IV
Estabas ahí formado en la fila, con ese paquete de cigarros en la mano. Tenía miedo de lo que ocurriría después; me acerqué a ti de todas formas. Un hombre me miró y me pidió que esperara mí turno.
- Él está conmigo. – Dijiste; unas campanas resonaron en mi cabeza. Ah, fue dolorosamente familiar. Y entonces, ChanYeol, ambos estábamos al final de la línea con una ligera sonrisa asomando en nuestros labios.
Desaparecían las personas, una tras otra; nosotros también.
Volviste a deslizar un cigarrillo en tus labios, me ofreciste uno; pero esta vez no mentí, ChanYeol.
- No fumo. – Dije; tu sonrisa se desvaneció. Acaso, Dios no quiera, ¿te recordé a SeHun, y su odio a la nicotina?
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