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C A P I T U L O 8
Han luego de salir de la casa de Hyunjin con MinHo completamente ebrio se encaminó a la casa de el mayor. No vivían lejos, pero como Hyunjin quería darle uso a su furgoneta pues se fueron en auto.
Ninguno de los dos decía nada, el camino era tan silencioso que era abrumador, solo caminaban uno al lado del otro, hasta que fue minho quien decidió hablar.
—¿Estás molesto?
—¿Existe alguna razón por la cual debería estarlo? —Indagó el menor y Minho ladeo la cabeza —Entonces todo bi...—Minho se detuvo y se soltó del agarre del menor para luego sentarse a la orilla de la acera. Han suspiró y se dejó caer al lado del mayor —¿Que te pasa Minho?
—No lo se, pero ni con el alcohol se va... Es molesto.
—¿De que estás hablando?
—Creo que te odio Han.
Han había quedado impactado con aquellas palabras del mayor. Fue entonces cuando Minho ya se había mudado a su corazón, por qué aquellas simples palabras le habían dolido como si algo muy pesado el hubiera caído en la cabeza, en este caso el corazón, no obstante simplemente se quedó en silencio.
—¿Dónde está Jeongin?
—Se quedó con Hyunjin...
—No quiero a mi hermano cerca de el.
—¿Por qué no?
—Por que Hyunjin es como yo, no nos conformamos con una sola persona y no quiero que le haga daño... —Dijo y Jisung asintió.
—Estas muy ebrio Minho.
—Tal vez —Dijo para luego mirar a Jisung. En ese momento cuando sus miradas se cruzaron Jisung sintió como su corazón latía con fuerza. Aquella mirada del mayor, no era la misma mirada de siempre, era diferente, tenía un brillo en sus ojos. —¿No crees que las personas son falsas?
—¿Falsas?
—Seeh, creo que ahora entiendo por qué odio el amor, las personas mienten y hacen daño, te abandonan cuando se supone que existe el amor... Se aferran algun sentimiento para así darle sentido a su patética vida, pero la verdad es que todos parecen hechos de papel.
—Minho, no todas las relaciones terminarán como la de tus...
—¿Tu qué sabes?
—Tu no odias el amor, tu tienes miedo... Miedo a que te abandonen luego de enseñarte lo que es de verdad amar, tienes miedo aferrarte a lo es un verdadero sentí...
Y esa era la verdad, Minho siempre tenía miedo, miedo a quedar completamente solo después de sentir verdaderas emociones, por eso no se mezclaba más allá del sexo con alguien, pero también tenía miedo de aquel extraño revoltijo que sentía en el estómago cuando se trataba de Jisung, había pasado una vez... Y se había prometido a si mismo olvidar aquel mal entendido y de ser así entonces tendría que intentarlo de nuevo.
¿pero como?
¿Cómo se alejaba de han? Se quería alejar pero también quería tenerlo cerca, pero odiaba sentir eso que sentía, y si tal vez...
—No me analices Han, no soy como tú...
—Olvídalo, sigamos caminando, ya casi llegamos —Ambos jóvenes se levantaron y siguieron su camino hasta llegar a la casa de minho y al abrir la puerta se encontraba Eubin y Han sintió como su corazón se aceleró.
—Perdon señora Yang, Jeongin se quedó a dormir con Hyunjin una pijamada jeje, y yo traje a Minho, se pasó de tragos —Explicó, la madre de Jeongin sabía perfectamente que Jeongin era muy cercano a Hyunjin así que no le preocupaba.
—Esta bien, llévalo al cuarto antes de que su padre lo vea así...
—Como si me importara —Dijo entre murmullos el mayor y Jisung rodó los ojos.
Jisung como pudo ayudo a Minho a subir las escaleras. Al llegar a la habitación el castaño oscuro se dejó caer sobre su cama y el menor le dió un recorrido a la habitación con la mirada, estaba bien organizada, tenía una especie de estantería para los cassette y tenía varios pósters de bandas como Queens, Madonna, eagles, modern talking y demás.
—¿Que andas husmeando?
—Nada, ya me voy —Estaba por irse cuando Minho lo detuvo tomándolo de la muñeca —¿Qué haces?
—Quedate —Pidio y Jisung rodó los ojos.
—¿Por qué? Dijiste que me odias —Explicó el menor y MinHo se levantó de la cama.
No era mucho la diferencia de altura, pero el hecho de tener a minho tan cerca ponía a Jisung muy nervioso, intento alejarse pero fue en vano por qué Minho volvió acercarse, su corazón latía con fuerza y sentía como sus manos comenzaban a sudar.
—¡Suéltame Minho!
—¿O qué?
—Estas ebrio, ya suéltame...
—Claro, como yo no soy el tal Chan ese... ¿por qué a el si lo dejas acercarse? ¿cuál es la diferencia?
—Minho no lo entiendes, cállate y suéltame.
—No quiero.
—¡Dios, Minho! ya para, ¿No te basta con decir que me odias? Desde que llegaste me tratas mal, pero luego me buscas es como si te gustará o te entretuviera molestar mi mera existencia ¿Que no te cansas?
—¿Que me dices tú? Sigues dejando que yo me acerque a ti, si tanto te molesta que yo esté cerca... ¿por qué sigues dejándome acercar? Incluso ahora, dices que quieres que me aleje pero es mentira.
—¡Cállate! No sabes de lo que hablas, estás ebrio —Mofó el menor.
—Solo dime ¿Por qué?
—¿De que estás hablando? ¿Por qué, que?
—¿Por qué haces que sienta este revoltijo en el estómago?¿Por qué haces que quiera estar cerca de ti? Incluso tu haces que yo quiera hacer algo que no debería hacer...
—¿Ahora que mierda estás diciendo?¿Me culparas a mi por tus problemas?
—No puedes ser más tonto, te odio —Soltó para luego tomarlo de las mejillas y plantar un beso en los labios del menor.
Jisung había quedado en completo shock, mientras los labios de Minho se movían con suavidad sobre los de el ¿Que debería hacer? Dudaba a sus adentros, necesitaba hacer algo, pero... También quería besarlo, quería dejarse llevar por el momento y botar la conciencia por la ventana. Los labios de minho se sentían calientes y con un ligero sabor a cerveza.
No está bien, pensó el menor. Con su mano libre empujó a Minho alejándolo rompiendo aquel contacto, el mayor estaba por decir algo pero las lágrimas de Jisung se apresuraron a salir dejando al mayor algo confundido. Jisung plasmó un golpe en la mejilla de Minho y este lo miró sorprendido mientas llevaba su mano a su mejilla.
—¿Que mierda?
—¡Jamás vuelvas a hacer eso!¡JAMAS! —dijo.
—Jisung yo...
—Solo déjalo Minho, hiciste suficiente.
Al llegar a su casa Jisung se dejó caer sobre su cómoda cama repitiendo en su mente una y otra vez, se sentía tan idiota, ¿Por qué MinHo había hecho eso? Se repetía, se sentía tan confundido.
Desvío su mirada a la ventana y vio como un avión de papel entraba por allí, y luego otra y otra, más sin embargo dejo que siguieran y simplemente se quedó dormido, pensando en lo que había hecho Minho.
A la mañana siguiente minho despertó con un horrible dolor de cabeza intentando recordar cómo había llegado a su casa, algunos vagos recuerdos llegaron a su mente y descubrió que Jisung lo había acompañado así que decidió escribirle.
Al terminar envío el avión de papel y bajo a desayunar, para su sorpresa Jeongin se encontraba llegando a casa. Sonrió y este le devolvió la sonrisa, pero su mente hizo click y aquella discusión con Jisung se hizo presente.
—¿Que mierda?
—¡Jamás vuelvas a hacer eso!¡JAMAS! —dijo.
—Jisung yo...
—Solo déjalo Minho, hiciste suficiente.
—Ayer, discutí con Jisung... Mierda...
Había recordado aquel beso. Ahora...¿Cómo repararía su error?
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