Ruidosa Mañana
Había sido difícil, pero salió prácticamente intacto y con nuevas fotografías que valieron el perder el estilo.
O eso creyo por un momento.
Despues de que ,Los demonios amantes lo persiguieron por toda la mansión son descanso ni misericordia, Verde le arrojaba agujas, bisturís e incluso él dulce de Reborn le prestó un arma para que le disparara en plena carrera.
Tampoco podía detenerse a pedir disculpas, Colonello y el azabache de patillas eran demasiado veloces y agresivos, si se detenía seria horrible caer en las garras de esos monstruos polígamos.
Antes muerto que perder tan bello material.
Una auténtica y bella sorpresa, Jamás imagino ver a Reborn como un pasivo.
Eso valía millones, millones.
Además había sido una visión única digna de atesorarse.
Corrieron por unas largas tres horas, aún si había madrugado había perdido tiempo valioso en él que planificar una cita perfecta para su dulce y lindo objetivo de nombre Sawada Tsunayoshi con él sexy guardián de belleza oriental Hibari Kyoya.
No supo como o a que Dios agradecerle pero Squalo se había despertado con molestia y al verlos hacer ruido demasiado escandaloso ataco a los tres con su espada, atrás de él estaba Xanxus , Tsunayoshi y él perrito falde…Gokudera Hayato.
Y entre tanto y tanto Tsuna volvió a hacer de las suyas contra su tutor y él dulce par armado que intentaban atentar con su magnifica existencia momentos antes.
Lussuria sonreí contento mientras observaba escondido en algún lado como la escena en el jardín se desarrollaba.
-Dame Tsuna…me las vas a pagar….-.
El de patillas refunfuñaba pero no podía hacer mucho el castaño estaba que hechaba fuego, su querido pupilo podía dar miedo, además que por ahora estaba en su modo mas alto de protector con Squalo.
Incluso un poco mas que Xanxus que disfrutaba de ver las matanzas que hacia su albino esposo.
Gokudera lanzo uno que otro improperio pero nada fuera de lo normal tal vez se le podría considerar que él doncel de lindo carácter explosivo estaba bastante tranquilo.
-Reborn, porfavor no deberías hacer tanto caos tan temprano, y menos hacer rabiar a Squalo, deberías ser mas considerado . ..-
Increíble, su dame alumno lo regañaba.
La mirada de él exarcobaleno del sol se ensombreció claro que haría a ese castañito sufrir.
El doncel se dio de cuenta de ello, y en si angelical rostro apareció una sonrisa ladina similar a la de su tutor.
Así no parecía completamente un terroncito de azúcar.
Dejar a alumno y tutor no era buena idea, Vongola y Varias ardería en llamas en todo caso.
-Mooooh~ Tsu-.
Una voz cantarina se escuchó salir de entre los arbustos entre las flores de variado color ,dejando ver a un guardián del sol de Varias ligeramente sudado.
-¿Lussuria?...¿Que haces aquí?-.
El castaño se veía realmente adorable y confundido analizando al varón colorido con hojas y flores encima de su ropa algo sucia y rota.
-mooooh, dime mamma luss… jooh~ .
El sujeto salio de su lindo escondite improvisado para ir corriendo con los brazos abiertos para apresar al castaño en un abrazo.
Pero él doncel castaño lo esquivo, y por poco caía encima de un molesto Reborn, dado un brinquito hacia atrás evitó temporalmente su muerte prematura.
Retomando su postura , y sonriendo intento no sudar mas por los nervios y trato de actuar como siempre.
-T…Tsuna, sabes es muy tarde y seguramente no han desayunado, Squalo mooh~ debes dejar de atacar a la gente mientras estes embarazado a menos que…sea atacar a Xanxus Moooh~.
El extravagante varón esquivo un par de filosos ataques de parte de un lindo tiburón sediento de sangre.
-Neeeh Tsu deberías darte prisa…tus bebés serian lindos también…juuuh-.
Y él silencio volvió, las llamas de los puños y frente del doncel castaño brillaron con mas intensidad e incluso sus mejillas se tiñeron de un potente color rosa.
Reborn empezó a buscar liberarse, Gokudera estaba por arrojarle dinamita al idiota de Lussuria.
Xanxus, Xanxus se había retirado a buscar algo de comer.
Y Squalo sonrió de lado divertido al ver él castaño lanzarse contra su estúpido compañero.
Una mañana bastante agitada.
Pero ese bastardo tenía razón, debía cuidar más de su salud para poder tener un pequeño saludable y de paso pagarle él favor a Tsunayoshi haciéndole pasar por un pequeño infierno.
Y en lo que él caos era liberado, decidió enfundar su espada y buscar algo de comer.
Total, las mañanas asi eran bastante comunes.
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