Capítulo 11° SIN NOMBRE
“LO EFÍMERO DE UN MOMENTO SIEMPRE SE HACE ETERNO EN LA MEMORIA”
A Z I E L
Durante los próximas días, semanas, meses y hasta años vigilé a la creación de Darren Valentains a petición de mi Señor. Tras sus planes en su contra, usaría a sus humanas y más la reciente que fue inesperada su existencia.
A ambas las vigilé y le informé todo cambio y detalles de las dos mortales a mi Señor. Sin más castigos, siendo una total verdad obteniendo su confianza.
Con el pasar de los primeros años, a mi Señor no le interesó ir a conocerla cuando su simple y corta edad no fue de su interés. Esperaba el momento de su visión y mientras el permanecía oculto en su propio escondite, me correspondía vigilar por él.
Sin el collar, libremente podía ser un cuervo y como cada día, aterrizaba sobre una rama y desde ahí mi vigilancia. Me era fácil entrar, conocía su escondite apesar de que lo habían cambiado hace cinco años.
Y ahí estaba, a cierta distancia, oculto de la nueva creación sin dejar de verla. Solía salir mucho a su jardín en plena luz del día. No aparentaba la corta edad que tenía, esa humana cada vez crecía más y más en un menor tiempo. Su cabello era demasiado oscuro y pálida a comparación a otras mortales.
Entre más la observaba, más me daba cuenta de que no aparentaba ser la hija de un vampiro. Sus facciones, su humanidad compartida con su creadora.
No dejaba de correr, era demasiado inquieta. Resonó su risa tras querer atrapar un ser pequeño con alas.
—¡Mariposa! —rió, no dejaba de brincar— ¡Ven aquí mariposita! —se impulsó y la atrapó entre sus manos. Observé con atención su comportamiento, borró su sonrisa y abrió sus manos dejando libre a ese indefenso animal y volvió a querer atraparlo. Volvió a sonreír ¿acaso no había maldad en ella?
Fue la primera vez que quise estar más cerca para comprobarlo pese a que mi Señor me pidió vigilar desde la distancia. Entonces volé y cambié. Por primera vez me mostré ante ella. Me favorecía su soledad.
Mi presencia captó su atención al estar a poca distancia de ella. Ignoró a ese ser y se acercó a mi.
—Hola —habló con melodiosa voz. Frente a mi una pequeña humana. Su creación y no me temia —¿Quieres jugar conmigo?
—No, tengo pendientes por resolver —le respondí. Me había expuesto demasiado pero quise acercarme más a ella.
—¿Cúal es tu nombre? El mío es Ana Lizbeth pero mi mami me dice Ana Liz y me gusta mucho —sonrió. No tenía colmillos. Era una humana normal.
—No tengo uno —le fui sincero.
Ella colocó sus manos en su cintura.
—Todo el mundo tiene un nombre. Mi mami eligió el mio ¿Tú mami no eligió el tuyo?
—No recuerdo si lo hizo. Mi creadora no existe más —bajó sus cortos brazos— y mi Señor lo cree innecesario.
Borró su sonrisa y lució pensativa. Incluso dejó su mano en su barbilla.
—Tú puedes pensar uno ¡Si! ¡Tengo ideas! —dio saltos y ni así superaba mi altura— ¿Qué nombre quieres?
Lo pensé: Un nombre para mi.
Curvé una media sonrisa, no quise exponer todos mis colmillos. A un ser inocente como ella no quise causarle miedo.
—No tengo la menor idea si solo soy un cuervo —se acercó más y levantó su mano.
—¿Qué es un cuervo?
Resolví su duda, cambié ante ella. Siendo un cuervo causé su sorpresa y hasta una pizca de miedo. Enseguida volví a cambiar.
—¿Quieres ser mi amigo? —retrocedí evitando su tacto— Te puedo llamar amigo.
—Vuelve —le pedí cuando se detuvo— el nombre no importa —percibí ruido, la presencia de su creadora cuando más se acercaba. Entonces me incliné un poco y la vi fijamente a los ojos, no eran rojizos como los del vampirismo —No me vas a recordar, me vas olvidar —dejé de controlarla y al instante, siendo un cuervo volví a mi lugar.
—¡Ana Liz! —su creadora se asomó al jardín— Ven hija, te prepare tú pastel favorito.
Ella nada afectada se dio la vuelta.
—¡Si, chocolate mami! —corrió tras ser recibida con un abrazo, ambas entraron. Las perdí de vista, nunca había cruzado el límite. Otros días las observaria desde afuera así que tuve que volver con mi Señor.
No fueron muchas noticias nuevas. Simples cambio de crecimiento. Esa creación no demostraba peligro pese a ser diferente a cualquiera mortal. Mi Señor la nombró híbrida más parecía más humana.
Su orden fue clara, sigue vigilandola.
No le comenté al respecto de mi atrevimiento. Si había borrado esas memorias, no habría consecuencias y no quería usar otra vez el collar.
—Si mi Señor, me retiro.
—¿Te he autorizado irte? —negué y bajé la vista— Busca un purasangre para mi— alzé la vista.
—Los purasangre ya no salen del Castillo, mi Señor —incluso sus reglas nos estaban afectando— solo convertidos.
Él se levantó de su silla.
—Consigue uno.
Pensé en maneras, la única era entrar al Castillo bajo una falsa apariencia.
—Tendré que ir al Castillo, mi Señor —chasqueó sus dedos y regresó a sentarse. No dejaba de buscar información en demasiados grimorios y no me contaba al respecto— permiso, mi Señor.
Me convertí en cuervo, fuera de la Mansión volé rumbo al Castillo. Fue fácil infiltrarme desde los calabozos. En todo momento volé hasta lo más alto.
Descubrí con los años que Darren Valentains desconocía de su creación incluso lo había escuchado mencionar sobre la inexistencia de su alma. Aquel vampiro convertido se lo había ocultado y tras revelarle eso a mi Señor, prefirió de esa manera. Era parte de su castigo y venganza.
No me crucé con él cuando solia encerrarse en su aposentos. Varios vampiros observé y hubo un cambio. Un Refugio no existía más, una nueva Reina tenían en el Castillo, Ashley Collins y los antiguos lo habían aprobado.
No perdí tiempo cuando busqué a un purasangre, ignorando que todo el vampirismo lucia afectado y sería peor cuando mi Señor actuara y dejara de ocultarse.
Lo encontré, lo hipnoticé y me lo llevé. Por el bosque lo arrastré oculto entre cada árbol. Un Rey vampiro solia vigilar desde su balcón. Tal vez me demoré más tiempo, gasté mis fuerzas hasta regresar con mi Señor. No perdí tiempo en ir a alimentarme pese a que había visto un ciervo cerca. A cada cierto tiempo le rompía el cuello al purasangre y me era más fácil en ese estado inconsciente. En silencio, invadido por mis propios pensamientos.
—Mi Señor —anuncié mi regreso y dejé al purasangre en el suelo. Más no presentí su presencia. Solté al vampiro y lo busqué. No estaba en su ataúd, en ningún cuarto, ni el techo. No estaba aquí. Tuve que regresar al centro, bajé los escalones cuando no vi más al purasangre.
—¡¿Quién eres?! ¿Qué hago aquí? —salió de su escondite, había bebido sangre de mi Señor tras tirar al suelo una bolsa de sangre vacía. Entre el vampirismo se alimentaban— ¡Te estoy hablando!
—Donante —me límite a responderle.
—Estás loco —sonríe mostrando mis colmillos— ¿Qué carajos eres?
—Estoy cansado —terminé de bajar los escalones— de sus preguntas, son más dudas, más averiguaciones. Debo presentarme ante ti y contarte todo sobre mi —me detuve al frente suyo— y todo lo vas a olvidar y serás cenizas.
—Tú... tú es quien está capturando a los purasangre. Se rumora, la Corte trata de ocultarlo pero yo sé —rio— y te llevaré con ellos —lucí calmado— no debiste meterte conmigo. Anda —dejó crecer sus uñas— ¡Dime tú nombre!
Lucí pensativo
¿Debería nombrarme?
Sin embargo, antes de responderle al respecto, me atacó y lo detuve. Un solo movimiento y le arranqué el corazón. Fue suficiente sangre tras caer al suelo, más se desvaneció.
—Que desastre.
Rápido me di la vuelta, el corazón se hizo cenizas en mi mano.
—Mi Señor, bienvenido —hice una reverencia— Hubo complicaciones con su donante.
—Me he alimentado.
Me enderecé y lo observé fijamente. Una tarea en vano.
—¿A dónde fue, mi Señor?
—Vigilancia —pasó por mi lado— Encontré a Victoria —lo seguí hasta ese cuarto— Conoce de la humana de su bastado y de su creación —me alerté.
—¿La eliminó?
—Su sed de venganza ante su propia creación me detuvo —se dio la vuelta— Y mi sobrino, anhela matarla ¿por voy a intervenir en su propia venganza?
Había días que no lo comprendía.
—¿No hará nada mi Señor? —negó— Al menos ¿Victoria no conoce de su existencia?—sonrió con malicia.
—No me oculté, tembló de miedo como su vil hermano —hizo una pausa—Borré esos recuerdos— me tranquilicé al escuchar eso. Comenzaba a crear un plan e ir a remediar su impulso— No es momento aún —rodeó la mesa, actualmente descubrí que era en realidad un escritorio— se ocultan de la Corte, por algo ellos no la han eliminado.
Lució pensativo.
—Victoria convivió siglos con Salvatore, mi Señor y al mismo tiempo con los antiguos.
—Es correcto —me apuntó— Victor volvió a ocultarse en Rumanía con todos ellos, Blackniells es quien recurre al Castillo y le autorizaron a mi sobrino destruir a creadora.
—Pero no le permiten salir del Castillo, mi Señor —él se sentó en su silla.
—Es parte de sus planes. Debemos seguir vigilando a Victoria, es tan despreciable como Salvatore —asentí— estar al pendiente de sus planes y todo avance pero sin duda, a sus humanas, las voy a eliminar yo.
—¿Y si Victoria interviene?
—Será eliminada por nosotros.
Estuve de acuerdo, ante todo era protección a las mortales cuando todos querían eliminarlas.
+++ 10 años después +++
La creación había cambiado, había crecido más. Esta vez lucia tranquila en el jardín imitando voces de aquellos objetos, acompañada de su creadora. Con el tiempo, dejó de trasmitir tristeza, su hija fue su felicidad apesar de que solia ser atormentada por mi Señor.
Otra vez cerca fue suficiente para controlarla y hacerle creer miles de alucinaciones de su sobrino.
—¿Y está? Es muy hermosa igual que tú hija.
—No mami, no quiero jugar con ella. Mi muñeca favorita es esta, no le gustan los vestidos como a mi.
—Ana Liz, ya hablamos de eso —besó su frente— eres una niña aún, hija— Tan rápido se puso de pie con un objeto en su mano— Tú tía Sam, acaba de llegar. Quedate aquí, ahora regreso.
—Si mami
Permanecí sobre la rama, observandola. Me favorecía no necesitar un invitación a comparación del vampirismo más era extraño que ni Victoria o sus recientes convertidos se acercaran a ellas.
—¡Hola princesa!
—Hola tía Sam —saludó a otra humana con su mano y volvió a lo suyo.
—Gracias por venir Sam. Ana Liz parece más atenta en sus muñecas que en nosotras.
—No te preocupes —ambas se sentaron bajo una sombra— cuando recibí tú mensaje, quise venir en cuanto antes. Sabes que nunca estaré ocupará para ti o para tu hija.
Podría escucharlas a la perfección.
—¿Quieres algo de beber?
—¿Tienes vino? Debemos celebrar.
—Te traeré vino, entonces —una humana se demoró en regresar— aquí tienes Sam— su consistencia parecía sangre.
—Gracias ¿tú vas a beber?
—Solo un poco, estoy al cuidado de mi hija.
—Okey —bebieron— ¿Qué era eso tan urgente que me querías decir? Déjame adivinar ¡Estás embarazada de Carlos!
—¿Qué? No Sam, baja la voz. Ana Liz te puede escuchar.
—¿No? Lin, me contaste que hace días te sentías mal, ascos y vómito.
—Si pero fue algo que comí y me cayó mal. Estoy segura, no lo estoy. Hoy en la mañana, lo comprobé, en mis días.
—Ohu, falsa ilusión.
—Sam, no quiero ser mamá ahora, Ana Liz es muy pequeña aún y es un tema que ya he hablado con Carlos.
—Lo siento Aylin, pensé lo contrario. Con tú hija nos conformamos. Entonces ¿qué querías decirme?
—Mira, se acerca el cumpleaños de Ana Liz y pensé en darle una sorpresa. Descarté la fiesta, al año anterior no vinieron sus compañeros de la escuela y no quiero verla triste así que pensé en llevarla a la feria. Un día completo cumpliendo sus caprichos pero ese día Carlos no puede faltar a su trabajo. Así que pensé que podrías acompañarme. Sabés que no me gusta salir sola con ella y tú eres su tía favorita. Pensé en invitar a Sara pero seguimos enojadas, sigue sin aceptar del todo a Ana Liz por ser hija de él. Lo malo es que va a preguntar por ella, mi hija quiere mucho a su abuela.
—Lin, tendrás una nueva excusa. Por mi, cuenta conmigo. Adoro a tú hija —pensé en irme— mírala, que linda es. Nada tiene del vampiro.
—Sam
—¿Ya no te importa o si?
—No, Darren por mi que no exista.
—¿Sigues creyendo que lo ves?
—Samantha, ya basta —se levantó— solo son pesadillas, las mismas con Ana Liz pero no puedo pensar más en él. Darren hace años que dejó de formar parte de mi vida.
Dejé de escucharlas y en mi forma cuervo me fui.
+++ 15 años después +++
—Mi Señor, no debe seguir siendo un tormento para las humanas. No van a soportar.
Hace años por poco y nos descubren. Volvimos a borrar sus memorias más era complicado cuando a mi Señor se le ocurría ir por su cuenta.
—No, es justo al plan.
—Entonces evite su presencia. Ya es un riesgo mi Señor, por Victoria, por los antiguos. Lo van a descubrir.
Gruñó, sabía que tenía razón.
—Las debo controlar, la visión se acerca —tenía el grimorio de mi creadora abierto sobre el escritorio.
—Debe haber alguna manera sin que se exponga.
—Silencio —dejó una pluma frente a él. La misma del cuervo con mayor éxito. Para evitar su desvanecimiento, con un hechizo permaneció intacta durante todo este tiempo— si existe una manera.
—¿Lo volverá a intentar?
—Será un éxito esta vez —aseguró— Consigue sangre de esa bastarda.
Fue la primera vez que me pidió causarle daño.
—Lo haré mi Señor —me fui al instante al cumplir esa tarea.
Fue suficiente en controlarla, guiarla y dejarse caer desde una cierta altura. Tal vez no consideré el riesgo cuando la trasladaron a un hospital en el Mundo mortal. Me volví a infiltrar y obtuve su sangre incluso la curé, una herida en su frente desapareció y me di cuenta de la desesperación de su creadora, el temor al perderla hasta escucharla decir su vida por la suya.
Ese mismo día, por la noche regresaron. Pese a su edad, seguían siendo muy unidas.
—¿Duermes conmigo mamá?
—Si hija —la abrazó y todos entraron.
Cumpli mi tarea y regresé con mi Señor.
...
—La sangre
—Te demoraste
—Actúe mi Señor y me arrepiento de lo que hice. Pensé en su sufrimiento —algo me estaba afectando. El vampiro frente a mi sonrío con malicia.
—Hiciste lo correcto —sostuvo la bolsa de sangre y la vacío en una copa. Solo necesito unas gotas y el resto la bebió con desagrado —ahora tú sangre.
Hice lo que me pidió, la pluma se manchó de ambas mezcla de sangre. Después mi Señor, se quitó su brazalete, alerta lo vi elevar su poder, más y más hasta recurrir al hechizo. Una vez, dos, tres veces hasta que la pluma desapareció tras cubrirla una neblina oscura y ante nosotros apareció un nuevo cuervo.
En silencio, lo observamos graznar y mover sus alas.
—En tres días, si desaparece será un fallo más. De lo contrario, dejará de existir hasta el momento que se lo permita.
Lo entendí, usó un vínculo.
Y así fue, el cuervo permaneció en la existencia por una semana aunque el detalle de no poder cambiar. Solo era un cuervo, más reaccionaba a las órdenes de mi Señor, irse o venir. Incluso a mi me obedecía.
—¿Lo va a conservar mi Señor? —yacia entre mis manos. Pase a ser diferente a mi era un cuervo más. El vampiro intentó hacerlo cambiar, más en eso falló.
—Será útil —sonrió con malicia— Será un obsequio a la híbrida —me pareció extraño viniendo de él— será un informante más.
—¿Se lo entregará a la creación de su sobrino? —asintió— No puede, mi Señor —retrocedí.
—No es de tú propiedad.
—Puede crear más.
—La visión se acerca, no perderé tiempo —chasqueó los dedos, lo tuve que soltar y el cuervo aterrizó en su hombro y al instante desapareció.
Tuve la seguridad que iría hasta ellas.
...
En poco tiempo lo alcancé, en su mismo escondite, no le afectaba no ser invitado.
—¿Dónde está el cuervo, mi Señor?
No obtuve respuesta cuando lo busqué y lo encontré. Estaba lastimado a cierta distancia de nosotros. Y en ese momento, la híbrida salió.
—No los soporto —avanzó a zancadas— ¿Por qué me miente? Me engañó. No me entiende —no se percató de nuestra presencia y justo como mi Señor lo planeó, el ruido causó su atención— ¿Qué es eso? —avanzó con pasos lentos y se agachó al suelo— ¿Qué eres? Tranquilo, déjame ayudarte —hubo un silencio hasta que se levantó y sostuvo al cuervo de mi Señor entre sus manos— Te voy a curar, te llevaré adentro. Nadie se puede enterar —besó su pico— que lindo eres.
Volvió a entrar con el cuervo.
—¿Alguna duda?
Giré a verlo al escucharlo.
Era claro, era su nuevo informante, su vigilante su protector de la híbrida. Siendo controlado por un vampiro, el primer cuervo. Un logro cercano a la creación de Mellissa Wilbert.
—Es hora de retirarnos.
Asentí, fui un cuervo y aterricé en su hombro y ambos nos fuimos.
No dudé que aquella humana iba a ayudarlo, incluso no había maldad en ella, no habría un daño al cuervo.
Sin embargo, el error fue el aprecio con el paso del tiempo para conseguir conservarlo y ser autorizado por su creadora.
Su propio cuervo, la compañía que ella anhelaba.
No soporté más tiempo cuando en semanas volví a dejarme ver por la humana.
—Tú... ¿Cómo entraste? —observó alrededor. Esperé el momento de su soledad— ¿Quién eres ¿Qué quieres? —observó hacia atrás —Mamá...
—No te haré daño —la interrumpí y me acerqué lo suficiente.
Hubo duda, sorpresa y confusión.
Su cuervo graznó, si, parecía feliz de verme cuando lo cuide en sus primeros días.
—Tú cuervo —lo señalé— es especial.
—Si y es mio —lo aferró a sus manos. Dejó de retroceder— Mira, no sé quien seas o como carajos entraste pero te advierto —pasó saliva— sé defenderme. Te vas o gritare.
—No es necesario. No quiero dañarte. No soy la sombra que te atormenta.
—Sombra... ¿Cómo sabes...?
Guardé silencio, obtuve su escaneó.
No habló más, no gritó.
No obstante su cuervo escapó de sus manos y aterrizó en mi hombro. Sonrío cuando se lo entregué de regreso.
—Le agradas a Darki.
—¿Lo nombraste?
—Si, todo el mundo tiene un nombre —fui el único en recordar— Un día lo encontré, estaba atrapado, lo ayude y le pedí permiso a mi madre de conservarlo. Darki es más que una mascota, lo quiero mucho —le ofreció afecto.
—Darki —pronuncié— ¿Qué significa? —le pregunté intrigado.
—Dark es oscuridad —se encogió hombros— lo adapte a mi manera.
—¿Qué conoces de la oscuridad? —di un paso adelante.
—Eh, es un enigma la oscuridad. Depende de ti de como la veas. Nos ofrece la noche, lo extraño que se oculta en ella.
—No tienes la menor idea —emití con seriedad— Eres una mortal ingenua— di otro paso— que desconoce la oscuridad, su origen incluso es vilmente engañada —demostró miedo— Desconoces a tu creador.
—¿De qué hablas? ¿Creador? —rio sin ánimos— Conozco bien quien soy, a mi madre y a mi... padre —hizo una pausa— Hace poco descubrí que Carlos no es mi verdadero padre y mi madre no me ha dicho quién es. Me dijo que está muerto.
Lo sabía.
—¿Tú conoces quién es?
—No
—Si ¿Quién es mi verdadero padre? Tú lo conoces ¡Dime o voy a gritar!
Quise remediar mi error.
—No, no debes conocerlo ni a mi recordarme —esta vez la dejé inconsciente, su cuervo aterrizó cerca de ella— Protejela —graznó en respuesta.
Siendo un cuervo de mayor tamaño, me fui. Aterricé en la rama al sentir su presencia.
—¡Aylin, ven rápido al jardín! ¡Es Ana Liz! —su falso creador recurrio a ella tras revisarla.
—¿Qué pasa? ¡Hija! —lo alcanzó— ¿Qué tiene? Ana Liz, por favor despierta. Carlos, debemos llevarla al hospital...
—Esta despertando.
—Ma... Mamá —la ayudaron a incorporarse. Su creadora la abrazó.
—¿Estás bien? ¿Qué te pasó?
—Eh, nada... Yo solo salí con Darki —su cuervo voló en su hombro— Estoy... bien mamá —la observó fijamente— Carlos —ladeó la cabeza.
—Vamos adentro.
—Le llamaré al Doctor para que la revise.
—No exageres mamá.
Los tres entraron a su hogar.
De eso no estaba enterado. Era una novedad. Ella comenzaba a dudar y preguntar sobre su verdadero origen. Dudas de su real creador.
Sin más contratiempos, regresé con mi Señor. En silencio entré a donde solía estar la mayor parte del tiempo.
—¿Fuiste al Castillo? —me preguntó.
—Si mi Señor, no hay novedad.
—¿Y tanto te demoraste?
—Estuve vigilando a su sobrino.
Antes había ido más pensé en ir a vigilar a su creación.
Alzó la vista, sus colmillos crecieron.
—¿A mi sobrino o a su creación? —gruñó— No te autoricé ir hoy a vigilarla.
—Una disculpa mi Señor. Tuve... curiosidad.
—Que sea la última vez que te acercas demasiado a ella. No debes dejarte ver ¿entendido?
—Si mi Señor —hice una pausa—Descubrí que conoce la verdad de su falso creador. Aún no conoce sobre su sobrino pero ha comenzado a preguntarle a su creadora. Ella se niega a decirle la verdad.
—En ese caso, vamos a esperar a que se lo diga. De todas formas, las mantendré controladas.
Asentí.
Era de esperarse, las dudas surgian de su origen en todo ser.
Nos invadió el silencio.
—Aún conserva el cuervo —le informé.
—Lo sé —sonrió con malicia.
—Le dio un nombre —agregué— lo aprecia demasiado.
—Justo como lo planeado. La híbrida sufrirá su pérdida al cumplir la visión.
Si un paso adelante.
En eso no estaba de acuerdo, solo era un cuervo, solo era una creación de una humana y un vampiro.
Más me inquietaba algo más. Un tema de mi interés.
—Para ser otro cuervo, si tiene un nombre en comparación de mi.
—No quiero escucharte. Te he dicho que no lo necesitas.
—Me debe nombrar, mi Señor.
Gruñó
—No lo haré. No olvides que solo eres un vil cuervo —guardé silencio— Mi leal informante, vigilante y necesario y obediente a tus deberes —chasqueó sus pálidos dedos— Ve por mi copa.
—Si, mi Señor —desvaneci la molestia que comenzaba a fluir y me di la vuelta. Al llegar a la puerta, me detuve—He pensado que no es necesario que me nombre si siempre que se lo pido, se va a negar. No lo hará —retrocedí y busqué la perilla de la puerta— por eso, he elegido uno para mi.
Obtuve su silencio, su frivola mirada.
Recordé esas conversaciónes con la híbrida. Esa creación me hizo darme cuenta de un detalle importante.
Merecía un nombre.
—Apartir de hoy, mi Señor —hice una corta pausa. Estaba seguro, la nueva creación influyó en mi decisión y antes de retirarme por su copa de sangre, lo pronuncié por primera vez —Soy Darkiel.
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Nota de escritora:
Bienvenido Darkiel, ay me emocioné mucho con este capítulo y cada capítulo es recordar cada libro... Bien él lo dice, Ana Liz influyó, Aziel influyó en su vida... en la de todos... ¿Por qué Darkiel? Bueno, derivado de Darki, cuervo de Ana Liz y bueno Aziel conoce a este punto que fue creado y proviene de la “oscuridad” por Mellissa, por su don, por el Afiro ect... Entonces, antes de saber que prácticamente es ÉL OSCURO (aún a esa parte no llegamos) pero él mismo se autonombra DARKIEL {ÉL que es oscuridad} {Él} {Dark} si conoce el significado al revés ¿Se entendió? Nos leemos pronto.
¡FELIZ DÍA DEL LIBRO MIS LECTORXS!
Si nadie les regaló un libro ni una rosa roja, yo les regalo este capítulo y una pluma de Aziel. Por cierto, tenemos portada nueva. Los detalles {El Castillo, Aziel vigilando el lugar donde fue creado y a todo el vampirismo, un cuervo cuando cambia y cada pluma son cada libro incluyendo el suyo propio 6} ¿Qué opinan?
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