4.
Las cosas habían vuelto a su normalidad, las tres profesoras tomaron sus respectivas clases, a excepción de Shuhua, quien había estado desaparecida luego de que su celo se calmara y entrará en conciencia.
MiYeon y Minnie estaban muy inquietas ante la desaparición de la omega, pues no contestaba sus mensajes y llamadas, aparte qué la dirección solo les había dicho que la Taiwanesa estaría ausente todo una semana por problemas personales.
La más nerviosa era la pelirroja, quien a pesar de intentar hacer su trabajo en la universidad seguía sintiéndose alerta y aparte muy culpable con todo lo que había sucedido hace unos días.
Quizás el mayor problema en la vida... Es comprender. Pensó con un suspiro.
Se encontraba curando a dos alumnos que se habían lastimado las rodillas en la clase de física, sin embargo, no prestaba atención a la charla de ambos jóvenes. Las imágenes de Shuhua y Minnie desnudas y gimiendo le carcomía la cabeza cada segundo que pensaba en lo que paso.
Una mezcla de culpabilidad y ansiedad se acumulo en su pecho, ¿Había hecho mal en meterse con la omega? ¿Shuhua la odia y por eso no a respondido sus llamadas?
Necesitaba respuesta o se volvería loca.
Tapó su rostro entre sus manos y gruñó frustrada, dejando a ambos alumnos confundidos pero a la vez preocupados.
—Enfermera Cho ¿Le duele algo? —dijo uno de los chicos.
—No, yo no-...
La puerta de la enfermería se abrió, dejando ver a una sonriente Minnie con una camiseta deportiva que deja ver sus brazos fuertes y un poco de su abdomen. Su semblante relajado y sereno hacia que el humor de MiYeon empeorará.
—Hola~ —sonrió acercándose a MiYeon y a los chicos sentados frente a ella mientras la mayor evitaba verla mientras limpiaba la herida—. Vine a ver que mis alumnos no estuvieran saltandose las clases.
MiYeon bufó.
—¡Ah, profe Kim! —dijo uno de los alumnos—. Nosotros no nos estamos saltando las clases, el equipo no puede ganar sin mi.
—Lo sé, ustedes son los mejores. —soltó una risa leve.
—No me lastime demasiado, ¿Podemos seguir jugando hasta el almuerzo?
—Bueno, pero no dejen la pelota tirada cuando terminen.
MiYeon levantó su mirada para ver el perfil de Minnie, realmente era atractiva y joven, sus músculos se marcaban en la camiseta y no podía evitar recordar los cuerpos desnudos de ella y Shuhua restregándose contra el suyo. Trago grueso y soltó un quejido qué llamó la atención de los tres presentes, pero no dijeron nada.
—E-Enfermera Cho... Adiós
La alfa pelirroja asintió en forma de despedida hacia los alumnos e intentando no sonrojarse.
—Oigan, díganles a los demás que no deben hacer fila. —movió su mano en forma de despedida.
—¿Usted no viene, Profesora Kim?
—Nop, tengo que hablar unas cosas con la enfermera Cho.
MiYeon parpadeo.
—¿Qué? —siseo.
Los jóvenes salieron de la enfermería haciendo sonar la puerta al cerrarse, por lo que la sonrisa de Minnie se volvió más suave y sincera al estar a solas con MiYeon.
—¿Llegaste bien a casa? La semana pasada. —preguntó aún sin voltear a ver a MiYeon.
La alfa mayor se tenso.
Minnie se giro, mirando a la nervioso alfa sentada.
—¿Paso algo?
—Algo... Definitivamente paso algo —frunció el ceño—. Supongo qué lo que sucedio no fue gran cosa para ti, Minnie... Pero, ¿Cómo pueden dos alfas con una omega... —apretó sus labios—. Eso ¡Como pudimos hacer eso!?
Las imágenes de lo que había pasado hace una semana llegaron de golpe a la mente de ambas alfas, Minnie suspiro.
—¡¿Cómo pudo suceder algo como eso?! ¡Y con Shuhua! —se levantó de su silla enfrentando a Minnie, sus pupilas se cristalizaron.
—¿Unnie? ¿Estás llorando? —la miro con curiosidad mientras la mencionada limpiaba sus pequeñas lágrimas.
Entonces Minnie comprendió qué pasaba.
—Enfermera Cho, te gusta Shuhua ¿Cierto? —soltó directa, haciendo que MiYeon se estremeciera.
Suspiro pesadamente para así levantar su cabeza de golpe, con una mirada entre enojado y tristeza. Minnie sabía que se iba a desahogar con ella.
—¡Si! ¡Hace mas de dos años estoy enamorada de ella! ¡Y tambien estaba planeando confesarme! —gritó con lágrimas en sus ojos mientras su delgado pero tonificado cuerpo se tensaba con las mejillas sonrojadas—. ¡Pero no importaba lo mucho que tratara, Shuhua no sentía lo mismo! ¡Por qué ella era una beta, por eso no podía verme como una opción en el amor tan siquiera! —tomo bocadas de aire, sus lágrimas bajaron por sus mejillas—. ¡Estaba tan satisfecha con tener una estrecha relación de Unnie-Dongsaeng! ¡Pero desde la otra semana no contesta mis mensajes ni mis llamadas! ¡Nisiquiera abre la puerta cuando voy y tocó! Y lo entiendo... Quería pretender qué nada de lo que ocurrió paso y intente hacer lo mismo pero... ¡¿Por que tenia que llegar tan lejos?¡
La sala quedó en silencio después de que MiYeon se desahogara, Minnie la miró perplejo para luego sonreír ladina, acarició la cabellera rojiza de la mayor y esta parpadeo confundida limpiándose las mejillas.
—Vaya... —se alejo, adentrando sus manos en sus bolsillos delanteros con una sonrisa satisfecha—. Parece que no era la única que estaba siendo ignorada en llamadas y mensajes, pensé que ustedes se habían puesto amorosas sin mi.
—¿Eh?
—No se donde estaba la casa de Shuhua, así que no pude dormir bien pero... —rasco su barbilla—. Por su personalidad, no creo que nos este ignorando. Tal vez estuvo durmiendo mucho estos días, ese día casi me desmayo y si no mal recuerdo, tu también, así que te fuiste a casa ¿Verdad?
MiYeon asintió dudosa, no le iba a confesar qué en realidad fue ella a dejar a Shuhua a su casa después de lo ocurrido ese fin de semana.
—Aún así, ¿No tienes conciencia? Estaba muy preocupada y intente ponerme en contacto con ella. —dijo MiYeon algo mareada con todo aquel asunto.
—Ah, bueno... —sonrío levemente—. A mi también me gusta la profesor Yeh.
MiYeon se estremeció.
—¡¿Estas bromeando?! —dijo exaltada.
—Bueno, con solo mirar pude ver que nuestros cuerpos son compatibles —asintió con una sonrisa—, y su personalidad también es bastante atrapadora.
—Eso es verdad pero-...
—Bueno, tenía la sensación de que a ti también te gustaba Shuhua, pero no sabia que estabas enamorada por más de dos años.
MiYeon se sentó nuevamente en la silla para así frotar su cien, necesitaba procesar todo eso.
—Pienso que soy una persona agresiva una vez pongo mis ojos en algo. Hago lo sea para conseguirlo —su mirada se oscureció con una sonrisa algo tosca—. Estas bien con eso, ¿Verdad, MiYeon Unnie?
La pelirroja le dedicó una mirada molesta y apretó sus dientes con un chasquido, era obvio que la pelinegra la estaba retando.
La tensión creada se corto en un instante cuando la puerta de la enfermería se abrió, dejando ver a una linda omega castaña.
—¡Permiso! —sonrió suavemente.
—¿Shua? —ambas alfas hablaron al unisono.
—Oh, ustedes estaban aquí juntas —se sorprendió adentrándose a la enfermería con una sonrisa nerviosa—. Te estaba buscando, sabes... —dijo dirigiéndose a MiYeon—. Estaba ocupada toda la semana pasada, así que no pude contactarme contigo, digo, ¿Con las dos...? Además, esta mañana mi celular cayó por el inodoro y agh.
—Ah... —suspiraron las dos alfas mayores.
—Y también fui al hospital a que me pusieron el "tubo" inhibidor —apunto su delgado brazo donde tenía un reloj gris mientras sonreía—. Siento mucho por lo de aquel día, por que por culpa de mi celo nosotras-...
—¡No! —la interrumpió MiYeon—. No es algo por lo que debas disculparte, fue algo que ocurrió de la nada y sabemos lo difícil que es un celo así que... Qué... Es algo que debió pasar..
Shuhua rasco su nuca sonrojada y desvió la mirada.
—¿Enserio? Bueno... Yo en realidad me sentí bien —rasco su nuca—, dije que lo sentía pero... ¿Cómo limpiar todo esto? De seguro fue difícil limpiar todas las cosas.
MiYeon estaba cada vez más alterada, su respiración se irregularizaba mientras escuchaba a la omega. No debió hablar de sus sentimientos con Minnie, por que ahora sentía la necesidad de decírselos a Shuhua de una vez por todas.
—¡También estoy enamorada de ti, Shua!
Un silencio inundó la sala y tanto Shuhua como Minnie se sorprendieron por la confesión, aunque esta primera se convirtió en un tomate al instante.
—¿Q-Qué?
MiYeon entonces se dio cuenta de lo que dijo y nerviosa empezó a cambiar de tema con una burlona Minnie, mirándola con los brazos cruzados.
—¡Eso no fue tan difícil de limpiar! Minnie me ayudo demasiado y habían hojas de repuesto y-y... —empezó a vacilar nerviosa.
La pelinegra bufo burlona para así pasar su brazo por los hombros de Shuhua, la cual estaba aún más sonrojada que nunca.
—ShuShu, a mi también me gustas mucho.
Ahora MiYeon era la asombrada y Shuhua no podía estar más perpleja, su cara era un poema.
—¡MINNIE, NO ME INTERRUMPAS!
FIN.
¡Gracias por leer!
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