—Eres una omega con hiperactividad.

Lisa parpadeo confundida al escuchar al doctor frente a ella, él cual la veía con una mirada indiferente, un alfa.

—¿Qué? —sonrió nerviosa.

—Es simple, eres una omega algo inestable a cuestion de ciclos de celo —explicó mirando los análisis en sus manos—, tus feromonas funcionan diferente a el resto de omegas, producen demasiado lubricante excesivo... Cómo si estuvieras en celo todo el tiempo y causa irregularidad del ciclo de esa etapa —acomodó sus anteojos con la punta de su índice—. Los síntomas usualmente comienzan en la infancia-adolescencia, por lo que su caso es muy insual. La inestabilidad de su aroma aun no es muy alto, pero tenga mucho cuidado, será mejor que no deje de tomar los medicamentos que le hemos rescetado para ocultar su aroma y controlar la hiperactividad.

El hombre pasó aquellos análisis a las manos de la pelinegra, la cual leyó detenidamente junto a la receta de medicinas. Aparentemente era una omega, le asombraba aquello pues a sus treinta y cuatro años pensaba que era una beta común como el resto de personas que nunca se presentaban como alfa o omega.

No le molestaba ser una omega, al contrario, suponía que estaba bien, pero le asombraba que esos días que se estaba sintiendo mal fuera por ello y no por otra cosa.

—Usualmente a los pacientes con hiperactividad se les implanta tubos para controlar sus fermonas. —dijo nuevamente el doctor, capturando la atención de Lisa.

—Entiendo... —asintió de manera pensativa.

Creo que esta bien si solo tomo las medicinas, no necesito ese implante... Por ahora.

—Sin embargo. —el hombre levantó su dedo y Lalisa alzó una ceja—. Debido a la condición de su cuerpo, se recomienda no dejar pasar ninguna de las medicinas que le asignamos, vamos a insertarle el regulador en el próximo chequeo si no desea el implante. Recuerde, no deje pasar ninguno de sus medicamentos.

[!]

La ahora omega abrió la puerta de su departamento, dejando su mochila y maletín en el sofá de la sala principal mientras dejaba aquella carpeta con sus análisis en la mesita del centro. Estiro su cuerpo y fue directo hacia el baño de su habitación. Estaba estresada de pensar tanto sobre su nueva vida como omega, por lo que decidió que sería mejor relajarse.

—La hiperactividad no me preocupa... —pensó en voz alta para si misma—. Mis amigos omegas y alfas nunca se han quejado de los ciclos de celo ni de la hiperactividad.

Sin más retiro las ropas de su cuerpo y miró como este había cambiado las últimas semanas, incluso noto que su estatura de un metro setenta había disminuido sorpresivamente a uno sesenta. Si antes se sentía alta para ser una beta, ya no podria presumir de esa característica.

Con una mueca en su rostro bajo la mirada por su abdomen (notando su cuerpo más curvilíneo por el cambio) y algo le tomo de sorpresa al subir esta con detenimiento.

—¿Pero que-...

Sus pechos.

Sus pechos eran más grandes, muy grandes.

Su cara cambió drásticamente a una de terror puro y no pudo evitar gritar, tomo el celular de su bolsillo de su pantalón con sus manos temblorosas para así googlear lo siguiente:

Buscador: Agrandamiento de bubis

Resultados...

Omegas y el desarrollo/agrandamiento repentino de los pechos.

Este fenómeno es bastante inusual, en ocasiones es debido al cambio de la anatomía de un omega recién presentado. Otra razón del Agrandamiento de los pechos puede ser por los medicamentos de hiperactividad que causa como reacción secundaria esto, menstr...

Lisa dejo de leer aquel artículo para así bañarse rápidamente, evitando ver a sus amigas en todo momento. No podía ponerse histérica en estos momentos cuando debía ir a la universidad.

Al salir de la ducha recordó que quizás Jisoo podría ayudarla, pues era la enfermera de la universidad. No dudo ni un momento en tomar su celular con su mano libre al estar sosteniendo la toalla en su pecho.

Soo<33

Tú:

SooSoo T-T

Soo<3:

¿Qué pasó Lili?

Tú:

¿Estás ocupada más tarde en la enfermería?

Soo<3:

No, Por?

Tú:

Necesito que me consultes, bueno, que me ayudes ;((

Soo<3:

¿Qué pasa, Lis?, justo estoy terminando todo hoy, ven a la enfermería después de clases

Al llegar a la universidad no pudo ocultar su cara malhumorada en todo el día, incluso sus alumnos lo habían notado. Suspiro perdida entre sus pensamientos mientras daba su clase de matemáticas.

No es de extrañar que me sentía rara toda la mañana desde la consulta, penso con un suspiro de por medio, como se considera esto un "ligero efecto", ¿Si dejó de tomar las pastillas volveran a la normalidad?"

Sus pensamientos empezaban a agobiarla, por lo que al escuchar a unos alumnos hablar no pudo evitar mirarlos con mala cara a los pobres chicos.

—Buenos días, profesora Manoban. —habló uno de los chicos, dejando su mochila en su asiento.

—Sí, si. Buenos días, tomen asiento. —habló indiferente, pero trato de forzar una sonrisa mientras se levantaba de su escritorio—. Vamos a hacer la práctica de hoy, chicos.

—¿Qué le pasa a la profesora hoy? —murmuro una alumna.

Lisa ignoró los murmuros de sus alumnos, tomo el marcador de pizarrón y se acercó a este mismo, sin embargo, se detuvo al sentirse mareada. Sobo su cien y su cabeza algo aturdida.

Debe ser el medicamento.

—Quizás este estresada, los profesores han estado en prácticas de entrenamiento —murmuro otro alumno—. Pobre de ella.

[!]

Luego de largas horas de clases al fin esaba camino a la enfermería de Jisoo en el primer piso, Lalisa tocó su frente al notar la temperatura subir por su cuerpo.

—¿Está dandome fiebre? Ah, mierda. —se quejo mirando la hora de su celular y notó los mensajes de Jisoo.

No puedo decirle que no quiero, iré por que me siento mal, a estado esperando, pensó Lisa.

Al dar la vuelta y bajar por las escaleras se topo con Jennie Kim, era profesora de educación física de la universidad, quien estaba subiendo las mismas.

—Hey, Jennie. —le saludo con una sonrisa.

Jennie al notar a la tailandesa no pudo evitar mostrar esa sonrisa descarada que tanto le gustaban a la mayoría de omegas adolescentes y hormonales.

—Hola, Lis—saludo también acercándose a la omega—, al parecer te estas marchando.

Manoban asintió.

—Sí, voy a la enfermería con Soo. ¿Estás en el turno de tarde?

Jennie iba a contestar, sin embargo, de forma inesperada Lisa perdió el equilibrio en un mareo intenso, por lo que la alfa reaccionó rápidamente para así atraparla con uno de sus brazos, rodeando el abdomen de Lalisa.

Un intenso aroma llegó al olfato de Lisa y la envolvió de inmediato.

—¿Estás bien, Lis? —dijo Jennie preocupada por la menor, la cual tenia la cara roja y sudor bajando por su frente.

—¿Eh? Ah... Gracias, Jennie. —dijo agobiada y abrumada—. De repente me sentí un poco mal.

—No creo que haya sido un poco, te ves muy mal, Lisa—cuestiono Jennie para quitarle a Lisa su bolso y cargarlo en su hombro—. ¿Quieres que te lleve a tu auto?

Lisa negó agitada.

—Llévame con Jisoo.

—Está bien, pero luego te llevaremos al hospital —dijo para así soltarla un poco y cambiar la posición de su agarre por la cintura de Lisa, apegandola a ella con firmeza hasta asentir.

Ambas empezaron a caminar hasta bajar las escaleras y tomar rumbo por el largo pasillo. Lisa se aferró con firmeza a la sudadera de Jennie al sentir sus piernas temblar.

—Wow, si que eres fuerte —río Jennie, intentando sacarle plática—. ¿Haces ejercicio, Lili?

—Ah... A Veces juego tenis.

—Oh —sonrió—, yo también jugué tenis cuando estaba en la universidad. Recuerdo que-...

Las palabras de Jennie empezaron a dejar de ser importantes para Lisa cuando escuchó su voz a la lejanía, concentrándose más en sus expresiones tan atractivas.

¿Qué es este olor?, sintió sus mejillas calientes, mirando de reojo el femenino perfil de Jennie. ¿Es loción masculina? No... No creo que sea eso, pasó saliva respirando por la boca, agitada. ¿Por qué... Huele tan bien?

Entonces recordó vagamente que había dejado de tomar los medicamentos aquella mañana antes de irse a la universidad, maldijo internamente mientras apretaba sus dientes hasta que Jennie abrió una puerta, dejando ver la gran y blanca enfermería donde se encontrarían a Jisoo, sentada con una bata blanca y leyendo algunos papeles.

—Uh, ¿Jisoo? —habló Jennie adentrándose con Lisa.

Jisoo al escuchar la voz de la alfa menor desvió su mirada hacia la entrada, donde vio lo que pasaba. No dudo en levantarse rápidamente de su silla para acercarse a ambas chicas.

—¿Qué sucede? —dijo preocupada, mirando a una Lisa perdida.

—Creo que su cuerpo no está bien, hace rato casi cae de las escaleras. —contó Jen sosteniendo a una débil Lisa.

—Vamos a rescostarla primero.

Jennie por su parte dejó de escuchar la conversación de ambas chicas al sentirse mareada, miró el piso y sintió todo dar vueltas y el sudor empapar sus ropas.

Yo... Siento que no estoy enferma.

Tambaleo lejos del agarre de Jennie, intentando caminar a una dirección desconocida hasta que se desplomó en el piso de rodillas, ambas profesoras miraron a la menor en el piso confundidas mientras esta miraba el piso, sonrojada. Abrió sus piernas sentándose en esa posición aún con sus piernas flexionadas.

Una húmedad apareció en sus pantalones, se removió inquieta, queriendo restregarse contra el piso, tapó su entrepierna y se inclinó hacia adelante, liberando feromonas dulces que se impregnaron en toda la enfermería.

—Lis-... Estás bi-... —dijo Jisoo preocupada, pero Lalisa no podía escucharla bien.

Lisa levanto la mirada sonrojada, topandose con la de ambas chicas preocupadas, y entonces recordó lo que dijo el doctor.

Sí olvidas tomar tu medicamento evita quedarte con personas que comiecensen a presentar los mismos síntomas de hiperactividad... Especialmente de aquellos que son alfas.

La omega jadeo.

Jisoo y Jennie eran alfas.