Taehyung

El sábado por la noche me junto con Jimin en un bar para beber algún coctel especial.

---¿Y? --- pregunta luego de que hayamos pedido nuestros tragos. Dos daiquiris exquisitos--- ¿Qué tal estuvo tu primera semana de trabajo?

Me alzo de hombros.

--- Digamos que fue bastante bien. Jungkook es un gruñón, pero al menos me pagan buen dinero.

Jimin suelta una risita.

--- Piensa en el dinero y así se te pasará más rápido.

--- De momento eso hago. Aunque, creo que al final no es para tanto ¿sabes?

--- Tienes que lidiar contra su mal humor, yo creo que sí es para tanto.

Voy a responderle que debajo de todo ese mal humor hay una historia triste, pero no sé porque no lo hago.

---¿Tú no te sentirías mal si hubieses tenido un accidente que no te deja hacer cosas por ti mismo?

--- Claro que me sentiría mal --- dice--- Pero en algún momento tendré que aprender a vivir con ello. No puedes pasarte toda la vida de mal humor.

--- Yo solo espero que Jungkook pueda avanzar en su recuperación rápidamente. No es lindo tener que tomar clases en línea porque no quieres ir a la escuela.

Jimin me mira con curiosidad mientras bebe su daiquiri.

--- El otro día dijiste que se fue de compras. Si puede caminar aunque sea con muletas, ¿porque no va a la Escuela?

--- Porque se supone que debería de estar haciendo reposo. Aparte creo que no quiere que los demás lo vean así.

Él asiente con la cabeza y luego se pone a ver su celular. La música en el bar suena fuerte y las luces se apagan para quienes quieran subir a la pista de baile del piso de arriba.

--- ¿Vamos a pedir unos platos de comida o algo para picar? --- pregunto.

--- Yo ya cené en casa. Pidete algo si quieres.

Le pido a la camarera unas papas con cheddar, pero justo cuando estoy a punto de darle mi dinero para pagar, una mano pasa sobre mi hombro y paga por mi.

Me giro para ver a un chico de ojos azules, tatuado en la sien y en el cuello.

--- No hacia falta que hicieras eso --- le digo guardando mi dinero.

--- ¿Por qué no? --- responde con una voz profunda, incluso más profunda que la mía --- Te vi y me apeteció pagar por ti.

Trago saliva.

--- Gracias, pero yo puedo pagar por mi mismo.

El chico de tatuajes y mandíbula firme me mira con mala cara.

--- Te haces el difícil ¿mmm?

Cruzo miradas con Jimin.

--- Él es mi chico --- dice él respaldando mi buena suerte --- Aléjate.

El chico tatuado apenas y repara en mi amigo. Lo mira de arriba abajo y se aleja mascullando un par de groserías.

--- Uff, me salvaste.

Jimin se bebe todo su trago de una sentada y luego contesta otro mensaje de WhatsApp.

---Al menos obtuviste tus papitas gratis.

Justo ponen el plato de papas con cheddar en mi lugar.

Me pongo a comer antes de una buena ronda de cocteles.

. . .

La resaca de los domingos es lo peor después de una fiesta.

Aunque no fue una fiesta en realidad. Sólo un baile y alcohol.

Bailé con un chico más bajito que yo, pero no recuerdo su nombre siquiera. Jimin se mantuvo sentado toda la velada, mientras respondía mensajes de WhatsApp.

Supongo que tenia asuntos con alguien. Nunca mira tanto su celular.

Me levanto de la cama a eso de las doce del mediodía.

Papá está en la cocina. Suspirando, me acerco para hacerme un té.

--- No son horas de levantarse --- me gruñe viéndome de reojo.

--- Papá, es domingo. No hay horarios.

--- Eres un irresponsable.

Me dan ganas de decirle que él es más irresponsable. Yo tengo que ir a trabajar para hacerme cargo de mis cosas. Él no hace nada por mi.

--- Es domingo --- repito poniendo agua en la tetera.

Se que papá me esta viendo con odio, así que procuro no darme la vuelta. Miro la tetera como si mi vida dependiera de ello.

--- ¿Qué es eso que tienes en el cuello?

--- ¿Qué cosa?

--- El moretón.

Tragó saliva. Ni me acuerdo de...

Ay no.

Sí es cierto. El chico con el que bailé me hizo un chupetón en el cuello.

--- Nada.

Papá se ríe de mala forma.

--- ¿Otra vez estás siendo la perra de algún hombre? Que asco, Taehyung. No puedo creer que seas mi hijo. Yo no te eduqué así.

Me doy la vuelta.

--- Tú no me has educado de ninguna forma.

--- Si lo hice. Pero yo no he criado maricones ni perras.

Aprietos los puños débilmente.

--- No soy la perra de nadie. Ayer no me he acostado con nadie. Simplemente bailé y me han hecho un chupetón.

Mi padre vuelve a reír.

--- ¿O sea que sacudes tu trasero a algún buen machote? Ah, no espera... cierto que ustedes no tienen nada de machos.

Entonces exploto.

--- ¡¿Puedes cerrar la boca?! ¡No tiene nada de malo que sea gay! ¡Sigo siendo yo!

--- ¡Estás mal de la cabeza. Algo no te funciona bien!

Suelto un grito de frustración al tiempo que la tetera empieza a silbar.

--- Soy tu hijo. ¿Puedes dejar de insultarme? Mírame, sigo siendo yo. Solo que no me gustan las chicas. Entiendelo.

--- No progresarás nunca.

--- ¿Peogresar? ¿A qué rayos te refieres con progresar?

--- Ser un hombre.

---¡YO SOY UN HOMBRE! ¡¿O ACASO PAREZCO UNA CHICA?!

---¡UN HOMBRE ELEGIRÍA A UNA MUJER, TU NO!

--- ¡¿Y ESO ME HACE MENOS HOMBRE?! ¡¿QUE MIERDA CREES QUE TENGO COLGANDO ENTRE LAS PIERNAS?! ¡QUE ME GUSTEN LOS CHICOS NO ME HACE MENOS HOMBRE!

--- Los hombres no lloran. Tú te la pasas llorando. Los hombres son fuertes y tú eres más delicado que una pluma. Hablas con ese tono de voz asqueroso.

--- ¿Tono de voz? ¡pero si yo tengo un tono de voz normal!

--- Eres gay. Tu tono no es normal. No dejas de caminar como si fueras una chica y para colmo te la pasas haciendo gestos con las manos.

Abro la boca la para decir algo, pero el chillido de la tetera es tan molesto que la saco de sopetón y me hago un té con la peor vibra del mundo.

--- Vete a la mierda, Nam.

Odio llamar a papá por su nombre.

Es la peor de las barreras.

Pero no hay nada que separe el odio que nos tenemos. Ni aunque acepte que soy gay y que no soy diferente.

Y aunque algún día me pida disculpas, yo no pienso perdonarlo.