Cinta #2, Lado A (Parte 2)
<<Decir cosas horribles a gente que es amable conmigo es algo que me pasa muy a menudo, más de lo que yo hubiera querido en mi vida. Yo estaba tan consciente del dolor que podía causarle a alguien que es la razón por la que usualmente no me gusta dejar que haya personas cerca cuando me siento vulnerable y herida.
Los siguientes días no aparecí por el Liberty, en parte por vergüenza y en parte porque no quería perder los nervios otra vez. ¿Sabes qué? Ni siquiera me tuve que inventar una enfermedad porque a mis tíos les daba igual: sólo querían que los papeles de mi nueva casa se arreglasen de una vez y no verme más. La única que se preocupaba en esa casa por mi era Claudie.
Empecé a pensar que quizás no era buena idea haber dejado de ver a mi terapeuta.
En verdad no quería ver a nadie, no quería tener la oportunidad de gritarle a nadie.
Sin embargo no podía faltar eternamente a clases, tampoco.>>
⏯
Había tenido esperanza de que Alizée no se saltara la clase de dibujo técnico, pues era su favorita. Tyler miró al asiento vacío de Alizée con preocupación: no había parado de darle vueltas a lo ocurrido. Después de que Alizée le gritara no había podido decir absolutamente nada ni para defenderse ni para que se calmara. Incluso si no sabía dónde, Alizée se fue. Tyler pensó que al día siguiente, Alizée volvería al Liberty High pero no lo hizo. Ni en los días siguientes. Tyler empezó a preocuparse y no pudo evitar acordarse de las cintas y Hannah Baker. "Y te fuiste". Clay debía haber pensado en algo parecido. Clay también estaba preocupado porque no había dado señales de vida aquellos días, nadie sabía su teléfono o dónde vivía. Le preguntaron a Zach, la habían visto alguna vez hablar con él, pero él les dijo que aunque habitualmente se prestaban los apuntes, no se habían intercambiado los teléfonos. Ni siquiera Jessica pudo decirles nada sobre algún medio para contactarla, no eran "tan" amigas como para eso.
Tyler pensaba que Alizée y Hannah se parecían un poco aunque él no sabía concretar en cómo. Quizás estaba haciendo a Alizée daño, cómo le hizo a Hannah en su día. Puede que no en la misma manera pero con la misma conclusión: si no hubiera estado en el camino de ambas, no habrían sufrido tanto.
Y en el caso de Alizée no compartía la responsabilidad con una decena personas más.
El día pasó. Era curioso que a pesar de la "tranquilidad" que se respiraba, tenía un mal presentimiento: o quizás sólo estaba triste, enfadado y preocupado, todo junto. Lo que menos le apetecía aquel Jueves era acudir a la terapia de la Dr. Singh pero se obligó a hacerlo, parte de sí mismo sabía que era bueno para él. Y aunque últimamente se sentía cada vez más desinteresado en su bienestar, una minúscula parte de él seguía queriendo recuperarse.
⏯
Alizée suspiró con resignación. Se preguntó que por qué diablos no podía desaparecer unos días, simplemente, sin que las autoridades educativas la importunasen con preguntas y regaños luego. "Diablos, ¿por qué no puedo ser invisible cuando me conviene? Esta gente nunca está ahí cuando Montgomery me molesta...", pensó, cuando un asistente de la dirección del colegio le dijo que aquella tarde debía pasarse por la jefatura de estudios, la cual, a su vez, la hizo pasar al despacho de la Dr. Singh. Alizée entró al despacho rodando los ojos hacia arriba mientras echaba el cuello hacia atrás y resoplaba, aún recordaba a la orientadora inútil de su antiguo instituto. Literalmente su perro era de más consuelo que ella, o incluso el inútil de Alf, o para quien no la conocía, su padre.
Allí estaba la Dr. Singh, que no hizo caso a su evidente gesto y se presentó formalmente:
-Alizée Hall, según me dijo la jefa de estudios. Yo soy la Dr. Singh Toma asiento, si eres tan amable...
Alizée tenía ganas de decir, "no, no soy tan amable" e irse pero suponía que no podía:
-¿Por qué no estoy en el despacho del director Bolan?-preguntó, paseando una mirada por el escritorio. Había un montón de carpetas, ordenados. La Dr. Singh ojeaba uno de ellos. Alizée se fijó en el que había debajo. ¿Era el de Tyler? Estaba demasiado lejos como para verlo y poder asegurarlo pero creía reconocerlo en la fotografía. Reciente no era, porque tenía el pelo largo y rizado. La carpeta que ojeaba la Dr. Singh estaba bastante bien servido de informes, probablemente de su antiguo instituto. A decir verdad le extrañaba que con lo incompetentes que eran no le hubieran escrito en un folio "está loca" y se hubieran ahorrado todo ese papel. Alizée pensó para sí: "Uh, oh... ninguno de esos informes puede decir nada bueno de mi, seguro."
-Me imagino que lo dices por que eres consciente de que llevas una semana sin venir a clase y de lo problemático que es es. No, por esta vez,-hizo énfasis en eso, como diciéndole que no se acostumbrase-hemos considerado que una charla disciplinaria sería poco útil-la Dr. Singh cerró la carpeta-No acudiste a este despacho para las sesiones de seguimiento durante la primera semana de clase.
Alizée se encogió de hombros:
-¿Para qué, para que me diga que no debo meterme en líos esta vez como en mi antiguo instituto? Eso ya lo sé, así que decidí ahorrarnos algo de tiempo.
-En realidad sólo quería saber cómo estabas, Alizée-la Dr. Singh la miró con preocupación-Tú y yo sabemos que todos esos expedientes disciplinarios no es lo que realmente debería preocuparnos. Son una consecuencia.
Alizée casi hubiera preferido la charla estándar del orientador mediocre porque lo que había dicho la Dr. Singh era bastante acertado.
-Me largo-Alizée se puso en pie bruscamente y estaba preparada para marcharse del despacho. Antes de que la Dr. Singh le advirtiera de lo que implicaba abandonar el despacho, Alizée dijo-Si tiene que empezar a hacer llamaditas a mi tutor legal por falta de comportamiento, de acuerdo, no me importa.
La Dr. Singh no se levantó: ella se quedó calmada.
-No te voy a obligar a que me cuentes nada que no quieras-le dijo con calma-Mi trabajo no es sacarte información como si estuviéramos en un interrogatorio.
Alizée se frenó, preguntando con extrañeza:
-¿Entonces, de qué diablos quiere hablar?
-De lo que tú quieras. Quisiera saber cuál es tu situación ahora mismo. ¿Te has mudado ya a tu casa nueva? -Alizée negó con la cabeza y, a regañadientes, volvió a sentarse-También quería felicitarte por tu mejora en las calificaciones. ¿Hay alguna razón en particular?
-El mérito no es mío, tuve un poco de ayuda. Quiero tener un futuro de provecho y para eso tendré que ir a la universidad. Supongo que es lo que tengo que hacer-Alizée se encogió de hombros-La mayoría del tiempo no sé qué es lo que estoy haciendo, si le sirve de algo saberlo.
-Lo que intentas es enderezar tu vida. Me alegra que hayas decidido mejorar algunos aspectos de ti, Alizée-la Dr. Singh sonrió-Las notas disciplinarias de tu antiguo instituto me hicieron pensar que no estarías ni la mitad de cooperativa y que ya te habrían puesto alguna falta disciplinaria.
Alizée rió, recordando a la directora del colegio al que iba: "Eres una delincuente", le decía agitándole el dedo en la cara. La directora alargaba mucho las "s", sonaba algo así como "eresssshh" y no Alizée no podía contener la risa. Alizée pensaba que si la consideraba a ella una delincuente, era que la directora vivía en un mundo paralelo donde los adolescentes actuaban como jubilados. Si hubiera tenido "delincuentes" de verdad en su instituto, habría muerto de cinco infartos simultáneos el primer día que hubiera tenido que lidiar con ellos.
-Seguro que esas estiradas le han dicho que soy como el anticristo o algo-dijo Alizée-No es una novedad que la gente piense que todo lo que hago es un desastre con sólo mirarme. La mayoría lo es... pero no todo.
-Estuviste en el consejo estudiantil en tu antiguo instituto, según dice el expediente... y nada menos que de un instituto prestigioso como ese-la Dr. Singh. Sabía que debía haber pasado algo para que Alizée pasase de modélica a problemática pero estaba segura de que Alizée no hablaría de eso y prefería no presionarla en la primera sesión-¿Piensas unirte al del Liberty, ahora que estás cambiando hábitos?
-Fue hace mucho tiempo. Ahora prefiero pasar de esas movidas: seguiré esforzándome por tener mejores notas y ya. Quiero sacar algo bueno de mudarme y de paso llevar una alegría a casa-le respondió Alizée.
-Me parece bien. Por hoy no tenemos más tiempo, quisiera pedirte que el próximo Jueves también vengas para que hablemos-Alizée puso gesto pensativo: la Dr. Singh no parecía una mala orientadora pero el hecho de hablar sobre sí misma no le gustaba.
-Quizás, no lo sé. Según lo que me de-respondió ella vagamente, sin querer comprometerse a ir pero sin querer negar la posibilidad.
-De acuerdo. Mi despacho siempre está disponible para cuando quieras venir-le recordó la Dr. Singh.
Alizée salió del despacho, sin saber cómo sentirse. No le gustaba que nadie la leyera con facilidad pero era cierto que también necesitaba contarlo. Sabía que necesitaba un poco de ayuda. No era como si Claudie no la apoyase pero tener a alguien con más de cinco neuronas funcionales opinando no era tan malo y para la Dr. Singh oír era básicamente su trabajo.
Cuando salió, la persona que había tenido que esperar era Tyler. ¿Por qué iría allí? Suponía que la Dr. Singh no sabía nada sobre Montgomery... bueno, siendo sincera siempre le pareció que Tyler estaba algo deprimido.
-¡Alizée!-se sorprendió Tyler. Alizée se había encargado de llegar tarde para evitarle. Por un momento parecía incluso contento de verla... no lo entendía después de gritarle así.
-La Dr. Singh ya está libre...-masculló Alizée avergonzada, antes de prácticamente, salir huyendo de ahí dejando a Tyler con lo que tuviera que decir en el tintero-Adiós.
La Dr. Singh iba a salir del despacho para hacer pasar a Tyler. Le sorprendió ver a Alizée y Tyler hablando, aparentemente no tenían pinta de congeniar.
-No sabía que Hall y tú os conocíais. ¿Sois amigos?-le preguntó la Dr. Singh mientras Tyler se acomodaba en la silla del despacho.
-Más o menos. Somos vecinos de taquilla pero-después de lo que había pasado no sabía qué pensar. Se sentó en la silla y terminó concluyendo-no lo sé, realmente.
-Es una persona algo complicada-le comentó la Dr. Singh antes de comenzar la sesión preguntando-Volviendo a ti, ¿cómo te sientes?
-No están siendo los mejores días-le respondió Tyler. La Dr. Singh esperó a que prosiguiera él mismo, sin presionarlo-Hay algo en particular que me está haciendo sentir mal.
Se hizo un breve silencio. La Dr. Singh le recordó:
-Sabes que no tienes que contar algo que no quieras aquí pero puedes pedirme consejo para enfocar ese asunto, si no sabes muy bien qué hacer.
Tyler se lo pensó un momento: la Dr. Singh era muy lista y sobre todo, confiable, así que quizás no era una mala idea intentar consultarle aquello.
-Una persona está teniendo problemas sólo por haberme ayudado. Si no me hubiera ayudado, quizás a día de hoy se sentiría mejor de lo que se siente... no lo sé, pero sin duda, muchas cosas no le habrían ocurrido.
-Parece que te preocupas por esa persona-sugirió la Dr. Singh-¿Cómo te sientes cuando esas cosas malas relacionadas contigo te ocurren?
Tyler bajó la mirada:
-Siento que le debo una disculpa cuando esas cosas malas ocurren-notó un nudo en la garganta-Quizás esas cosas deban pasarme a mí, quizás eso sería más justo...
La Dr. Singh pudo ver inmediatamente que lo que pasaba era que Tyler se sentía culpable de lo que fuera que hubiera ocurrido.
-¿Dijo que deberías estar en su lugar o algo parecido? ¿Te dijo directamente o insinuó que piensa que es culpa tuya? ¿Crees esa persona te culpa por esas cosas malas que le están pasando?
-Sí, creo que es lo que piensa, en el fondo... incluso si no hemos hablado mucho de ello-reconoció Tyler.
Probablemente había muchas cosas que no sólo Alizée pensaba, sino que los demás también pensaban pero que no le decían.
-Pero en ningún momento te lo dijo o lo insinuó, por lo que estás comentando. Puede que incluso esa persona se preocupase si tú lo sufrieras-ahondó ella. No, Alizée no lo había dicho nunca. Ni siquiera en ese momento de rabia en el que le había gritado que la dejase en paz le había recriminado que lo que estaba pasando fuera culpa suya-Tyler, es probable seas tú quien se siente así y que por eso piensas que así se sentirá esa persona también. Si pudiéramos saber lo que pasa por la cabeza de los demás tan fácilmente, mi trabajo no sería necesario. La realidad es que no puedes saberlo, a menos que hables con esa persona, como yo estoy hablando contigo.
Tyler se quedó pensativo por un momento. ¿Quizás la Dr. Singh tenía razón? ¿Quizás solo debía aclarar lo que pasó? La última vez que Alizée y él tuvieron un mal entendido hablaron y pudieron arreglarlo.
-Podría preguntárselo.
La Dr. Singh asintió y sonrió: podía ver cómo muy lentamente parecía querer tomar acción de la manera correcta. La Dr. Singh estaba preparada y mentalizada de que Tyler no podría salir de ese estado de ánimo fácil o rápidamente pero le parecía que poco a poco podía hacerlo. Poco a poco tomaba mejores decisiones.
⏯
Tyler caminó con lentitud, parte de él, sentía cierto miedo y vergüenza de encontrarse a Alizée pero otra quería aclarar lo ocurrido."Siempre me las apaño para decir lo que no debo..."se lamentaba consigo mismo. Estaba a punto de anochecer y aquel día, la gente salía animadamente a la calle. Se sentía extraño ver a la gente riendo, caminando por la acera, simplemente emocionada por algún asunto banal. Él llevaba algún tiempo sin emocionarse por demasiado, a excepción de quizás el tiempo que pasaba boxeando con Tony. Quizás la parte de sí mismo que quería confrontar a Alizée por haberle gritado era esa que quería recuperarse, empezar a tomar acción de la manera correcta en lugar de dejar que los malentendidos y las desgracias lo arrollasen una y otra vez como a una piedra en la orilla de un mar lleno de olas. Tyler caminaba con un rumbo específico: el Monet.
Él tenía la esperanza de que Alizée estuviera allí, los Jueves ponían parte de la carta a mitad de precio y una de las pocas cosas que había aprendido de Alizée era que ahorraba gastos cada vez que podía, con pequeñas acciones: un buen café a mitad de precio era algo que no dejaría pasar, seguro.
Cuando se iba acercando al Monet pudo verla al otro lado del cristal, sentada en "la mesa de siempre", la que usaban en sus días de estudio. Por un momento, sintió que era mala idea, pero se obligó a quedarse allí. Para disuadir a sus piernas de darse la vuelta se concentró en mirar a Alizée. Estaba leyendo, con la cabeza inclinada hacia abajo y el libro apoyado en la rodilla que descansaba sobre su otra pierna. Tyler estaba seguro de que estaba balanceando el pie lentamente: cuando se concentraba más, lo balanceaba con mayor ritmo. Se había dado cuenta en particular de eso porque a veces la puntera del zapato de Alizée lo golpeaba suavemente por debajo de la mesa. Hasta que no pensó en todo eso no se dio cuenta de cuánto había aprendido del lenguaje corporal de Alizée.
A decir verdad, creía que comenzaba a conocerla, aunque fuera un poco, encontrársela allí lo corroboraba: de algún modo sabía que aclarar las cosas era lo que debía hacer, era lo mejor. Alizée no era un monstruo intratable las veinticuatro horas del día. Entró al Monet y caminó hasta ella.
Tyler carraspeó, tratando deque se diera cuenta de su presencia. Ella levantó la cabeza,ajustándose las gafas y con gesto de sorpresa, con la misma incomodidad que había mostrado al cruzárselo aquel día:
-Oh...hola-Alizée no solía usar ese tono dubitativo y tímido.
-Quería hablar contigo-le dijo Tyler.
-¿Cómo sabías dónde...?-preguntó, recuperando poco a poco un tono menos tímido. Luego inquirió con contundencia-No me habrás seguido, ¿no?
-No. Lo supe-Alizée lo miró esperando una razón lógica por la que Tyler supiera algo como eso-Es Jueves, pensé que a lo mejor estarías aquí por la oferta de café-respondió con timidez. Alizée puso expresión que claramente le decía: "¿Sabes?De momento sé en qué día de la semana vivo", así que le aclaró-Pasé por delante del Monet, te vi desde afuera y pensé que estaría bien pasarme a saludarte y hablar sobre lo que pasó...-era demasiado vergonzoso decirle que en realidad, había ido allí expresamente para verla, aunque probablemente Alizée no era tan tonta como para creerlo-Si...si te molesta y prefieres que me vaya, está bien, sólo pensé...-no pudo seguir.
Algo le decía que probablemente Alizée le recriminase que no estaba de humor para aguantarle. O quizás incluso estaba convencida de que la había seguido y le gritaría. Pero de nuevo, lo que dijo le sorprendió.
-No, claro que no me molesta. Quédate-usó un tono amable y cordial, casi encantador y de nuevo, algo tímido. Alizée le señaló la carta-Podrías tomarte algo conmigo sin apuntes de álgebra de por medio. Relajarte, para variar-Tyler se sentó frente a Alizée, sin saber muy bien qué esperar, porque repentinamente sonaba como una chica encantadora, nada que ver con quien le había gritado-¿Sabes?Me sorprende que quieras arriesgarte a hablarme... después del numerito de la cafetería y de que te gritase así. No tenía que haber gritado.
Supuso que eso era lo más cercano que le iba a sonsacar a una disculpa.
-¿Por eso no viniste todo ese tiempo?-preguntó Tyler.
-Lo malo de ser impulsiva es que no te das cuenta de lo estúpida que suenas o de lo patética que te ves hasta que no pasa un rato-se lamentó ella, moviendo la cucharilla del batido de fresa que había pedido con lentitud y refunfuñando-Me daba vergüenza pisar el Liberty: no pensé que lo que es resto estabais observando era a una chica que había perdido los nervios por una estúpida mochila.
-Creía que te daba igual lo que pensase la gente de ti-Alizée siempre parecía ir a sus cosas: Tyler no entendería que se hubiera tintado el pelo de violeta si fuera alguien a quien le importase la impresión que pudiera causarle a otros.
-Estoy algo sensible e irritable últimamente, lo cual me hace parecer una loca a ojos de todos. Me siento... más vulnerable, supongo... me he dado cuenta cuando he hablado de eso con la Dr. Singh-dijo Alizée, agarrando el vaso de batido con las dos manos nerviosamente y soltando el libro que leía sin darse cuenta.
El libro se cayó al suelo. Evidentemente Alizée estaba nerviosa por todo eso y le daba vergüenza haber perdido los nervios: no contra Montogomery, eso le daba igual, sino más bien haber perdido los nervios con Tyler. Él alargó la mano para alcanzar el libro del suelo y devolvérselo, sin darse cuenta de que en el proceso la miró con comprensión porque sabía que al principio no era fácil abrirse al hablar, ni siquiera con una buena orientadora como la Dr. Singh.
-A nadie le gusta sentirse vulnerable y... bueno, no eres la única que dice tonterías sin pensar cuando está alterada-aún recordaba que él le había gritado a Mackenzie que no le gustaba cuando se sintió avergonzado por lo que había ocurrido en su cita: podía identificarse bastante con eso de decir cosas desafortunadas a la gente equivocada-Y no creo que estés loca.
-No me mientas a la cara si no quieres cabrearme. Te lo digo completamente en serio-advirtió Alizée, dirigiéndole la mirada directamente a los ojos. Estaban fríos, reflejando que estaba completamente a la defensiva ante la idea de que le mintiera. Tras un instante, Alizée siguió hablando aunque ahora con cierta melancolía y un tono menos defensivo-Esa mochila es especial para mi, tiene mucho valor sentimental pero quien no sepa eso, claramente sólo va a ver a alguien montando un drama por una simple mochila. ¿Qué persona normal hace eso?
Tyler intentó responder con seriedad y sin titubear, y por primera vez, buscó contacto visual con Alizée para contradecirla. Alizée se dio cuenta de dos cosas: que nunca se había fijado en el color de ojos de Tyler y que probablemente tendría que empezar a dejar de pensar que era un cobarde. A Tyler le sorprendió encontrar fuerza para hacerlo, dado a que Alizée miraba con mucha intensidad y, hasta cierto punto, lo intimidaba.
-Yo no pienso que estés loca, Alizée.
Por supuesto, la fuerza sólo duró unos segundos pero durante esos segundos Alizée miró a Tyler con gratitud y orgullo por ver que era capaz de hacerse fuerte en los momentos en los cuales ella estaba dudando tanto de sí misma. Porque ella ya no sabía si estaba loca o no, no se daba el voto de confianza para pensar que era el mundo el que estaba loco.
Él añadió: "No al menos en el sentido malo de la palabra...", de manera insegura y apartando la mirada.
Alizée sonrió sarcásticamente. ¿Acaso loca era una palabra con algún posible buen sentido?
-¿De verdad no estás enfadada conmigo? Todo lo que ha pasado es por lo que hiciste para ayudarme. ¿No me odias por eso?-le dijo Tyler al verla así de pensativa: quizás ella estaba pensando en cómo decirle amablemente que se alejase para ver si las cosas iban mejor.
-Por todos los dioses paganos, no, Tyler, no te odio-a pesar de que dijo eso con voz suave dejó ver su molestia subiendo una ceja y frunciendo el entrecejo: creía que ya habían hablado de eso-Te grité porque, bueno, estabas en el momento y lugar equivocado y soy un poco imbécil, eso es todo-a pesar de eso Tyler la miraba como un cordero degollado, como si no la creyera. Alizée se llevó la mano entre las cejas, haciendo un gesto de exasperación-¿Es que te han odiado todas las chicas que has conocido y por eso estás empeñado en que yo también te odie?
Por cómo Tyler balbuceó, Alizée supo que acababa de soltar uno de esos comentarios desafortunados que tristemente eran ciertos. "Yo y mi maldita boca..." pensó. Ella trató de alivianarlo con una broma:
-Sea como sea, para tu suerte-se esforzó en sonreír con fingida prepotencia-no soy como las demás. Así que no, no te odio y si vuelves a pensarlo, te voy a lanzar de cabeza al Monte del Destino.
-No sé lo que sea... pero seguro que no es un bonito sitio al que ir, ¿no?-se atrevió a bromear Tyler de vuelta.
-Es el volcán del señor de los anillos. Ese al que tienen esos enanitos de pies peludos tienen que ir andando durante tres pelis para destruir el anillo único-explicó Alizée-Es precioso de visitar si eres de los que les gusta la destrucción, la lava y esas cosas... es a donde debería arrojar al maldito Montgomery pero sinceramente, morir en el Monte del Destino es un final demasiado cool para él.
Funcionó, porque Tyler notó que la tensión que lo había invadido se rebajó un poco y sonrió de manera tenue. Se le vino a la mente lo que le dijo la Dr. Singh sobre Alizée: "Es una persona complicada". Lo era, pero personalmente... le resultaba agradable tratar con Alizée. De hecho siempre le era un poco más fácil sonreír cuando estaban juntos y lejos del Liberty High, para ambos. Eran momentos fugaces pero eran uno de los pocos momentos que Tyler podía sentir algo vagamente parecido a la esperanza.
Le sorprendió que de hecho, que ella estuviera o no feliz le importaba. Recordó las palabras de la Dr.Singh: "Parece que te preocupas mucho por esa persona."¿Cuándo había empezado a preocuparse por ella? ¿Cuándo había pasado la línea de simplemente sentirse responsable por lo que estaba ocurriendo con Alizée a preocuparse por Alizée?
⏯
<<Cuando tuve que volver, me preparé mentalmente para lo peor pero lo peor no pasó. Visualicé en mi cabeza cómo me ibas a gritar, incluso las cosas que con precisión y bastante razón me dirías. Pero nada de eso. Me tuviste más paciencia de la que deberías.
Me demostraste que tenía aliados. No sólo tú me demostraste que, sí, luchaba contra una historia morbosa, pero que también había gente dispuesta a no creerla. Tenía más aliados: Clay, Cyrus Zach e incluso Justin o la Dr. Singh.
Quizás el cambio no había sido un fracaso total.
Comencé a conocer más gente y con esta por desgracia, las cosas no fueron tan fáciles.
Ty, hemos llegado al final de esta cinta. Y probablemente, al principio de la avalancha. Al momento en el que crees que algo se mueve un poco ahí arriba y que sólo es tu imaginación, que las avalanchas en las montañas son un miedo absurdo.
Pero, ¿sabes qué? Son usuales cuando te vas a escalar una montaña frecuentemente. Haz de vez en cuando caso al instinto, a veces puede salvarte de muchas cosas.>>
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