Un azabache bajaba molesto del avión, odiaba ese vehículo.

Además que la herbívora del servicio era muy fastidiosa.
No le gustaba que se le quedaran mirando ni que interrumpieran su sueño.

Al estar al fin en la tierra italiana, en aeropuerto encontró a un muy tranquilo Fon quien sonriente bebía té en su espera.

-Oh, bienvenido joven Hibari...lo esperan -.

Claramente la sonrisa de ese arcobaleno era tan amable como siempre, pero en ese momento, realmente era algo peculiar. Había algo diferente.

Fon, sólo sonrió para luego dar un pequeño sorbo a su bebida, estaba enterado del pequeño plan de Lussuria para juntar a él décimo y a su guardian de la nube...
Era mejor pareja que la que había planteado al principio.

¿Una piña con un cielo?...
Mala idea, además pocos sabían pero Mukuro también era un doncel, así que aunque era posible una descendencia no eran muy ,por no decir nada, compatibles.

Pero...Hibari Kyoya con Sawada Tsunayoshi era una buena pareja, eran polos opuestos, buenas personas...y aunque ambos no se dieran cuenta ellos tenían cierta química que medio mundo lograba captar.

Por ello y por que su Mammon se lo había pedido, decidió verse involucrado en ayudar al castaño.

Después de todo era divertido ver como se desarrollaba todo.
Además su pareja se veía muy feliz con él resultado de sus apuestas la mayor parte del tiempo.

-Carnivoro-.

La voz del azabache llamándole lo saco de su mundo,y fijo su atención en el guardián de la nube.

-Oh, Hibari me alegra mucho verte....vamonos...-

Solo esperaba regresar a la mansión y que aun siguiera en pie.

Después de todo con Vongola y Varias realmente nunca se sabia.

Mientras él prefecto de Namimori seguía al hombre de vestimenta china en silencio...algo le daba mal presentimiento.

Por algún extraño motivo que lo molestaba de algun modo.