Posibles parejas.
Horas antes del secuestro del Décimo Vongola por él Jefe Varia Xanxus.
En la sala principal de la mansión Varia a pocos kilómetros de Vongola:
-No creo que sea un activo moooh~ solo mira su carita.-
Canturreo un hombre de extravagante y llamativa apariencia quien miraba variedad de fotografías sobre una mesa larga de manteles finos de tono blanco en medio de un gran comedor aparentemente normal.
-Pero seria horrible elegirle algo malo es tan dulce~, oh~ esos cachetitos-.
El guardián del sol,Lussuria parecía una especie de casamentera en esos momentos. A su lado estaba Viper contando su dinero, viendo de reojo si existía la posibilidad de ganar más con ciertas apuestas...como había pasado con Xanxus y ese tiburón blanco.
Sin duda alguna emparejar al décimo capo de vongola podría
ser considerado una misión suicida,ideal para Varia.
-Mohhh~ esto es demasiado difícil...-
Lussuria se dejo caer de cara a las fotografías de diversos miembros de Vongola y otras mafias con personas casaderas o adecuadas para el cielo mas lindo.
- Si hallas a la pareja para él décimo...avisame, las apuestas dejaran buenas ganancias-
Viper río bajito para si mismo disfrutando de la crisis del sol de varia.
-Oh~... Voy a llenarme de arrugas si sigo estresado...-
Lussuria dejo él desorden de la mesa para levantarse y estirar un poco, buscando arreglar un poco su atuendo y su cabello.
-Por mas que lo piense mi lindo cerebro no puedo encontrarlo...-
El extravagante sujeto hizo una pose dramática mientras juntaba las manos como si le rezara a alguna deidad.
-Oh porfavor...Ayudaaaa~
Canturreo dramático mientras era observado por Levi quien entraba en la sala observando al rarito del guardián del sol. Definitivamente a ese peculiar compañero suyo estaba mal de la cabeza.
-¿El jefe aun no ha vuelto?-
Cuestiono él guardián del Rayo de varia, observando de reojo a los lados para ver a su adorado Jefe, aunque si todo estaba callado era por la ausencia de sus miembros.
-Mh El jefe volverá en un rato.-
Contesto él ilusiónista mientras guardaba de poco en poco su dinero. Y Lussuria...él...él estaba rogando a los dioses del amor que le iluminaran para emparejar a él terroncito de miel de nombre Sawada Tsunayoshi sin morir él pretendiente o él primero.
-Moh~ Esto es mas difícil que conseguirle pareja al jefe...-
Susurro el de cabello multicolor mientras tomaba un par de fotografías para comparar.
-Kozato Enma...tiene cara de pasivo y lo es claro , doncelito...además...no, no no no...tenemos otro solterón para emparejar con él...descartado-
Diciendo eso, aparto la foto para dejarla con la de los otros rechazados pero emparejables en otra ocasión. Tomo otra mas.
-Yamamoto Takeshi...oh~ es un papucho...pero ya no estas disponible...Gokudera Hayato es su ideal pareja, tendran hijos hermosos kyuuui~
Tomo la foto de él décimo guardián de la lluvia y de la tormenta para colocarlos juntos.
-Ustedes serán otro cuento~ esperen a que Mamma Luss haga su magia ~
Volvió a decir con voz cantarina, Levi y Viper suspiraron con pena por las vícti...Afortunada futura parejita.
-Dino...mmm no~ Eso seria incesto bueno no...pero se ve mejor con...aja~
La sonrisa de Lussuria empezaba a dar miedo, parecía bruja vudú en esos momentos lleno de fotos a su alrededor y esa mirada de fundashi empedernido shippeando a lo desgraciado.
-ighh Piñas y castaños no van bien juntos...pero...johh~
El aura cayo pesada y en alguna parte de algún lugar no muy remoto de la mansión de Varia una Piña heterocromatica sintió un horrible escalofrío.
-kufufu~...mi integridad peligra.-
-¿Mukuro-sama?-
Volviendo con él casamentero favorito de todos. Después de desechar medio kilo de fotografías al fin lo encontró...ahí estaba la solucion.
-kyaaaaa~ al fin...¡Al fin!-
Ese grito chillón helo la sangre de algunos presentes y de cualquiera que le escucho.
-Si...si esto es lo ideal...voy con nuestro adorado Jefe...-
Sin decir mas él guardián del sol con foto en mano salio corriendo a donde sabia hallaría a su jefe.
-Viper...Lussuria acaba de...-
-Si...-
-Santo cielo ...¡Jefeeee!-
Solo un agudo grito acompañado de ruidos de desgarro y balas resonando rompieron con la momentánea paz.
Solo Dios sabría lo que Lussuria había presenciado...pero valió la pena...pues ahora podía chanta...convencer mas fácilmente a su jefe de emparejar al pequeño décimo Vongola si salía con vida de esta situación.
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