El manto de la noche que cubre todo a su paso, cada partícula sumida a su entorno que más podrían pensar, donde indica el inicio para los humanos donde tienen que dormir. Tokoyami se encontraba en un sueño profundo relajado entre las aguas tranquilas que lo rodeaban.

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"Caminas o despiertas un cascabel llega a nuestras cabezas, escalofríos en mi sangre recorren mis venas, congelan al tiempo que se vuelven nuestras cadenas. Por fin los ojos contemplan aquel infinito mar de estrellas que he acurrucan y me mesan."

Autor: Es de mi propiedad

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Narra Shun

No me quería mover de donde estaba, estar recostado sobre el suelo frio y cristalino que reflejaba lo más mínimo de mi alrededor. Murmullos silenciosos que llegaban a mis oídos eran tan tranquilos que me daban un sueño profundo, fue entonces que se escucharon pisadas tenues como si estuviera caminando sobre hielo fino a punto de quebrarse.

Giré levemente mi rostro en aquella dirección tratando de saber quién se trataba grande fue mi sorpresa al ver a Yuma con su mismo semblante aburrido parecido al mío, pude notar su mirada fija sobre la mía, pero no le prestaba atención solo me relajaba en el ambiente.

—Que haces ahí tirado?

Escuche que pregunto con irritación solo suspire para rodar mis ojos en señal de molestia y estaba claro que escuche su molestia atreves de sus amenazas para que me levantara del lugar.

—Ya voy, voy—mencione para levantarme y observarlo sin expresión alguna, pero duro muy poco porque solo paso de largo, por lo que solo me dedique a seguirlo en silencio

Narra escritor

Caminaron durante un largo tiempo o eso parecía ya que todo parecía similar a su alrededor, fue en ese momento que entre los espejos aparecía un joven ocultando su rostro con una máscara.

Ambos se detuvieron para observarlo fue cuando un grito desgarrador resonó por el lugar haciendo que todo se empezara a quebrar y los vidrios explotaron en pedazos. Shu y Yuma cubrieron sus oídos por lo agudo que sonaba rápidamente corrieron para poder alejarse de aquel sujeto.

Yuma: Diablos...—bisbiso para gruñir y tratar de salir del lugar en el que estaban—¡Oye! —hablo captando la atención de Shu que lo miro con una mueca sobre su rostro—Por ahí—señalo donde había un lugar apartado

Shu lo miro unos segundos para asistir y correr al lugar indicado fue cuando de repente cuando llegaron el vidrio debajo de sus pies se quebró haciendo que cayeran a un profundo agujero, segundo o minutos no sabían cuánto había pasado ya que seguían cayendo.

—¿Por cuánto tiempo estamos cayendo? —pregunto Shu con sus manos detrás de la cabeza mientras seguían cayendo

Yuma lo miro unos instantes ya que no sabia con exactitud lo que pasaba por lo que solo gruño leve—No tengo idea, alguna sugerencia—comento para mirarlo con una ceja arqueada

Shu: Si claro que la tengo—menciono para captar la atención del contrario—Podemos ir por aquel pasadizo, ya que esto es una ilusión—comento para señalar con su dedo aquel lugar

Yuma: ¡DESDE CUANTO TIEMPO LO SABIAS! —consulto gritando enojado por no darse cuenta de aquel lugar además de que Shu no lo había dicho

Shu: Pensé que sabía y solo quería relajarte aquí en el aire—hablo sin importancia para cerrar los ojos y descansar un rato

Yuma quería ahorcarlo o estrangularlo en esos momentos, pero no dijo nada y con ayuda de sus brazos llego al pasadizo donde observo a Shu quien lo siguió con una sonrisa ladina sobre su rostro dando a entender su burla sobre su hermanastro.

Caminaron en un silencioso pasadizo que solo estaba en oscuridad, pero algo los sorprendió era como una puerta apareció cubierta de espinas a su alrededor como también varias rosas la adornaban, ambos se miraron para después acercarse a la perilla donde abrieron la puerta. Una ventisca choca contra sus caras por inercia llevaron sus manos a sus cabezas cubriéndose del aire que venía, algo les llamó la atención era aquel espantoso olor que llegaba a sus fosas nasales recorriendo cada centímetro de sus cuerpos.

Yuma: Que repugnante—hablo con desagrado y desprecio en sus palabras

Abrieron sus ojos al sentir como la frialdad del aquel cuarto llegaba a sus cuerpos, ¡Era nieve!, como era posible aquello no tenía lógica alguna, no esperaron y empezaron a caminar cada pisada que recorrían era como si el tiempo se detuviera las gotas de nieve paraban de caer sobre ellos solo se sentía la gélida ventisca.

Shu: Yuma mira

Hablo Shu señalando una sombra mientras más se acercaban aquella oscuridad se fue aclarando donde los dejo atónitos, su cuerpo colgado lleno de enredaderas sobre sus muñecas hasta los talones, las espinas clavadas en su piel notando los rastros delgados de la sangre rodando por sus muñecas hasta caer sobre la nieve tiñéndolas de un rojo carmesí.

Shu: ¡TOKOYAMI! —un grito desgarrador salió de sus labios para empezar a correr a donde estaba sin importar lo que sucediera a su alrededor

Correia con rapidez a donde se encontraba, pero por más que trataba de acercarse no lograba acercarse parecía tan cerca, pero tan lejos a la vez su rabia aumento por lo que sucedida y se fijo a su alrededor tratando de averiguar lo que pasaba. Yuma en cambio solo permaneció estático cerrando sus ojos para empezar a caminar sin rumba mientras lo hacía podía escuchar los leves murmullos de alguien cerca de su oído.

—"Abre los ojos"

Yuma trataba de ignorar aquellas palabras caminando un poco más acelerado su paso, pero mientras lo hacia aquellas voces se fueron incrementando causando que su respiración se agitara.

— "¡Abre los ojos!"

Aquello resonó cerca de su cuerpo causando que se detenga antes de poder ceder ante las suplicas de aquellas voces algo lo detuvo sintió como una gélida mano tocaba su rostro cubriendo sus ojos, cosa que lo sorprendió y lo colocaba como posición alta buscando alguna manera de saber que era lo que pasaba.

Yuma: ¿Quién eres?

—Tienes que estar atento aun no es hora de que los abras, te falta poco para llegar—menciono con una voz gruesa, pero a la vez delicada

Yuma permaneció en silencio, pero lo obedeció suspiro lentamente para caminar fue en ese momento que ya no sentía aquel frio, ni tampoco la nieve en sus piernas recorriendo sus talones. Fue entonces que poco a poco abrió sus ojos dejando ver sus claros ojos sobre la plena oscuridad que lo rodeaba.

Yuma: ¿Dónde estoy? —pregunto observando a su alrededor— ¿Shu donde estas? —hablo mirando que su hermano no estaba a su costado

El terror y la preocupación aumentaba dentro de Shu quien corría lo más rápido para poder llegar a donde su hermano menor, pero por más que trataba no lograba llegar fue en ese instante tan rápido y fugas donde paso una sombra que lo sujeto de los hombros llevándolo a la plena oscuridad donde su propia conciencia parecía desaparecida.

Ahí estaba Tokoyami crucificado sobre las ramas del árbol tan grande que enrollaba su pecho, su respiración lenta como también susurrante cerca de su oído pasaron segundos que se volvían interminables.

—¡TODO ES SU CULPA! —se escucho decir a lo lejos como si las propias sombras lo condujeran a su perdición

Escalofríos llegaron a su cuerpo, pero una mano se poso sobre su hombro haciendo que volteara a verlo ahí estaba una sombra con brillantes ojos rojos posados sobre los suyos, trago levemente un poco de saliva, pero logro calmarse después de segundos.

Shu: ¿Quién eres, porque haces esto? —consulto seriamente para ver cómo se acercó a donde estaba

X: No puedes salvarlo

Shu: Si puedo y lo hare

X: ¿Enserio crees que quiere ser salvado?

Shu lo miro algo desconcertado ante su pregunta y se mantuvo callado por lo que miro en dirección a Tokoyami tenia miedo de perderlo por primera vez en su vida había alguien que logro entenderlo sin decir algo camino lentamente a donde se encontraba atado y llevo su mano a su mejilla.

Shu: Tokoyami—hablo sollozando levemente—Te rescatare lo prometo—menciono acercándose a donde se encontraba sus labios sintiendo como sus respiraciones se mezclaban con una sonrisa deposito en su frente 

Mientras tanto con Yuma una luz blanca inundo su habitación dejando ver un hermoso y reluciente prado con distintas flores y en el centro estaba Tokoyami con una sonrisa con los ojos de color blancos como si fueran unas hermosas perlas con rapidez se acercó para abrazarlo.

Yuma: Hermanito es hora de volver—menciono tiernamente mientras las lágrimas caían de sus ojos

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"La luz de los ojos y la oscuridad están unidas por uno solo, tan solo tienes que aceptarlas para poder descansar de tu sufrimiento, aceptarte por completo es el primer paso para que puedas saber quien eres realmente o con ayuda de los demás ver que camino tomar"

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Con Shu aquel cuerpo de Tokoyami empezó a resplandecer donde las ramas lo soltaron y dejaron caer su cuerpo en los brazos del mayor con cuidado lo sujeto y camino entre las sombras del lugar dejando como la oscuridad los consumía al igual que Yuma hizo lo mismo, pero siendo inundado por la luz más pura que recorría cada centímetro de su cuerpo.

Afuera del lugar donde las ramas de aquel árbol que mantenían prisionero a Tokoyami se tornaron de un hermoso color solo faltaba uno rama para que el proceso se completara, aquella sombra comenzó a mostrar su rostro un joven de cabellera tan oscura como la noche y unos ojos grises claro, solo suspiro para dejar escapar una lagrima de sus ojos por ver a su amigo en aquel estado.

Todos los cuídanos estaban en una especie de sueño que conectaba sus vidas mostrando poco a poco la vida del menor llanto, gritos de sufrimiento, como también rabia se podía sentir en aquel lugar por lo mostrado. Los profesores, alumnos, héroes, amigos de la infancia y de la escuela se sentían mal por cómo había pasado la vida su compañero y joven.

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Nunca nadie sabe lo que realmente pasa una persona que siempre sonríe o se oculta tras una máscara, en cambio solo la gente los juzga, critica y molesta a tal punto que nadie sabe como reaccionar. Las lagrimas siempre caen cuando se descubre la verdad y la culpa se apodera de uno mismos hay veces que se puede remediar, pero otras vez solo se deja pasar como un rio que fluye y nunca se detiene por más que lo intente lo hecho ya se hizo, no hay como volver solo cambiar para mejorar las cosas que pasaron.  

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Narra Kanato

Ahí despertado en un lugar siniestro el sol deslumbraba con intensidad tanto que me ardían los ojos de solo verlo, por lo que me oculté entre las sombras de los arboles tratando de buscar una salida, pero me alegraba tener a Teddy conmigo por lo que empecé mi búsqueda para salir de este lugar. No sabía cuánto había camino fue cuando lo vi una cabellera roja a lo lejos por lo que me acerqué rápido a donde estaba.

—¡AYATO! —grite para mirarlo a los ojos y abrazarlo

Narra Ayato

Me estaba hartando de dar tantas vueltas, la verdad parecía un maldito laberinto fue cuando escuché su voz temerosa por el miedo que lo carcomía volité rápido y ahí estaba Kanato con una sonrisa que con rapidez me abrazo por lo que correspondí a ello.

—Hey ya no llores—hablo acariciando su cabeza con cuidado a pesar de haber tenido nuestras deferencias de niño aún era mi hermano por lo que sonreí ante su abrazo y su preocupación que era notoria

Ambos se separaron donde kanato no paraba de llorar por lo que Ayato solo lo abrazo aquello parecía algo maravillo para el menor que después de tanto tiempo lleno de soledad lograba encontrar algo de cariño fraternal dentro de Ayato estuvieron unos segundos cuando el suelo empezó a temblar las flores comenzaron a marchitarse, la luna empezó a salir en lo más alto de los montes que se apreciaron a la lejanía.   

Pasaron las horas donde ambos se levantaron y empezaron a caminar fue en ese instante donde lo vieron a Tokoyami durmiendo sobre la fría agua con una leve sonrisa sobre su rostro, con cuidado se sumergieron llegando a donde estaba abrazándolo, pero algo paso una gran balanza apareció frente a ellos con una sombra que los observaba.

X: Si quieren llevárselo tendrán que dar algo a cambio—menciono con una voz gruesa y dictadura que causo escalofrió a todos

Kanato y Ayato se miraron entre si buscando alguna respuesta ante lo ocurrido, pero solo soltaron un suspiro para dar un paso a adelante y mirar firmemente a la persona que tenían al frente.

Kanato: Yo daré mi vida incluso la de teddy

Ayato solo miro a su hermano sorprendido, pero tomo su mano y acepto también la propuesta hecha, caminaron unos minutos adelante donde aquella sombra los miro y se acerco donde estaban en ese momento unas luces salieron haciendo que aquel lugar resplandeciera y dejando que todo lo adornara, fue en ese corto momento donde sintieron sus almas fueron arrebatadas dando un gran cambio dentro de ellos.

A los pies del árbol todas las ramas resplandecieron de llenando un color blanco dentro de él Tokoyami empezó a despertar apenas abrió los ojos sentía como su respiración se acelero y trataba la manera de salir entonces llego aquel momento en su mente, todo se tornó de color rojo haciendo que su corazón palpitara con intensidad.

Tokoyami: ¿Dónde ...dónde estoy? —Hablo observando a su alrededor y con cuidado se levanto y observo como un gigantesco bosque se presento delante de él

Narra Tokoyami

Hay veces que me pregunto que hubiera pasado ¿si no hubiera existido?, ¿acaso mis padres seguirían vivos?, no sabría bien aquella respuesta ya que miles de veces me lo pregunte, pero nunca obtuve una verdadera respuesta.

Las cosas pasaron y si tuviera aquel poder de volver en el tiempo, había algo que me preguntaba podía haber salvado a mis padres realmente de aquel sufrimiento de mi nacimiento, pero no puedo ahora mismo me encontraba dentro de mi propia oscuridad, sumergidos dentro de miles pensamientos oscuros que me inundaban.

Cuando aquellos sujetos me llevaron contra mi voluntad pensaba que vendrían por mi rápidamente, pero no sucedida, me torturo mentalmente casi tanto que no sentía mis muñecas por la presión que causaba y tratar de liberarme.

¿Por qué? ¿Por qué siempre me pasa esto?, ¡Quiero ser feliz! Siempre grito al vacío de mi mente, las lagrimas caen como si hubieran sido una larga cascada llenando las lagunas de los manantiales. Aquello fue doloroso sentir como mis emociones se perdían y mi mirada se tornaba vacía a cada minuto y así sucedió.

Me había perdido dentro de aquel eterno sueño que era una completa pesadilla repitiendo las mismas palabras que me culpaban de las muertes de inocentes, masacres, sangre y cuerpos mutilados estaban a mi alrededor a cada paso que daba al igual que los gritos de agonía de las personas que me seguían.

¿Enserio era mi culpa?, me pregunte cuando fue en ese momento que aquella luz apareció alejándome de aquel lugar y llegando a un lugar donde todo era color blanco poco a poco se empezó a convertir en un bello jardín.

—Sin duda es hermoso—mencioné observando, pero en eso sentí como alguien me empujo por la espalda y unas pequeñas alas surgieron de mi espalda

Cuando me di la vuelta las lagrimas caían de mis ojos al ver aquellas personas delante mío ¡Eran mis padres!, que me miraban con una sonrisa sin pensarlo corrí a donde estaban abalanzándome sobre ellos dejando escapar todas las lagrimas que nunca en mi vida solté.

—¡PAPÁ! ¡MAMÁ! —gritaba a todo pulmón mientras sentía como me acariciaban la espalda—¡PERDÓN! ¡PERDÓN! — mencione entre mis sollozos, pero en eso aquella cálida sonrisa de mi madre, me calmo como la extrañaba sin duda era todo lo que más quería

—Amor, mi pequeño bebe—escuche que me decía mientras colocaba su mano sobre mi cabeza y no perdía su mirada sobre la mía—No es tu culpa, mi pequeño—como podía decir estaba por reclamar, pero me detuvo con su mano—Siempre te hemos estado observando, nunca te dejamos

Papá T: Siempre te hemos querido, cuando llego aquel momento nos sentíamos culpables de que tuvieras que pasar por todo esto enserio perdónanos

Tokoyami: Claro que los perdono, yo tuve la culpa sino...

No termine ya que mis padres me abrazaron, sin duda no quería despertar, pero ellos solo se separaron de mi lado los quede observando confundido, pero de pronto escuchaba unas voces que me llamaban.

Mamá T: Tienes que ir a donde están ellos mi pequeño

Tokoyami: Qué...

Hable con inseguridad y con miedo ante su respuesta, solo lo mire a lo lejos sabía que tenía razón, pero no quería volver a tener miedo por lo que me aferre a ellos, sin embargo, observo como me sonrían y de la nada me empecé a elevar por lo que trataba de sujetarme de la mano de mi madre.

Tokoyami: ¡NO! ¡AUN NO QUIERO! —comente casi gritando y con los ojos lloroso sin duda tenia miedo a perderlos

Papá T: Campeón ya es hora que nos dejes ir

Mamá T: Ahora tienes una familia a que cuidar

Cada palabra resonó por mi cabeza "Familia" fue cuando recordé aquello a mis nuevos hermanos, a mi padre fue cuando me solté de su agarre dejándome llevar, pero sin perder mi sonrisa y con las lagrimas cayendo por mis mejillas.

Tokoyami: ¡LOS QUIEROS! —grite llorando—¡CUMPLIRE MI PROMESA! ¡PROTEGERE A MI FAMILIA!

Solo observe como sonreían ante mis palabras y comenzaron a desvanecerse en el viento aprete los dientes por la despedida que pasaba, pero dirigí mi mirada al cielo donde observe como una enorme constelación estaba enfrente mío, pero lo que me alegro era ver a Selene con su mano estirada en mi dirección.

Selene: Es hora hermanito

Solo sonreí y sujeto su mano—¡SI! —Mencione para observar cómo mis demás hermanos estaban esperándonos por lo que mire en su dirección para correr y abrazarlos

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"Hay veces que la vida nos da la oportunidad de volver a ver a quienes amamos, pero 

solo nos queda esperar para decir adiós o un hasta pronto" 

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Narra Escritor

La oscuridad se empezó a dispersar donde las tinieblas se desvanecieron y la gente despertó de su largo sueño, algunos observaron a su alrededor buscando la manera de saber donde estaban, algunos como los héroes aprovecharon aquel descuido para capturar a los villanos que se encontraban inconscientes, en cambio los estudiantes solo buscaron la manera de llegar a donde estaba su compañero para poder pedir una disculpa.

Los hermanos Samakis despertaron de golpe y corrieron a donde se encontraba Tokoyami inconsciente Laito fue el primero en colocarlo entre sus brazos observándolo con la esperanza que despertara al igual que los demás.

MENTE DE TOKOYAMI

X: Me alegro que te aceptaras

Tokoyami: Si, ya tengo que despertar ellos me esperan

X: Tienes razón fue un gusto pequeño —Observándolo con una sonrisa y viendo cómo iba a despertar—TE QUIERO HIJO SIEMPRE TE CUIDARE EN LAS SOMBRAS—Grito con todas sus fuerzas para sonreír

Afuera de la mente de Tokoyami, él estaba despertando sintiendo como las voces se escuchaban como si fueran ecos recorriendo sus oídos cuando los abrió por completo visualizo a sus hermanos llorando de alegría y abrazándolo con todas sus fuerzas por volver, estaba agotado por lo que se quedo dormido en brazos de su hermano que lo acomodo entre sus brazos para llevar a su casa para que pueda descansar y pudieran examinarlo.

Eh vuelto—con una sonrisa—bueno queridos eh vuelto a la escritura

como saben me desaparecí por unos exámenes y por temas de clase, por lo que

durante esta semana estaré actualizando mis historias —con los brazos cruzados—

Entonces como sabrán no los dejare hasta el próximo capitulo ya que esta historia pronto

llegara a su fin, los quiero a todos  :3 !!!