mañana, ignorante, cuando duermas
a la sombra paquidérmica del sinsentido
otra vez alumbrado por esta fogata de vergüenzas
practicarás la arqueología del abandono
hasta llenar los álbumes con negativos
de músculos huecos
máscaras de fénix
orejas rotas
mejillas sangrantes

mañana, ignorante, cuando duermas
junto a este odio afectuoso que te lame la garganta
deseo que sueñes con un mar marchito
con el desagüe bituminoso que será tu risa
y diremos entonces que fuimos esporas
parásitos naranjas que no murieron
que estrangularon todos los muros
los fríos ladrillos hechos de aire

mañana, ignorante, cuando duermas
(si hace calor, mejor)
y sientas anhelo
por las líneas imaginarias de las islas
hazme saber
que nacer no fue un reclamo
sino otra más
de tus chingaderas