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C A P I T U L O 17
Jisung se encontraba limpiando el mostrador de la tienda cuando Minho apareció, algo que hizo que el menor soltará una carcajada.
—¿Que haces aquí?
—¿Acaso no puedo venir? Además, te dije que te cuidaría y aquí estoy —Dijo con simpleza —No dejaré que nadie te haga daño, solo yo puedo hacerlo.
—Claro, como quieras.
Jisung siguió limpiando y arreglando algunas cosas cuando minho suspiró, aquel menor ignoró ese suspiro y siguió con su jornada hasta que escucho otro más fuerte y se volteo a verlo, este estaba con el ceño fruncido y mientras mordía su labio inferior.
—¿No escuchas música?
—No.
—No puedo, es una tienda de música —Tomo un cassette y lo reprodujo, haciendo eco en la tienda Tarzan Boy de Baltimora, Jisung río para luego rodar los ojos.
—Dios eres tan aburrido —lo tomó de la mano y lo arrastró para que bailará con el, el menor podía aguantar las risas. No había conocido este lado de Minho y sintió tanta calidez, Minho le dió una vuelta para luego acercarlo y ambos rieron, el menor acercó lentamente sus labios a los del mayor y cuando estaban por quitar ese molesto espacio la campana de la puerta sonó y ambos rápido se alejaron.
—Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo? —Indagó y al levantar la mirada su cuerpo comenzó a temblar. Lo sabía.
El sabía que volvería.
—Quiero hablar contigo, a solas —Minho rápidamente notó como la mano de Jisung temblaba y la tomó, así que decidió hablar.
—Lo siento, no se puede.
—Quiero hablar con Jisung, no contigo, a todo esto ¿quien eres?
—No te importa, Jisung ve a la bodega y trae un cassette diferente, porfavor —Pidio el mayor y Jisung asintió llendo a la bodega, aquel hombre intentó detenerlo pero Jisung le evitó el paso —Solo personal autorizado.
—Alejate mocoso.
—Vayase, o llamaré a la policía —Pidio Minho —Y no lo quiero ver por acá de nuevo.
—No me iré hasta que...
—Entonces llamaré a la policía, así aprovecho que mi papá es el sheriff —Dijo y aquel hombre lo miró con desprecio.
—Tienes una mirada prepotente, conozco esa mirada —Dijo y Minho alzó la ceja —Voy a volver.
—Espero que si.
Aquel hombre se fue dejando de nuevo a los chicos solos, Jisung salió de la bodega y abrazó a minho por la espalda, tenía miedo y odiaba sentirse así.
—El no volverá hacerte daño, ji —Dijo acariciando las manos del menor.
El día transcurrió tranquilo y ambos la pasaron bien juntos. Al caer la noche ambos salieron de la tienda y Jisung se encargó de cerrar con candado todo, aquel mayor observaba como este cerraba cuando alguien lanzó un puñetazo a su cara haciendo que se sorpenda, pero no fue sorpresa de quién se trataba, Minho suspiró intentando mantener la paciencia.
—Señor, ya rindase —Han volteo y Vio como su padre están enojado quiso acercarse pero Minho le hizo señas para que se quedará en dónde estaba —Esta ebrio, quédese tranquilo.
—Si no me dejas hablar con mi hijo por las buenas, entonces lo harás por las malas —Aquel hombre volvió a lanzar un golpe pero está vez lo esquivó y le dió una patada haciendo que el hombre se caiga, minho subió sobre el y comenzó a golpearlo fuerte mente rompiendo su rostro. Jisung estaba en shock, podía ver como su padre con cada golpe quedaba peor y como MinHo había perdido completamente el control.
—Minho, detente —Gritó al ver el auto de los policías y cuando se acercó el mayor notó como este chico estaba asustado así que se detuvo, pero era demasiado tarde porque el policía se encontraba tras MinHo.
—Las manos detrás de la cabeza —el chico maldijo a sus adentros e hizo lo que el policía indicó —Levantate —Minho se levantó y el hombre esposó al castaño —Quedas arrestado por alteración del orden público.
—¿Y el? Lleva acosandolo desde hace varios días —Dijo Minho señalando a Jisung y el policía levantó al moribundo.
—¿Es cierto Jisung? —Minho notó que el policía sabía quién era el menor, aquel chico asintió y el policía procedió a esposar al hombre.
—¿A dónde los lleva? —Investigó Jisung viendo cómo metían a Minho en la patrulla.
—A la estación, ve allá —Aquel menor asintió y luego suspiró.
—Oiga sheriff, encontramos a alguien alterando el orden público, tal vez le interese —El hombre rio y cuando vio de quién se trataba su sonrisa se esfumó.
—Hola —Dijo con sarcasmo el castaño, el padre suspiró y miró a su compañero de trabajo.
—¿Cuanto es la fianza?
—Una noche, más 40$ —Dijo el hombre y el sheriff asintió.
—Eres increíble —Minho río mientras lo llevaban a su selda luego de hacerle el papeleo.
—Oiga sheriff, ¿Por qué su hijo tiene antecedente penal? —indagó el compañero y el hombre suspiró nuevamente.
A la mañana siguiente, fue el mismo señor Lee quien se encargó de escoltar a su hijo a la salida, dónde lo estaba esperando Jisung. Al salir Jisung los miró y el castaño oscuro rio, cuando estaba por irse su padre lo tomó del brazo, así que el menor decidió acercarse.
—¿Está todo bien?¿Que pasará con mi...?
—Me encargue de que ya no te moleste más —Dijo el señor Lee y Jisung suspiró agradecido —Y en cuanto a ti...
—No tengo nada que decirte...
—¿Que mierda estabas pensando?
—De hecho casi nunca pienso, en eso nos parecemos.
—No me hace gracia, Minho pudiste quedarte más tiempo, ¿Por qué tienes antecedentes penales? —Indagó y minho bufó. Por otro lado Jisung estaba sorprendido.
—La gente dónde vivo es muy delica...
—Siempre buscas a quien echarle la culpa, drogas, conducir ebrio, violencia...¿Que mierda tienes en la cabeza Minho? TIENES 20 AÑOS, YA ES HORA DE QUE...
—Jodete, Si me lo dijera mamá tal vez hiciera caso, pero ¿tú? Pienso prestarte la misma atención que me diste de ni...—No pudo terminar de completar la frase cuando su padre había estampado una cachetada en el.
—Tienes veinte Minho, déjate de estupideces, deja de comportarte como un niño y actúa como tal, deja de echarle la culpa a otros cuando el único que tiene la culpa de tu mal comportamiento eres tú, existen otras personas que han pasado por cosas peores, lidia con tus problemas como una persona adulta...
—Claro, como tú lo hiciste ¿no? —El hombre quedó en silencio y Minho comenzó a caminar tomando a Jisung de la muñeca arrastrándolo con el.
Ambos caminaron por un buen rato hasta que Jisung decidió hablar.
—Minho, me estás lastimando —El mayor se detuvo y soltó la muñeca.
—Lo siento.
—¿Estás bien?
—No.
—¿Quieres hacer algo?
—Lo que sea, mientras esté contigo —Dijo mientras encendía un cigarrillo.
—Se a dónde podemos ir, nadie nos molestará.
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