MiYeon y Minnie miraban a Shuhua un tanto confundidas hasta que la pelirroja sintió las feromonas de la omega, causando que un calor subiera por todo su cuerpo.

Por otra parte, Shuhua estaba cada vez más cegada por sus instintos de celo, sentía su cuerpo temblar y calentarse con el pasar de los minutos.

—¿U-Uh? ¿Está caluroso aquí? —hablo con un hilo de voz la omega, desviando su mirada a cualquiera que no fuera la de ambas alfas, su intimidad palpito y soltó un jadeo.

Sus feromonas se dispersaron aun aún y MiYeon se estremeció nerviosa ante lo que sucedía. ¿Shuhua era una omega? ¿Pero cómo no lo había notado?

—¿Feromonas de omega...? —dijo aturdida, retrocediendo hasta perder el equilibrio y caer de senton en el piso, sin apartar su mirada de Shuhua.

¿Calurosa? ¿Está en celo? ¿No le pusieron un regulador...? ¿Como no pude darme cuenta que Shuhua era una omega todo este tiempo? Se que la medicina cubre el aroma pero aún así se notaría.

La alfa pelirroja se tapó su nariz con la palma de su mano mientras las venas en sus brazos y manos se notaban ante la tension de su cuerpo y el esfuerzo, sus pupilas brillaron dilatadas al sentir el delicioso aroma de Shuhua abrumarla. Era tan llamativo y envolvente.

¿Qué hago?, se cuestionó MiYeon, ¿Que tengo que hacer? No me sorprende que Shua sea una omega pero... Yo, n-no-... Agh, debería llamar a la ambulancia?

Mientras MiYeon debatía en su cabeza en que hacer ante tal situación, Minnie no perdió el tiempo y se acercó a Shuhua rápidamente para así agacharse a la altura de esta y mirar su mirada sonrojada y sus brillantes ojos.

—Profesora Yeh, ¿Te sientes incómoda porque tienes problemas con su celo, linda? —dijo la pelinegra.

—Minnie... —murmuro en un jadeo la omega.

Yontararak sonrió.

—Una omega en celo no puede hacer nada sin sus supresores. Lo bueno es que ya terminaron las clases, y mañana es fin de semana, también deberíamos estar de suerte por que esta sea una enfermería ¿Cierto? —ladeo su cabeza—, igual hay condones listos y aquí hay dos alfas que te pueden ayudar.

MiYeon parpadeo confundida y Shuhua la miro atenta.

—¿De que hablas, Minnie?

—¿Mmh? —la alfa pelinegra alzo una ceja—. Bueno, es obvio que vamos a tener sexo.

La pelirroja se sonrojo mirando aturdida a Minnie por sus palabras y su actitud tranquila.

—¿Por qué solo te quedas mirando, MiYeon? ¿Nunca lo has hecho con una omega en celo? —soltó una risa pequeña—. No se como aguantas sus feromonas, pero yo no puedo soportarlo.

La Tailandesa se enderezo para así encarar a una MiYeon aun en el suelo.

—¡¿D-De que mierda estas hablando?! —gritó Cho—. ¡¿Cómo puedes ser tan descarada, Minnie?!

Minnie rodó los ojos divertida ante la reacción de la alfa mayor.

—Sólo... ¡Debemos llamar a un centro de ayuda o al hospital!

Una sonrisa altanera se dejó ver en la comisura de los labios de la pelinegra para así negar, se acercó a Shuhua y la levantó, sosteniendola por la cintura, se acercó a el cuello de esta para lamer la extensión, sacando un gemido que estremeció a ambas alfas. Yeh, agitada, se apego al imponente cuerpo de la alfa cerca suyo, se sentía abrumada y cegada al sentir como Minnie la apretaba contra su pecho.

—Entonces... Tu puedes mirar de lejos, Cho.

MiYeon se levantó de inmediato al ver dicha escena, histérica y aturdida por la actitud de Minnie con lanpobre omega que estaba fuera de si. ¿Debía atacarla? ¿Llamar a la policía? No lo sabía, pero sin duda la pelinegra estaba demente.

—¡Ya basta, Minnie! —gritó intentando acercarse para quitarle a Shuhua, pero Minnie fue más rápida—. ¡¿Estas enferma o que te pasa?!

—Ah~ ¿Por qué eres tan amargada, MiYeonnie?

—¡Cómo profesora no está bien hacer esto en la escuela, Kim Minnie!

Minnie chasqueo su lengua.

—¿Entonces deberíamos dejarla en este estado? Shuhua necesita saciarse y esta es la forma más rápida de aliviarla.

Ajena a la plática de ambas alfas, Shuhua se encontraba sosteniéndose del pecho de la alfa menor mientras miraba a ambas con una mirada perdida y mejillas sonrojadas. No sabía de qué hablaban, ni cómo habían llegado a esa situación pero quería decir algo al respecto.

—Yo... —la voz dulce llamó la atención de ambas alfas—. Supongo que también quiero tener sexo.

MiYeon y Minnie miraron asombradas a la omega, sintiendo sus feromonas cada vez más abrumadoras.

—Pero... Ya sabes.. —dijo Shuhua, dirigiéndose a MiYeon, nerviosa—. Mis pechos... Están un poco extraños...

—¡Debo revisarlos! —se adelantó a decir MiYeon, sus mejillas ardían en un rojizo al igual que las de Shuhua y Minnie—. D-Digo. P-Por que... Soy la enf-fermera de la universidad y... Eso..

Shuhua asintió en blanco, pues después de todo para eso había ido en primer lugar.

¿Qué es esto?, finge qué no le gusta pero es una total pervertida, pensó Minnie con un sonrojo y relamió sus labios mirando a MiYeon. Es demasiado linda.

Minnie desvió su mirada hacia Shuhua y llevo su mano por su abdomen bajo hasta meter esta por su camiseta, sintiendo la suave piel de la omega.

—Shuhua —llamó la atención de Yeh—. Las feromonas en este momento son muy intensas, creo que deberías ayudarte también.

—U-Uh... Eso... Esta bien, Minnie. —acepto Shuhua, estremeciéndose ante sus caricias.

MiYeon se arrodillo frente a Shuhua mientras que Minnie sostenía la cintura de esta por detrás, paso saliva al tener los pechos de la omega frente a ella, por lo que nerviosa quitó la camiseta, dejando ver su sujetador negro el cual retiro igualmente hasta dejar ver un par de pechos grandes y firmes, con los pezones erectos y sensibles.

—Se... Volvieron grandes, Miy. —puchereo Shuhua mirando sus pechos.

Shuhua libero una ráfaga de feromonas que mareo a ambas alfas, MiYeon sintió su cara roja y el sudor bajar por su yugular. Deseando meter uno de esos botones en su boca, pero intento mantener la compostura.

—P-Puede ser un agrandamiento de pechos por... Los cambios omegas, feromonas y-y el medicamento. —tartamudeo, pasando saliva, sintiendo esta acumularse en su boca.

Son bellísimos.

De forma imprevista, MiYeon adentro el pecho izquierdo de Shuhua en su boca, lamiéndolo y chupándolo de forma ágil con su larga lengua, sacándole unos gemidos a una alterada omega, que tembló en los brazos de Minnie.

—¡E-Espera... MiYeon! —rogó entre un gemido.

Minnie no se quedó atrás al ver la situación, por lo que bajo los pantalones de Shuhua para así adentrar su mano por delante, atravesando la tela de sus bragas hasta llegar al coño de la omega, donde adentro sus dedos por la entrada húmeda, dejando lamidas por su cuello y nuca. Shuhua Tembló arqueandose levemente al sentir la mano de MiYeon subir por su otro pecho y acariciar su pezon sensible, las dos pares de ambas y las feromonas de ambas alfas la estaban cegando más de lo que estaba.

—M-Minnie —gimoteo Shuhua—. M-MiYeon~

Ambas gruñeron.

—Viendo como no puedes controlar tus feromonas, deduzco que hace poco te has presentado y que nunca has estado con un alfa... ¿Cierto? —murmuro con voz ronca Minnie, Shuhua se estremeció.

—A-Ah... Mgh...

—¿Entonces somos las primeras? La excitación que tengo por pensar que vamos a romper este tierno coño hace palpitar mi dura erección. —gruño Minnie en la oreja de Shuhua.

MiYeon miró desde abajo a Minnie y no pudo evitar pensar que era una total pervertida por decir aquello, sin embargo, debía admitir que se veía extremadamente atractiva de aquella manera. Movió su cabeza chupando y succionando más del ceno de Shuhua, sintiendo el roce de su lengua en la sensible piel hasta que su mirada se conecto con la de Minnie, quien le dedicó una mirada intensa mientras lamia las clavículas de una temblorosa Shuhua.

Las estimulaciones en el cuerpo de la omega siguieron hasta que Minnie encontré el punto límite en su interior, hecho su cabeza hacia atrás y trato de callar sus gemidos con su mano, su cuerpo se lleno de espasmos que anunciaron un orgasmo interno y externo que se mostró con un squirt. Se recostó en el piso débilmente con las piernas abiertas y deblorosas, mirando entre lágrimas cristalinas a MiYeon y a Minnie agitadas con una mirada penetrante, ambas se veían tan atractivas en esos instantes que Shuhua podría perder la cordura en cualquier momento ante semejantes mujeres.

—Profe Yeh, ¿Puedes hacernos sentir bien también...?

¡Gracias por leer!