Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La parada del autobús


Me dirijo a la cocina, tengo un hambre brutal, me apetecen unas tostadas o algo de fruta. Cuando llego veo sobre la encimera un plato con galletitas de chocolate y fruta cortada, un zumo de naranja y como no un papelito.

Disfruta tu desayuno preciosa, espero haber acertado y que te guste, quiero conocerte más, saberlo todo de ti.
Te queda mejor que a mi la sudadera, quiero que me la devuelvas, solo descubre de quien es.

Adiós
-NB

Diosito, ¡que monada de persona!
Para empezar a acertado de lleno con lo que me gusta, soy una auténtica gorda. Y es demasiado mono, por favor, necesito saber quien es.

Desayuno tranquilamente y cuando ya he acabado de fregar los platos se despierta mi madre.

- Hola cariño, ¿que tal te fue ayer? -¿Que le digo? Genial, acabe borracha vomitando y no se quien me trajo a casa.

- Nunca me lo he pasado mejor.

- Ya veo, por cierto, te hiciste muy pronto el desayuno ¿no? -Mierda, había visto lo que me había preparado este chico.

- Emmm... Si -La verdad es que no creo que haya visto el papel, vendría demasiado cansada como para fijarse.

- Oye... - Se me queda mirando con cara de sorpresa.
¿Y esa sudadera? ¿Has vuelto a jugar al baloncesto? - Muy inteligente por tu parte, ve con ropa de otros para que se fije tu madre.

- No, em... es... de un amigo. - La miro con una sonrisa, espero que eso sirva.

- Ah, claro, bueno voy a desayunar.

No sabía que decir, me fui a mi cuarto y me empecé a arreglar. Como todos los sábados vamos a casa de Luqui a comer, ver películas y a pasar la tarde con Carol.
Lucas vive un poco lejos, necesito coger un autobús con el que tardo unos veinticinco minutos.

- Chao mamá, voy a casa de Lucas. -Le doy un beso a mi madre de despedida.

- Adiós, saluda a Lucía de mi parte, a ver si quedo un día con ella. -Lucía es la madre de Lucas, ellas dos fueron juntas al colegio y son mejores amigas desde siempre. Para mí Lucía es una tía, al igual que Luqui es como un hermano.

- Yo se lo digo.

Me despido y salgo al descansillo para coger el ascensor. Y cuando se abren las puertas del ascensor veo a Luis, mi vecino con una mujer de unos cuarenta años, con unos preciosos ojos azules, será su madre.

- Hola, buenos días. -Digo con una sonrisa, espero que se acuerde de mi.

- Ei, ¿como estas? - Avanza y se pone delante de mi y me toca la frente, en donde tengo el chinchón. Es muy alto y tengo que levantar la cabeza para poder mirarle a los ojos.

- Bien gracias, me has dejado un recuerdito. -Le espetó señalando la costra.

- Lo siento, mira, ella es mi madre, Ángela. -Claro, si es que son idénticos.

- Hola, ¿os conocéis ya? Tu eres Raquel ¿no? Conocí a tu madre el otro día.

- Sí, es verdad, me dijo que habló con los vecinos nuevos.

- Nos hemos mudado hace poco, que bien que mi niño tengo ya amigos. - Le pellizca las mejillas Luis, lo hace todavía más mono.

- Mamá por favor que no soy un niño.

- Para mi sí. - Y le vuelve a pellizcar, no pude evitar reírme, es una escena muy tierna.

- Tu no te rías guapa. -En ese momento se abren las puertas del ascensor.

- Bueno adiós, encantada.

- Igualmente, ya nos veremos.

Me dirijo a la parada del autobús y noto una mano en mi hombro.

- ¿Adonde vas?

- A la parada del autobús.

- Te acompañó.

- Vale, como quieras.

Tras una charla un poco ridícula que me saco muchas risas de cómo su madre piensa que tienen siete años él y su hermano mayor llegamos a la parada.

- Bueno ya estamos aquí.

- Sí, oye, ¿vas a coger algún autobús?

- Emmm, no, solo quería acompañarte. -Uh que dulce que me acompañe.

- Ah... pues gracias.

- Ya está llegando, emm, ¿me das tu número? - ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiii! Raquel, la primera vez que te piden el número, estas que lo echas.
- Sí, claro. -Busco el teléfono en el bolso, miro en el bolsillo pequeño y en el resto, después en el bolso lo del pantalón pero no está.
No puede ser, me lo deje en la mesita de noche y no me lo sé de memoria.

- No me digas que no te sabes tú número. - Y se empieza a reír.

- Oye no te rías, ¿tú te lo sabes listo?

- Vale, no, no me lo sé. - Nos quedamos mirándonos riendo, es extremadamente guapo.

- Pues entonces... No digas nada.

- Súbete, vas a perderlo.

- Adiós. - Le despido moviendo la mano y él hace algo que no esperaba. Me sujeta por la cintura y me da un beso en la mejilla, susurrándome algo.

- Espero mi beso de despedida

No me giro, y me subo al autobús, le observo por la ventana como está apoyado sobre la farola de una forma que lo hace demasiado atractivo.

Tras unas cuantas paradas llego a su casa, es enormes, su madre es una importante diseñadora y su padre tiene un despacho de abogados.
Cuando toco al timbre me abre Mercedes, su ama de llaves.

- Hola Raquel, ¿como estas? - Es muy cariñosa conmigo, tendrá unos sesenta y tantos años y llevo con la familia de Lucas toda la vida.

- Muy bien, ¿ y tu?

- Ahí vamos, están arriba, ya ha llegado Carolina hace un rato.

- Muchas gracias. - Eso si que me ha sorprendido, normalmente nos quedamos en el jardín o en la sala de juegos, arriba solo hay habitaciones. ¿Que pasaría anoche?

Cuando subo las escaleras me dirijo a la habitación de Lucas y al girar el pomo veo una escena bastante comprometedora. Me gustaría haberle hecho una foto a sus caras cuando me han visto entrar.
Carol, encima de Lucas sobre un sofá besándose como si no hubiera un mañana.

-Eh... yo... -Dice Lucas un poco nervioso

- ¡No me lo puedo creer! ¡Por fin! - Chilló y voy a abrazarles.

- ¿Como? - Dice Lucas algo sorprendido.

- Por fin habéis admitido que os gustáis o algo. ¡Siiiiiii! - Creo que estoy yo más emocionada que ellos. Se miran nerviosos y Carol se levanta y se arregla la falda nerviosa.

- Mirad yo aquí sobro, mejor quedáis vosotros, ya os veo el lunes.

- No, no, quédate. - Dices Carol, pero se de sobra que no quiere que me quede, como si no la conociera.

- Adiós, pasáoslo bien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro