Capítulo 5
"Besticitum consolato veni ad me'vertat.
Creon, Creon, Creon, cantor laudem omni-potentis, et non commentor.
Stat superior carta bient laudem,
Omviestra principem da montem et inimicos meos ó prostantis vobis
Et mihi dantes que passium fieri sincisibus."
Resonó por aquellas dos habitaciones y de pronto dando las 12 en punto la luz falló dejando todo en una espeluznante y abrumadora obscuridad, no es como que Jimin y Jin pudieran abrir los ojos pero Hobi y Tae si podían y ellos fueron testigos de como tan pronto como terminaron la última palabra algo comenzó a tocarlos.
Al mismo tiempo que a ellos Lilith se había manifestado en la habitación de Jin, quien al no tener un nombre específico
Lilith le otorgó un demonio que se adaptaba a sus exigencias, luego de unos minutos de silencio Jin comenzó a sentir como le respiraban en el oído derecho y lentamente levantaban su camisa...
Por otro lado a Jimin se le olvidó el nombre de su Incubo al momento en que Lilith llegó por lo que de la misma forma obtuvo a un incubo que se adaptó a su gusto, sólo que este comenzó a tocar la cintura de Jimin y de un momento a otro comenzó a arrancar la ropa que el pelirrubio portaba...
—Kim Taehyung, me has llamado, me hago presente ante ti, mi nombre es...
— Silencio! Aquí mando yo —habló tratando de sonar seguro de si— Materializate.
—Mi nombre es _Jungkook— La voz era fuerte y profunda — demonio de rango uno, me materializare una vez me adueñe de ti. — Soltó una risa demoníaca —Así que no quiero que llores.
Diciendo eso, algo se abalanzó sobre Tae y comenzo a rasgar la ropa del castaño, quien asustado comenzó a hiperventilar.
Hasta que recordó aquella frase y no dudo en decirla.
— ¡Yo se lo que eres y lo que quieres, mi cuerpo no te pertenece! —trataba de no mostrar su miedo.
Jungkook, comenzó a reír sin dejar de recorrer el cuerpo de Tae con sus manos.— Eso sólo funciona con demonios de rango tres, ¿que no pones atención o si quiera sabes la diferencia?, No respondas, eres patéticamente lindo, tan puro y perfecto.
Comenzó a besar el cuerpo del castaño quien temblaba con cada toque y beso dado por aquella cosa que aún no podía ver por la falta de iluminación.
Por otra parte, en aquella habitación de huéspedes se encontraba un pobre chico llorando desconsoladamente ya que al momento en que terminó su oración una pequeña pero espeluznante risa se escucho, en cuanto el silencio se apoderó de nuevo del lugar comenzaron a utilizar a aquel pobre chico como si de de un muñeco de trapo se tratará.
-Hola precioso, me has invocado, pero no te diré mi nombre hasta que me materialize, así que sólo concentrate es disfrutar y en hacerme sentir vivo.
—Pero...Yo...— Hobi realmente estaba aterrado.
—Silencio, no importa lo que me digas, así no fuera tu intención traerme a este lugar, ahora tendrás que pagar las consecuencias de no saber controlar tus impulsos—comenzó a romper la ropa que ese chico luchaba por mantener en su lugar, pero no pudo resistir ante tanta fuerza y termino en la cama boca abajo.
—Deja de llorar —acarició su espalda —soy un demonio de rango uno, deberías estar feliz.
No cualquiera puede tener a uno como yo.
— Pero yo— Comenzó a temblar al sentir algo frío recorrer su espalda hasta que llegó a su trasero— ¿qué... qué haces?
—Sabes tan delicioso— comenzó a sujetar el trasero del pelinegro dejando que sus fuerzas salieran sin límite.
—¿Me estas...? !ahhh me duele, duele! ¡Para! ¡Por favor! — Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos—¡ Me lástimaaahhhh!
— Te gusta rudo ¿verdad?, bien espero te guste esto.
Había entrado en el castaño sin aviso, obviamente no se había preparado y mucho menos uso lubricante, así que eso género que Hobi comenzará a llorar por aquel dolor tan punzante, que por más que pedía y quería salir de esa cama no podía, fue hasta unas cuantas estocadas que aquella cosa le dio que comenzó a disfrutar de ese delicioso ardor.
—Así estas mejor, tranquilo —beso la espalda del castaño haciendo que este se erizara—Te dije que no debías llorar, ahora entiendo por que me mandaron contigo—Recargó su cabeza sobre aquel chico que estaba ahogando sus gemidos en la almohada y aspiro el aroma de su shampoo.— Mierda, tu aroma es delicioso.
Hobi no paraba de disfrutar de aquella intromisión, en un principio tenía miedo, sintió dolor, pero ahora por alguna razón se estaba dejando hacer, no podía entender como pero quería más de lo que le estaban dando.
Intento hablar pero al momento en que dijo una palabra aquel incubo comenzó a hacer un pequeño ¿ronroneo? Comenzó a olvidar el placer y de nuevo el miedo se apoderan de el.
— ¿Qué... Que eres?
—Me materializare mañana, así que no seas tan exigente, me tendrás por un mes. Claro, si puedes resistirlo.— Comenzó a reír y aumento la velocidad de las estocadas—No me habian mandado con un chico desde hace años.
— ¡Joder!... ¡Así!... ¡Dios!... ¡ahhh!
—Eres tan hipócrita mencionas a dios cuando un demonio de mi nivel te está rompiendo el culo, eso está mal—salió de el y le dio la vuelta— Eso amerita un castigo.
Hoseok abrió los ojos y alcanzó a ver entre tanta obscuridad una sonrisa perfecta, pero los colmillos eran más grandes que los de el— Me vas... me vas...— Tragó duro.
—Te voy a castigar, ¡llorón! —
Tomó las piernas de aquel chico y como si supiera lo flexible que era, las elevó hasta que sus rodillas casi tocarán sus hombros y entró en el, comenzó a penetrarlo de manera más brusca, mientras su risa sin control resonaba en aquella habitación.
—!Me vas a partir en dos! —su voz salió tan aguda que eso hizo que el demonio sujetara con más fuerza la cadera del chico.
—¿Como es que sigues hablando? tal vez primero es la marca y después debía tomarte, las mujeres son menos complicadas —acercó sus labios a la clavícula del castaño y con su lengua recorrió una parte de esta para después morder aquel lugar, sacando un grito desgarrador del menor quien llorando se desmayó.
—!Perfecto! La regla principal al tener un incubo es no dormir precioso—bajó las piernas del chico y comenzó a amarrar el cuerpo a la cama.
Una vez amarrado comenzó a marcar cada parte de ese cuerpo que era de su propiedad, disfrutó de cada gemido que el chico murmuraba. Había dejado rasguños, mordidas, chupetones, sin duda el adoraba marcar las cosas como suyas y para aquel joven sin duda ese "_sueño húmedo"_ era el mejor que podía tener. El incubo con alma felina lo había hecho llegar al orgasmo en seis ocasiones y el estaba más que satisfecho con esa vitalidad que había obtenido, sabía perfectamente que las órdenes de _Lilith_ habían sido: saciar su sed con estos humanos, materializan su ser y cumplir con el plan.
Y al menos el ya había logrado volver a su forma física de manera permanente o al menos durante un mes.
Su presa se había quedado profundamente dormida y no despertaria en un buen rato, asi que espero a que sus compañeros de misión terminarán para continuar con su plan.
Estaba esperando a los demás, mientras disfrutaba de un cigarrillo en aquel sofá de piel negro junto a la ventana.
volteo a ver a aquel chico y se acercó a su oído para cumplir con su promesa.
—Ya es de mañana, mi nombre es Yoongi, demonio de rango uno y tu eres mio. —sonrió con satisfacción y volvió a aquel sillón.
Para Yoongi todo giraba al rededor de la música clasica, incluso al momento de estar jodiendo a aquel chico —del cual pensó que jamás tendría a uno bajo de el—tenía en mente, capricho número 24 de su fiel amigo Niccoló Paganini.
NOTA: En el capítulo se menciona la materialización del incubo, cosa que pasa después de tener sexo con un humano, pero esto es algo confuso, así que procedo a explicar:
Se refiere a una materialización permanente o temporal, depende del tipo de ritual y de el invocador la manera en que se materializan y el tiempo que dura en ese caso el ritual es para un mes.
Hola espero que les guste este capítulo, espero poder actualizar el que sigue para esta noche.
Gracias por leer.
Atte:
Amaya Aiko 💜.
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