Avioncito
-Antoine eres tan amable de sostener mi avioncito?
Le pidió ella con dulce y cantarina voz, mientras le entregaba un pequeño avión de juguete.
-Claro que puedo,Gi!
Respondió él, sin disimular su inquietud ante semejante petición y sabiendo que ella solía tomar las cosas en sentido bastante literal.
-Pero, no comprendo por qué me pides eso. Dijo el joven Antoine en tono extrañado...
Y Gi lo miró agrandando sus pequeños ojos café lo más que pudo, con la pupila dilatada y el brillo inocente en su mirada, como cada vez que estaba junto a él, era algo imposible de disimular, y aunque quisiera hacerlo, que no era el caso, su semblante y mejillas sonrojadas siempre delatarían su sentimiento hacía él.
Y con esa hermosa sonrisa que la caracterizaba le respondió:
- Es que... Dijo sin saber cómo tomaría su encantador amigo las palabras y tartamudeando un poco.
-Es que, Antoine, tú eres MI cielo!
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