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Cinta #1, Lado B

<<A veces necesitamos desesperadamente un buen día. Uno sólo de ellos puede ayudarnos a sobrevivir por más y más tiempo. Y cuando miras atrás y te das cuenta de lo que has recorrido, te dices que puedes seguir si tienes tu buen día de vez en cuando. Es de lo que voy a hablar en esta cinta, Tyler.  

¿Recuerdas que mencioné que en parte descargué mis fustraciones con Montgomery? Llevaba un par de días difíciles porque mis posibilidades de poder ser alguien diferente a quien era antes de llegar al Liberty High eran cada vez menores. Se reducían por cada segundo que pasaba. Volvía a ser la persona que la había cagado en su antiguo instituto, la persona que estaba perpetuamente sola. Me sentía atrapada dentro de ese "yo" que tanto odiaba. Ese "yo" del que intentaba desprenderme.

Pero parecía que yo no era la única que intentaba cambiar en el Liberty High.>>

Casi todo el mundo había salido ya de clase de Comunicación. Era una clase que intentaba enseñarles un poco de inteligencia emocional a aquellos chicos, una clase que necesitaban todos más que álgebra o química. Había bolsas de papel con los nombres de todas las personas de la clase, con la idea de que todos pudieran decirse cualquier cosa a través de ellas. Alizée opinaba que el nombre "bolsas de cumplidos" era algo ñoño pero la idea, en general, no le parecía mala. 

Todo el mundo necesita cumplidos en algún momento y Alizée los necesitaba más que nunca.  Ella quería ver si en su bolsa había algo tras su primera semana en el Liberty High. Por tonto que sonase, se sentía avergonzada de que la vieran revisándola. Guardó todas sus cosas con lentitud mientras observaba con envidia a otras personas revisar sus "bolsas de cumplidos", esperando quedarse sola en el aula para hacer lo mismo. 

Los únicos que quedaban en el aula eran Montgomery y algunos de sus colegas que por alguna razón no le quitaba la vista de encima a Alizée mientras cuchicheaba con ellos y se reían. Ella ya sentía que algo no iría bien y podía imaginarse que Montgomery habría dejado alguna nota con algún insulto dentro de su bolsa de cumplidos, una niñería, en realidad. La apartaría y se centraría en lo demás.

Alizée apretó el puño y se atrevió a acercarse a la bolsa de halagos. Pesaba un poco pero no le dio importancia y cuando la abrió, salió un olor fétido de ella. Las risas se intensificaron a su espalda. Se habían encargardo de llenarla de basura y algún que otro escupitajo... si alguien había escrito algo bueno sobre ella, quedó sepultado por la porquería.

—Qué asco, joder—se quejó Alizée, mirándolos. 

Se limitaron a levantarse, una vez terminado el "espectáculo". Al pasar cerca de ella alguien hizo el mugido de una vaca y Montgomery dijo con una sonrisa maliciosa:

—¿Te dejaron algo bonito, vaca?

Y Alizée se quedó allí, de pie. Sin saber qué hacer. Apretó los dientes y se acercó a la papelera para tirar su bolsa de cumplidos, riñéndose a sí misma por esperar algo bueno de alguien en aquel maldito instituto.

—Fanputotástico—maldijo, tirando la mochila contra una mesa cercana para descargar un poco de rabia. Se arrepintió de no habérsela tirado a Montgomery a la cara y se juró que lo haría algún día.

Alizée no se había dado cuenta de que no se había quedado del todo sola. Allí estaba Zach Dempsey, el chico que la había visto encararse con Montgomery cuando ayudó a Tyler. Zach se acercó a Alizée y preguntó con curiosidad.

—¿Fanqué?

—Nada—respondió Alizée, cortante.

—Oye, tómalo con calma—Alizée lo miró al ver que Zach se ponía delante de ella. Era enorme. No trataba de cortarle el paso sino de que no se limitara a dejarle ahí hablando solo—Yo... bueno, no pienso que esté bien que Monty trate así a la gente. Siento que sea así de estúpido e infantil, haciéndote eso...—Zach intentaba disculparse.

—Hurra por ti, Dempsey. ¿Qué quieres que haga o que diga, que te de una puta medalla por darte cuenta de que los tíos con los que entrenas son unos cabrones?—preguntó Alizée hostilmente. Suspiró y cerró los ojos, tratando de no pagarla con Zach—Mira, sólo son cumplidos en una bolsa de papel, no voy a llorar por eso.

Ella no entendía por qué tanto drama por algo tan simple. Había tantas cosas que Alizée no sabía , de hecho...

—Sólo quería que supieras que sí, algunos de los tíos con los que entreno son unos cabrones pero otros son buenos chicos—le respondió Zach—No todos son como Montgomery.

Alizée miró de reojo a Dempsey que a pesar de todo, tenía gesto comprensivo en la cara. Aunque a Zach aquella chica le parecía borde, también le parecía valiente que hubiera defendido a Tyler.

—Viste lo que pasó con Montgomery cuando estaba molestando a ese chico. Entiende que desconfío de cualquiera que lleve esa estúpida chaqueta—se excusó ella.

—Sí. No estuve desde el principio pero vi algo de lo que pasó—Zach bajó la mirada y sacó de su chaqueta un trozo de hoja arrancado y doblado—Precisamente por eso pensé dejártelo en la bolsa pero visto lo ocurrido... ¡tienes el privilegio de recibirlo directamente en mano del mismísimo nuevo capitán de los Liberty Tigers!

Alizée agarró el papel con extrañeza, no esperaba el cumplido de un deportista.

—Espero que conmigo de capitán estas cosas... paren de suceder—continuó él. Alizée estaba lo suficiente sorprendida como para no haber leído el papel así que Zach lo señaló—¡Vamos, léelo, te va a gustar!

Alizée desdobló y pudo leer:

"MOLAS!!!"

Las letras y las exclamaciones eran tan grandes que estaban apelotonadas en el trozo de papel. Zach señaló las calaveritas y los rayos mal dibujados que había puesto alrededor:

—Vi que tu mochila está repletas de pines con esas cosas así que supe que te gustaría—dijo él, que sonreía risueño como si probablemente lo de añadir esos dibujos fuera la mejor idea del mundo.

—Quizás lleves razón y no seas tan mal tío, Dempsey—Zach se metió las manos en los bolsillos con gesto triunfante. Alizée bromeó—De momento sigue en eso de los deportes porque dibujar... no es lo tuyo, me temo.

—Dibujo de pena—fue lo que dijo él mientras salía del aula y guiñaba un ojo a Alizée—Lo mío es marcar triples.

Alizée arrancó parte de una hoja de su cuaderno y escribió en ella: "No tan imbécil como el resto de deportistas". La adornó con el logo de los Liberty Tigers y lo dejó dentro de la bolsa de cumplidos de Zach. Le sorprendió ver que dentro de aquella bolsa de cumplidos no había tantos papeles como ella habría esperado de alguien popular como Zach.

<<Zach Dempsey estaba intentando aportar su grano de arena para que las cosas cambiaran. Realmente parecía quererlo. Cuando escuché la cinta de Dempsey entendí un poco mejor: él sabía que esas estúpidas notas podían ser importantes para quien no lo estuviera pasando bien. Y por mucho que yo pretendiera que las cosas me iban bien o que no tenía miedo, los primeros días en el Liberty no estaban yendo del todo bien. Dempsey parecía querer que todos fueran más amables con todos, comenzando por el equipo del que era capitán así que por eso fue agradable conmigo.

Yo no podía ser tan optimista como Dempsey y no sólo en cuanto al ambiente del Liberty High. Al principio de semana estaba convencida de que sería una nueva persona pero estaba resultando un fracaso absoluto.

Traté de ser positiva y verlo desde otra perspectiva. Si mi vida social en el instituto iba a seguir siendo igual, cambiaría alguna otra cosa. Tenía dónde elegir, a decir verdad antes de entrar en el Liberty no había dado ni una. 

Por ejemplo, podía probar a ser mejor estudiante.>>

Tyler sacaba un par de cosas del casillero: al fin las clases habían terminado. Por esa semana, al menos. Consultó el horario para ver a quién tenía que buscar después de clases. Aquel día le tocaba a Clay y Tyler no pudo evitar preguntarse si Clay preferiría pasar el Viernes noche de otra manera, haciendo cualquier otra cosa. A veces no podía evitar sentirse extraño en cuanto al tema de los horarios. ¿Serviría todo aquello? No podía negar que se sentía mejor pero a veces tenía miedo de que no funcionara... y podía ver que no era el único con miedo a que no funcionase.

Se obligó a dejar de darle vueltas.  Sabía que no serviría de mucho, sólo para hacerle sentir peor y sinceramente, ya se sentía bastante mal por todo. Últimamente el simple hecho de respirar lo agotaba.

Giró la cabeza buscando a Clay al oír pasos acelerados en su dirección pero vio que era Alizée y su nada sutil pelo violeta. No habían vuelto a hablar mucho pero Alizée lo saludaba de manera casual cuando se cruzaban. "Qué pasa, vecino", era lo que solía decir, algunos días más claramente y otros días completamente adormilada. Tyler se había acostumbrado a oírlo así que le extrañó al ver que Alizée lo había visto y no había dicho absolutamente nada. 

Fue directa al casillero, parecía tensa. Tyler se sobresaltó al oír el portazo que Alizée dio al abrir su casillero mientras dejaba caer la mochila al suelo. Ella respiró todo lo profundo que pudo y metió la cabeza dentro. Se aferró con fuerza a la puerta, como si fuera un salvavidas. Había quienes al pasar al lado le dirigían una mirada de extrañeza pero aún así seguían su camino. 

Alizée gritó y las paredes de metal del casillero ahogaron el grito.

Tyler se había quedado mirándola con su propio casillero a medio abrir.  Terminó acercándose, sintiéndose identificado con esa súbita expresión de rabia: ¿cuántas veces había pensando en"tengo ganas de gritar"? Muchas.

—Hasta no hacía mucho quería hacer algo como eso todos los días—le dijo Tyler.

Alizée sacó la cabeza de la taquilla y preguntó: "¿Qué?". Él lo repitió.

—¿Gritar? Bueno, te deja ante la gente como si fueras un majareta... pero libera un poco de... —suspiró Alizée con gesto cansado—...de todo. 

—Debe ser uno de esos días. Como dijiste, uno de esos días en los que querría que un meteorito nos caiga en la cabeza y termine con nuestra existencia—dijo él, recordando la última vez que hablaron. A Alizée pareció divertirle el comentario—¿Quieres contarme qué pasa?

—Lo único que pasa es la vida—respondió de mala gana. Luego puntualizó—Bueno, más concretamente el puto álgebra.  El álgebra se va a cargar mis ya mediocres calificaciones.

—Oh—a Tyler le sorprendía oír eso—No parecías alguien... que se preocupara por las notas—dijo eso con voz débil y apenas vio que Alizée arqueaba las cejas supo que había dicho algo que no debía.

—¿Qué?—Alizée torció el gesto porque le molestaba la suposición que había hecho Tyler—Quizás la mitad de este instituto no tenga otra cosa que hacer que putearse entre sí pero aunque te parezca increíble, yo tengo que estudiar—reprochó ella—Ya me saboteé la media lo suficiente como para no entrar en una buena universidad pero al menos quiero poder entrar en alguna.

—Lo cierto es que no he podido pensar mucho. En la universidad y eso...—a Tyler le era imposible imaginar un futuro, por mucho que lo intentase. Sólo se le venía a la cabeza Montgomery, sus errores, el tiroteo que había intentado perpetrar y sentimientos confusos... pero nada sobre qué vendría después. En ese momento, el día siguiente del horario era el máximo futuro que era capaz de planificar.

—Bueno, eso es cosa tuya pero te recomiendo que empieces a tener una idea, aunque sea vaga. Ninguna tortura es eterna y el instituto tampoco... el año que viene nos graduamos y habrá que hacer dos cosas muy estresantes: elegir qué hacer con tu vida e ir a un baile en el que repentinamente todo el mundo se quiere. El caso es que el puto álgebra no se me da bien—le explicó Alizée—Vamos, que no me entero de nada ni cuando presto atención. A este paso no sobrevivo al próximo examen...

Con toda aquella montaña rusa emocional, las notas de Tyler se habían resentido. Apenas podía concentrarse bien en estudiar (no podía concentrarse en nada, de hecho) así que no era el más indicado para ayudarla. Pero aún así quiso intentarlo, para devolverle el favor que Alizée le había hecho.

—Quizás puedo ayudarte y explicarte un poco—consiguió decir Tyler, sin pensarlo demasiado bien. Cuando se dio cuenta, añadió—Pero no soy el mejor de la clase, ni mucho menos... así que entendería si quisieras la ayuda de alguien más en lugar de la mía. Quizás Clay podría...

Alizée sonrió a Tyler y dijo firmemente:

—No, ya me he decidido: quiero tu ayuda. Si sigues ofreciéndomela, claro. ¡Tú te has ofrecido, no te acobardes ahora y le eches el muerto a Jensen!

Tyler asintió, algo inseguro.

—Créeme, con lo poco que sepas ya sabes más que yo sobre esas cosas ideadas por Satán para hacerme sufrir—le respondió ella para tranquilizarlo—Lo digo en serio. 

Tyler bajó la cabeza y rió débilmente al oír que algo así iba en serio. Alizée se puso a reír también mientras decía con sorpresa:

—Oh, Dios, te he hecho reírte...

Él creyó que quizás no debía reírse.

—No me estoy riendo de ti sino, bueno...—se excusó Tyler antes de añadir—Eres divertida.

Tyler no recordaba haber conseguido reírse demasiado últimamente, aunque fuera una risa tan suave.

Alizée se sonrojó y se llevó una mano a un mechón de pelo al oírlo, en un gesto súbitamente femenino e inocente, algo extraño en ella. Ella pensó que podía considerarlo como otra pequeña nota en la bolsa de halagos. A Tyler le sorprendió ese gesto repentino pero Alizée se recuperó fácilmente.

<<Para mi nuevo objetivo de convertirme en una mejor estudiante encontré un muro que saltar. No era el álgebra. 

No seré dramática: es parte de la vida encontrar dificultades, es parte de la vida que las cosas no salgan como uno quiere. La vida no es fácil y eso lo sabes tú más que nadie.  Pero todo se complica cuando te parece que todo va mal: incluso las cosas simples como concentrarse se terminan volviendo difíciles. En lo más profundo de mi yo sabía que no era tonta y que mi potencial estaba ahí, podía aprovecharlo. 

Me había metido de lleno en el círculo vicioso de estar tan desesperada por evitar el fracaso que esa desesperación me llevaba a estar ansiosa y por tanto (y paradójicamente), a fracasar.  Parece un trabalenguas, ¿eh? 

Y ahí estaba otra vez, al inicio del círculo, sólo que con unos cuantos puntos menos de sanidad mental. ¿Fue en cierto modo lo que le pasó a Hannah? ¿Simplemente... se quedó atrapada en el círculo y sin sanidad mental para entender la locura que estaba haciendo?

Por suerte, aún no llegamos a Hannah, Tyler. Quizás estés suspirando de alivio...

Me ofreciste la oportunidad de que el círculo se rompiera. La tomé en cuanto la vi y no dudé en hacerlo. No creí que te ofrecieras a ayudarme porque te cayera realmente bien, sólo éramos vecinos de casillero. Era una cara amable entre la multitud pero nada más. 

Simplemente creí que estabas agradecido.>>

Alizée tomó aire. Se sentía revitalizada al ver gente que no era del Liberty High caminando a su alrededor. Podía notar el humo de los coches, oírlos y de alguna extraña manera era tranquilizador estar en la calle, simplemente paseando.

—A veces el Liberty High parece una cárcel. Las paredes se me echan encima. Es como en ese relato de terror que leí una vez—dijo ella. Había propuesto que estudiasen fuera de las instalaciones del Liberty High. A Tyler no le pareció que hiciera mucha diferencia al oírlo pero aceptó la propuesta para que Alizée estuviera lo más cómoda posible—"Crece sobre ti."

Tyler la miró de manera interrogante:

—Es el título del relato. "Crece sobre ti". 

—Seguro que es aterrador y es... una buena metáfora de sentirse atrapado incluso si no lo estás. Yo siento que... siempre estoy allí dentro—se animó a decirle Tyler.

Una vez habían echado a caminar y el instituto había desaparecido de su vista, Tyler notó que se relajaba un poco al no ver las grandes letras... pero se seguía sintiendo incómodo porque incluso si había desaparecido de su vista, incluso si aquel edificio que encerraba su miserable vida escolar no estaba allí, notaba su peso en él. La calle llegaba a parecerle una extensión de los pasillos del Liberty.

—Ya ves.

Tyler no pudo evitar tartamudear al decir lo siguiente:

—Incluso si siento eso, me alegra poder vernos fuera del Liberty High. Poder darte las gracias por haber sido tan buena conmigo y no... simplemente irte e ignorarlo—había querido decírselo pero no había encontrado la manera por su timidez—Quise decirlo antes pero pensé que... bueno, no pude.

—De nada. De todas formas, no creas que soy un angelito de la caridad ni te lleves falsas impresiones: me dabas pena, sí, pero escaló rápido a ser una pelea entre mi ego y el de Montgomery.  Así que estrictamente, no tienes por qué darme las gracias, en última instancia lo hice por mi—Tyler no sabía qué decir ante eso, le sorprendía que Alizée fuera así de directa y no se hubiera tratado de atribuir ningún mérito, colgarse alguna medalla—Pero de nada.

—¿Siempre eres tan...?—él no sabía cómo llamarlo.

—¿Tan bicho raro? ¿Tan borde? ¿Tan friki?

—No sé que palabra busco, la verdad, pero no creo que sea ninguna de esas cosas. No creo que sea negativo, de hecho...

—Creo que tienes la falsa percepción de que soy honesta y de que digo las cosas tal y como son—fue lo que dijo Alizée, arrugando el ceño—Pero no es verdad, te lo puedo asegurar.  

Un coche comenzó a ir más lento para ir a su paso. Alizée estaba preparada para hacer un corte de mangas si resultaba ser algún imbécil del Liberty High pero se fijó en quiénes iban en aquel coche y volvió a meter la mano en los bolsillos. Dos personas con el uniforme del Hillcrest, una de ellas prácticamente sacando medio cuerpo de la ventanilla  mientras le pedía al piloto: "¡Winston, para un momentito, por favor! Sólo me llevará un minuto."

El coche se paró justo al lado de ellos.

La chica era de cabello castaño, cara redonda y ojos alegres, probablemente estaba en los primeros años de la secundaria. Movía los brazos alegremente mientras una voz bonita pero aguda exclamaba:

—¡Zée-zée!

Tyler vio que Alizée ponía una cara que decía que repudiaba aquel apodo con toda su alma mientras que hacía un gesto de exasperación y se acercaba a la chica con un seco:

—¿Qué quieres?

—Sólo quería saludar a la mejor prima del mundo. Eres tú, por cierto.

—Por el amor de Dios, Alá y Buda... ¡nos vimos esta misma mañana! ¡No actúes como si no me hubieras visto en años!—Alizée dijo eso con ganas de palmearse la frente.

—¡Es que me alegra mucho no verte sola para variar!—la castaña miró a Tyler—Quizás el Liberty  te siente bien y todo—sonrió risueñamente y le hizo a Tyler un gesto para que se acercase. Él sólo dio un par de pasos—Soy Claudie, su prima. ¿Y tú? Vas al Liberty, ¿no? ¿Vas a la misma clase que Zée-zée?

—¿A la misma clase que... Alizée, te refieres?—se sintió tan abrumado por cómo la pequeña lo había arrollado con preguntas que supo que acababa de decir una tontería. Zée-zée... era un sobrenombre muy lindo, aunque, claro, la cara de Alizée decía que no quería un sobrenombre lindo, precisamente—Me llamo Tyler Down. 

—¡Es un placer conocerte Tyler! Así que, ¿eres amigo de mi prima?

—Oye, no le pongas en un compromiso—Alizée dijo esto entre dientes y giró los ojos hacia arriba—Sólo está aquí para enseñarme álgebra. Estaré en el Monet toda la tarde estudiando.

—¿Seguro que estarás bien en el Monet?—preguntó Claudie abriendo los ojos con extrañeza.

Ambas primas eran muy diferentes, no había que convivir mucho con ellas para notarlo. Tyler se dio cuenta de que tenían los mismos ojos expresivos: sólo que los de Claudie, al ser claros, destacaban mucho más que los oscuros de Alizée. Quizás también influía el hecho de que los primeros expresaban sentimientos más amables.

—Sabes que mientras estés con nosotros estos días mi casa es tuya, ¿no? No hay razón para que tengas que estar siempre haciendo tiempo fuera de casa hasta la hora de dormir.

—Gracias, Claudie, pero realmente me apetece tomarme algo en el Monet—insistió Alizée. Claudie giró la cabeza hacia Tyler, iba a decir algo más, pero Alizée la interrumpió—Te conozco, no le digas ninguna de tus tonterías. Di algo normal, ¿vale?

Claudie parecía algo desilusionada por no poder decir lo que había pensando en un principio:

—¡Pasadlo muy bien y ánimo con eso!—exclamó ella, moviendo las manos a modo de despedida. Al contrario de Alizée, era un torbellino de felicidad—¡Nos vemos en casa luego, Zée-zée!

El coche arrancó y Alizée soltó un largo suspiro antes de continuar caminando con calma. Tyler caminó algo más rápido para no quedarse atrás:

—Tu prima y tú os parecéis.

—No lo creo—masculló Alizée—Yo no cabría en un uniforme talla s y tengo que conformarme con ir al Liberty en lugar del Hillcrest. Aunque lo prefiero, odio a los niños ricos.

—Os parecéis en los ojos—insistió Tyler—También es muy amable, ¿vivís juntas? 

Alizée ahogó una risa, en parte por la pregunta y en parte porque Tyler la considerase amable:

—Cuando no le da el síndrome del koala, es divertido vivir juntas. Me estoy quedando en casa de sus padres por unos días. Quizás en los ojos... pero en eso de ser amables, no creo—Alizée frunció el ceño—ella es muy amable, sí, pero no se da cuenta de que a mis tíos no les gusta tenerme allí. Es incómodo y... no quiero sentir que también sobro fuera del Liberty.

Alizée se dio cuenta de que había hablado de más:

—No es un secreto estrictamente... pero no lo difundas por el Liberty, ¿de acuerdo?

—Claro. No diré nada—ya había muchos rumores sobre Alizée en el Liberty, por desgracia. Curiosamente comenzaron a circular días después de lo ocurrido con Montgomery, así que podía imaginar de quién era culpa.

—Ah, y si me llamas Zée-zée en algún momento de la vida, me como tus entrañas, ¿entendido? A ti no te salvarán los lazos de sangre como a Claudie.

Llegaron al Monet y Alizée se tomó un momento para mirar la cafetería. Parecía un lugar bastante guay por todos esos cuadros que tenían colgados, así que Alizée susurró: "Qué chulada de sitio", contenta. Tyler abrió la puerta para que Alizée pasara y ella le hizo un gesto para que buscase una mesa medianamente tranquila donde desplegar los libros en lo que ella encargaba algo que tomar. 

Tyler había quedado con Clay cuando Justin terminase su turno en el Monet. Como Justin llegaría al Monet a media tarde, podrían llevarlo de paso a casa.

La tarde pasó más rápido de lo que lo notaron, incluso si gran parte de ella eran explicaciones sobre álgebras. 

Al principio Tyler se sentía nervioso porque no estaba acostumbrado a tener alguien escuchándolo atentamente ni a explicar nada pero poco a poco cogió más confianza para señalar los errores de Alizée que daban un resultado erróneo. De vez en cuando hacían un descanso del álgebra para tomar un café y hablar un poco.

Cuando faltaba poco para la hora de cenar, guardaron los libros y Alizée quiso apurar un último café. Tyler no pudo negarse o más bien comenzaba a no querer hacerlo. Ya sin los libros delante, Alizée se echó hacia atrás en la silla despreocupamente mientras entornaba los ojos hacia arriba y saboreaba un sorbo de su café nube. Tyler miró su propia taza vacía antes de decir:

—Es la primera vez que bebo tanto café. 

—Es probable que no vayas a poder dormir, entonces.  Yo debería dejar esto, es veneno para mí, pero, ¿qué decir? Es mi placer culposo—por cómo intentaba dar otro sorbo para que no quedase ni una gota, se notaba que a Alizée le gustaba el café—También es la primera vez que entiendo algo de álgebra.

—Espero haber podido ayudarte—Tyler llevaba toda la tarde dándole vueltas a preguntarle si podían repetir: a él no le vendría mal aplicarse más en los estudios y, si tenía que ser sincero, le gustaba estar con Alizée.

 —Claro, no voy a convertirme en una experta de la noche a la mañana pero sé lo básico. Es mucho más de lo que podía decir antes—Alizée se mordió el labio, pensativa—Debería pagarte algo, esto es como una clase intensiva con un profesor particular—Alizée miró a Tyler y a las tazas de café que habían tomado—Ya sé, te costearé la cafeína—Alizée puso su mochila verde sobre la mesa y sacó de un bolsillo una cartera. Tyler no sabía si debía decir algo pero Alizée lo interrumpió antes de que pudiera intentar negarse—Yo pago y punto. Puedes pagar tú en nuestra futura cita pero hoy pago yo.

Por supuesto era una broma. Finalmente, Tyler decidió decírselo. No se refería a la cita, por supuesto, sino a repetir eso de estudiar juntos pero se puso nervioso y sólo dijo:

—Podríamos hacerlo la semana que viene.

Alizée claramente sabía que no se refería a eso... pero no pudo resistirse a ponerle en un pequeño apuro. Se inclinó hacia delante.

—¿Una cita?—alzó la ceja y deliberadamente no le miró, si lo hacía se reiría y no caería en la broma. Siguió fingiendo que buscaba el dinero en su cartera—Qué rapidez, Down. ¿Me llevarás a uno de esos restaurantes caros donde sólo puedes entrar si vas vestido de pingüino?

Tyler dio un pequeño sobresalto. La mesa tembló porque sin quererlo, la había golpeado con la rodilla. 

Alizée miró hacia un lado, tratando de ocultar una sonrisita pícara al ver cómo Tyler había picado completamente en la broma.

—¡No, no!—se apresuró a decir Tyler, sonrojándose segundo a segundo—Me... me refería a repetir esto. Estudiar juntos y eso...

—Vale—se sintió "malvada" al regocijarse por verlo tan sonrojado pero en verdad no había podido evitarlo. Levantó la vista hacia él y sonrió burlonamente, terminando de recoger sus cosas—Pero como me lo has pedido tú, a la próxima no te voy a invitar al café,  que lo sepas.

Tyler agitó la mano con suavidad a modo de despedida cuando Alizée echó a andar hacia la puerta tras pagar en la barra.

Clay recogió en su coche a Justin y a Tyler. Justin se subió en el asiento del copiloto y Tyler fue a los asientos traseros. Justin apoyó el codo en la ventanilla mientras oía a Clay hacer muchas preguntas. Tyler parecía incluso más contento que de costumbre.

—Le pareció bien repetirlo la semana que viene—contó Tyler. Se sentía bien decirlo incluso si sabía que no era una cita ni nada de eso. Le sentaba bien pensar que Alizée no formaba parte de los horarios y que ella sólo quería pasar tiempo con él—Pensé que quizás me vendría bien estudiar un poco.

—Claro, me alegra de que empieces a pensar en ese tipo de cosas. Calificaciones, todo eso—le dijo Clay.

Justin añadió con una risita mientras se giraba hacia los asientos traseros:

—Si en algún momento necesitas consejos de no-estudio concernientes a Hall, Tyler, mi consulta está abierta—Justin miró a Clay de reojo—Clay es listo pero no tiene ni idea de esas cosas.

—¿Podemos sólo regocijarnos por una tarde de productivo estudio entre Hall y Tyler en lugar de criticar mi vida amorosa, por favor?—preguntó Clay con ironía.

Justin no pudo evitar reírse aún más al ver la cara de Clay. Luego Justin volvió a preguntar a Tyler, con una mezcla de seriedad y curiosidad:

—Y, ¿es sólo cosa de las notas?

—Sé que el Liberty High puede ser bastante desagradable cuando no tienes amigos—omitió decir "como me ocurría a mi antes" pero él sabía lo que era estar solo—Es buena conmigo. Y si podemos mejorar nuestras calificaciones...

—Sea lo que sea, se os ve con buen rollo—Justin sonrió y siguió hablando—Creo que es bueno para ti enseñarle a otra persona, en serio. Es como cuando les enseñas a novatos cosas técnicas del fútbol, te das cuenta de todo lo que sabes y tienes que poner en palabras lo que tienes en tu cabeza...

—Comunicar, es la palabra que buscas—puntualizó Clay.

Justin añadió:

—Te salvas de un puñetazo porque estás conduciendo y no quiero que nos termines estrellando, Clay.

Clay se rió de la misma manera que lo hizo Justin antes.

<<Así que la semana siguiente repetimos nuestra sesión de estudio en el Monet. Compartíamos muy pocas clases, así que no nos hablábamos mucho dentro del Liberty High, incluso si cada mañana nos saludábamos al encontrarnos en los casilleros. Esas tardes de estudio eran sorprendente divertidas y se convirtieron en mi comodín de "buen día" de la semana, lo cual era completamente inesperado. 

Sabía que independientemente de lo que me pasara ese día en el Liberty, me quedaba Monet y nuestra tarde de estudio. Había días en los que necesitaba regresar al Monet, concentrarme en entender lo que me explicabas para evadirme. Me calmaba hacerlo, de algún modo era sanador para mí porque me hacía sentir que no era estúpida y que quizás sí podía volverme mejor estudiante de lo que era. 

Las explicaciones comenzaron en ir en dos direcciones porque compartíamos la clase de dibujo técnico, algo en lo que soy muy buena. 

Y poco a poco, hablabas más de ti cuando nos sentábamos delante de las tazas de café para darle un descanso a nuestras cabezas. Dejabas de ser sólo disculpas y comenzaste a hablar de tus pensamientos.

Las cosas no iban perfectamente con Montgomery esparciendo rumores sobre mí pero definitivamente podían estar mucho peor. 

Ya sabes, dicen que el cielo despejado no dura para siempre. Hannah ella desató la tormenta cuando me alcanzó y tambaleó todo, incluida mi amistad contigo pero también lo precipitó todo.

Siguiente cinta, Tyler.>>

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