero le daba risa que sonaba verdaderamente sorprendida ante aquella confesión.

Si le preguntaban, el siempre había creído que había dado señales desde que era pequeño, pues aunque fingía que no, siempre le gustó jugar a las muñecas con su hermana menor y usar únicamente a los Kens negándose rotundamente a juntarlos con las Barbies.

Solía decir que se miraban mejor entre ellos y sin las mujeres.

Igualmente, se dió cuenta de esto en el colegio, cuando besó a un chico por un reto y se cuestionó por qué le había gustado tanto, ya que todos sus besos anteriores con chicas habían sido vacíos y sin emoción. Cuando sus amigos hablaban de chicas, el los ignoraba, pues su mente solo se centraba en uno de los chicos del equipo de tenis de su colegio y aquellos hermosos ojos miel que tenía.

-Si, Sasha, soy gay — se encogió de hombros — y  debo decirte que de ti ya lo suponía.

-¿Qué haremos ahora?, Nuestros padres nos matarán...

-Sasha, no te fijes en la opinión de nuestros padres, si sigues pensando en eso sólo te lastimarías, yo por eso decidí hacer mi vida aparte, aunque siempre te extraño a ti y a Sam.

-Pero...

-Siempre creí que tú y yo éramos parecidos, me alegra saber que ponerte canciones de Taylor Swift antes fue buena idea.

Sasha soltó una risa.

-Ellos no me aceptaran.

-Si no lo hacen, habrán muchas más personas que lo harán y fácilmente te olvidarás de lo que ellos dicen.

-Ojalá estés en lo correcto.

-Sé de lo que hablo — Alex rió — Me alegra saber que ahora podré hablar contigo de chicos.

-A mí también me alegra que ahora podrás ser tú mismo conmigo.

-¿Cómo se llama la chica?

-Anne Boonchuy, la chica más hermosa en personalidad, alma, y cuerpo que he conocido en toda mi vida.

[🌈]

Al día siguiente, Sasha no llegó a la escuela.

Pero Anne si pudo verla ese día.

Cuando se encontraba aburrida limpiando las mesas, la campana de la puerta que anunciaba la llegada de un cliente sonó, ella no despegó la mirada de la mesa, no era de su interés atender clientes.

Su madre estaba en el mostrador después de todo.

-¿No me atenderás hoy?

Anne dió un respingón y volteó hacia atrás, sus manos pegadas a los bordes de la mesa y la mirada fija en aquella rubia de ojos azules.

Llevaba un vestido del mismo color que sus ojos, azul cielo, no era ajustado, era holgado, medias de rejilla por debajo y un par de botas.

Además de un suéter crema y una bufanda roja, su sonrisa brillaba más que mil estrellas en el cielo.

Anne se sonrojó al instante y se llevó el trapo al pecho.

-Perdón, creí que era otro cliente...

-¿Estabas siendo irresponsable, Boonchuy? — Sasha rió.

-¿Qué?, ¡Claro que no! — chilló— yo no soy irresponsable, nunca lo he sido, nunca lo seré.

-Mjm, te quiero invitar a comer, Anne, ¿Estás libre?

La castaña tardó un par de segundos en procesar lo que la rubia había dicho, cuando terminó de hacerlo, frunció el ceño y se separó de la mesa.

Observó de reojo a su madre, quien la miraba desde el mostrador con diversión ante sus gestos y la forma en la que había reaccionado al sólo ver a Sasha, no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza.

-¿Me das la hora?

-Seis y diez.

Anne tomó la mano de Sasha, caminó hacia el mostrador y dejó el trapo junto a su delantal, sonrió en dirección a su madre.

-Ma, me voy más temprano, te quiero, bye.

Dicho esto, jaló a Sasha hasta la salida del restaurante dejando a su madre con las palabras en la boca mientras la rubia reía a carcajadas.

En cuanto salieron a las frías calles de la ciudad, Sasha entrelazó su mano con la de Anne y la llevó hasta donde una motocicleta estaba estacionada. Anne levantó una ceja mientras observaba como la rubia se ponía el casco.

Sasha levantó los pulgares de sus manos y le aventó uno de los casos a Anne, la castaña lo logró atrapar en el aire, pero casi se le cayó, sonrió, nerviosa, ante lo último.

-¿Desde cuándo tienes motocicleta?

-Bueno, no es mía, mía — la rubia comenzó a explicar, se acercó a Anne y la ayudó a abrochar la correa del casco — es de mi padre Grime.

-¿Grime Waybright?, No es por ofender, pero de verdad me imaginaba otro nombre...

-¡Oh, y créeme que tienes razón!, Grime no es mi padre biológico, es un amigo de mi madre con el que básicamente me crié, ya que mi padre Tomas trabajaba mucho en ese tiempo.

-¿Te llevas mejor con el que con tu padre biológico?

-Grime tal vez no sea mi padre de sangre, pero sigue siendo mi padre y mi relación con el es mucho mejor, agradezco tenerlo en mi vida — Sasha sonrió — bien, ahora sube o haré que te vayas caminando.

[🌈]

Volví con mis favoritas del momento MUAJAJ

¿Me extrañaron, extrañaron a estas dos, extrañaron sufrir?

También estoy preparando capítulo del hilo rojo y obviamente en mi tiempo de descanso replanteé varias cosas en mis historias, así que estaré editando "Apostando por tu amor" y puede ser que esta historia también.

Idk, seguramente serán mejores decisiones y ayudarán mucho más al desarrollo de personaje jiji 😘

Nos vemos ♡︎

[🌈]