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¿Crees que...?

(SE... estoy avanzando rápido con las subtramas amorosas, pero me las quiero quitar de encima)

El aula de la Escuela Pokémon estaba llena de emoción y anticipación cuando el profesor Kukui anunció la tarea de exposición sobre leyendas. Los alumnos escucharon atentamente mientras Kukui explicaba los detalles de la tarea.

Kukui: ¡Muy bien, chicos! Para esta tarea, cada uno de ustedes tendrá que investigar y exponer sobre una leyenda de donde prefieran. La exposición se realizará en parejas, así que asegúrense de elegir a su compañero cuidadosamente.

Mientras Kukui hablaba, los estudiantes comenzaron a discutir entre ellos y a formar parejas. Miranda y Miguel se unieron rápidamente como compañeros, seguidos de cerca por Tilo y Sun, Lillie y Zarala, e Iona y Keke. Marta y Moon intercambiaron una mirada decidida y chocaron las manos, decididas a hacer la tarea juntas.

Santiago y Dulce también se emparejaron, mientras que Renato parecía indeciso sobre si trabajar solo o en pareja. Cuando lo preguntó, Kukui respondió con amabilidad.

Kukui: ¡Claro, Renato! Puedes decidir si quieres trabajar solo o en pareja, como prefieras.

Renato asintió, agradecido por la flexibilidad del profesor. Observó a sus compañeros mientras tomaba su decisión.

Con las parejas formadas y la tarea asignada, los alumnos se sumergieron en la investigación de las leyendas, emocionados por explorar la rica historia y cultura de la región Pokémon.

En el bullicio del recreo, Yuna se acercó a Renato, quien estaba revisando su casillero, y le propuso hacer el proyecto juntos. Renato, con cortesía, pero firmeza, declinó la oferta de Yuna.

Yuna: ¿Renato, te gustaría hacer el proyecto conmigo?

Renato, con una expresión amable pero decidida, respondió con sinceridad.

Renato: Gracias, Yuna, pero prefiero trabajar solo en presentaciones. Me resulta más rápido y eficiente de esa manera.

Yuna: ¿Por qué? ¿Nunca te gustó trabajar con otras personas en proyectos?

Renato: No es que no me guste trabajar con otros, simplemente me siento más cómodo y concentrado cuando trabajo solo en proyectos. Es una cuestión de preferencia personal.

Yuna asintió, comprendiendo la explicación de Renato, aunque se sintiera un poco decepcionada.

Yuna: Entiendo. Gracias de todos modos por considerarlo, Renato.

Renato asintió con una sonrisa, agradeciendo a Yuna por la oportunidad de trabajar juntos.

Renato: Gracias a ti, Yuna. Aprecio la oferta.

Renato, al revisar su casillero una vez más, se encuentra con otra carta. Con un dejo de curiosidad, se acerca a Yuna, buscando respuestas.

Renato: Oye, Yuna, ¿viste a alguien poniendo esto en mi casillero?

Yuna, sintiendo un nudo en la garganta, sabía la verdad, pero luchaba por encontrar las palabras adecuadas para expresarse.

Yuna: Eh, no... no vi a nadie.

Aunque Yuna sabía que había sido ella quien dejó la carta, la ansiedad y el temor la paralizaban, impidiéndole revelar sus sentimientos a Renato. Renato, notando la incomodidad de Yuna, decidió no presionarla más.

Renato: Está bien, no te preocupes por eso. Quizás solo fue un gesto amable de alguien.

Yuna asintió, agradecida por la comprensión de Renato, pero al mismo tiempo sintiendo una punzada de decepción consigo misma por no tener el valor de decirle la verdad. A medida que los dos se separaban, el corazón de Yuna se llenaba de conflicto y dudas. Sabía que debía enfrentar sus sentimientos en algún momento, pero el miedo al rechazo la mantenía cautiva en su propio silencio. Renato se despidió de su amiga, estando ya solo se recargo en la pared para leer la carta

Querido Renato,

Espero que esta carta te encuentre bien. Una vez más, me siento impulsada a escribirte estas palabras, aunque permanezca en el anonimato. Tal vez te preguntes quién soy o por qué te escribo de esta manera, y aunque comprendo tus dudas, no puedo evitar expresar lo que siento en mi corazón.

Desde el momento en que te vi, algo cambió dentro de mí. Tu presencia ilumina mi día y tus acciones me inspiran. Me siento atraída hacia ti de una manera que no puedo explicar con palabras. Cada vez que estoy cerca de ti, siento que el mundo se detiene por un momento y todo lo demás desaparece.

Quisiera tener el coraje de decirte estas palabras en persona, de revelar mi identidad y expresar lo que siento. Sin embargo, el miedo al rechazo y la incertidumbre me detienen. Temor a perder la amistad que compartimos si mis sentimientos no son correspondidos.

Aunque permanezca en las sombras, quiero que sepas que mi admiración por ti es genuina y profunda. Eres una persona increíble, Renato, y aunque pueda parecer extraño recibir cartas anónimas, espero que puedas encontrar algún consuelo en estas palabras y que, de alguna manera, te hagan sonreír.

Con todo mi corazón,

Una admiradora secreta

Yuna se preparaba para salir cuando de repente Renato apareció frente a ella, deteniendo sus pasos. Sorprendida, lo miró con curiosidad mientras él hablaba.

Renato: ¿Yuna, aún quieres que hagamos el proyecto juntos?

Yuna recordó la conversación anterior, donde Renato había declinado la oferta debido a su preferencia por trabajar solo en presentaciones. Sin embargo, esta vez, Renato estaba extendiendo una nueva oportunidad.

Yuna: Ah, pensé que no querías hacerlo en pareja. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Renato sonrió, expresando su confianza en las habilidades de Yuna.

Renato: Bueno, pensándolo mejor, con una chica inteligente como tú, creo que sería más fácil trabajar en equipo.

Las palabras de Renato tomaron a Yuna por sorpresa, pero también la llenaron de una sensación de alegría y emoción. La idea de trabajar con él en el proyecto le emocionaba mucho, y su elogio la hizo sentir valorada y apreciada.

Yuna: ¡Claro, Renato! Me encantaría hacer el proyecto contigo.

Los dos compartieron una sonrisa mientras se dirigían juntos hacia el lugar donde trabajarían en su proyecto. Para Yuna, esta era una oportunidad no solo para colaborar en un trabajo escolar, sino también para fortalecer su vínculo con Renato y tal vez, solo tal vez, encontrar el coraje para compartir sus sentimientos en algún momento. La atmósfera entre Yuna y Renato se volvió tensa cuando él notó que ella aún llevaba la flor que él le había regalado. Intrigado y un poco nervioso, Renato decidió mencionarlo.

Renato: Me sorprende que todavía lleves la flor que te regalé.

Las palabras de Renato tomaron a Yuna por sorpresa, y su corazón comenzó a latir más rápido. Tratando de encontrar una respuesta adecuada, Yuna se esforzó por explicarse.

Yuna: Bueno, esa flor fue un regalo... de ti para mí. Al igual que mi mega anillo y el tu mega anillo que nos regalamos

La respuesta de Yuna desconcertó a Renato, y una pregunta surgió de sus labios con una mezcla de nerviosismo y esperanza.

Renato: ¿Qué soy yo para ti, Yuna?

La pregunta de Renato dejó a Yuna sin aliento. Por un momento, su mente se nubló y las palabras salieron antes de que pudiera pensar en ellas.

Yuna: Eres... eres mi rival y mi mejor amigo.

Tan pronto como las palabras escaparon de sus labios, Yuna se dio cuenta del peso de lo que había dicho. La mirada de sorpresa y confusión en el rostro de Renato fue evidente, y Yuna sintió que el mundo se derrumbaba a su alrededor. Renato, por su parte, parecía igualmente impactado por la respuesta de Yuna. Ambos quedaron en silencio por un momento, tratando de procesar lo que acababa de suceder. Para Yuna, las palabras salieron de manera impulsiva, pero ahora se enfrentaba a las consecuencias de su confesión inadvertida. El peso de la confesión inadvertida aún se cernía sobre ellos mientras Renato y Yuna intentaban recomponerse después del intercambio. Renato, con un dejo de tristeza en su voz, decidió cambiar de tema, tratando de recuperar un poco de normalidad en la conversación.

Renato: (Creo que me equivoqué con mis sentimientos) Yuna. ¿Qué te parece si elegimos una leyenda para nuestro proyecto?

Yuna, igualmente afectada por la situación, trató de ocultar su propia tristeza mientras respondía.

Yuna: Sí, suena bien. ¿Qué te parece si hablamos sobre los Skinwalkers?

La sugerencia de Yuna sorprendió a Renato, pero decidió aceptarla, buscando distraerse de sus propios dilemas emocionales.

Renato: Me parece bien. Los Skinwalkers tienen una historia intrigante y llena de misterio. Será interesante investigar sobre ellos para nuestro proyecto.

Aunque ambos estaban sumidos en sus propios pensamientos y sentimientos, acordaron trabajar juntos en el proyecto sobre los Skinwalkers. Esta nueva dirección les brindaba una oportunidad para enfocarse en algo externo a sus propias emociones, al menos por un tiempo, mientras navegaban por las complejidades de la leyenda que habían elegido.

Renato llegó a casa con la mente aún llena de pensamientos, solo para ser recibido por la calidez familiar de Miranda y Santiago. A pesar de su estado de ánimo sombrío, les ofreció una sonrisa.

Renato: ¡Hola, Miris! ¡Hola, Santi! ¿Qué están haciendo aquí?

Miranda, observando la expresión de su "hermano mayor", notó de inmediato su tristeza y decidió abordar el tema con delicadeza.

Miranda: Hola, Renato. ¿Estás bien? Pareces un poco triste. ¿Qué pasó?

Renato suspiró, sintiéndose reconfortado por el apoyo de su "hermana menor" y su primo. Decidió compartir con ellos lo que había sucedido con Yuna en la escuela.

Renato: Bueno, es una historia larga. Resulta que... -comenzó a explicar, detallando la situación con Yuna y la confesión involuntaria que había surgido entre ellos.

Miranda y Santiago escucharon atentamente mientras Renato compartía sus sentimientos y preocupaciones. A medida que terminaba su relato, Miranda colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Renato, mientras Santiago asentía en solidaridad.

Miranda: Lo siento, Renato. Eso suena complicado. Pero sabes que siempre estamos aquí para ti, ¿verdad?

Renato asintió con gratitud, agradecido por el apoyo incondicional de su "hermana menor" y su primo.

Renato: Sí, lo sé. Gracias, Miranda. Gracias, Santiago. Significa mucho para mí.

Con el amor y el apoyo de su familia extendida a su alrededor, Renato se sintió un poco más reconfortado, sabiendo que no tenía que enfrentar sus desafíos emocionales solo. Ante la pregunta directa de Miranda sobre lo que sentía por Yuna, Renato se encontró en una encrucijada emocional. Respiró profundamente antes de responder, tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos internos.

Renato: No lo sé, Miranda. No estoy seguro de lo que siento por Yuna en este momento.

La respuesta de Renato no satisfizo del todo la curiosidad de Miranda, quien persistió, deseando entender mejor la situación de su amigo.

Miranda: ¿Qué quieres decir con eso, Renato? ¿Te gusta Yuna?

Renato se sintió abrumado por la intensidad de la pregunta y decidió ser honesto con su amiga.

Renato: Sí, me gusta, pero... no creo que sea capaz de hacerla feliz, ni en sueños.

Sus palabras llevaron consigo un peso de autoduda y preocupación, reflejando sus propias inseguridades y temores sobre sus capacidades para establecer una relación significativa con Yuna.

Miranda, con empatía en sus ojos, puso una mano en el hombro de Renato, ofreciendo consuelo y apoyo.

Miranda: Renato, no subestimes tu capacidad para hacer feliz a alguien. Eres una persona increíble y mereces ser amado. Si te importa Yuna, deberías al menos intentarlo.

Las palabras de Miranda resonaron en el corazón de Renato, quien sintió un atisbo de esperanza y determinación surgir dentro de él. Agradeció a Miranda por su apoyo y prometió considerar sus palabras cuidadosamente mientras navegaba por los turbulentos mares de sus sentimientos hacia Yuna. La expresión de Renato reflejaba una mezcla de confusión y desánimo mientras hablaba con Miranda y Santiago. Sus palabras resonaron con un tono de autodesprecio que preocupó a sus amigos. Miranda frunció el ceño, mientras Santiago miraba las cartas con curiosidad.

Renato: ¿Saben qué? Me parece una pendejada que alguien se fije en mí.

Al escuchar la fuerte declaración de Renato, Miranda y Santiago intercambiaron una mirada preocupada. Miranda sintió un nudo en el estómago al darse cuenta de que las cartas que Renato tenía en la mano eran las mismas que Yuna había enviado.

Miranda: Renato... ¿Esas son...?

Santiago: ¿Las cartas anónimas que recibiste?

Renato asintió con un gesto sombrío, sin darse cuenta de la mirada inquisitiva de sus amigos.

Renato: Sí, las encontré en mi casillero. No entiendo por qué alguien haría algo así.

Miranda se mordió el labio inferior, luchando con la decisión de revelar la verdad sobre las cartas. Sabía que era importante ser honesta con Renato, pero también quería proteger los sentimientos de Yuna.

Miranda: Renato, hay algo que deberías saber sobre esas cartas...

Santiago asintió, apoyando a Miranda en su dilema. Juntos, se enfrentaron al difícil desafío de decidir si debían revelar o no la verdad a Renato. Luego de decirle lo de las cartas al campeón la risa de Renato resonó en el aire cuando escuchó la verdad detrás de las cartas anónimas. Parecía incapaz de aceptar la revelación, como si fuera demasiado absurda para ser cierta.

Renato: ¡Ja, ja, ja! ¡Qué buen chiste, de verdad! ¿Yuna, enamorada de mí? ¡Ja!

A pesar de los esfuerzos de Santiago por confirmar la autenticidad de las cartas, Renato continuaba riéndose, incapaz de tomar en serio la idea. Sin embargo, su risa se detuvo abruptamente cuando Miranda, con una expresión de frustración y enojo, le propinó una cachetada.

Miranda: ¡Eres un puto pendejo de mierda!

El golpe sorprendió a Renato, dejándolo aturdido y en silencio mientras Miranda se marchaba, visiblemente molesta. Renato miró a Santiago, quien le lanzó una mirada de complicidad y resignación.

Santiago: A veces, te comportas como un verdadero idiota, primo. 

Las palabras de Santiago resonaron en la mente de Renato, dejándolo reflexivo mientras observaba a su amiga alejarse. Se sintió desconcertado por la reacción de Miranda y se preguntó si tal vez había subestimado la situación. La perspectiva de Santiago le dejó una sensación incómoda, haciéndole cuestionar su propio comportamiento.

Renato: Supongo que a veces soy un completo pendejo. Miguel debe de parecer un genio en comparación.

Con un suspiro, Renato se quedó solo, reflexionando sobre sus acciones y las consecuencias de sus palabras.

Casa de Yuna

Sumergida en el baño caliente, Yuna se relajaba mientras el vapor se elevaba a su alrededor, envolviéndola en una suave bruma. Cerró los ojos, permitiendo que el calor del agua disipara las tensiones de su mente. Sin embargo, la serenidad se vio interrumpida por el sonido de su teléfono, que yacía sobre la repisa del baño.

Al alargar la mano para alcanzar su teléfono, Yuna notó un mensaje de Renato esperándola. Frunciendo levemente el ceño, deslizó el dedo sobre la pantalla para leer el mensaje.

Mensaje de Renato: "Hola, Yuna. ¿Qué piensas sobre el proyecto de la leyenda? ¿Tienes algunas ideas?"

El mensaje de Renato la hizo salir momentáneamente de su estado de relajación. Mientras el agua seguía acariciando su piel, Yuna reflexionó sobre la pregunta de Renato. Su mente se llenó de pensamientos sobre el proyecto, y se sintió agradecida por la oportunidad de enfocarse en algo distinto a sus propias preocupaciones emocionales.

Después de unos momentos de reflexión, Yuna respondió el mensaje de Renato, compartiendo algunas ideas para el proyecto y expresando su entusiasmo por trabajar juntos en él. A medida que escribía, una sensación de determinación y esperanza comenzó a crecer en su interior, recordándole que, aunque los desafíos pudieran surgir, ella era capaz de enfrentarlos con valentía y determinación.

Chat

Yuna: Hola Renato, ¿Cómo estás?

Renato: Hola Yuna, estoy bien gracias. ¿Y tú?

Yuna: Estoy bien, gracias. Escuché que te interesaba hablar sobre el proyecto de la leyenda. ¿Te gustaría discutirlo?

Renato: Sí, claro. Tenemos que empezar a trabajar en eso pronto. ¿Tienes alguna idea en mente?

Yuna: Sí, estaba pensando en hacerlo sobre los Skinwalkers. ¿Qué te parece?

Renato: ¡Genial idea! Los Skinwalkers tienen una historia intrigante. ¿Dónde deberíamos trabajar en el proyecto?

Yuna: ¿Qué te parece la terraza? Podemos tener un poco de aire fresco mientras trabajamos.

Renato: Suena perfecto. ¿A qué hora deberíamos encontrarnos?

Yuna: ¿Qué tal a las cuatro de la tarde? ¿Te parece bien?

Renato: Sí, a las cuatro está bien. Nos vemos entonces en la terraza.

Yuna: Perfecto. Nos vemos allí, Renato.

Renato: Hasta luego, Yuna.

Fin del chat

Terraza

El sol de la tarde iluminaba la terraza de la escuela, creando un ambiente cálido y acogedor. Yuna y Renato, después de haber avanzado bastante en su proyecto sobre los Skinwalkers, decidieron tomarse un breve descanso. Se sentaron en unos bancos cercanos, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad del lugar.

Yuna: Sonriendo Ha sido un buen avance, ¿no crees?

Renato: Asintiendo Sí, definitivamente. Estoy impresionado por cómo estamos progresando.

El tono relajado de la conversación pronto se transformó en algo más ligero y juguetón. Sin darse cuenta, ambos comenzaron a coquetear de manera involuntaria, sus palabras llenas de un encanto sutil.

Yuna: Riendo ¿Sabes? Creo que seremos imparables en el proyecto si seguimos así.

Renato: Sonriendo Por supuesto, con tu inteligencia y mi... encanto, no hay forma de que podamos fallar.

Sus miradas se encontraron, y un brillo travieso brillaba en sus ojos mientras intercambiaban bromas y risas. Aunque ninguno de los dos había planeado que las cosas tomaran un giro coqueto, encontraron una conexión divertida y juguetona entre ellos, elevando el ambiente de camaradería a algo un poco más íntimo. A medida que el tiempo pasaba en la tranquila terraza de la escuela, el coqueteo entre Yuna y Renato comenzaba a tomar un giro más íntimo. Sus conversaciones, inicialmente ligeras y amistosas, ahora estaban cargadas de una energía sensual y emocionante que los mantenía cautivados el uno al otro.

Yuna: Sonriendo con timidez ¿Sabes? Siempre he admirado tu inteligencia y tu habilidad para resolver problemas. Es una de las cosas que más me atrae de ti.

Renato: Mirándola con ternura Y tú, Yuna, siempre has sido una fuente de inspiración para mí. Tu determinación y tu pasión por lo que haces son realmente impresionantes.

Sus palabras resonaron con una sinceridad conmovedora, y el aire entre ellos parecía cargado de una electricidad palpable. Cada mirada prolongada y cada sonrisa cómplice intensificaban la conexión que compartían, haciéndoles sentirse más cercanos el uno al otro de lo que habían estado nunca.

Yuna: Bajando la mirada con timidez Renato, ¿Alguna vez has pensado en... nosotros? Quiero decir, en lo que podría pasar entre nosotros.

Renato: Tomando su mano con suavidad Todo el tiempo, Yuna. He imaginado... diferentes posibilidades.

El tacto de sus manos entrelazadas envió un cosquilleo de emoción a través de sus cuerpos, y en ese momento, cualquier inhibición que pudieran haber tenido desapareció por completo. Se encontraron atraídos el uno al otro de una manera que nunca habían experimentado antes, y el mundo a su alrededor parecía desvanecerse mientras se sumergían en la intimidad de su conexión mutua. El coqueteo entre Yuna y Renato se había transformado en algo más profundo y significativo, dejando entrever la posibilidad de un futuro juntos que ambos habían estado deseando en secreto. En la tranquila terraza de la escuela, encontraron un espacio donde podían explorar sus sentimientos mutuos y permitirse dejarse llevar por la atracción que compartían. La atmósfera entre Yuna y Renato se cargaba cada vez más con una energía juguetona y coqueta. Sus conversaciones se volvían cada vez más ligeras, llenas de risas suaves y miradas cómplices que dejaban entrever un deseo mutuo de explorar esta nueva dinámica entre ellos.

Yuna: Riendo ¿Sabías que tienes una sonrisa encantadora, Renato?

Renato: Devuelve la sonrisa Lo mismo puedo decir de ti, Yuna. Hay algo en tu sonrisa que ilumina mi día.

El aire entre ellos se llenaba de una tensión emocionante, como si estuvieran bailando al borde de algo más profundo y significativo. Cada interacción, cada roce casual de manos o mirada furtiva, les recordaba la creciente atracción que compartían.

Yuna: Juguetona ¿Alguna vez has pensado en hacer algo completamente espontáneo, solo por diversión?

Renato: ¿Qué tienes en mente, Yuna? Estoy dispuesto a probar cualquier cosa contigo.

La sugerencia de Yuna despertó una chispa de intriga en Renato, quien se sentía emocionado por la posibilidad de aventurarse en lo desconocido con ella. La tensión entre Yuna y Renato se volvía cada vez más palpable a medida que su coqueteo se intensificaba. Cada interacción, cada palabra compartida, parecía cargar el aire con una electricidad irresistible que los envolvía a ambos en un halo de deseo y anticipación.

Yuna: Con voz suave Renato, ¿alguna vez has sentido una conexión tan fuerte con alguien que parece como si estuvieras en sintonía con cada fibra de tu ser?

Renato: Mirándola fijamente Sí, Yuna. Desde que te conocí, siento que hay algo especial entre nosotros. Algo que va más allá de lo que puedo explicar con palabras.

La mirada intensa de Renato encontró la de Yuna, y en ese momento, parecía como si el mundo entero se desvaneciera a su alrededor. Estaban atrapados en un momento suspendido en el tiempo, donde solo existían ellos dos y la conexión ardiente que compartían.

Yuna: Con un susurro Renato, ¿Puedes sentirlo? Esta tensión entre nosotros es como si estuviéramos al borde de algo... algo poderoso.

Renato: Acercándose un poco más Sí, Yuna. Puedo sentirlo. Estamos en un precipicio, y no estoy seguro de qué nos espera al otro lado, pero estoy dispuesto a averiguarlo contigo.

El espacio entre ellos se reducía lentamente mientras se acercaban el uno al otro, atraídos por una fuerza magnética que parecía imposible de resistir. El momento estaba cargado de una tensión palpable, con Yuna y Renato a punto de cruzar el umbral de lo desconocido. Cuando Yuna rompió el silencio con su pregunta, la respiración de Renato se detuvo por un instante, sorprendido por la valentía y la sinceridad de sus palabras.

Yuna: Con voz suave Renato, ¿Puedo besarte?

Renato: Con una sonrisa nerviosa En realidad, estaba a punto de preguntarte lo mismo.

Justo cuando sus labios estaban a punto de encontrarse en un tierno beso, un sonido inesperado los interrumpió. Un estornudo resonó en la tranquila terraza, y al girar la cabeza, se encontraron con Sun, quien los observaba con una expresión curiosa.

Sun: Inocentemente ¡Oops! Lo siento, ¿interrumpí algo?

Renato no pudo contener una risa suave ante la situación, mientras que Yuna, con una mezcla de frustración y diversión, regañaba a Sun por su inoportuna interrupción.

Yuna: Fingiendo enojo ¡Sun! ¡No puedes simplemente aparecer así y arruinar momentos importantes!

Sun: Inocentemente Lo siento, de verdad. No sabía que estaban ocupados.

Renato: Todavía riendo No te preocupes, Sun. Solo nos tomaste un poco por sorpresa, eso es todo.

Aunque la magia del momento se había roto, Yuna y Renato compartieron una mirada cómplice, reconociendo el humor en la situación. A pesar de la interrupción, la conexión entre ellos seguía siendo palpable, y el momento prometedor que habían compartido aún resonaba en el aire. 


Los pasillos de la escuela resonaban con el murmullo de los estudiantes mientras Yuna, Renato y Sun caminaban juntos, aún bajo el influjo de la situación anterior en la terraza.

Sun: Curioso Oye, Yuna-Neechan, ¿Por qué estaban a punto de besarse? Siempre pensé que tú y Renato-Niichan eran solo mejores amigos y rivales.

Renato: Asintiendo Sí, Sun tiene razón. Siempre te he visto como mi mejor amiga y rival, Yuna.

Yuna, sintiendo el calor del rubor subiendo por sus mejillas, luchó por encontrar las palabras adecuadas para explicar la complejidad de sus sentimientos.

Yuna: Con voz suave Bueno, Sun... Es complicado. Renato y yo... tenemos una conexión especial, ¿sabes?

Renato, sintiéndose igualmente incómodo pero decidido a ser honesto

Renato: Con tono suave Sí, Sun. Yuna y yo... tenemos sentimientos el uno por el otro, pero... no estoy seguro de cómo describirlos exactamente.

Sun: Con una sonrisa traviesa Hmm... Entonces, ¿podrían ser amigos con derechos mientras lo descubren?

La propuesta de Sun hizo que tanto Renato como Yuna se ruborizaran intensamente, sorprendidos por su franqueza y por la posibilidad que había planteado.

Yuna: Titubeando Uh... bueno, Sun, eso es un poco...

Renato: Tratando de ocultar su nerviosismo Sí, es... una idea interesante, pero creo que tenemos que... tomar las cosas con calma.

A pesar de sus esfuerzos por mantener la compostura, la incomodidad y la emoción se reflejaban claramente en sus rostros. La sugerencia de Sun había abierto una puerta a un territorio desconocido, desencadenando una mezcla de nerviosismo y anticipación en Yuna y Renato mientras intentaban navegar por los complejos matices de sus sentimientos el uno por el otro. Con el eco de las palabras de Sun resonando en sus mentes, Yuna y Renato se encontraron en un silencio incómodo, incapaces de mirarse el uno al otro después de la propuesta tan inesperada. Sin embargo, en medio de esa tensión palpable, una determinación tranquila comenzó a surgir en sus corazones.

Yuna: Con voz temblorosa Renato, sé que esto es todo muy repentino y extraño, pero... si quieres intentarlo, estoy dispuesta a hacerlo.

Renato: Mirando hacia abajo, tratando de ocultar su nerviosismo Sí, Yuna. Creo que... podría ser una buena idea.

La decisión tomada, Yuna y Renato se encontraron con una sorpresa aún mayor cuando vieron sus anillos con megaevolución tirados en el suelo. Sin una palabra, Renato recogió el anillo de Yuna y ella tomó el suyo, ambos sintiendo el peso simbólico de lo que estaban a punto de hacer.

Con movimientos suaves y cuidadosos, Renato colocó el anillo en el dedo de Yuna, mientras que ella hizo lo mismo con el suyo. En ese momento, el mundo parecía desvanecerse a su alrededor, dejándolos solos en un momento de intimidad y conexión pura.

La escena evocaba la solemnidad de una ceremonia de boda, pero en lugar de unirlos en matrimonio, los anillos simbolizaban la promesa mutua de explorar su nueva relación con valentía y honestidad. En ese gesto simple pero significativo, Yuna y Renato sellaron su compromiso el uno con el otro, abrazando el futuro incierto con optimismo y determinación. La llegada repentina de Miranda, Santiago y Zarala interrumpió el momento íntimo entre Yuna y Renato, dejándolos un poco avergonzados y sorprendidos por el giro inesperado de los acontecimientos.

Zarala: Con una sonrisa cálida ¡Felicidades, chicos! Esto es maravilloso.

Santiago, como siempre, no pudo resistirse a agregar un toque de humor a la situación:

Santiago: Con una sonrisa traviesa ¡Vaya, vaya, Renato! Parece que te estás tomando esto de las relaciones muy en serio. ¿Ya tienes planes para la luna de miel?

La broma de Santiago provocó una risa nerviosa de Renato, quien se veía un poco pálido ante la idea de la luna de miel, mientras que Yuna, tratando de disimular su incomodidad, se rascaba el brazo distraídamente.

Miranda, sin embargo, aprovechó la oportunidad para hacer un comentario un poco más serio, aunque con un toque juguetón:

Miranda: Susurrando a Renato Espero sobrinos pronto, hermanito. Sería tan lindo tener pequeños Renatos y Yunas correteando por aquí.

El comentario de su hermana hizo que Renato se quedara pálido como un fantasma, mientras que Yuna, sorprendida, se detuvo en seco al escuchar las palabras de Miranda.

Miranda: Dirigiéndose a Renato Por cierto, lamento haberte golpeado antes. Fue un impulso. Pero ahora que veo lo que está pasando aquí, creo que hiciste lo correcto.

Renato, todavía un poco desconcertado por el comentario de Miranda, solo pudo asentir débilmente mientras intentaba procesar todo lo que acababa de suceder. La escena estaba llena de emociones encontradas, desde la alegría y el júbilo hasta la incomodidad y la confusión, pero en medio de todo ello, había un sentimiento de anticipación y esperanza por lo que el futuro les deparaba a Yuna y Renato. 
















El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte mientras Renato y Yuna caminaban descalzos por la suave arena de la playa, el sonido calmante de las olas rompiendo contra la costa llenaba el aire con una sensación de paz. Sin embargo, dentro de ellos, había una tensión sutil mientras procesaban lo que había sucedido entre ellos.

Renato: Mirando al horizonte Yuna, me pregunto si podremos seguir siendo amigos después de todo esto. No quiero que nuestra relación se vuelva incómoda.

Yuna, pensativa, respondió con suavidad:

Yuna: Mirando a Renato Sun mencionó lo de ser amigos con derechos... ¿Crees que deberíamos intentarlo?

Renato, un poco sorprendido por la sugerencia, pero decidido a ser honesto, respondió después de un momento de reflexión:

Renato: Asintiendo lentamente Si es lo que tú quieres, Yuna, estoy dispuesto a intentarlo. No quiero perder nuestra amistad, y si esto es lo que nos acerca, entonces lo aceptaré.

A medida que continuaban caminando por la orilla de la playa, la brisa marina parecía llevarse las preocupaciones y las dudas, dejando espacio para la promesa de un nuevo comienzo entre ellos. La puesta de sol pintaba el cielo con tonos cálidos y dorados, como si estuviera celebrando el inicio de un nuevo capítulo en la vida de Yuna y Renato. Juntos, dejaron atrás las incertidumbres del pasado y se adentraron en un futuro lleno de posibilidades, unidos por una conexión que iba más allá de la amistad y la rivalidad, explorando juntos los misterios del amor y la intimidad en la tranquila belleza de la playa al atardecer. Después de un momento de silencio tenso, Yuna decidió romper el hielo y compartir su verdad con Renato. Con el sonido suave de las olas de fondo, se detuvo y se volvió hacia él, buscando sus ojos con determinación.

Yuna: Respirando hondo Renato, quiero que sepas... fui yo quien escribió esas cartas.

La confesión de Yuna tomó a Renato por sorpresa, y su reacción fue suave y comprensiva. Pasó su mano derecha por la mejilla de Yuna con gentileza, buscando sus ojos con curiosidad y preocupación.

Renato: Suavemente ¿Por qué no tuviste el valor de decírmelo en persona, Yuna?

Yuna, sintiéndose vulnerable pero decidida a explicarse, respondió con sinceridad:

Yuna: Bajando la mirada por un momento Me asustaba la idea de arruinar nuestra amistad si mis sentimientos no eran correspondidos. Tenía miedo de perderte, Renato.

Renato escuchó atentamente las palabras de Yuna, sintiendo compasión por su dilema interno. Acarició su mejilla con cariño, transmitiendo su apoyo silencioso.

Renato: Con voz suave Entiendo, Yuna. No tenías por qué temer eso. Nuestra amistad es importante para mí, y estoy aquí para ti, sin importar lo que sientas.

Yuna, aliviada por la comprensión de Renato, le sonrió débilmente, sintiendo un peso levantarse de sus hombros.

Yuna: Con gratitud Gracias, Renato. Significa mucho para mí que lo entiendas.

Renato y Yuna se quedaron allí por un momento, compartiendo un momento de conexión y comprensión en la suave luz del atardecer. La revelación había abierto una nueva puerta entre ellos, fortaleciendo su vínculo y estableciendo un nuevo nivel de confianza y honestidad en su relación.



La atmósfera íntima entre Yuna y Renato se estaba cargando de anticipación mientras se acercaban lentamente el uno al otro, listos para un momento especial. Sin embargo, antes de que pudieran sellar su proximidad con un beso, fueron interrumpidos por la inoportuna llegada de Sun, quien irrumpió con su característica falta de tacto.

Sun: Inocentemente ¿De qué se tardan tanto, chicos?

La interrupción repentina tomó por sorpresa a Yuna, quien, visiblemente molesta, comenzó a perseguir a Sun por la playa mientras lo regañaba enojada:

Yuna: Gritando ¡Sun, enano molesto! ¿Cómo te atreves a interrumpirnos? 

Sun, asustado por la reacción de Yuna, corrió para poner distancia entre ellos, pidiendo disculpas entre jadeos:

Sun: ¡Lo siento, Yuna-Neechan! No fue mi intención, ¡prometo que no volverá a ocurrir!

Mientras tanto, Renato, entre risas, decidió intervenir y detener el caos antes de que se saliera de control. Rápidamente, sacó una pokéball de su cinturón y liberó a Hari, su Hariyama.

Renato: Entre risas ¡Hari, detén a Yuna y protege a Sun!

El imponente Hari asintió con seriedad y se interpuso entre Yuna y Sun, preparado para mantener la paz y defender al enérgico Sun de la ira de Yuna.

Renato, aun riendo por la situación, se unió a la escena para calmar las aguas:

Renato: Sonriendo Todo estará bien, Sun. Solo trata de no interrumpirnos la próxima vez, ¿de acuerdo?

Sun se aferraba a la pierna de Renato mientras Hari se mantenía firme, actuando como un guardián entre Yuna y el entusiasta Sun. Renato, aunque sorprendido por la demostración de afecto de Sun, lo miraba con ternura mientras escuchaba sus disculpas.

Sun: Aferrándose a Renato Lo siento por interrumpirlos, Renato-Niichan. No quería arruinar su momento especial.

Yuna, habiendo recuperado la compostura y reconociendo la sinceridad de Sun, se disculpó por su reacción anterior:

Yuna: Con amabilidad Y yo también lo siento por haberme enojado, Sun. No debería haberte perseguido de esa manera.

Sun, ligeramente sonrojado pero decidido a expresar sus sentimientos, habló con admiración y sinceridad:

Sun: Mirando a todos Ustedes dos, junto a Moon-Neechan, mis hahas y el tío Kukui, son mis modelos a seguir. Quiero ser fuerte y valiente como ustedes. Gracias por ser tan geniales.

Renato y Yuna sonrieron ante las palabras de Sun, conmovidos por su franqueza y determinación. Renato se agachó para estar a la altura de Sun y le dio un fuerte abrazo.

Renato: Sonriendo Gracias, Sun. Siempre estamos aquí para ti, ¿De acuerdo? Trabajaremos juntos para ser aún más fuertes.

Yuna se unió al abrazo, transmitiendo su apoyo:

Yuna: (Con calidez) Estaremos juntos en esto, Sun. Siempre puedes contar con nosotros.

La tarde en la playa tomó un giro reconfortante, con Renato, Yuna y Sun fortaleciendo su vínculo y compartiendo un momento de sincera conexión. Hariyama también se unió. La puesta de sol pintaba el cielo con tonos cálidos, reflejando el crecimiento y la amistad que florecía entre ellos.

Sun:  Si un día caigo, no quiero palabras adelantadoras ni suavidades. Solo quiero que estén ahí conmigo y crean en mí, en lo lejos que puedo llegar por mí mismo.

Yuna: Comprensiva Está bien que quieras trabajar solo, Sun, pero una pequeña ayuda de los demás, especialmente de tus seres queridos, puede ser una gran bendición. Estaremos aquí para ti, pase lo que pase.

Renato asintió en acuerdo, ofreciendo su apoyo con sinceridad:

Renato: Con determinación Tienes razón, Sun. Estaremos contigo en cada paso del camino, sin importar qué. Creemos en ti.

Sun sonrió ante las palabras de Yuna y Renato, sintiéndose reconfortado por el apoyo incondicional de sus seres queridos.

Sun: (Sonriendo) Gracias, Yuna-Neechan, Renato-Niichan. Significa mucho para mí tenerlos a mi lado. Juntos, podemos superar cualquier desafío.



























La siguiente imagen va para ti querido cuñado arkham-originis2022 

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