V
- ¿Sucede algo? – Mi voz fue un susurro, sentía mis latidos acoplarse al unísono con mis pensamientos, mientras estos hacían eco en mis oídos. El caos era perturbadoramente estridente.
- Nada. – Negaste suavemente, alborotando un poco tus rizos y forzando una sonrisa ridículamente falsa. – Sólo es que... – Tus ojos no querían ver los míos, ChanYeol. Entonces me pregunte si estabas a punto de mentirme.
- Conozco a alguien que odia el cigarrillo.
Dime, ChanYeol ¿Por qué no me dijiste que era tu novio el que despreciaba el olor a cigarro?
- No lo odio. – Comencé y tu sonrisa comenzó a verse real, real y genuina. - Estoy bien con que las personas fumen. – Te sonreí, tu sonrisa se ensanchó. – Simplemente, quién sabe. Quizás decida darle una calada otro día, pero no hoy.
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