Mi casa
Como chispitas de un universo distinto. No es huir de casa y ponerse un hiyab para casarme e ir a la guerra. No me hinco a rezar en lenguajes extranjeros. Pero pendidos en mi cuarto, volando mediante alambres y rejillas sobre mi cama. Como si pegatinas de estrellas se tratase. Tarjetas y fotografías en primer plano. Pero los demás no parecen entenderlo.
Porque no tengo amigas que vengan a mi casa. Con quiénes compartir la tarea en la sala. Y que mi madre pueda oírnos al conversar. Y es que ser una adolescente es difícil. Más hoy que ayer.
No me siento sola. Estoy alegre, aunque no se resuene el tranquilo eco de mi risa por la casa. Son tantas las notificaciones que pasan por mi vida, que ya no puedo contarlas. Hay tantas cuentas en donde imprimir un corazón. Demasiadas melodías y notas de alta mención.
No es que me guste estar por mi misma. Es decir, me quiero y aprecio al azar por traerme a nacer. Tan solo, las caminatas grupales a donde me inscriben. No son lo mío. Soy como caña de pescar tendida al clima y los vientos. Me han dicho que el color de mis ojos es tan obscuro, que como hoyo negro. Van a mí a parar virus e influenzas. Las montañas son bonitas y los parque cercana la noche y pasado el atardecer, se ven acogedores. Mas me sienta mejor reposar en cama, con mi computadora, una pastilla blanca y agua caliente al lado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro