
[⭐] ¡¿Entendiste?!
Género: Fluff & Drama (?)
Temática: Universo Canon.
Cantidad: 1287 palabras.
Advertencia: Lenguaje soez y uso de un tema que desde mi punto de vista es delicado.
Idea suelta.
[⭐]
Era un día como todos, un entrenamiento en conjunto de ambas clases con sus trajes de héroes. Una práctica de misión de rescate, o algo así habían oído.
Awase escuchaba a YaoMomo hablar sobre el último libro que había leído, era algo común en ellos. La morena entendía que el menor no era muy conversador, mucho menos con tantas personas alrededor. Aquella dinámica no era algo que le molestaba, porque sabía que el de irises grises tenía toda su atención en ella, soltando algún que otro comentario esporádico.
Aún faltaba que algunos chicos se colocaran sus trajes y que Vlad King junto a Eraser Head llegaran de donde sea que estuvieran. Así que los que ya se encontraban ahí, aprovechaban el tiempo para mejorar un poco la socialización de ambas clases, o hablar con sus amigos de siempre.
—¡Awase, ¿podrías venir?! —exclamó Kendo, se encontraba algo alejada junto a Monoma y Kodai.
—¿Me esperas aquí? —preguntó en dirección a su acompañante, ella asintió con una sonrisa alegando que se sentaría en los escalones del edificio.
El azabache se acercó a paso lento donde la de irises verdes le llamaba.
—¡Hey, Awase! Quería preguntarte si... —La de cabellos naranjas quedó con las palabras en la boca, y los ojos muy abiertos en dirección algo que pasaba detrás de él. Quiso restarle importancia, pero ver a Monoma con una expresión parecida, y a Yui con los ojos ligeramente abiertos, hizo que no pudiera evitar voltear.
La imagen hizo que la sangre le empezara a hervir, que sus puños se cierren con fuerza, y no lo dejó pensar hasta que ya se encontraba justo a un par de pasos de distancia.
¡Ese imbécil lo hizo a propósito! No le quedaban dudas.
Mineta se encontraba en una posición que parecía la de alguien que había tropezado y caído, eso hubiera creído, si ese bastardo no tuviera sus manos sobre los pechos de Momo y una sonrisa que le causaba náuseas.
YaoMomo tenía las mejillas sonrosadas a más no poder, y las chicas de la clase A que parecían haberse acercado a conversar chillaron sorprendidas y ofendidas en partes iguales, vió como uno de los Earphones de Jirou se acercaba al ojo del enano, pero no le dió tiempo de llegar porque Awase ya tenía a Minoru sujetado por el cuello.
El azabache lo alzó antes de estampar el pequeño cuerpo de Mineta contra la pared de junto. Una exclamación sorprendida se escuchó, y la voz del delegado de la clase A siendo callada antes de completar el regaño que empezaba a armar.
—¡Awase! —chilló Momo sorprendida, al verlo con los dientes apretados y de forma tan enojada.
—¡Escúchame bien, bastardo! ¡Me importa una mierda lo que sea que hagas con tu patética existencia, pero a Yaoyorozu nunca más en la vida la vuelves a tocar así! ¡¿Me entendiste?!
Yosetsu estaba simplemente furioso, al ver la forma en que aquel depravado se acercaba a ella con la clara intención de quedar impune. Minoru lo veía aterrado, con los ojos bien abiertos y temblando.
—¡¿Entendiste?! —Volvió a rugir, estrellando el cuerpo contra la pared una vez más, el enano asintió frenéticamente.
El azabache no tenía intenciones de golpearlo, no valía lo suficiente como para hacerlo, terminó soltando al más bajo de un tirón al sentir como una cintas se enredaban en torno a su cuerpo antes de ser jalado con fuerza hacia atrás. Aizawa hacía uso de su Don para evitar que terminara soldando a su alumno contra la pared.
—¡¿Qué hacías, Awase?! —preguntó algo alterado Sekijiro, el profesor estaba más que sorprendido por la actitud de uno de sus alumnos más distantes.
—¡Estaba poniendo a ese imbécil en su lugar! ¡No iba a dejar que se saliera con la suya de nuevo!
El de irises grises estaba claro en varias cosa, como en el hecho de que no era la primera vez que Mineta hacia una de sus “travesuras” con las chicas, o que intentaba aprovecharse del buen corazón de Momo para engañarla.
—No es de héroes tomar la justicia en tus propias manos. —respondió Aizawa mirándole fijamente, sin uso de su Don en esta ocasión.
—No es de héroes hacer actos pervertidos contra otras personas, y tampoco lo es el no hacer nada al respecto. —contestó con voz firme y manteniendo la mirada. Aizawa sólo lo observó sin hacer ninguna clase de gesto relevante.
—Ve a los dormitorios, te daré tu castigo luego. —dijo Vlad King con un ligero orgullo en sus ojos. Las cintas debilitaron su agarre y el azabache sólo pudo levantarse para alejarse a paso firme de ahí, no sin antes dar una mirada hacia atrás.
Algunos de sus compañeros lo miraban orgullosos, como TetsuTetsu o Monoma que se burlaba en voz alta de los chicos de la clase A que no habían sido capaces de hacer algo como eso antes. Los de la clase A algo apenados, las chicas rodeando a Momo y ella, lo miraba justo donde estuvo desde el principio mirando fijamente en su dirección.
El castigo terminó siendo dos días de suspensión limpiando las habitaciones, pero al ocurrir todo en horario de clases ese día ya contaba como uno, solo tendría uno más y volvería a las clases como si nada, aunque claramente tenía prohibido el saber que rayos pasaría en el tiempo que se mantiene encerrado.
Kendo lo felicitó por lo que hizo, al igual que algunas de las chicas de su clase, TetsuTetsu le dijo que había sido él acto más masculino que había tenido el placer de observar y Monoma le sonrió dándole un apretón de manos.
—¡Awase-kun! —Se detuvo de forma abrupta, haciendo equilibrio para no dejar caer la bolsa de basura que llevaba en sus manos.
—YaoMomo. —contestó algo nervioso, ciertamente no sabía que esperar actuó por puro impulso, totalmente enojado como para meditar lo que haría o lo que pasaría.
Lanzó la bolsa al bote que se encontraba junto, y se alejó un poco de ellos para poder escuchar lo que la morena quisiera decirle.
—Awase-kun, yo quería agradecer... —La mano del de irises grises había parado todo el discurso que YaoMomo preparó, mirándola de forma seria.
—No quiero que agradezcas, YaoMomo. No tienes porque hacerlo, lo hice porque ese bastardo no podía seguir acosandote. Ni a tí, ni a nadie, aunque dudo haber logrado darle una lección lo suficientemente grande como para hacer que cambie.
Yosetsu tiene los brazos cruzados, el ceño fruncido, mirando fijamente los ojos de su acompañante.
—Ese imbécil no iba a entenderlo hasta que alguien le diera un hasta aquí, y por las circunstancias terminé siendo yo el que lo hizo. —Yaoyorozu tenía la cabeza gacha y apretaba sus manos entre sí. —Y tú no tienes la culpa, y jamás la tendrás.
Yosetsu sintió su cuerpo ser atrapado por un par de brazos que lo rodearon sin mayor esfuerzo, el correspondió enseguida con mucho cariño.
—Iré a acompañarte a la hora del té, como no puedes ir a nuestra residencia, llevaré mis tazas a la tuya. Podríamos invitar a Kendo-san, Tetsu-san y Monoma-san. ¡O a todos! —Saltó extasiada al decir lo último, Awase sonrió al oírla tan emocionada.
Y pensó que lo haría de nuevo, y otra vez, y otra, otra y otra más. Si así podía verla feliz, aliviada y hacer que se sintiera mejor. Ella no merecía eso, ni ninguna chica o chico, y es que a veces solo se necesita que alguien, sin importar el sexo, la edad, o si usa un sin número de groserías o un montón de palabras cordiales, sólo se necesita a alguien que se pare al frente y diga basta.
[⭐]
La verdad me encantaría saber su opinión al respecto de este one-shot, y si creen que maneje el tema de la forma correcta. (Si alguien considera que no es así, créanme que no lo hice con intención de ofender).
Tuve varias duda con respecto a sí escribirlo o no una vez que note el importante tema que tocaba.
Creo que con la forma en que yo manejo la personalidad de Awase el tendría está clase de resentimiento y problemas con Mineta, por la cantidad de veces el más bajo a terminado engañando a Momo. (¡Ella es un ángel que no puede ver el lado malo de ese idiota! ¡Hay que cuidarla!).
YaoMomo es alguien fuerte, por eso no la mostré tan afectada a la hora de hablar con Awase, pero aún así como cualquiera, se siente dolida y perturbada por la forma en que Minoru llegó al sobrepasar la línea.
Y Mineta siendo totalmente sincera, me da igual, como dijo Awase ni siquiera vale la pena esforzarse en lanzarle odio, o golpearlo (aparte de lo injusto que sería tomando en cuenta que Yosetsu lo supera por más de medio metro de altura).
Es la primera vez que trabajo con un tema sensible, aunque no lo profundice demasiado trate de llevarlo con el mayor respeto posible. Si tienen alguna crítica, observación o simple opinión desde su punto de vista, me encantaría leerlo, y así intentar verlo desde una perspectiva distinta.
Muchas gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro