O4 ♡ !
1 semana más tarde.
Las cosas habían vuelto a su normalidad, los tres profesores tomaron sus respectivas clases a excepción de HyunJin, quien había estado desaparecido luego de que su celo se calmara y entrará en conciencia.
SeungMin y JeongIn estaban muy inquietos ante la desaparición del omega, pues no contestaba sus mensajes y llamadas, aparte qué la dirección solo les había dicho que el rubio estaría ausente todo una semana por problemas personales.
El más nervioso era el pelirrojo, quien a pesar de intentar hacer su trabajo en la universidad, seguía sintiéndose alerta, y aparte, muy culpable con todo lo que había sucedido hace unos días.
Quizás el mayor problema en la vida... Es comprender. Pensó con un suspiro.
Se encontraba curando a dos alumnos que se habían lastimado las rodillas en la clase de educación física, sin embargo, no prestaba atención a la charla de ambos jóvenes. Las imágenes de HyunJin y JeongIn desnudos y gimiendo le carcomía la cabeza cada segundo que pensaba en aquel encuentro.
Una mezcla de culpabilidad y ansiedad se acumulo en su pecho, ¿Había hecho mal en meterse con el omega? ¿HyunJin lo odia y por eso no responde sus llamadas?
Necesitaba respuesta o se volvería loco.
Tapó su rostro entre sus manos y gruñó frustrado, dejando a ambos alumnos confundidos pero a la vez preocupados.
—Enfermero Kim... ¿Le duele algo? —dijo uno de los chicos.
—No, yo no-...
La puerta de la enfermería se abrió, dejando ver a un sonriente JeongIn vistiendo una camiseta sin mangas, permitiendo lucir sus musculosos brazos. Su semblante relajado y sereno hacia que el humor de SeungMin empeorará.
—Hola ~ —sonrió acercándose a SeungMin y a los chicos sentados frente a él, mientras el alfa mayor evitaba verlo mientras limpiaba la herida—. Vine a ver que mis alumnos no estuvieran saltandose las clases.
SeungMin bufó.
—Ah, ¡Profe Yang! —dijo uno de los alumnos—. Nosotros no nos estamos saltando las clases, el equipo no puede ganar sin mi.
—Lo sé, ustedes son los mejores. —soltó una risa leve.
—No me lastime demasiado, ¿Podemos seguir jugando hasta el almuerzo?
—Bueno, pero no dejen la pelota tirada cuando terminen.
SeungMin levantó su mirada para ver el perfil de Yang, realmente era atractivo y joven, sus músculos se marcaban en la camiseta y no podía evitar recordar los cuerpos desnudos de él y HyunJin restregándose contra el suyo. Trago grueso y soltó un quejido qué llamó la atención de los tres presentes, pero no dijeron nada.
—E-Enfermero Kim... Adiós
El pelirrojo asintió en forma de despedida hacia los alumnos y intentando no sonrojarse.
—Oigan, díganles a los demás que no deben hacer fila. —movió su mano en forma de despedida.
—¿Usted no viene, profesor Yang?
—Nop, tengo que hablar unas cosas con el enfermero Kim.
SeungMin parpadeo.
—¿Qué? —siseo.
Los jóvenes salieron de la enfermería haciendo sonar la puerta al cerrarse, y la sonrisa de JeongIn se volvió más suave y sincera al estar a solas con SeungMin.
—¿Llegaste bien a casa? La semana pasada me refiero. —preguntó aún sin voltear a ver a SeungMin.
El alfa mayor se tenso nervioso.
JeongIn se giro mirando al nervioso alfa.
—¿Paso algo?
—Algo... Definitivamente paso algo —frunció el ceño—. Supongo qué lo que sucedió no fue gran cosa para ti, JeongIn... Pero, ¿Cómo pueden dos alfas con un omega... ? —apretó sus labios—. ¡Eso... Como pudimos hacer eso!
Las imágenes de lo que había pasado hace una semana llegaron de golpe a la mente de ambos alfas, JeongIn suspiro.
—¿Cómo pudo suceder algo como eso? ¡Y con HyunJin! —se levantó de su silla enfrentando a Yang, sus pupilas se cristalizaron.
—¿Hyung? ¿Estás llorando? —lo miro con curiosidad mientras el mencionado limpiaba sus pequeñas lágrimas.
Entonces JeongIn comprendió qué pasaba.
—Enfermero Kim, te gusta HyunJin ¿Cierto? —soltó directo, haciendo que SeungMin se estremeciera.
Suspiro pesadamente para así levantar su mirada de golpe con una mirada entre enojado y triste. JeongIn sabía que se iba a desahogar con el.
—¡Si! ¡Hace más de dos años que estoy enamorado de él ¡Y tambien estaba planeando confesarme! —gritó con lágrimas en sus ojos, mientras su pero delgado pero firme cuerpo se tensaba con las mejillas sonrojadas—. ¡Pero no importaba lo mucho que tratara, HyunJin no sentía lo mismo. Por qué el era un beta, por eso no podía verme como una opción en el amor tan siquiera! —tomo bocadas de aire, sus lágrimas bajaron por sus mejillas—. ¡Estaba tan satisfecho con tener una estrecha relación de Hyung-Dongsaeng! ¡Pero desde la otra semana no contesta mis mensajes ni mis llamadas! ¡Ni siquiera abre la puerta cuando voy y la tocó! Y lo entiendo... Quería pretender qué nada de lo que ocurrió paso y intente hacer lo mismo pero... ¡¿Porque tenia que llegar tan lejos?!
La sala quedó en silencio después de que SeungMin se desahogara, JeongIn lo miró perplejo, para luego sonreír ladino, acarició la cabellera rojiza del mayor y este parpadeo confundido, limpiandose las mejillas.
—Vaya... —se alejo, adentrando sus manos en sus bolsillos delanteros con una sonrisa satisfecha—. Parece que no era el único que estaba siendo ignorado en llamadas y mensajes, pensé que ustedes se habían puesto amorosos sin mi.
—¿Eh?
—No se donde estaba la casa de HyunJin, así que no pude dormir bien pero... —rasco su barbilla—. Por su personalidad no creo que nos este ignorando. Tal vez estuvo durmiendo mucho esta semana, ese día casi me desmayo y si no mal recuerdo, tu también, así que te fuiste a casa ¿Verdad?
SeungMin asintió dudoso, no le iba a confesar qué en realidad fue él quien dejo a HyunJin en su casa ese fin de semana después de lo ocurrido.
—Aún así, ¿No tienes conciencia? Estaba muy preocupado y intente ponerme en contacto con él. —dijo SeungMin algo mareado con todo aquel asunto.
—Ah, bueno... —sonrío levemente—. A mi también me gusta el profesor Hwang.
SeungMin se estremeció.
—¡¿Estas bromeando?! —dijo exaltado.
—Bueno, con solo mirar pude ver que nuestros cuerpos son compatibles —asintió con una sonrisa—, y su personalidad también es bastante atrapadora.
—Eso es verdad pero-...
—Bueno, tenía la sensación de que a ti también te gustaba HyunJin pero no sabia que estabas enamorado por más de dos años.
SeungMin se sentó nuevamente en la silla para así frotar su cien, necesitaba procesar todo eso.
—Pienso que soy una persona agresiva, una vez pongo mis ojos en algo, hago lo sea para conseguirlo —su mirada se oscureció con una sonrisa algo tosca—. Estas bien con eso, ¿Verdad, SeungMin Hyunf?
El pelirrojo le dedicó una mirada molesta y apretó sus dientes con un chasquido, era obvio que el pelinegro lo estaba retando.
La tensión creada se corto en un instante cuando la puerta de la enfermería se abrió, dejando ver a un lindo omega rubio.
—¡Permiso! —sonrió suavemente.
—¿Hyung? —ambos alfas hablaron al unísono.
—Oh, ustedes estaban aquí juntos... —se sorprendió, adentrándose a la enfermería con una sonrisa nerviosa—. Te estaba buscando, sabes... —dijo dirigiéndose a SeungMin—. Estaba ocupado toda la semana pasada así que no pude contactarme contigo, digo, ¿Con los dos...? Además, esta mañana mi celular cayó por el inodoro y agh.
—Ah. — suspiraron los dos alfas.
—Y también fui al hospital a que me pusieron el "tubo" inhibidor —apunto su delgado brazo donde tenía un reloj gris mientras sonreía—. Siento mucho lo de aquel día, por culpa de mi celo nosotros-...
—¡No! —lo interrumpió SeungMin—. No es algo por lo que Hyung deba disculparse, fue algo que ocurrió de la nada y sabemos lo difícil que es un celo así que... Qué... Es algo que debió pasar.
HyunJin rasco su nuca sonrojado y desvió la mirada.
—¿Enserio? Bueno... Yo en realidad me sentí bien —rasco su nuca—, dije que lo sentía pero... ¿Cómo limpiaron todo esto? De seguro fue difícil limpiar todas las cosas.
SeungMin estaba cada vez más alterado, su respiración se irregularizaba mientras escuchaba al omega. No debió hablar de sus sentimientos con JeongIn por que ahora sentía la necesidad de decírselos a HyunJin de una vez por todas.
—¡También estoy enamorado de ti, Hyung!
Un silencio inundó la sala, y tanto HyunJin como JeongIn se sorprendieron hasta por la confesión, aunque SeungMin se convirtió en un tomate al instante.
—¿Q-Qué?
SeungMin entonces se dio cuenta de lo que dijo y nervioso empezó a cambiar de tema, con un burlón JeongIn mirándolo con los brazos cruzados.
—¡Eso no fue tan difícil de limpiar; JeongIn me ayudo demasiado y habían hojas de repuesto! y-y... —empezó a vacilar nervioso.
El pelinegro bufo para así pasar su brazo por los hombros de HyunJin, el cual estaba aún más sonrojado que nunca.
—Hyung, a mi también me gustas mucho.
Ahora SeungMin era el asombrado, y HyunJin no podía estar más perplejo, su cara era un poema.
—¡Yang, no me interrumpas!
FIN.
¡Gracias por leer!
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