Final
Taehyung.
Dos meses más tarde llego a la casa de Jungkook y me encuentro con que le han quitado el yeso de la pierna.
---¡Ya puedo caminar! ¡Es maravilloso! ¡Hay que ir a correr una maratón!
Su alegría se me contagia y me adentro en la casa para darle un abrazo fuerte de oso. Por fin puedo abrazarlo como se debe.
Jungkook salta de la emoción.
---No estás para correr una maratón--- lo regaño ---No deberías descuidarte, apenas y te quitan el yeso.
Él se ríe con ganas, con tantas ganas que me dan ganas de llorar a mi solo por verlo feliz.
Es un amor.
Es mi amorcito.
Pensar que han pasado meses desde que iniciamos la relación. Hemos tenido cero peleas y cero discusiones, Jungkook ha demostrado ser tranquilo y amoroso.
Y lo mejor de todo es que ya no tiene depresión.
Y estoy orgulloso de decir que yo soy la causa de la felicidad que brilla hoy en su rostro.
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