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Capitulo 17 (A Sí Mismo)

Hola mis terroncitos de azúcar, aquí mamá terrón de azúcar, publicando el nuevo capitulo de este hermoso fanfic, que me he dado cuenta es del gusto de muchos de ustedes, y eso me hace enormemente feliz a mi corazón.

La verdad es genial leer sus comentarios, votos y ponerse mega felices por ver actualizaciones.

Recuerden que intentare publicar los semanales, cada vez que termine de dar un mes entero de los regalos de mis terrones de azúcar.

Jjajaja claro que igual de los dorados.

Por ejemplo este ultimo sábado de Abril, iniciare a dar lo regalos de Marzo, así que... Vamos a estar con ellos cada Sábado, hasta terminar todos los regalos de ese mes.

Y así... Volver a darles estos hermosos capítulos.

Y claro, con las votaciones por los 600 terrones de azúcar en Wattpad...

Recuerden un voto por terrón en cada fanfic, pueden volver a votar aunque lo hicieran los días anteriores.

Sin mas, empecemos terrones:

Pétalos Marchitos (DeuterosXAspros)

Cruel Destino, Esperanza Perdida (IkkiXEsmeralda)

Dulce Combate (ShiryuXSeiya)

Atrevido Joven Aprendiz (ManigoldoXSage)

Mi Único Deseo Alternativo (DohkoXShion)

Jajaja, los dos mas votados serán actualizados en algún punto, así que esperenlo con emoción.

A leer e ha dicho que sin duda lo han esperado mucho. 

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Rápidamente la tarde comenzó a caer en el santuario...

Cada persona se ocupa de sus asuntos, solos o con personas significativas para ellos.

Conversaciones qué solo corresponden a dos, temas que se convierten en tabúes...

Anhelos y deseos que a la hora indicada se hacen realidad...

Miedos de que eso ocurra... pues se deberán enfrentar a un castigo.

Por una toma de decisión que al final logró atrapar su mente...

Después de ese entrenamiento, Capricornio se quedó todo el día en su templo, haciendo algunos trabajos domésticos, limpieza de su armadura, cosas cotidianas, que solo logran enmascarar sus dudas y pensamientos que embargan su cabeza y corazón.

Shura... A comenzando de a poco a acepta que tiene sentimientos muy fuertes por Aioria, se ha dado cuenta de ellos, por sus momentos de soledad, aquella venganza que deseaba y anhelaba, ya no la quiere cumplir.

Deseando que todo fuera un borrón y cuenta nueva...

Claro que eso sería lo mejor, lo mejor que pudiera suceder...

Sin embargo, él mismo sabe que no.

Cuando terminó de auto flagelarse con sus pensamientos tortuosos, dándose cuenta de las estupideces que cometió... De todo el dolor que el Griego debió sentir por su actuar... Y eso que ni siquiera sabe la verdad.

No fue bueno haber jugado con el León dorado, por que terminó perdiendo él mismo...

Lo que inició como solo una ayuda con sexo incluido, terminó siendo... Un motivo para seguir adelanté, pensar que aunque un amor no correspondido te destruya, existirá uno nuevo que te reconstruya.... Te de más de lo que mereces.

Y si, Capricornio se dio cuenta de esto, cuando ya había iniciado el plan, que ahora le da vergüenza reconocer que él fue quien lo deseo hacer.

Los suspiros que salieron de sus labios durante la tarde...

El pensar como deberá seguir con esto...

¿Cuál camino sería el indicado para poder remediar lo que hizo?

Claramente, olvidar la estupidez de usar a Aioria para vengarse del hermano mayor de este, el León nunca tuvo la culpa de nada, al fin se dio cuenta...

Pero, es muy tarde... Pues... El amor surgió cuando jugaba al casanova, para destruir a un inocente.

Su conciencia no podría permitírselo ahora que ha vuelto a tomar control de él...

El simple hecho de pensar que... Si así transcurrían las cosas, y logrará que Aioria se enamore de él de verdad, claro Shura sería tan feliz por ello...

¿Podrían estar juntos, teniendo ese secreto de por medio?

Que se entere el León dorado ¿El por qué se acercó en primero lugar...?

No sería bueno para nada, pero... Tal vez si necesario...

Capricornio medito esto cuidadosamente todo lo que pudo, pues sin duda se prepararía lo mejor posible para su cita con Aioria.

Así es, tenía una cita, aquella donde verían la lluvia de estrellas...

En que los dos estarían solos de noche, bajo el manto estelar que les regalara miles de preciosas obras luminosas...

Mientras limpiaba su cuerpo, para ocuparse y no atormentarse más, decidió escoger un atuendo que se le viera bien, casual pero no para ser demasiado desinteresado, ni formal...

Jamás creyó enfrentarse al pensar que deseaba verse bien para alguien que no fuera Sagitario...

Cosa que ahora no parece importarle para nada, que el noveno caballero lo vea... De hecho le es tan indiferente ese hecho.

Así debió ser desde un único, pero no...

Su mente le dicto que debía dejar que todo siguiera el curso natural en donde solo debe entregar sus sentimientos y que no piense en él pasado, pero su corazón...

El fiel corazón de un caballero, le pide sinceridad ante la persona que ahora reina en él.

La honestidad sería la mejor política, para obtener un amor sano y duradero...

Pero, ¿Cómo le va a decir a Aioria que fue al inicio el reemplazo de su hermano mayor?

Eso destruiría la confianza del Griego, y Shura lo sabe...

Sin embargo, está de acuerdo en que si quiere empezar una relación con el quinto dorado, que de verdad las cosas funcionen, no le puede estar ocultando algo así de importante...

Se supone que la confianza debe ser primordial en cualquier tipo de relación, y si no puede ser sincero, no debería iniciar una... Pues claramente no se lo merecía.

Cuando fue bajando cada escalón de las doce casas, vistiendo una camisa negra y pantalones de vestir de un tono verde oscuro, va pensando detenidamente en todo.

No siente duda de sus sentimientos, no puede negar que está enamorándose de una manera que ni él mismo creía que sucediera del León dorado, no pudo contra sus encantos, pero... A la vez, no puede creer que esté pasando.

Le parece una fantasía demasiado buena y cruel...

La venganza que planeo ahora le explota en la cara, entiende perfectamente que eso lo va a perseguir... Hasta que sea sincero.

Y en este punto, es donde todo se resume...

Lo había estado pensando en su soledad, poco antes de aquella invitación, y después de la conversación que tuvo con el patriarca, ese lapso de tiempo en que noto que el estar con Aioria lo hacía feliz, y ya no pensaba en vengarse de Sagitario, si no... Disfrutar de ese tiempo juntos.

Pero es asaltado por pensamientos fugaces de culpa... De resentimiento contra sí mismo...

De haber manchado esa sonrisa y amor, desde un inicio, provocando que esos sentimientos no puedan ser correspondidos de forma sincera.

No puede resistir más... Ya no puede hacerlo...

El dolor de alguna vez haber amado a alguien que prefirió a la persona que deseaba verlo muerto, se ha desvanecido, tanto que al verlos ya no le molesta tanto... Simplemente lo hace recordar su más grande estupidez cometida, contra un inocente.

Y que la sonrisa de Aioria, le dicta en su corazón que dedicarle su amor sería lo correcto, pero... No del todo.

Ya tomó su decisión, lo pensó con todo el detenimiento del mundo, con los pros y contras...

Ya que su anhelo se transformó en olvidar su estupidez, y ser feliz con el León dorado.

Dando un cambio radical en sus pensamientos y sentimientos, pero no por ello se volviera algo malo o terrible...

Así se fue hundido en sus pensamientos hacia el punto antes mencionado, en el acantilado más alto... Donde el Griego lo estará esperando, de sólo imaginar su dulce sonrisa, le hace latir como loco el corazón y sus mejillas sonrojarse, pero... A la vez... Una opresión en su pecho, causado por la decisión que ha tomado hoy.

Tal vez no ahora, tal vez no... En estos días o semanas, pero... Si en algún momento en el futuro, declarará sus sentimientos al León dorado, para confesarle que ahora su corazón es por completo suyo, que de verdad lo es... Y que nadie más existirá para arrebatarle esto.

Por ende, debe preparar ahora el escenario y ser sumamente honesto...

Si Aioria lo desprecia, y lo aborrece por esto... Luchará para ganarse su perdón de una forma u otra... Pero debe liberarse de su culpa... De que el León sepa toda la verdad... Es importante.

Pasó así los nueve templos debajo del suyo... Anunciando en algunos su paso por allí y en otros simplemente atravesándolos, pues no sentía cosmos de nadie.

Realmente no le dio importancia, solo deseaba seguir adelanté, entre querer llegar hasta donde la cita con el León dorado se llevara a cabo... Y querer seguir en soledad, pues entre sus pensamientos, sentimientos, como la culpa, sigue conflictuado en si lo que planea hacer sea lo correcto.

Shura lo evaluó tanto, cada instante que ha podido lo ha estado pensando detenidamente, así que su idea principal ha sido tomada, pero no puede evitar sentir dudas en su corazón.

En este punto no sabe si hubiera así mejor haberse encontrado en Leo para irse los dos juntos, pues el tiempo que desea pasar con Aioria es lo único que le importa ya en este punto.

Como han cambiado sus pensamientos, debieron pasar tantas cosas, para comprender que en algún punto, ese rencor, odio y desamor sentido se acabó, se alejó, para dar paso a un sentimientos hermoso, que al ver los males que ha hecho y los que se ha guardado...

Lamentablemente, Capricornio primero decidió hacer mal a un inocente que logro atraparlo con su encantadora sonrisa, sus ojos de ilusión aun con el corazón rato...

El león dorado jamás hizo daño a otros, solo a sí mismo.

Aquellos pasos del Español lo conducen cerca del bosque, no atravesándolo, sino siguiendo el sendero que yace a una orilla de esté, para llegar hasta donde el castaño claro se encuentra, donde lo espera para ver aquella lluvia de estrellas.

Es obvio que esa es una idea muy romántica y adorable, que no puede negar que enciende su corazón con alegría y profundo deseo...

Sabe que no puede hacer nada, entiende que le prometió llevar las cosas con calma... Pensarlo como amigos, es lo que debe hacer, aunque en realidad desearía volverlo a tocarlo como antes, pero ya no guardando rencores, y deseos de solo ayudarse mutuamente para olvidar a quien alguna vez tomo su corazón y lo destruyo sin darse cuenta.

Abrumado entre sus pensamientos, detiene su andar un segundo, lanzando un suspiro cansado, no por la caminata, pues para alguien como ellos, algo así no los podría agitar en lo absoluto, pero sus pensamientos sí que lo podrían hacer.

Pasa su mano derecha por su rostro, apretando el puente de la nariz, para bajar por su boca y hacerla caer al lateral de su cuerpo.

Sus ojos color del jade se abren mostrando un arrepentimiento único y una ferocidad contra sí mismo, lo que deja apreciar, es algo que demuestra parte de sus conflictos internos.

-Soy un idiota... No debí haber hecho todo esto...- El arrepentimiento al parecer al fin lo ha alcanzado.

Aunque lo intento negar al principio, que su venganza era lo más importante en su corazón y mente, se fue acabando poco a poco, hasta al fin llegar a este punto de resolución, pero a la vez conflicto interno...

Ya que...

Frunce su ceño, mostrando sus dientes que aprieta con toda la fuerza posible –No creí que esta estupidez se me regresaría... Que terminaría siendo presa de algo que jamás creía que me pasaría de nuevo- Sus palabras las necesita exteriorizas, debe intentar hablarlas consigo mismo para entenderlas.

La razón por la que a veces es bueno hablar solo, es que aunque pienses mil y una vez algo, hablarlo te puede servir para entenderlo mejor...

Cada quien tiene un proceso diferente...

-Aioria, es el único inocente en todo esto, y... Lo termine hiriendo, aunque no lo sepa... Lo heriré... Ya no me creo capaz de verlo a la cara...- Su puño se forma en su mano, frustrado, enfurecido, y odiándose a si mimo, comprendiendo que el juego que inicio está acabando con él.

Los sentimientos surgieron por la convivencia, por palabras, acciones, interacciones que lo hacían recordar esa época tan hermosa que sin duda... hubiera sido mil veces mejor haber puesto sus ojos en el León dorado que en Sagitario, tantos males se habrían prevenido.

No pudo soportar más, cuando su puño había acumulado el cosmos, para de buenas a primeras, liberarlo contra el tronco de aquel árbol que se encentra a su diestra, no era que deseara hacerle daño a la naturaleza, pero... Necesita sacar esa frustración, y dolor que él mismo se provocó por su estado mental, que ahora se arrepiente tanto.

De un primer árbol, varios terminaron siendo derribados, los troncos de estos cayeron, dejando que los pedazos de madera se esparcieran por todos lados, incluso ensuciando un poco al peliverde con esto y algunas hojas que caen encima, sin duda le dan un toque bonito a su apariencia de remordimiento...

Pero no es lo que buscaba en sí.

Lanza un suspiro cansado nuevamente, bajando su mirada, su puño no presenta ningún daño, es obvio, eso no lastimaría la piel de un dorado, pero no por eso significa que no duela alguna parte de su ser...

Relaja la mano, mirando hacia el frente lo que ha hecho, sus ojos color del jade afilados como su mejor ataque, demuestran lo que esto significa y no es para nada de su agrado.

-Termine perdiendo ante Aioria... No sé cuándo me comencé a enamorarme de él... Pero... No puedo seguir con esta mentira... No puedo hacerlo...- Niega con la cabeza, apretando sus labios, pero al fin dándose cuenta de lo que es lo correcto.

Sus ojos entrecerrados se fijan al frente del caminó, decidido, con los puños crispados, pero su mente, como el corazón decididos en que no puede seguir callando por más tiempo esto.

-Lo siento, pero debo decirte la verdad... Aunque... Termines odiándome, me lo merezco, pero... Estoy dispuesto a ganarme tu perdón de cualquier forma...- Sus pasos van guiados por el deseo de enfrentarse a esos preciosos ojos verdes como el bosque, esa sonrisa cálida que le regala tranquilidad, aunque lo lastime, aunque pierda cualquier oportunidad que llegara a tener, debe ser honesto con el León dorado, confesarle todo y de paso... Decirle lo que siente, aunque no valdría nada.

No es un hombre de muchas palabras, es serio, aunque sabe a complacerse a los entornos, gasto tanta energía y perdió a muchas personas importantes por sus estupideces, al fin se da cuenta.

Debió llegar hasta este punto para comprender lo que sus ideas autodestructivas lo han condenado simple y sencillamente, se aferra ahora a la única luz que le queda y no quiere perder.

Y que para comenzar a sanar y ser digno, deberá revelar todo, y solo así...

Contemplar lo que es la peor soledad...

La que tú mismo provocas...

-Aioria...- Murmura el nombre de la persona que provoca un terrible latir en su corazón, que lo desconcentra y lo hace entenderse más –Mereces la verdad, pero yo... No te merezco...- Tensa sus rasgos faciales, sus labios y puños, pero no va a desistir ahora de lo que cree correcto.

Para cuando se da cuenta, ya está en aquel punto de reunión...

Lejos del santuario, que solo puedes llegar por medio de ese camino que recorrió, teniendo, la plenitud del cielo al frente, y el peligro del acantilado cerca, pero... No sería una dificultad en si, ya que antes de ellos se encuentra pasto fresco, aun verde aunque la temporada otoñal este siendo cada vez más agresiva a sus inicios...

Al ver aquello, no puede evitar sonreír levemente, y más cuando sentado en el suelo, sin importar ensuciarse, sujetando sus propias piernas flexionadas por las rodillas, se gira, para dedicarle una preciosa sonrisa, cambiando su posición, para acomodarse bien, dejando sus manos un poco estiradas hacia atrás, y mirar al recién llegado que esperaba con tanta emoción.

Que incluso sus mejillas se sonroja, teniendo de fondo una preciosa noche estrellada, que solo provoca que el peliverde oscuro desee contemplar a ese joven hombre, siente el corazón latir como loco, pero las terribles punzadas de la culpa en su ser, no lo dejan tranquilo...

Ambos mirándose en aquel lugar que se citaron, dedicándose sonrisas distintas, con el singular sonrojo en sus mejillas y el latir de sus corazones por verse.

Son los únicos dos en ese punto, aunque sea un evento tan precioso el que se dejara ver en cuestión de minutos, cada quien está intentando mirarlo con la persona que aprecian, aman o tal vez en pequeños grupos en donde una amistad reina aun...

Como sea la situación, esto es algo que cualquiera podría disfrutar, y más dar pasó a algo que tal vez termine de una manera dulce...

Aunque el pensar de Shura no es precisamente ese, pues...

Ya no va a seguir ocultando esto por nada del mundo.

-Llegaste a tiempo- Leo le habla de forma casual, sonriéndole, invitándolo con la mirada a sentarse a su lado.

-No quería llegar tarde...- Sus pasos se dirigen directamente hacia donde el Griego se encuentra, pisando parte del pasto verde, dejado atrás el camino que recorrió y el destrozo que hizo en aquellos arboles...

Preguntándose internamente si es que el quinto guardián se dio cuenta de lo sucedido...

-Me alegro, porque la lluvia de estrellas empezará en poco tiempo- Observa tímidamente al Español, mientras este se queda a su lado aun parado –Hace mucho que no veo una- Intenta iniciar una conversación, como es el estilo entre ambos.

El rostro serio del otro con el ligero carmesí en sus mejillas, no puede por completo ser digno de ver esa gentil sonrisa que le regala el inocente León dorado...

La culpa carcome cuando de verdad te arrepientes, y provoca que no logres disfrutar esos instantes que la vida te regala, porque necesitas hablar y confesar los pecados que has cometido.

Nunca inicies una relación por venganza, pues terminaras perdiendo ante los sentimientos que se desaten.

Shura al fin lo comprende.

-igual yo...- Solo responde esto, para fijarse en el cielo nocturno, en donde cientos de estrellas están presentes, y la preciosa luna les da luz a aquellos que buscan un poco de calma sin necesidad de tecnología o métodos de iluminación por llamas.

-¿Por qué no te sientas? ¿Sabes que ya no vas a crecer más?- Una pequeña broma traviesa se escuchar de parte del menor, sonriéndole al otro, dejando aun ver ese sonrojo que no se puede desvanecer...

Al parecer alguien también ha estado pensando seriamente en esos nuevos sentimientos que han surgido repentinamente, pero que no los puede negar, solo... Aceptar.

Esas palabras, como un chiste, logran sacar de sus pensamientos tortuosos al Español, para mirar al otro, y asentir –Eso lo se...- No sabía si debía hacerlo antes o después de la lluvia de estrellas, en hablar y dejar que al fin la sinceridad reine en lo que cree.

Prefería en ese momento estar de pie, pues... Así sería mejor si el otro quisiera golpearlo, o tal vez porque si se queda al mismo nivel del León, tan cerca no soporte... Y quiera antes de revelar la verdad, robarle un beso...

Tiene ideas revueltas, entre tantas cosas solo pocas claras, comunicar su venganza y... Pedir que al menos el recuerdo que se lleve, sea la sensación cálida de esos labios que antes no disfruto, pero que ahora... Rogaría por volverlos a tocar y de verdad merecerlos.

Un suspiro burlón se presenta en la voz del León dorado, para llamar la atención del distraído Capricornio –Vamos amigo, solo siéntate... ¿Acaso no quieres descansar un poco del largo camino?- Sus palabras van directas hacia la acción de ir desde el santuario a este punto, pero...

Se pueden tomar como algo más...

El peliverde oscuro lo entiende de otra forma... Si quiera descansar, si desea al fin poder deshacerse de su carga emocional...

Pero... Hacerlo ahora... Sin siquiera que esa preciosa lluvia se presente, que desea mirar con el otro.

¿Sería lo mejor?

-Sí, estoy algo cansado...- Lentamente se sienta sobre el pasto a lado del quinto guardia, queriendo mantener la distancia... Aunque ni siquiera el mismo lo puede evitar... Pues solo los separan centímetros en la posición que se encuentran.

Shura decidió sentarse en posición de loto, para descansar a su comodidad... Dejando sus manos sobre sus piernas, demostrando que en si esta tenso con el ambiente tan curioso.

Mientras Aioria lo mira de reojo, estirando una pierna y flexionando la otra, para seguir con sus brazos estirados ahora hacia sus laterales en apoyo, sonriente y con el corazón latiendo a mil por horas, por la cercanía que estuvo esperando.

Con todo lo que había vivido en este corto tiempo, que en si... Podrían ser cerca de dos meses, poco más, poco menos... Pero con eso, comprendió algunas cosas de sí mismo, el desamor es cruel, el hecho de que rechacen tu afecto, duele tanto...

Que te digan que jamás serás correspondido, el solo sentir el sufrimiento y el dolor... Con el deseo de terminar con el golpe tan duro y buscar refugio en otros brazos...

Fue quien decidió que lo mejor era seguir como amigos, necesita también un poco de espacio, para lograr entenderse, pues... De repente, comenzó a sentirse feliz a lado de Shura... Y no, no por los recuerdos que este le brindaba o el hecho de que si se lo pedía, podrían estar de nuevo en la cama...

Es algo completamente inexplicable...

Sus sentimientos comenzaron a tomar forma por alguien más... Que le ha ayudado a superar el dolor que contuvo en su corazón por un buen tiempo.

Esta cita a la que deseaba invitar solamente a Capricornio, puede ayudarle a darse cuenta de que... Esto podría cambiar para bien.

-Sabes, me dijo Marin que esta lluvia de estrellas será una que solo se ve cada cincuenta años- Sus palabras, para hacer tiempo y seguir la conversación con temas triviales.

Al fin de cuentas, Capricornio escucha, asiente, o agrega algo sin importar el tema, deja que el León dorado se exprese...

Uno disfruta escuchar esa energética voz y otro le encanta la atención que le presta, sin importar que sean cosas sin ningún sentido.

El escuchar el nombre del caballero femenino de plata, no le cayó en gracia en lo más mínimo, su cuerpo se tensa de inmediato, para girarse levemente al ver al otro, que sonríe al seguir la conversación, como si no fuera nada malo hablar de esa chica.

Pero los celos aparecen, al darse cuenta que ella es también es importante para Aioria...

-Ja, ja, ja, si no la llegamos a ver ahora, para la próxima vez, tendremos como setenta años...- Le da bastante gracia esto, cerrando sus ojos sonriente por la idea -¿Lo imaginas? Si es que no morimos en alguna otra batalla y... Seguimos siendo amigos... Podríamos verla juntos de nuevo, ¿No crees?- Por un instante observa al peliverde, para girarse a contemplar el cielo, pues... Siente que no puede seguir viendo el rostro que primero lo noto serio y luego sorprendido por lo que dijo,

Solo fue algo espontaneo que le salió decir, sin razones, ni lógica... Lo que se le ocurrió, por la típica impulsividad de los signos de fuego.

Escuchar aquellas palabras, que le invitan de nuevo... En el futuro volver a estar así, juntos... Si es que su "Amistad" perdura hasta entonces o la misma vida de ambos.

No sabe si debe alegrarle por eso, que Aioria lo contemple con esa alegría, en que siguán estando juntos, pensando que no se alejaría de él...

-¿De verdad... Querrías volver a verla conmigo?- Ni siquiera han visto esta primera lluvia de estrellas, y ya están pensando en el futuro, dentro de cincuenta años, que se siguán manteniendo juntos.

Aunque, con la revelación de Capricornio, bien podría evitar que eso ocurra.

-Si... Me gustaría que así fuera...- Los nervios invaden al Griego de repente, no puede girarse para ver al Español, pues... Para este punto, no quiere verlo, pues... Podría decir una tontería, y esta tan apenado por hablar de ese modo.

Los jades ojos se contraen, esas pupilas parece temblar, al ser abiertos ampliamente, ver el perfil del castaño claro, una sonrisa que se divisa, y el brillo de esos ahora timados orbes como el bosque mismo, y el sonrojo de las mejillas... Que contemplan el firmamento nocturno.

Lo hace desear con todo su corazón que sea honesto, que todo termine de una vez e inicie como se pueda...

Quiere confesar sus sentimientos, decirle tantas cosas...

La devastación que provoco Shura, al fin puede ver las consecuencias, pagándolas por sus estupideces, al instante que se nota algo de ilusión en su corazón, en esta ocasión podría ser correspondido.

Y solo al destruir esa posibilidad y deseo...

Tal vez podría hacerlo...

Ya no puede callar sus sentimientos como lo hizo antes... Pero, era fácil porque no estaba esa persona, pero ahora con el Griego de sonrisa cálida y ojos radiantes, no lo puede dejar de ver, ni desea hacerlo... Si quiere tener el derecho de estar a su lado, y expiar sus pecados, deberá ser honesto, aunque se lo venga repitiendo todo el tiempo, aun es difícil.

Ya es hora... Antes de que... Se acobarde.

El valor que esas palabras le dieron, el deseo de cumplir esa promesa tal cual... Lo hace querer simple y sencillamente permanecer así con el León dorado...

Aunque... Esto provoque que se desee alejar, porque le confesará que termine siendo un sustituto de su hermano... Shura buscara la forma de pedirle disculpas, de rogarle porque le perdone...

No importa si deba humillarse, por Aioria haría lo que fuera.

Sus manos no pueden resistir, su cuerpo entero desea ese toque...

Sin pensarlo más... Su palma derecha va buscando la izquierda del león dorado...

Un punto perfecto, para conectar con la mano ajena si es su deseo...

Inconscientemente Aioria deseaba ese acercamiento fugas, con el toque de sus manos, pero no esperaba ese agarre, en que la mano un poco más grande del Español captura la suya, como protegiéndola del exterior...

Un escalofrió sintió, al igual que los nervios que lo invaden de golpe, pues... No es lo único que el Español deseo hacer...

Si no que... Abrió su boca, en cuanto tomo esa mano que a su parecer es delicada, para pronunciar el hermoso nombre que no pretende dejar de decir jamás.

-Aioria...- Lo llama para que lo pueda ver a la cara, con su ceño fruncido, los ojos clavados hacia el frente, rogando por ver el verde bosque del León, sus labios tensos, mientras aprieta suavemente esa mano, al fin tomo una decisión correcta, entre puras estudiases cometidas –Necesito decirte...-

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien...

Oh por todos los cielos... ¿Que opinan?

Shura, al fin parece darse cuenta que no puede hacer un movimiento de amor, si siguen así...

Por ende, debe declarar toda la verdad, aunque este ya reaccionado que perderá a Aioria, pero... La reacción del gatito... ¿Sera la correcta?

Se ve que esta muy ilusionado...

Y no existen problemas algunos de otras cosas...

Bueno... No diré mas... Solo que...

Shura ya no quiere hacer su venganza por nada del mundo, pero... ¿Ya es tarde?

Bueno mis terrones, me paso a después.

Les agradezco que me sigan leyendo, votando y comentando, que sigan apoyándome tanto, de verdad siempre se los estaré muy agradecida.

Los quiero mucho.

Pórtense bien.

Ammu se va. 

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