Capítulo 4
Desperté con una fuerte aflicción en la cabeza, tuve una pesadilla. Me levanté de la cama con pesadez y observé mi reloj de muñeca, son las 20:30. Rodé los ojos molesto por la cantidad de horas que dormí y me dispuse a buscar mi camiseta de hamster en el armario. Una vez ya vestido bajé las escaleras en busca de mi dulce secretaria, pero no la encontré en la sala.
- Jarvis -Le llamé seriamente.
- Buenas noches, señor, Tn se encuentra en la cocina.
Esbocé una sonrisa al saber que ella sigue aquí, cumplió su promesa, y hasta ahora todo indica que es una persona en la que puedo confiar.
- ¿Qué podría estar haciendo allí? -Pregunté mientras me dirigía hacía donde Jarvis me indicó.
Al llegar a la cocina la encontré, sentada en la barra revisando quién sabe qué en su tableta.
- Ejem... -Carraspeé para llamar su atención- Buenas noches.
- ¡Oh!, ¡Despertaste! -Sonríe- Buenas noches, Tony -Me saludó amablemente mientras yo me acerco hacia ella- ¿Cómo te encuentras?
Realmente se siente bien tener una persona en casa que te reciba de una manera tan linda despues de despertarte de una larga siesta.
- Bien, querida -Saludé de igual manera- ¿Que es ese olor tan delicioso que mi sentido del olfato puede percibir? -Pregunté inhalando notablemente el aroma tan delicioso que emana desde algún lugar.
- Prepare hamburguesas con papas fritas -Me miró alegre- quería despertarte con una sorpresa.
- Eres la mejor -Le di un beso en la mejilla a lo que se sonrojó- es un lindo detalle, nadie había hecho esto por mi antes -Le comenté mientras saco la comida del horno- ¡Ay por dios esto se ve delicioso!
Mientras Tn se dispuso a preparar la mesa, yo la miro atentamente y con determinación. Se ve realmente bella cuando se concentra en hacer sus cosas.
- Por cierto, ¿Te gusta mi camiseta de hamster? -Pregunté posando para ella.
- Es... se ve muy bonita -Me miró tímida- a demás luce muy bien en tí -Se sonrojó. Yo simplemente sonreí gracias a su comentario.
- Lo sé, lo sé -Ríe- quién sabe, tal vez te obsequie una en tu cumpleaños -Hice una pequeña pausa- por cierto, ¿Cuándo es tu cumpleaños?.
- Es el 28 de abril, señor -Respondió seriamente mientras coloca los platos en la mesa.
- ¡Sólo faltan dos semanas! -Respondí emocionado mientras le ayudo a poner las copas y las bebidas.
- Ah... Si, es verdad -Parece que ni siquiera tiene en cuenta lo poco que falta para su día especial.
- ¿Qué pasa?, ¿No estás emocionada? -Ella negó con la cabeza- ¿Contenta si quiera? -Pregunté, ella volvió a negar- no lo entiendo.
- A mi parecer, no es un día que se deba festejar.
- ¿Quién no festeja su cumpleaños?.
- El día de mi cumpleaños mis padres fallecieron en un accidente en la ruta.
- Ouch... Lo siento, no lo sabía...
- Descuida -Esbozó una sonrisa desganada.
Ambos nos sentamos en la mesa una vez que acomodamos todo, pero quedamos en un silencio incómodo durante unos minutos, hasta que me digne a hablar.
- Creo que estas son las mejores hamburguesas caseras que he probado en mi vida -Sonríe.
- Gracias, me alegro que te hayan gustado -Me mira alegre.
- Ya que cumpliste con tu promesa y no me has abandonado a la primera oportunidad que se te presentó de hacerlo -Bromeé-. Es mi turno de prometerte algo.
- ¿Ah si?, ¿Que clase de promesa? -Pregunta intrigada.
- Te prometo, no, te juro -Corregí mientras llevo una de mis manos a mi corazón- que dentro de dos semanas tendrás el mejor cumpleaños de toda tu vida.
- Por favor, Tony, no quiero ninguna fiesta -Negó con la cabeza.
- No es una fiesta lo que tengo en mente -Sonrío, Tn me mira extrañada.
- Se oye muy seguro de lo que dice, señor Stark -Dijo y le dió un sorbo a su copa cuyo contenido es agua.
- Claro que estoy seguro, nena, soy Tony Stark.
Narra Tn:
Creo que no hace falta que Tony se preocupe tanto por mi, realmente no entiendo por qué lo hace.
- Creo que estás haciendo demasiadas cosas por mi -Comenté tímida mientras me llevo una patata frita a la boca- Primero el traje, ahora mi cumpleaños -Enumeré- ¿Qué más seguirá después?
- ¿Unas vacaciones con tu jefe? -Me dedicó una mirada incinuadora.
- Creo que es muy pronto para tomarme vacaciones, a penas estoy comenzando, ¿No lo crees?.
- Créeme, en un par de semanas querrás salir corriendo de aquí -Noté su tono burlón de inmediato, pero aún así, sé que en parte lo dice en serio.
- Soportar a Fury es mucho peor -El sonríe levemente.
- Señor, el capitán Rogers está en la puerta -Anuncia Jarvis.
- ¿Rogers?, ¿Qué hace aquí a estas horas? -Preguntó.
- Debe venir por mí -Respondí su pregunta, el me mira sin entender- Trabajamos juntos desde hace ya bastante tiempo.
- Imagino que son muy amigos -Respondió seriamente- Jarvis, hazlo pasar -Ordenó.
- Enseguida, señor.
Luego de poco tiempo Steve se hizo presente en el comedor.
- Buenas noches chicos -Saludó cordialmente- lamento si les interrumpí.
- De hecho si nos interumpiste, pero descuida, ¿Que se te ofrece? -Preguntó el millonario.
- Vine por Tn -Responde con una sonrisa.
- ¿Por Tn?, ¿Por mí secretaria Tn? -Pregunta remarcando el "mí".
Presiento que Tony está actuando de manera extraña, de todas las veces que le he visto platicar con Rogers nunca lo vi comportarse de esta forma.
- Eh... Pues sí -Pasó una mano por su cabello, lo cuál indica que está incómodo.
- Cap, ¿Me dejas un momento a solas con ella?, Por favor.
- Claro, los espero en la sala -Dijo y se marchó.
- ¿Que sucede, Tony? -Pregunté.
- Bien, seré breve -Hizo una pequeña pausa- No quiero que te vayas.
- ¿Q-qué?, Pero, tengo que irme, yo- -Me interrumpió.
- La última que vez dejé que la persona que mas me importaba cruce por esa puerta no regresó después de eso, y se que jamás lo hará.
- Tony, yo no soy Pepper -Intenté explicar- no voy a dejarte sólo, ¿Que clase de secretaria haría eso?.
- Quédate aunque sea por esta noche -Tomó mi mano e hizo puchero- pero no cómo secretaria.
- Tony, no puedo...
- No podré dormir si te vas.
- ¿Lo dices en serio? -Reí.
- Jamás he hablado tan en serio, señorita Tn -Dirigí mi mirada al suelo y pensé seriamente en lo que haría- ¿Que me dices, querida?
Mi corazón se derritió al observar su dulce mirada, no puedo rechazarle después de eso, está claro que sabe como comprar el corazón de las mujeres.
- Está bien... -Suspiré- pero sólo esta noche.
- Eso dices ahora -Me miró provocativamente.
Sentí como una ola de calor se apodera de mi cuerpo, ya sé que mi cara debe estar roja como tomate. Me limité a responder el comentario de Stark, y el simplemente me miró divertido.
- Iré a avisarle al Cap que te quedarás con tu jefe esta noche -Me guiñó un ojo y se marchó.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro