Capítulo 7.
Phoebe Burrell, solo pensaba en su hija, desde que la llamaron para decirle que había sido encontrada al otro lado del país, ella no tenía paz y vivía con él tormento de que ella estaba sola, en un lugar que no conocía. Clive no le permitió hablar, quería saber que tan delicado era su estado.
- ¿El jurado tiene un veredicto? - escuchó al juez preguntar y decidió alejar por el momento sus pensamientos.
Conocía la condena que le habían puesto al acusado, esta vez había sido unánime, en otras ocasiones no eran tan fácil. Sin embargo, en esta oportunidad, las pruebas no daban lugar a dudas, el hombre había matado a su esposa y a sus hijos.
Se levantó minutos después y caminó hacia la salida, observado al acusado ser llevado por dos guardias. Jamás se mostró afectado y arrepentido. Cuando se le preguntó las razones de haberlos asesinado, dijo simplemente que necesitaba ser un hombre libre, para casarse con su amante. Dijo no estar dispuesto a compartir su dinero con ella o con sus hijos, eso parecía haber emocionado a su amante, quien soltó una risita fastidiosa.
Phoebe, creía que algunos merecían una segunda oportunidad, habían acusados, cuyos delitos fueron simplemente meterse con millonarios. Robos que no alcanzaban un monto grande y lo habían hecho por el desespero de no tener que llevar le de comer a su familia. No justificaba el delito en sí, sólo que ella conocía la desesperación de no tener que darle de comer a sus hijos.
Recordaba su primer caso como si fuera ayer, aunque ya habían pasado más de nueve años, un chico entró a robar a la casa de un reconocido asesor político, cuyo nombre en el momento se le escapaba, así como también los detalles del mismo. Ella solo recordaba el rostro acusado un hombre de 25 años, que aceptó el robo y dijo que era para darle de comer a su hija.
La mala fortuna quiso que el día que entró a robar, creyendo la lujosa mansión sola. Se encontró con la sorpresa que, en su interior, había un hombre, padre del dueño de la mansión, era un anciano de 85 años, que, al salir a verificar el porqué de los ruidos, había rodado por las escaleras, con resultados casi catastróficos.
El jurado no pudo ponerse de acuerdo, si bien el aceptó estar en la casa y haber robado. Tenía a su favor que, al ver al hombre en el suelo, tras rodar por las escaleras llamó a Emergencia. Fue por eso que pudo ser encarcelado, la consciencia le impidió irse de allí y dejar al anciano tirado en el suelo.
En aquella ocasión, ella y su esposo tenía problemas económicos, por lo que, pudo entender las razones de Kurn, aunque no compartirlas. La idea de robar no era inteligente, pero el desespero por llevar algo de comer a su casa, en algunas ocasiones, podía hacer a personas cosas indebidas. Al ser el primero tuvo sus dudas y aunque hoy día, sabía que Kurn se había recuperado. Pesó sobre ella que inclinó la balanza para que Kurn no fuera sentenciado.
- ¿Sabía que estarías acá? - habló Lucy, su hermana mayor, estaba al pie de las escaleras de las puertas del enorme edificio- ¿Qué sabes de Layla?
- Estoy esperando que Clive salga de viaje...
- ¿Cuándo dejarás de ser tan tonta? - le recriminó - él no puede decirte cuando ser madre y cuando no. Se trata de tu hija ¿Es que acaso no tienes miedo? Ella la puede estar pasando mal...
- Por favor Lucy ya me siento mal por haberla sacado de casa...
- Una casa que era de nuestros padres y que es propiedad nuestra, Layla es tu hija. - El rostro de Lucy, la mayor parte del tiempo sonriente, hoy estaba sombrío y rojo de la ira - Que ese miserable, no quiera a Layla se entiende, pero, que tú, como madre le permitas que dañe a tu hija es absurdo.
Rodeó a su hermana y siguió bajando las escaleras a toda prisa. Sabía a dónde conduciría esto, ella le recriminaría, por enésima vez que no le dio a su hija. Clive no era el padre de Layla, el padre biológico de su hija, fue un miserable, a quien le había trabajado haciendo limpieza a su apartamento.
Era un europeo de visita en el país, en ese entonces Phoebe, trabajaba como ama de llaves para una prestigiosa familia. El hombre era un conocido amigo de ellos, fue invitado un día a casa donde ella trabaja. Fue muy amable, decente y su trato con ella fue muy especial, tanto que la hizo sentir importante, ante las demás mujeres. Ella una chica de 20 años y poco conocedora del mundo, el un hombre de 40 de quien todos decían, era un buen partido. Así que cuando le invitó a su casa se sintió honrada y no le encontró problemas.
No quería recordar esa época, pero era difícil, viendo a su hija y lo tan parecida que era físicamente a ese miserable, después de estar con ella, prometerle el cielo y las estrellas, se fue a su país, para jamás volver. Meses más tarde supo que estaba embarazada, la vergüenza le impidió decir la verdad. Así que, se casó con el hombre que todo el tiempo, estuvo detrás de ella y que estaba dispuesto a darle un hogar a su hija.
- Clive nos dio un hogar, y educó a mi hija, gracias a él ella estudió Lucy - le respondió ya en el último escalón, su hermana chasqueo la lengua y se le atravesó.
- Si claro, golpearla hasta el cansancio es tu idea de Educar. - tenía en sus manos lo que parecía era un tiquete, que apretaba con fuerza en su mano derecha, al tiempo que lo alzaba y señalaba. - Conmigo no te hagas la estúpida, que yo sé que ese infeliz gusta de Layla. La estaba era educando, pero para él...
- ¿Qué estupidez es esa Lucy? Clive jamás ha visto a Layla con otros ojos. - intentó rodear a su hermana para alejarse, pero Lucy se lo impidió - ¡Déjame pasar! - dijo levantando la voz sin importar que muchos la estuvieran observando.
- ¿Por qué estas nerviosa Phoebe? - preguntó y sus labios esbozaron una sonrisa
- Por favor Lucy, has lo que quieras, solo déjame tranquila. - rogó una vez más.
- Escúchame bien - dijo acercándose a ella y Phoebe retrocedió rápidamente -buscaremos a mí sobrina, la traeremos acá. Te recuerdo, ella no tiene la culpa de lo que viviste, el que dejes que Clive la maltrate no mitigará el dolor. Eso solo te convierte en una mala madre, en nada más.
- Layla ya es mayor de edad, así que ya mi obligación con ella terminó. - alzó su rostro y sostuvo la mirada de su hermana, lo siguiente que diría le dolería más a ella que a cualquiera. Pero, pero era la mejor manera de alejar a su hija de una vida de sufrimiento - no la aborté, eso debería agradecer que, le di una vida y estudios. Quisimos que fuera una profesional de verdad, no hacer dibujitos estúpidos.
- Lo que debiste es buscar a su padre o que ella supiera la verdad. - dijo con rostro enojado y mirándome una última vez, antes de dar media vuelta - o quizás simplemente no acostarte con el que te hable bonito.
No dijo nada y su hermana tampoco le dio pie a esperar su comentario. Cuando su vientre empezó a asomarse, ella se retiró de ese lugar. Perdió todo contacto con esa familia y Clive en adelante se hizo cargo a ella y a todo lo referente al bebé. Los problemas surgieron cuando Layla tenía 15 años ya desde antes daba muestra que sería una hermosa mujer.
*****
Para Keane todo esto se había convertido en una pesadilla, con frecuencia pensaba en que despertaría en cualquier miembro. Solo que la realidad le golpeaba, Clive no estaba lo habían asesinado.
Cyrus, el gobernador y sus asesores le habían recomendado ir un poco al pasado, quizás allí estaba alguien capaz de hacer un acto así. La misma policía, le había preguntado si tenía enemigos, honestamente, nunca creyó que los tenía, no tan feroces y capaces de dañar así a los suyos.
- ¿Dónde está? - preguntó al ver entrar a James con los otros dos uniformados, uno de ellos, lo reconoció con él que tuvo el altercado.
- En cirugía, tiene un fuerte golpe en la cabeza - habló el hombre mayor, mirándome con enojo, aún entre los dos el ambiente era tenso. - no creo que sobreviva, debemos buscar por otro lado. - James por su parte parecía pensar y miraba hacia la habitación de la chica en silencio.
- Encontraron junto a su cuerpo un bate de Béisbol - siguió diciendo el hombre.
- ¿Cómo lo hallaron? -pregunté directamente a James al verle permanecer en silencio.
- En el mar - habló sin mirarme - ella dijo ser bautizada, él área del castillo es extensa y tiene parte de playa en sus terrenos.
Keane recordó lo dicho por el médico, ella estaba entre la realidad y la mentira, tergiversaba tanto escenarios, como protagonista. Que el odontólogo, fuera golpeado, le recordaba, le recordaba el dibujo del cachorro pequeño siendo golpeado. Fue entonces que algo vino a su mente, Michael, era el más pequeño en estatura comparado con los demás amigos de Clive. También, era el único casado y con hijos, eso lo hacía tener mesura e incluso no acudir a todos los lugares con ellos. Sacó del bolsillo las dos historietas, luego caminó a una silla cercana y se tiró en ella observadoras con detenimiento.
- ¿No estás muy viejo para esas caricaturas? - le preguntó James, sentándose a su lado, Keane le entregó los dibujos.
- Esto es muy extraño - habló James, observando con detenimiento ambos dibujos.
- Si - estuvo más que de acuerdo con él - todo esto lo es, son historias distintas con igual de resultados - su compañero negó y señaló los dibujos.
- Puede ser, pero me refiero a los perros - le entregó los dibujos y sacó de su camisa una foto - la saqué del castillo, mira a cada amigo y relacionarlo con un perro.
Keane lo notó, casi enseguida, cada uno de los amigos tenía cierta similitud con uno de los dibujos y tenía razón con Michael, el cachorro pequeño podría ser él. Eso quería decir que el perro grande y fuerte era el asesino de a Michael. Además, que ese perro no figuraba entre el grupo de amigos, lo que significaba que el líder era un séptimo hombre.
Parker se levantó y caminó hacia la habitación de la mujer, minutos después volvió con un block en sus manos. Keane, lo reconoció como uno del block de la chica. Se sentó de nuevo a su lado y empezó a revisar cada dibujo, todos ellos con perros. Algo que no tenía mucho sentido para el abogado.
- No es la misma muerte, la del perro y la de tu hermano - concluyó y señaló una hoja, que estaba en block de ella. En ese block estaba un perro nuevo, uno que hasta ahora ella no había dibujado. - Mira el color, se podría decir que rubio ¿No crees? Y tu hermano es el único rubio en el grupo. - puso la foto de Clive encima y fue difícil no sentir nostalgia al ver a su hermano sonriente abrazando a sus amigos.
- Alguien dentro de estos miserables le ayudó a este séptimo. - le dijo con rabia - me es difícil que alguien entre a un grupo así, sin ayuda, conozco a Clive y a los otros un poco. Eran muy reservados, tanto que no decían lo que hacían en esas reuniones anuales que acostumbraban.
- Siguiendo sus dibujos y viendo las fotos ella representa a Clive y a sus amigos con un perro. Cada perro tiene un color, un tamaño y hasta un temperamento. - observó lo que señalaba y tenía razón.
El perro pequeño y de color blanco era Michael. Este era el único que se veía amistoso con la niña, Keane imaginó que ella se representaba así, como una niña, por qué no tenía ni idea.
- Michael fue golpeado en el dibujo y apareció igual en la vida real, en la playa que ella dice la bautizaron - dijo señalando el dibujo. - tienes ante ti al hombre que le quiso liberar "Michael".
Los policías habían entrado a la habitación de la chica, lo que Keane agradeció. Era consciente que no debía confiar en nadie en ese lugar. Le era difícil que algo así pasara, en un pueblo tan tranquilo y nadie notará o escuchara algo extraño.
- Hay dos perros fuertes - le aliviaba saber, que al fin parecía estar desenredándose todo este lío.
- Solo que uno no luce peligroso o la niña no lo ve así, mira que incluso aquí está detrás de él y el perro aparece protegerla. El amarillo... Tu hermano - ella era buena en lo que hacía, Keane se preguntaba si el que la llevó sabia de su talento para el dibujo. - si la línea de tiempo es correcta y está dibujando en secuencia, tal cual ocurrió, Clive murió a días de entrar al castillo. Solo lo dibuja una Vez, en ninguna esta y si notas esa imagen de perros, es muy parecida a la que el doctor te dio.
- Pero según el informe el cuerpo llevaba allí 24 horas...
- Eso es un aproximado Keane y es se basa en la rigidez del cuerpo, el tiempo expuesto a los elementos. Eso no ocurre si está en frío...
- Clive no es un hombre pequeño ¿Cómo congelas a un hombre de 1,90cm?...
- Cuarto frío - dijeron al tiempo.
- Según estos dibujos y como ella lo representa, tu hermano murió, por salvarla de la agresión de uno de esos perros- un perro grande estaba encima de la niña en actitud amenazante y era el perro de color dorado que se lanzaba encima. En el otro plano aparecen cuatro perros atacando al rubio y este tiene a la niña detrás suyo, mientras la protege.
- No quiero abrigar esperanzas, sé que Clive no es capaz de violar a una mujer, pero las pruebas dicen que sí y su semen fue hallado dentro de ella - dijo con fastidio, aún le costaba hablar de su hermano de esa manera.
- Hubo una segunda mujer, ella la llamó La Dama de la noche - Keane lo recordó ella la había nombrado sin titubear - ese semen pudo llegar allí de otra manera. No sé cómo y porqué, pero es obvio que se quieren vengar de la chica y de ti, Clive fue solo el medio. Piénsalo... ¿Por qué una mujer igual a la chica? Es demasiado para ser una coincidencia.
Observando los dibujos, Keane decidió contarle lo que el médico le había contado horas atrás, Parker guardó silencio, mientras ambos seguían viendo los dibujos. Estos le daban la impresión de no tener fin, o por lo menos ella aun no le había dibujado. La historia llegaba con la niña, en lo que parcia era una cancha de golf y detrás de ella los perros. Para ese instante, ya Michael y Clive no estaban o lo perros que ellos creían eran su hermano y su mejor amigo.
- En todos los dibujos están los ojos - dijo señalando un rincón, en el costado izquierdo de la hoja, lo dibujaba en el mismo lugar y a blanco y negro.
- Son de mujer - aseguró James y lo miró - ¿Qué pueden tener tú y esa chica en común? ¿Hay algún caso que terminara mal? - al verle negar, pareció pensar un poco más y me miró de nuevo - un cliente insatisfecho, alguien que no le gustara la condena o que no quizás no defendiste.
- Desde que todo esto inicio me estoy haciendo esas mismas preguntas y la respuesta es no, no tengo a nadie que aplique para hacerme tanto daño - dijo con sinceridad.
-¿Me dijiste que tu hermano te llamo? o alguien desde su línea de teléfono pidiendo ayuda - preguntó James luego de unos minutos.
- Si - Respondió - unos minutos antes de recibir la llamada de la policía ¿Por qué? - mientras esperaba la respuesta, me dije que tenía que averiguar un poco más sobre Layla Taylor.
James observaba los dibujos con detenimiento, mientras Keane hacia lo mismo con los que tenía el, quizás las respuestas estaban allí y ellos aún no los había notado. Podría ser también que, ella se negara a hablar por temor o porque estaba implicada de alguna manera en todo esto.
- Porque las autoridades encontraron el móvil de tu hermano en su cuerpo, junto con las pertenencias de Layla, es más, ellos te llamaron desde su línea ¿Cuántos minutos hay entre una y otra llamada? - no respondió directamente, empezó a buscar en su bolsillo su móvil, lo desbloqueó rápidamente y buscó las ultimas llamadas del 24 de diciembre.
- No fue la misma línea, -dijo señalando el número que me llamó - la de mi hermano esta registradas y la de la policía es esta. - dijo señalando la otra, el ex agente tomó el móvil que Keane le mostraba y anotó el número no registrado en una libreta pequeña que guardó junto con la fotografía de Clive y sus amigos.
- La policía encontró como ya te dije un móvil junto al cuerpo de Clive, con el rostro de fondo de una chica rubia, solo con cuatro contactos, figuran tú, como su hermano, papá, mamá y amor - Keane lo miró, seguía sin entender recibió el móvil de vuelta y observó la línea, no era un numero conocido y su hermano no tenía secretos con él. - no encontraron redes sociales, fotos o videos, el móvil estaba limpio, solo la foto de la mujer que tenía como fondo de pantalla. Mensajes, registro de llamadas, WhatsApp, nada absolutamente limpio.
- ¿Crees que puedas mostrar? Me gustaría verlo - habló con la curiosidad al tope, Parker se alzó de hombros.
- No creo que figure un problema, pero no encontrarás nada allí, quizás nos digas quien es la chica de la foto, más de eso es difícil que logres ayudar en algo -a Keane le agradaba la sinceridad del hombre y se dijo que Jerrey tenía razón en tener confianza. -a la policía le sorprendió, no solo lo limpio del móvil, sino que la ausencia de patrón de bloqueo. Hablaré con Carl y haré una llamada quizás encuentre algo de esa línea nueva.
- Será desechable Parker, esto está demasiado elaborado como para que cometan ese error - hasta el momento, el que estaba detrás de esto no había tenido ningún error y era muy organizado.
Keane dudaba que algo como eso se les pasara por alto, mientras veía a Parker levantarse y el hacía lo mismo, miraba al interior de la habitación de Layla. Entre más investigaban, más confirmaba que ella tenía las respuestas a todo. Parecía que todo apuntaba en que tenerla cerca y vigilar sus movimientos, parecía que era su única y mejor opción.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro